Dress for sucess (publicado originalmente el 21 de abril de 2010)
"Con tal que luzcas bien exteriormente, todo te irá de las mil maravillas". Algo así eran los consejos que daba Mefistófeles a los estudiantes de Fausto. ¡Que diablo más simpático! casanova, atrevido y confundido cuando las cosas no le resultaban, porque no por ser Mefisto todo le salía bien, es el mejor retrato del diablo que he conocido. Ese Goethe si que escribió un buen libro, claro que el Fausto es lo único que he leído de él, algún día le hincaré el diente a los demás.Como ingeniero bien machote siempre he pensado que preocuparse por la apariencia es cosa de afeminados. Conozco a muy pocos ingenieros vanidosos porque somos optimizadores por vocación y doctrina, nuestros ídolos son nerds, tartamudos, feos, pero sobre todo mal vestidos, eso de "bien vestido bien recibido" no se escribió para los que estudiaron ingeniería. Para mi un tipo que tiene que usar corbata es digno de lástima y siempre he tenido feas sospechas de tipos como Marco Enriquez Ominami que no se saca la corbata ni para ducharse.
Si algún tipo se preocupa por su apariencia -en mi opinión- es un pobre diablo que no confía en lo que vale y cree que tiene que disfrazarse para impresionar a los demás, ah y también tengo mis dudas sobre su hombría, en el sentido más amplio de la palabra.
Todo esto lo escribo mientras miro la corbata que me tendré que poner este fin de semana. Bah, que me importa, supongo que es como ir a una fiesta de disfraces y si me da problemas disfrazarme entonces sería un vanidoso.
Los ingenieros machotes no conocemos la vanidad por la apariencia. aunque de las otras mejor ni hablar, nunca he conocido a un ingeniero que no esté íntimamente convencido de ser superdotado, un John Holmes del intelecto, es la deformación profesional más característica. Y los más humildes son los peores, tienen los egos más exagerados.
A propósito una anécdota que parece que no he contado acá. Cuando me invitaron a Tokio en 1983, mis jefes me dijeron que obligadamente debería ir vestido de terno y corbata, de otro modo no me iban a recibir, así es que nos fuimos a la tienda de ropa de los Machiavello a comprar un blazer azul con botones dorados, pantalón gris y una corbata en tonos de azul y celeste: dress for sucess, ni que decir que me sentí muy incómodo sobretodo por los zapatos: toda mi vida había usado zapatillas.
La mañana que llegué al Cuartel General de la Casio Computer Corp. (pisos 39 y 40 del Edificio Sumitomo) con mi maletín James Bond lleno de las mentiras que había escrito durante el viaje, me encuentro con un argentino que andaba en lo mismo que yo, ¡pero el tipo iba en bermudas, camisa afuera y zapatillas! siempre he admirado el desparpajo de los porteños pero esa vez mi admiración tocó el cielo, el tipo andaba feliz como si estuviese vestido de gala. Claro que era comprador y millonario. eso puede ayudar un poco.
La cosa es que la semana que pasé en Tokio me hice muy amigo de los japos que eran subgerentes de área, medios pollos igual que yo y al terminar el trabajo salíamos al barrio de Shinjuku que está repleto de callejones con bares minúsculos, y nos metíamos a uno donde eran clientes fijos. Hasta donde yo recuerdo, no pasó una noche sin que nos emborracháramos.
Pasábamos todo el día peleando y presionando, me tocaba tomar el pedido del mes que era casi un millón de dólares, ellos tenían órdenes de colocarme la mayor cantidad posible de basura, modelos que no se vendían ni regalados y yo tenía la misión de llevar todos los caramelos que pudiera -esos que soltaban con cuentagotas- Era un asunto agotador y colocaban a cinco contra mi, en el día se iban turnando.
Pero al salir del trabajo todo cambiaba, íbamos a emborracharnos y hablar mal de nuestros respectivos jefes, esa fue la parte más divertida de mi visita porque después de muchas cervezas las diferencias culturales y de protocolo desaparecen y empezábamos a hablar en confianza.
En esos años -no se si todavía será igual- los jefes no tenían oficina privada, todos trabajaban juntos en escritorios iguales en medio de un desorden gigantesco con perchas de ropa, cafeteras y marañas de cables por el suelo, y -entre copa y copa- a mi se me ocurrió preguntarles como se diferenciaban los jefes del resto del populacho, mis amigos Satoh, Itoh y Tanifuji se miraban entre ellos y solo se reían, hasta que al final me lo explicaron.
