Anoche venía llegando a la casa desde Tacna y dos brillantes estrellas estaban perfectamente alineadas detrás del Cerro la Cruz, supuse que serían los planetas Venus y Júpiter (Marte es de color rojizo), efectivamente, hoy lo pude comprobar viendo esta foto del sitio de Jerry Pournelle. Ojalá creyera en la astrología porque dicen que es un augurio de muy buena suerte.
Siglos atrás estas coincidencias eran causa de guerras y sacrificios humanos que afectaban a personas e imperios, ahora les damos poca importancia y rara vez miramos las estrellas a menos que tengamos algún interés profesional o trabajo relacionado con eso. Hoy nos parece chistoso que la gente se dejara influenciar tanto por esas casualidades pero cuidado, muchas de las certezas que hoy tenemos probablemente son igual de absurdas, a medida que se estudian las cosas con más detalle va apareciendo un mundo cada vez más bizarro que no tiene nada que ver con nuestras percepciones. La manía del razonamiento lógico nos puede llevar a certezas bien disparatadas, tal como a nuestros antepasados astrólogos.
Durante los ochentas el Japón estuvo de moda. Una de las cosas buenas de hacerse viejo es que uno puede ver como aparecen y se desacreditan las opiniones de la gente según lo que se le ocurra a los gurues de turno. Alvin Toffler publicó La Tercera Ola justo en 1980 y todavía circulan algunos refritos de esas ideas en los que se formaron en esa época. Como Fernando Flores por ejemplo, que solo cambió a los japoneses por chinos pero repite las mismas cosas, lo más creativo que hizo fue cambiar ola por tsunami. Son conceptos rancios pero como la gente común no lee mucho, se deslumbra y los compra como si fueran genialidades originales.
Durante esos años, en que se decían del Japon similares tonteras a las que se dicen hoy acerca de China, el gobierno japones lanzó su proyecto de largo alcance sobre inteligencia artificial: el Proyecto de Quinta Generación, que prometía desarrollar computadores inteligentes en el plazo de diez años. Como era de esperar fue un gran fiasco y la temida Fiujitsu, que iba a dominar el mundo gracias a este proyecto hoy es una pacífica compañía que se gana sus yenes fabricando discos duros. La idea de una inteligencia artificial es anterior a los computadores, en 1950 a Alan Turing se le ocurrió una buena prueba para definirla:
Para que un ser o máquina se considere inteligente debe lograr engañar a un evaluador de que esta máquina se trata de un humano evaluando todas las actividades de tipo cognoscitivo que puede realizar el ser humano.
Si el diálogo que ocurra y el número de errores en la solución dada se acerca al número de errores ocurridos en la comunicación con un ser humano, se podrá estimar -según Turing- que estamos ante una máquina "inteligente".
No solo estamos a años luz de eso, sino que probablemente es algo que nunca se va a lograr. Sin embargo se han conseguido algunas cosas emulando los aspectos más mecánicos de la mente humana como capacidad de memorizar y raciocinio lógico. Para la gente vulgar lo que caracteriza a la inteligencia son estas funciones más simples, que incluso algunos autistas tienen muy desarrolladas, sin embargo es la capacidad para decidir en situaciones de incerteza lo más característico y sofisticado de la inteligencia humana, esto requiere plasticidad y capacidad para cometer errores actuando contra la lógica. La estupidez, que vulgarmente se considera lo contrario de la inteligencia, es uno de sus principales componentes, probablemente el más sofisticado. El día que logremos hacer una maquina genuinamente estúpida -cosa que probablemente nunca ocurrirá- se habrá hecho el primer avance importante hacia la creación de inteligencia artificial.
Por mientras alguna de las cosas simples se pueden hacer bastante bien con computadores y programas: lar redes redundantes, desorganizadas igual que las neuronas del cerebro fueron el concepto que posibilitó Internet, los sistemas expertos con capacidad de aprender, tienen alguna aplicación en campos limitados como el diagnóstico mecánico, los sistemas evolutivos, que llegan a un resultado generando respuestas masivas al azar y filtrando por competencia entre las más exitosas hoy son una curiosidad, pero podrían algún día dar un método útil para resolver problemas complejos.
Mal podríamos hablar hoy de inteligencia artificial o máquinas que deciden, cuando ni siquiera tenemos una idea clara de en que consiste la inteligencia humana.
Mal podríamos hablar hoy de inteligencia artificial o máquinas que deciden, cuando ni siquiera tenemos una idea clara de en que consiste la inteligencia humana.
Es verdad lo que dices, el hombre siempre ha tomado decisiones basado en estupideces... desde los astros, el sol, la comida, los dados, el tarot... imagínate que estupidez más grande que hacerle caso a un tarot o una carta astral por internet... osea una máquina decide tu vida.
ResponderBorrarSaludos...
Claro, lo que yo pensaba es que esos sacrificios rituales para satisfacer a los dioses se basaban en razonamientos impecables a partir de las ideas que entonces disponían.
