09 junio 2022

La odiosa disciplina

Casi todo el mundo detesta a la disciplina y yo no soy la excepción. En el Liceo Valentín Letelier, donde estudié unos años de primaria, era cliente frecuente de la inspectoría y una vez llegué hasta la terrorífica entrevista en la oficina del Rector por mala conducta. Allí don Luis Galecio me miró con cara de furia, se dio unas vueltas y dijo "ya, vayase". No cruzamos ni una sola palabra más, pero fue una de las experiencias más intimidantes de mi vida, ¡había que ver a ese viejo! Desde esa vez dejé de meterme en problemas, por varios años.

Pero en 1969, cuando vine a estudiar a Arica, me convertí de nuevo en un malportado. Aprendí muchas cosas nuevas y tuve amigos extraordinarios, pero a cambio de eso me reprobaron de 1ª medio. Yo que entonces me creía medio superdotado, recibí un golpe al ego tremendo y creo que eso me enderezó hasta el día de hoy. La idea de ser un pobre diablo me aterrorizaba, así es que a partir de 1970 empecé a aceptar la disciplina, aunque de mala gana.

Definida en pocas palabras, la disciplina es lo que nos obliga a aceptar cosas desagradables, que pueden -o no- ser "para nuestro propio bien". Puede ser impuesta desde fuera, como ocurre típicamente en los colegios y en casi todas las cosas que hacemos en sociedad, donde debemos aceptar por la fuerza las normas que nos imponen las leyes. 

Pero también la podemos auto imponer nosotros mismos, en lo que popularmente se conoce como "fuerza de voluntad".

La auto disciplina es más difícil que la disciplina que nos imponen, porque esta última algunas veces podemos burlarla, por ejemplo no pagando impuestos o con algún pequeño fraude, pero el riesgo y el costo reputacional normalmente son altos y pocas veces tenemos alternativa viable.

Con la autodisciplina en cambio, siempre tenemos la alternativa de no cumplir, y esta es atractiva, deseable. Los perjuicios -de existir- son de largo plazo y no muy definidos. Si alguien deja de fumar, nadie lo castigará si después decide volver a hacerlo, lo mismo al que consume -en exceso- drogas, alcohol, o el obeso que quiere ponerse a dieta o al que está en mala condición física y quiere empezar a ejercitarse .

El cerebro humano entonces, en su gran plasticidad, inventa trucos para evitar el sentimiento de culpa. Por ejemplo podemos dejarlo para mañana, y el mañana lo vamos corriendo indefinidamente, o hacer nuestra disciplina solo esporádicamente, convencidos que "la próxima vez" si que empezamos en serio,. También podríamos inventar "soy débil de carácter, eso es más fuerte que mi", es algo que igual funciona. En fin, como sabemos, hay infinitas formas de engañarnos a nosotros mismos.

Yo creo que la autodisciplina es una gran cosa, es un logro del que podemos sentirnos muy orgullosos al imponermos un propósito y alcanzarlo, pero como todo lo bueno cuesta bastante sacrificio. Yo por lo menos, soy muy reacio a aceptar la disciplina impuesta y a menos que esté convencido que me conviene, siempre busco como sacarle la vuelta. Pero con la autodisciplina es otra cosa: creo que es como un músculo que se puede ejercitar. Así como tener fuerza física puede sacarnos de apuros a veces, adquirir fuerza de voluntad puede resultar mil veces más útil.

Para adquirir autodisciplina necesitamos crear hábitos, que son esas cosas desagradables que hacemos una y otra y otra vez hasta que las integramos de manera inconsciente. Es como cuando estamos aprendiendo a manejar, un proceso difícil donde cometemos muchos errores pero, a fuerza de repetir lo mismo muchas veces, llegamos a hacerlo de manera automática y manejamos prácticamente sin pensar. Adquirimos el hábito.