Se diferenciaban solo por el traje: el gerente de división, una especie de capo di tutti capi a nivel local, usaba ternos oscuros con rayas muy finas. Los gerentes de área, o sea medios pollos, usaban blazer de colores negro o azul pizarra, los oficinistas del montón usaban terno gris o azul marino... y los mensajeros o trainees, lo más bajo de la escala, ¡usaban chaqueta azul y pantalón gris, tal como llegue yo vestido!, al día siguiente me los mostraron y me di cuenta que era cierto, no era una broma.
Lo que me quedó dando vuelta es que mis jefes habían viajado a Japón durante años, dos o tres veces por año y jamás se habían dado cuenta de eso, naturalmente nadie se los había dicho porque nunca habían tenido el minuto de confianza. En fin, lo del argentino en bermudas y mi terno de mensajero me quedó dando vueltas en la memoria durante muchos años.
En fin, Vanitas vanitatum omnia vanitas, vanidad de vanidades, todo es vanidad, en latín la palabra significa "vacío" cosa que parece bastante apropiada. Y como soy un gran vanidoso mejor me voy a dormir para disfrutar de mis sueños de grandeza, ya llegarán, el día menos pensado.
Ah, Dios. eso de "como te ven, te tratan" es casi odioso. Puedes vestirte de armani y perfumarte con Jean Paul Gaultier y ser una mierda de persona, como tambien puedes vestirte como el argentino que conociste en Tokio y ser mas pudiente que la cresta pero a la vez, humilde.
ResponderBorrarCuando trabajé en Interamericana Seguros, conocí dos tipos de personas: los que siempre tuvieron plata y los aspiracionales. los que siempre tuvieron plata, son de hecho los más sencillos de tratar, como que les da lata el frecuentar el country club y prefieren sentarse a tomarse una cerveza con los de la oficina de partes. En cambio los aspiracionales (aka "levantados de raja") son los que están en los mandos medios pero se las dan de gerentes, los que te miran de la cabeza a los pies y les da tirria el agacharse a recoger algo.
Ahora están los otros "aspiracionales", esos que se las quieren dar de Tony Montana o Pablo Escobar ostentando sus lujos malamente ganados, pero sin ningun estilo.
Recuerdo una anécdota que le pasó a un amigo de Airsoft. El siempre se vestía sencillo para trabajar (era recepcionista) pero eso era mal visto por su jefe ya que según él "era la cara visible" de la empresa. Tanto lo jodió hasta que un día le dijo una frase motivacional: "vistete para el trabajo que quieres y no para el que tienes". Al dia siguiente apareció equipado para el combate en la oficina y el jefe casi se infartó y por poco llamó a la policía. Solo que mi amigo le dijo: "seguí su consejo y parece que no le gustó la idea".
Ahora está en otra empresa en España.
jaja, lo partió medio a medio!
ResponderBorrarMe imagino como habría sido si llega vestido de vedetto.
Hay gente que le gusta vestirse bien, la ropa fina y cara etc. y todo eso está Ok.
Pero hay otros que piensan que por la forma en que van vestidos podrán sacar alguna ventaja, los tratarán mejor, etc., eso podría ser la primera media hora pero muchas veces esas primeras impresiones se desvanecen.
Hablando de un amigo en común, otro amigo me decía "este es tan, pero tan weon que si llega un tipo bien vestido, con rica moto y reloj caro le puede pasar diez cheques malos, uno tras otro y los diez los recibe"
Asi es que efectivamente, hay gente que se impresiona con la aparioencia pero son casi sin excepción los idiotas. Eso muestra superficialidad y falta de carácter
Si mal no recuerdo, antes era muy mal visto vestirse en la "ropa americana" (ropa usada de fardos), pero si uno busca bien, te encontrarás con marcas caras, a precios casi ridículos. Una vez me compré una polera piqué marca Tommy Hilfiger a dos lucas... Tommy Hilfiger!! de esas que basta oir el nombre para que tirite la billetera...
BorrarAl final de cuentas el unico terno con el que te vas es el de palo.
