Este refrito simplemente copia un maravilloso cuento de Ernesto Montenegro, que ha sido inspiración y regla de vida para mi, es como si Montenegro me hubiese leído la mente cuando lo escribió. Se me ocurrió republicarlo como un refrito a propósito del comentario anónimo acerca de mi holgazanería. Hace muchos años yo también escribí un cuento llamado "Los dos hermanos: un cuento infantil". Creo que nunca lo comenté pero ese cuento salió de una pesadilla recurrente que tenía por esos días, después que lo escribí ya no volví a tener más la maldita pesadilla, santo remedio. Pero vamos al refrito de hoy, aquí va:
Si Dios quiere darme, ya sabe donde vivo (publicado originalmente el 6 de febrero de 2009)
Hay un libro excelente llamado Los Cuentos de mi Tío Ventura, del escritor chileno Ernesto Montenegro, me tomaré la molestia de copiar uno de sus mejores cuentos que se llama:
SI DIOS QUIERE DARME, YA SABE DONDE VIVO
"A una pobre mujer le había tocado casarse con un hombre sumamente flojo, y en cambio se había cargado tanto de familia que andaban siempre los chiquillos sin tener con que taparse las carnes. Era inútil que ella se lo pasara majadereándole todo el santo día; que como era que tenía a menos ir a pedir algo para sus hijos y no le daba verguenza perder el tiempo armándole trampas a los pájaros y durmiendo la siesta hasta la oración. Que viera como el compadre, su hermano, se había hecho rico, mientras que ellos andaban dándose con una piedra en los dientes.
Pero nada sacaba con eso, porque su marido se contentaba con bostezar y cantarle la misma tonada:
-¡Si Dios quiere darme, ya sabe donde vivo!
Cuando su mujer lo sacaba de paciencia con lo del compadre rico, le decía:
-Si querís anda a pedirles por tu cuenta, lo que es para mí, no hay hermano que valga. ¿Te acuerdas de la última vez que fuiste a pedirle un peso a mi nombre? No te había querido decir nada mejor, pa no hacerte pasar rabia. Cuando fuimos a ajustar cuentas, me salió con su gracia de siempre: "Un peso que me mandaste pedir, uno que le dí a mi comadre y otro que hay apuntado aquí son tres". Inútil que yo alegara que era el mismo peso. "El libro no miente" me decía él y con eso me dejaba callado. Así, cualquiera se hace rico, digo yo.
-Entónces, acomidete por lo menos a ir por un poco de leña, mientras yo voy a ponerle cara de palo a la comadre para que me dé un puñadito de harina tostada con que hacerle charquicán a los niños.
Allá iba la pobre con dos o tres chiquillos colgados de las pretinas, a casa de la comadre rica. La tal comadre, que era la misma piedra azul, le salía con que los tiempos estaban muy escasos, que lo justo era que el sinverguenza de su compadre trabajara en algo, que a ellos lo poco que tenían les había costado su bueno: que Juan Francísco pasaba echándole en cara que se lo daba todo a Pedro, Juan y Diego, y que si ellos quedaran en la calle, nadie, seguramente, les daría una sed de agua.
En fin, que la mandó poco menos que con las manos vacías. El hombre no volvió hasta por media tarde, con un puñadito de leña y riéndose solo:
-¿Querís que te cuente Peta?- le dijo -Pa que veas la suerte del pobre; figúrate que a poco andar por el cajón del estero, hacía tanto calor que me tuve que recoger a la sombra, y ahí no más, afirmado contra un quillay, voy viendo un costal pirquito de oro.
-¡Un costal de oro!- gritó la mujercita, creyendo que el pobre se había puesto mal de la cabeza de un repente.
-Un costal así tamaño, que debe haber pesado unas seis arrobas por lo menos. ¿Has visto irrisión igual? Venir a aparecérseme por allá por los quintos infiernos, cuando habría dado lo mismo dejarlo a la puerta de mi casa. ¡Pero no se te dé nada, que yo sé muy bien, que si Dios quiere darme, ya sabe dónde vivo!
La pobre mujer no pudo aguantar más y fué a desahogarse donde su compadre rico: Es cierto que el tal compadre estaba podrido en plata, pero era de esos que no pitan por no botar el pucho. Por lo pronto se hizo no más que no tenía pizca de fe en lo que contaba de su compadre pobre: pero apenas anochecido, enyugó su mejor yunta de bueyes, los puso a la carrtea chica y se fué solito por el cajón del cerro. Tocó que había una luna como de día claro. Por las señas del quillay no tardó mucho en dar con el costal, que llegaba a olear... pero de boñiga clarita.
-¡Hijuna con mi compadre! Después de todo lo que les he muerto el hambre a ellos y a su plaga de chiquillos, venir a salirme con esta. Pero juro por el hijo de mi mamita que no se va a quedar riendo de su gracia.
En cuanto dejó resollar los bueyes, arrimó la culata de la carreta al costal y apretándose las narices como pudo, le puso el hombro hasta amarrarlo a la quincha. Muy contento llegó como a la medianoche frente al ranchito del compadre pobre. Otra fiesta fue para bajar el costal sin que lo sintieran los quiltros. Y ahí nomás lo arrimó, bien cargadito contra la puerta.
Después se fué para la casa riéndose solo: "¡No va a ser bueno el primer baño que se pega mi compadre en su perra vida!", pensaba.
Allá con el sol alto comenzó la mujer del compadre pobre a llorarle que se levantara, que no había ni para darle un agua caliente a los niños. Al último se enderezó el flojonazo y se puso a rezongar que no lo dejaban ni dormir el sueño de la mañana, que era el mejor: pero que no se estuviera figurando que iba a portarse por donde su compadre rico, como si por ser pobre el no tuviera delicadeza, o anduviera envidiándole su plata a nadie.