A mi me pasó con el ejercicio. Hace algo más de un año yo estaba en muy mala forma, con molestias cardiacas, falta de fuerza, presión y todo eso, todo eso fruto de décadas de completa molicie. Yo era un convencido que cuando se deja un auto estacionado o se usa lo menos posible dura para siempre. Pero cuando me medí la presión y tenía alrededor de 200/100 pensé que no era tan así la cosa, me puse a averiguar por Internet y empecé con un programa de ejercicios. 

Después de un tiempo trabajoso y desagradable finalmente adquirí el hábito y hoy ostento vanidoso mi fuerza de voluntad. 

Y no es primera vez, siempre me costaron mucho las matemáticas porque tengo grandes problemas para concentrarme, soy disperso y olvidadizo, pero cuando entré a la universidad estaba determinado a aprender la maldita cosa como fuera. 

Empecé a copiar páginas y páginas de ejercicios resueltos, sin quebrarme la cabeza tratandeo de resolverlos, solo los copiaba para memorizarlos, sorprendentemente esto fucionó tan bien que al segundo año yo era ayudante de Cálculo 2 y Ecuaciones Diferenciales y al año siguiente fui ayudante de Métodos Numéricos. Había adquirido el hábito. 

De la misma manera aprendí a programar, que fue mi trabajo por unos 15 años, así también aprendí el primitivo inglés que hablo y que cambió mi vida cuando empecé a trabajar: memorizar 10 palabras diarias, todos los días durante un año. 

En fin, que más puedo decir, la autodisciplina, junto con la paciencia, son las dos mejores cosas que tengo. Creo que uno siempre tiene que ponerse a prueba en algo nuevo y difícil y cada vez que pienso "es que no tengo fuerza de voluntad" se que voy por el peor camino y doblo el esfuerzo por hacer lo desagradable. A mi al menos me ha funcionado lo más bien.

El problema con las nuevas geeraciones, yo creo, es que la disciplina, a partir de los años setenta más o menos hasta hoy, se ha ido desprestigiando y en cierto modo ha pasado de moda. Probablemente eso siempre ha sido así con el 80% de Pareto, pero creo que ahora hay algo más de eso entre los jóvenes.

Está de moda ser "trasgresor", despreciar la disciplina "¿Por qué tengo que respetar las leyes que no me gustan, por qué tego que esforzarme?" La respuesta a eso es obvia ¡Porque te conviene pues, estúpido!, sin embargo nadie se lo ha dicho y -por el contrario- los viejos cobardes, esos vuejos hippies, los celebran y los endiosan por ser tan rebeldes e idealistas. La cosa es que esos muchachitos idealistas de hoy mañana serán la escoria, porque sin disciplina no se llega aninguna parte.

Puedes llegar a presidente sin haberte titulado, puedes decir "a mi que me importa tirularme", también puedes haber desobedecido las leyes y hasta puede que todo eso te haya resultado bien y te las hayas sacado peladas... hasta ahora, pero lo que le espera a esos muchachos idealistas es lo que ya sabemos, normalmente se cosecha lo que sembramos.

10 comentarios:

  1. A mí me pasa que las cosas impuestas de afuera las puedo cumplir; valga decir, un horario de trabajo y tener que levantarse temprano según eso. Me tomará unas semanas adaptarme pero al final lo hago. En cambio cuando me quiero levantar temprano paras mis propios proyectos, la cosa no funciona.

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  2. Porque es mucho más difícil la autodisciplina que la disciplina impuesta desde afuera

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  3. Decir odiosa disciplina es casi un piropo, odiosisima, repulsiva, castigo de un dios (o Dios), castigador y malvado. En fin para sufrir nacimos :-)

    Una curiosidad, buscando algo en el Villegas, encontre un podcast sobre el tema; menciona los pendex de hoy y su sensacion que el mundo les debe algo solo por haber nacido y ellos desearlo.
    https://www.youtube.com/watch?v=mAP0uVJA0h0&list=PLR6l5zf60SK0P2xVtXzMgcOq8UQMZDGFS&index=3


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  4. Si Wilson, la idea que no hay que sacrificarse por nada y que nos merecemos muchas o todas las cosas que no tenemos es bien antigua. La diferencia es que antes los viejos les decían que no fueran idiotas porque sin sacrificio no iban a conseguir nada, ahora los viejos (viejos hippies en su mayoría, niños que nunca crecieron) les avivan la cueca y les mantienen la esperanza que llegará un momento en que puedan tener todo lo que desean en una sociedad ideal, porque el hecho de nacer les dio ese derecho.