Yo vendí ropa americana y habían unas espectaculares que nos vendía con cuentagotas un amigo judío de Miami. Resulta que allá hay una ley que te permite devolver la ropa antes de una o dos semanas (no recuerdo bien) y una vez fuera de la caja ya se depreciaban e iban a la liquidadora.
BorrarMucha gente an Los Angeles y otras ciudades grandes compraba ropa cara, la usaba para ir a una fiesta y después la devolvía flamante.
Habían comerciantes judíos que tenían el monopolio de esas devoluciones y las usaban como señuelo.
Yo me clavé con dos container repletos de zapatos que eran pura basura, después de comprar uno espectacular con devoluciones.
http://miaventuraenbolivia.blogspot.com
Ptas me cagaron pero igual los quiero.
ResponderBorrarMe gusta la ropa buena y vestir bien. Corbata solo en ocasiones.
Pero ponerse lo que cayó, no va conmigo. Y por supuesto depende de la ocasión. Aunque obviamente no lo conozco, le levantaría un monumento al sastre de Obama.
tambien te queremos, doc!
BorrarNaa, si no tiene nada de malo que a uno le gusta vestise bien., en el fondo yo reo que a todos nos gusta andar bien vestidos.
BorrarPero hay distintas formas de sentirse bien vestido y en especial en ciertas profesiones técnicas donde se nos inculca la optimización y el valor de la función sobre el aspecto, tendemos a dar más valor a lo práctico y costo efectivo que a lo bonito.
Sobre sastres en Chile, Ugarte, Pauli, parece que quedan muy pocos. Si alguna vez me veo obligado a ponerme un terno ruego al Pulento que no sea de una multitienda sino de un buen sastre, con buen paño y que lo corte especialmente para mis deformidades: patas y brazos cortos.
Los de Obama eran espectaculares pero estaban un poco al borde del mal gusto por lo entallados, un caso ridículo de terno entallado eran los de PEñailillo, el galán rural lucía muy orgulloso sus ternos que parecían de Lycra.
¿Qué será de el? Mejor ni lo menciono no vaya a ser que aparezca, espero no saber más de tipos como ese
Me hizo acordar un pasaje de Steinbeck "...era el rico del pueblo, así que podía vestir descuidado, no como el resto de pobretones de nosotros". Algo así.
ResponderBorrarY en cuanto a los porteños - los de Buenos Aires - una vez viajé 500 km hasta Bs As para presentarme en una entrevista, un puesto de ingeniero en el Chaco santafesino. Yo había trabajado dos pueblos más allá, en un ingenio azucarero, conocía el ambiente y la mano de obra, e iba de calle, bien vestido, pero sencillo. Me recibieron unos tipos de puro traje y corbata y uno de ellos dejó caer una frase que indicaba que mi vestimenta era un error. Puede que el puesto fuera en medio de la selva, pero a ellos había que llegar de punta en blanco. Puede que haya argentinos informales por el mundo, pero en la City son formales al extremo. Casi gentlemens británicos. ULs
Si, hay trabajos que exigen "code dress" y creo que eso es lo peor. Durante casi diez años yo estuve tomando exámenes de grado y a eso iba todo el mundo con traje y corbata, menos yo y la verdad es que me sentía pésimo por eso pero me habría sentido mucho peor empaquetado en un terno de multitienda.
BorrarMe sentía mal pero con corbata me hubiese sentido mucho peor, o sea era un trabajo que no debería haber hecho, pero me gustaba, resultaba un gran problema para mi.
Yo pienso que está bien que existan códigos de vestuario, en los buenos viejos tiempos acá en Chile en el parlamento y en tribunales la exigencia a vestirse formal era indiscutida, y desde que empezaron a aparecer los monigotes vestidos de cualquier manera todo se fue al diablo.
Lo que pasa es que uno no debería trabajar en ciertas cosas donde se encuentra incómodo, por la vestimenta o por cualquier otro motivo
¿o será "dress code"? creo que eso es, me entró la duda, mi inglés es raquítico jaja
BorrarAl margen de la ropa, la mujer vale por lo que es y en cambio el hombre vale por lo que hace. Triste pero me consta.
ResponderBorrarA propósito de lo mismo yo no veo que tanta importancia puede tener la ropa cuando las cosas más agradables se hacen sin ropa, tomar un baño de tina por ejemplo y para qué dar más ejemplos.
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