ResponderBorrarY casi podría asegurar (aunque nada es seguro) que la mayoría de las cosas que nos parecen hoy muy lógicas e incuestionables deben ser más o menos igual de absurdas. Son las trampas del razonamiento, casi cualquier cosa puede parecer incuestionable gracias a un buen razonamiento.
También por los 80' se propugnó el desarrollo de sistemas expertos basados en lógica. De ahí nacieron los lenguajes de programación Prolog y Lisp entre otros.
ResponderBorrarEstos sistemas expertos no tuvieron ninguna trascendencia, pasaron sin pena ni gloria. La verdad es que no tomamos decisiones 100% racionales o lógicas. De hecho la mayoría de nuestras grandes decisiones, como elegir una carrera o una pareja, son casi 100% emocional.
Si me acuerdo! los sistemas expertos fueron el tema favorito en las memorias de los ingenieros industriales "si no parte entoces revise la chapa, si está bien siga a los contactos de batería, etc etc" lo único malo es que eran super triviales, incluso los más "expertos" y su capacidad para aprender era re inútil. Nada qu un buen manual no pudiera hacer.
ResponderBorrarLas decisiones con alto componente emocional también incluyen la mayoría de las decisiones de compra, muchas de inversión (las más exitosas generalmente), las de elección de carrera, etc
"El día que logremos hacer una maquina genuinamente estúpida -cosa que probablemente nunca ocurrirá- se habrá hecho el primer avance importante hacia la creación de inteligencia artificial.".
ResponderBorrarEsta afirmación es la que rescato de tu post.
Si es original tuya, caramba, felicitaciones, pues "estúpidamente" hablando creo que es cosa de filosofar correctamente y de "divagar" lingûisticamente y de experimentar lingûisticamente en relación a ella (a la frase citada) para arribar a caminos de interés.
Desde este punto de vista, si es que es tu idea, la considero poética.
Saludos y felicitaciones de antetemano.
jaja ¡entonces soy poeta! la frase es mía aunque la idea circula desde hace tiempo en los relacionados con Inteligencia Artificial, hace años leí algo de un español que escribió sobre las computadoras que se equivocan refiriéndose al TCP/IP que es el método de prueba y error que usan los paquetes de Internet para enrutarse.
ResponderBorrarAllí estaba de manera rudimentaria esta idea que las máquinas serán progresivamente más inteligentes en la medida que funcionen arriesgando equivocaciones y tomando decisiones muchas veces ilógicas.
Más respeto con los estúpidos porque además somos legión :D
Te recuerdas del uso del cometa "halley".
ResponderBorrarjijijijijijijiijijijijiji
El apelativo de "poeta" no lo relaciono con un palurdo con boina emocionado escribiendo a su amada sobre una lápida acerca de la muerte y el amor desgarrado (necesariamente).
ResponderBorrarMás lo relaciono con quienes "abren" mundo desde afirmaciones tan potentes, que de potentes se transforman en absolutas y portadoras de "todo el germen" capaz de iluminar al mundo.
Así que devuelve la capa y la pluma de gaviota.
Y devuelve el tintero con tinta Canario.
saludos.
( Y te confirmo que en Arica no venden "papel pergamino" ni "lacre" )
ResponderBorrarJáh!!
Y si te vai a escribir al cementerio te vai a insolar
ResponderBorrar:-)
Anónimo ¡¡COMETA HALLEY!! uhhhhhhhhh, tiempos aquellos. Lástima que pasa cada 100 años nomás :(
ResponderBorrarSergio, bah, y yo estaba empezando a rimar, mira esta que se me acaba de ocurrir:
La princesa está triste... ¿qué tendrá la princesa?
Los suspiros se escapan de su boca de fresa,
que ha perdido la risa, que ha perdido el color.
La princesa está pálida en su silla de oro,
está mudo el teclado de su clave de oro;
y en un vaso olvidado se desmaya una flor.
etc. etc.
¡soy poeta! ¡soy poeta! ;D
Anónimo, mailea...
ResponderBorrarOye, Tomás, lo que he leído me dice que más que la capacidad de tomar decisiones erradas (el factor de mutación en una red) lo realmente difícil es la capacidad de abstracción y el análisis de contexto (por ej., saber de qué estamos hablando sin necesidad de mencionarlo... lo que indudablemente lleva a malentendidos, y probablemente califique de estupidez, so there).
ResponderBorrarHay muchas cosas englobadas en lo que llamamos "inteligencia", la capacidad de abstracción que mencionas entre ellas, pero se podrían englobar como "la habilidad de tomar decisiones con resultado exitoso en condiciones inciertas".
ResponderBorrarNormalmente se dice que alguien es muy inteligente cuando acierta donde otros han fallado, la inteligencia, como las demás habilidades es mayor cuanto más escasa. y normalmente las "buenas decisiones" -por ejemplo comprar un negocio por poca plata que después crece mucho, adelantarse a las intenciones de un adversario, etc.- son siempre improbables.
Por eso la inteligencia o la estupidez son siempre ex-post, según el resultado de las decisiones, el más inteligente es el que toma decisiones arriesgadas con éxito de manera consistente y para eso se necesita verdadera estupidez, es decir, decisiones improbables.