    Esa idea no es solo estúpida, sino que éxpande y perpetúa la pobreza, porque mientras los copitos de nieve se quejan y esperan que llegará una "sociedad más justa", los hijos de los ricos y de los no-estúpidos van calladitos tomando pocisiones y escalando porque han sido criados en la idea que el mérito y la disciplina es el camino para conseguir objetivos.

    Por culpa de estos hijos y nietos de los hippies se está creando toda una generación de pobres diablos y futuras basuras sociales, porque muy luego se van a terminar la plata que están hoy parasitando, recién entonces van a despertar a la realidad..

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  5. Es totalmente cierto. La brecha se agranda más y más. Mientras unos teniendo nada juegan y sueñan, los otros, en su mayoría se van moldeando y preparando para grandes cosas. Los padres, ricos y estrictos enseñan duramente disciplina y autodisciplina.
    Me ha tocado ver en una ceremonia de graduación a un padre, que tiene todo el dinero que existe, abrazar al hijo por el logro, luego sacar una tijera de su chaqueta y decirle “este es el mejor regalo que puedo darte” acto seguido le pidió la tarjeta de crédito que el hijo ocupaba de la cuenta del padre y hacerla pedazos. Obviamente de cagado no fue.

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  6. Si Marcelo, los propios padres están fabricando generaciones de pobres diablos, los colegios caros son exigentes mientras que en los estatales profesores mediocres regalan las notas y los que no lo hacen los echan. En las universidades es lo mismo. los padres con plata generalmente enseñan el sacrificio y el esfuerzo para conseguir objetivos, mientras que la mayoría de los padres de clase media hasta baja les dan todo lo que piden "para que no pasen lo que yo he pasado". No hay manera más segura de formar un inútil quejumbroso y fracasado que esa.

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  7. Recuerdo desarrollar completo el Pinzón de calculo ejercicios propuestos y estudiar del Demidovich gracias a la disciplina inspirada por el Profe Luis Herrera, saludos Peter

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  8. ¡Somos dos Peter! También le aprendí de mi compadre Lucho Herrera Lanchipa eso de copiar a mano los ejercicios resueltos, uno por uno, así me iba dando cuenta cual era el truco en cada caso. Los libros de Cálculo, el Mir, la serie de los Shaum jaja, me los copié enteritos, después seguí con los "solucionarios" que vendían en Tacna en hojas mimeografiadas, varios problemas estaban mal resueltos eso si!! En fin, creo que eso de copiar problemas ya resueltos es una manera buena y rápida de aprender. trabajosa pero buena.

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  9. Don Tomas,
    Comparto plenamente su comentario. No me salió fácil estudiar ingeniería pero saque la carrera gracias al Credito Fiscal de Pinocho.(1% anual que pague por completo con mi trabajo y me siento orgulloso de ello). Entramos 78 y terminamos 5 de la misma generación. Un coladero tremendo en ciencias básicas.
    En este video puede ver y observar que la autodisciplina actual falla!:

    https://www.youtube.com/watch?v=CYRoxPiFcsA

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  10. Centurio, así era antes, nosotros salimos como 7 titulados de 120, se decía con cierta razón que era un desperdicio de recursos dejar al 90% fuera, pero la verdad que regalar notas y diplomas ha salido mucho más costoso para todos. Sobre el video solo puedo decir pobre Boric, aunque aparenta que no le importa yo estoy seguro que cada uno de esos papelones debe ser como una cuchillada en los intestinos. No hay nada peor para un narcisista que quedar en verguenza.

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"Send me a postcard, drop me a line
Stating point of view
Indicate precisely what you mean to say
Yours sincerely, wasting away
Give me your answer, fill in a form
Mine for evermore
Will you still need me, will you still feed me
When I'm sixty-four"