-Ayen, nomás, sin ir más lejos, yo podría haberme hecho rico poderoso: pero yo sé bien que si Dios quiere darme...
Y esto que iba diciendo , cuando al quitarle la tranca a la puerta de calle, se le viene encima un costal de oro, y las onzas van rodando por todos los rincones del cuarto y metiéndose hasta en las últimas rendijas.
¿Creerán que eso lo sacó de su pasito siquiera? ¡Psh! todo lo que hizo fue darse vuelta y muy ufano decirle a su mujer, que andaba en cuatro pies por el suelo con los chiquillos, recogiendo plata a puñados
-¿Te acuerdas de lo que yo te dije una y otra vez? ¡Si Dios quiere darme, ya sabe dónde vivo!
-Pero ¿y que fue del compadre rico?
-Ah, se me olvidaba: como la mujer del compadre pobre no sabía mucho de cuentas, ni él tampoco, mandaron a los niños a decirle a su compadre que tuviera muy buenos días, que cómo habían amanecido todos, y que hiciera el favor de prestarle la cuartilla o el medio almud por un ratito.
-¿Para qué querrán cuartlla esos infelices? -pensó la señora, y de puro curiosa tomó una vela y le untó bien el fondo con sebo.
Del alboroto y el gusto no se fijó nadie de que cuando vinieron a devolver la cuartilla, se había quedado pegada una onza de oro, una onza de diecisiete pesos dos reales.
El compadre rico y su mujer no se podían conformar con que él no hubiera escarbado siquiera un poquito en el costal antes de írselo a dejar como un bendito de Dios, y a la misma puerta a su compadre pobre.
Al poco tiempo se remató un fundo en la vecindad, y cuando la puja iba ya muy arriba, llegó el compadre pobre y dijo que él también iba a hacer posturas. Todos se rieron de verle la facha, pero cuando sacó los rollos de billetes para pagar la hacienda, todos andaban con Don por aquí y Don por allá.
La mujer del compadre pobre no dilató en bajar al pueblo, se fue a las tiendas y vistió a los niños como unos caballeritos y se compró para ella un lindo pañuelo de rebozo y sus buenos botines de charol. Lueguito se fueron a vivir a la hacienda, y ahí seguirán viviendo hasta hoy y gozando de su platita, porque no fueron nada codiciosos.
-¿Y los compadres ricos?
-A los compadres ricos les llegaron a salir piojos de melancolía y no tardaron en morirse de la pensión que les dió de vivir en los mismos totorales de los compadres pobres."
FIN Espero que lo hayan disfrutado como lo disfruté yo mismo, ya es tarde, hasta mañana.
Es el momento se tiene que tomar Tacna AHORA. Aprovecharse de la situación y recuperar el territorio integro que siempre nos perteneció.
ResponderBorrarJaja, me poseyó un espíritu etnocacerista.
Fuera de las bromas, como analiza las protestas en Tacna?
Si Chile no pudo mantener ocupada Lima, ni retener Tacna después de 50+ años, mal podría pensar en ocupar Tacna ahora. Que todo quede tal como está nomás. Tacna peruana y Arica chilena, nos llevamos lo más bien así.
BorrarNo he sabido en realidad como está la cosa en Tacna pero temgo entendido que por todo el Perú han salido los violentistas, incendiarios y saqueadores, tal como nos pasó en Chile en octubre de 2019,
Lo que si he visto es el despliegue policial y militar, me parece impecable y tiene buen apoyo de la población civil, ya van varios muertos y ojalá que le corran bala a todos los que tengan que caer, la seguridad del estado y del país debe defenderse a toda costa. Espero que no aflojen policías, militares ni políticos, ahora es cuando hacen más falta los pantalones bien puestos
Uno de los problemas con el caballero dios (o DIos), es que tiene mejor punteria para joder que para "dar".
ResponderBorrarImagino que, de existir, debe tener una vida extremadamente aburrida, eso de ser ultra poderoso y omnisciente y mas aun por los siglos de los siglos, debe ser insufrible. Como dicen: ¿Quieres hacer reir a Dios?,, cuentale tus planes.
Hombre!, pero eso te pasa a ti porque eres hereje y El Pulento es rencoroso, a mi en cambio, que soy muy agradecido, me da todo lo que le pido y mucho más de lo que merezco, conmigo se ha portado igual que don Chuma, "no hay problema compadre, no se fije en gastos" :D
BorrarBueno mi problema con Dios, es que el no cree en mi. Y yo le pago con la misma moneda.
ResponderBorrarjajaja ¿Dudaissss? '¡Dudónnnn! Yo tengo la fe irreductible del carbonero, no tengo dudas que voy a vivir y morir pobre aunque rece más que el Papa, pero igual pido y negocio milagros a cada rato. Ya me caerá el cáncer o la cirrosis hepática entonces me entretendré rezando y prendiéndole más cigarros a mi Chanchito de la Buena Suerte
BorrarPara estirar la chala más rápidito, se entiende...
BorrarPrefiero a un Holgazán honesto que escribe maravillosamente sobre diversos temas, como ser la cultura hispanoamericana, la fusión nuclear, de cómo roban los desalinizadores o prometen energía barata siendo que ahora es más cara, de la actualidad jurídica de nuestro querido Chile e de cómo mejora su casa de Arica, ; que un anónimo que podría ser uno de estos ladrones sinvergüenzas que están haciendo de las suyas de nuestra Patria querida.
ResponderBorrarGracias DON TOMAS
por su holgazanería,
que me da tema para pensar,
mientras me esfuerzo día a día
para dar sustento a mi familia.
Usted por sus escritos,
me ayuda en ello
y ayuda a su Patria Chilena
que tanto lo necesita!
Este es uno
de mis costales de oro!