Querido Santa Claus

Llegó la hora de escribir mi tontera diaria y me encuentro frente a la pantalla en blanco, pero no solo eso, esta vez también tengo la mente en blanco ¿qué diablos voy a escribir? Es algo que muy pocas veces me pasa pero esta es precisamente una de esas veces.

No es que se me ocurra nada, se me ocurren muchas cosas pero ninguna me interesa lo suficiente como para molestarme en escribirlas, así es que...

¡Ya se! Voy a escribir mi tradicional carta a Santa Claus, el Viejo Pascuero como le decimos en Chile. ¡Eso era! Voy a presentarle mi merecido pliego de peticiones para navidad así es que sin más trámites, acá voy...

Querido Santa Claus
Polo Norte Sin Número, etc. etc.
Como las cartas de esta clase deben ser sinceras, parto por aclararte que nunca he creído que existas. Cuando yo era muy chico y éramos pobres como ratas se me ocurrió preguntarle a mi santa madre por qué otros niños recibían regalos para navidad y yo nunca había recibido nada de ti.

Mi mamá que era muy sabia estalló en risas y me dijo "¿pero eres tonto o qué? ¿de verdad que crees en esos cuentos? ¡y yo que te tenía por inteligente!"

Y con toda la paciencia del mundo me explico que todo esa era una estúpida historia que se usaba en las familias de plata para engañar a los niños, que bastante agradecidos debíamos estar cuando teníamos para almorzar en lugar de pensar en esas tonteras.

Desde ese día, querido Santa Claus, me dediqué a desprestigiarte entre todos mis amigos, lo que nos sirvió mucho para sentirnos superiores a los niños estúpidos que creían en esas paparruchas. Lo siento, espero que no te enojes por eso.

Pero en fin, tampoco creo que exista Dios pero igual rezo todos los santos días, por si las moscas. Por similares motivos y para no romper con mi compromiso de Nulla Dies Sine Linea te estoy escribiendo esta carta con mis peticiones para esta navidad y de paso para el año que se nos viene.

Ya, estoy con muchos preambulos, vamos de una vez al grano. Como el próximo seis de enero cumpliré setenta años, una edad que jamás me imaginé que llegaría a tener, lo primero que te pido son algunas cositas relacionadas con la salud.

La buena salud, la familia y la casa son para mi las únicas cosas más o menos importantes y aunque sé que en algún momento voy a perder las tres -nada es para siempre- me gustaría que me regales un poquito de eso.

Que me pueda emborrachar para la pascua, el año nuevo y para mi cumpleaños sin caer al hospital con alguna urgencia catastrófica, que los tres dientes y cuatro pelos en la cabeza que me quedan no me sigan abandonando, que pueda cagar sin dramas y no me levante diez veces en la noche a hacer pichí. En fin, que no tenga motivos para preocuparme por esas cosas.

Que a la Pilar y el Tomás Jr. les vaya bien y que la casa no se nos derrumbe, incendie ni la saquen a remate. Con eso ya tendría lo más importante asegurado.

Pero no he terminado, todavía me quedan unas cuantas cositas que me gustaría recibr para esta navidad. Por ejemplo desearía que mi vida de molicie siga igual de plácida como fue el año pasado, que siga sin mover un dedo aparte de los ejercicios que hago por gusto y que -por favor- que a nadie se le pase por la mente ofrecerme un trabajo.

Aunque esto último es bastante fácil porque a nadie en su sano juicio se le ocurriría ofrecer trabajo a alguien tan flojo e inútil como yo, en verdad durante los casi 70 largos años de mi vida, muy pocos han tenido la absurda idea de ofrecerme un trabajo.

Bueno bueno, creo que con eso ya estoy casi listo. ¡Pero espera un momento! todavía me quedan unas pocas minucias que me gustaría pedirte y yo se que me las puedes dar, por ejemplo:

-Algunos pares de calcetines con rombos porque los que tengo están en una condición lamentable. O mejor no te preocupes por eso, seguro que es lo que me va a regalar la Pilar o el Tomás Jr. Además te pido:

-Unos 40 mil dólares que me están faltando para hacer las ampliaciones de la casa que tengo pendientes.

-Una llave de impacto, una hidrolavadora y un set de herramientas De Walt  -de esas que vienen en un carro con varios cajones- que me están faltando para completar mi taller

- Una cámara Black Magic URSA con un lente Viltrox f 1.8 y un lente Canon telefoto f 2.8

-Un piano vertical Steinways and Sons de 88 notas y 3 pedales

-Una escopeta calibre 12, Benelli negra con un surtido de 150 cartuchos de varios tipos.

-Un Citroen Ami eléctrico 2025

-Unos 2000 dólares para arreglar la casa rodante

-Una camioneta Toyota Hilux 2025 blanca 4x2 2.4 MT SR Diesel para tirar la casa rodante

-Un terreno de unos 500 metros cuadrados para guardar la casa rodante y la camioneta, de preferencia cerca de la playa o con buena vista.

-3 botellas de Martini Prosseco para la pascua, año nuevo y mi cumpleaños

-4 cámaras nuevas de vigilancia compatibles con ICSee

-18 camisetas de algodón Fruit of The Loom o similares blancas, sin marcas

Bueno, todas estas son naderías, poca cosa, se me ocurren varias más pero las dejaré para el años que viene, no quiero abusar tampoco. 

Se que me merezco eso y mucho más así es que querido Santa Claus, agradecido de antemano se despide tu atento y seguro servidor

El Tomás

P.D. me imagino que querrás que deje mi escepticismo y crea que realmente existes, si quieres que crea en ti por favor tráeme todas esas bagatelas y cualquier otra cosita que se te ocurra por ahí, lo que sea tu cariño, sorpréndeme.