Como loro en el alambre

Y finalmente infoarica.cl volvió a la vida, luego le tocará a bradanovic.cl, a medida que el fantasma de la desnutrición, el corte de luz y el embargo judicial se alejan, empiezan a aparecer de nuevo las web y las lucas, poquito a poco voy resucitando como Lázaro ¡levántate y anda! pero ¡que manera de trabajar! eso si, hacía muchos años que no pecaba de modo tan grosero. Si el trabajo fuera bueno Dios tendría uno.

Todo bien, muy entretenido lo que estoy haciendo y los que dicen que la buena suerte no existe no saben de lo que hablan, claro que existe y sobre todo la mala suerte, no hay cosa más real en este mundo que el azar y la suerte, el que no reconozca algo tan evidente es bien tonto y ególatra.

Claro que hay algunos que dicen, muy satisfechos de si mismos, que la suerte se la hace cada uno. Generalmente es gente que ha dedicado su vida a evitar toda clase de riesgos, los fanáticos de la seguridad y el confort, pero ¿eso es vivir? tal vez sea bueno para ellos, para mi no gracias.

No hay nada que hacer, me gusta la aventura, la incerteza, aunque las veo muy negras cuando ando sin un peso en el bolsillo también lo disfruto, perder también es parte del juego. Huaso rico, huaso pobre es el dicho chileno para los que un día andamos bien y al otro arruinados, así es como nací y seguramente así voy a estirar la pata porque eso está en mi ADN. 

Creo que heredé ese gusto por la vida aventurera de mi mamá que era todo un personaje, cuando ando mal de plata siempre me acuerdo cuando chico que no teníamos como terminar el mes pero igual andábamos muertos de la risa, con mis primos Camilo y Mario envasando condimentos y vendiendo cartones con cuchuflís para los colegios, una vez nos llegó la miseria y nos tuvimos que comer el capital: tres días comiendo cuchuflís, creo que nunca comí tanto manjar blanco y barquillo como entonces.

Los mejores recuerdos que tengo no son de cuando andaba con plata, esos se me olvidan rapidito pero nunca me voy a olvidar de mis angustias cuando andaba en la selva peruana, o durante mi aventura en Bolivia cuando me iba a hacer rico sin hacer nada, o cuando me enojé con la Pilar por el auto y me compré la pulga maldita O cuando vivía en una pajarera de material ligero en la pensión de mi tía Silvia, ex dueña del Crazy Duck, con delincuentes, travestis y toda clase de gente rara,  ahh tiempos aquellos, ahora los extraño aunque muchas veces en el momento no me hicieron la más mínima gracia.

Bah, en fin, ojalá que todo ande bien por un tiempo, hasta la próxima aventura, por ahora me voy a dormir más o menos tranquilo. Hasta mañana.