Excursión al Volcán Tacora

Llegamos de vuelta de la excursión al Volcan Tacora, sanos y salvos. Fue el viaje más impresionante que me ha tocado desde que fui a la Amazonia en el año 2008, claro que este fue solo dos días. Me apuné por primera vez, aunque no caí botado me sentí bastante mal en Putre, por mi propia imprudencia de tomar la petaca de Glenffidish que mezclé con Coca-Cola, los dioses del Single Malt me castigaron por tamaña insolencia, así es que no pude dormir ni un minuto por las burbujas de la maldita Coca-Cola más la altura que hicieron un carnaval en mi estómago. Además nos habíamos comido una pizza con un casillero del Diablo poco antes en el Cantaverdi de Putre (bueno y barato).

La expedición iba presidida por mi buen amigo don Ian Thomson, ingeniero en transportes de la U de Manchester e historiador de ferrocarriles, Dante Angelo, PhD en arqueología de la U. de Stanford (¡hace clases en la UTA!), Pamela Cerda, antropóloga y alma de la fiesta de un montón de proyectos culturales en Arica,  y yo, el charlatán dedicado a marear al resto con historias y chistes malos durante todo el viaje, además de hacer los videos.

De don Ian ya he hablado acá mismo, Dante tiene una línea de trabajo sorprendente que es la arqueología moderna, más que estudiar las momias o restos prehistóricos, se interesa por cosas que ocurrieron hace pocos años pero desde la perspectiva arqueológica más que histórica. Todos sabemos que la historia se basa principalmente en testimonios y puede ser -normalmente es- groseramente distorsionada, sin embargo aplicando técnicas de la arqueología se puede obtener una evidencia mucho más objetiva que basado en relatos y recuerdos. Me sorprendió porque parece una idea excelente y no la había escuchado nunca.

Pamela es antropóloga de la Universidad de Tarapacá y activista en asuntos del patrimonio, pero no de las activistas que puro reclaman sino de las que hacen cosas valiosas. Es parte de un grupo de gente joven, interesados en la conservación del patrimonio histórico, desde hace años que vengo leyendo sobre un montón de actividades e investigación que hacen asociadas a eso. Creo que hacen un gran trabajo y han conseguido muchas cosas como la recuperación de los archivos municipales, los tour al cementerio, etc. Es una suerte que esté involucrada en el estudio de la Azufrera del Tacora, un aporte de primera.

En un primer intento de alojamiento en Putre, una señora nos quiso hacer cholitos, así es que nos fuimos a buscar a otro lado, me impresionó la cantidad de hostales y turistas en el lugar, Putre ya es un pueblo turístico todo el año y estoy seguro que en un tiempo más alcanzará a San Pedro de Atacama.

Recién entonces me acordé que Pato Barraza, mi viejo amigo y compañero del MBA tenía un hostal en Putre y preguntando llegamos al Hostal Pachamama, The Place to be in Putre, como dijo un gringo medio achispado, ya les mostraré el video. No estaba el Pato pero si su hermano que nos hizo un buen precio y aceptó nuestras condiciones sin ningún problema. Sin ninguna duda es el mejor lugar de Putre donde alojar, lo recomiendo a ojos cerrados: buen precio, grande y full equipado. Ya les mostraré en los videos.

Después de una noche horrible sin poder dormir, gracias a la Coca-Cola, salimos hacia la montaña y empezamos a subir y subir. Al principio yo me sentía bastante mal pero a medida que nos íbamos acercando a los 5.000 metros se me empezaron a pasar los achaques. Don Ian manejó prácticamente todo el camino, pese a que tampoco pudo dormir nada, pero era el único con conocimientos para manejar por ese peligroso camino porque además ya lo había hecho antes. Igual a la vuelta nos perdimos y anduvimos varios kilómetros dando vueltas en medio de la nada sin idea de como llegar al pueblito de Tacora.

El paisaje es grandioso, no podría describir lo que se siente cerca del techo del mundo, mirando para abajo, hay a lo menos una parte donde se puede ver un par de miles de metros abajo a lo lejos, el nivel de las pendientes es difícil de imaginar, a la distancia vimos un camino que parecía imposible por lo empinado, pensamos que era a una mina o algo así y avanzando nos dimos cuenta que era nuestro camino, como en gran parte de la ruta no hay acantilados, salvo en la enorme quebrada del río Lluta (si no me equivoco) uno no se da cuenta de lo empinado que es.

Finalmente llegamos al pueblito de Tacora a 4.200 metros de altura -de donde es el video de esta entrada- dimos aviso a Carabineros que íbamos a subir para que nos fueran a buscar con helicópteros y submarinos nucleares si no aparecíamos de vuelta cerca del mediodía. De allí seguimos por los bofedales y la frontera con Perú prácticamente desaparece porque seguramente pasamos varias veces por territorio peruano, no vi una sola marca fronteriza. En el cerro de enfrente a pocos metros del camino pasamos frente a las inastalaciones de la mina de oro de Pucamarca de la empresa Minsur, que está a escasos metros de la frontera.

Me da risa cuando los nacionalistas hablan de "no ceder ni un centímetro de territorio", deberían poner sus traseros en la frontera norte durante algún tiempo.Es una frontera completamente elástica, Poco tiempo atrás en medio de sus faenas, trabajadores de Minsur simplemente corrieron un hito que los estorbaba. Luego el camino pasa junto al canal que abastece de agua a Tacna, dato que supe gracias a que leí antes la excelente descripción del doctor Aguirre en Arica a Caballo. Leo que ese derecho de paso de aguas aparece en el tratado de 1929:

Chile cede a perpetuidad a favor del Perú, todos sus derechos sobre los canales del Uchusuma y del Mauri, llamado también Azucarero, sin perjuicio de la soberanía que le corresponderá ejercer sobre la parte de dichos acueductos que queden en territorio chileno después de trazada la línea divisoria a que se refiere el presente artículo. Respecto de ambos canales, Chile constituye en la parte que atraviesan su territorio, el más amplio derecho de servidumbre a perpetuidad en favor del Perú. Tal servidumbre comprende el derecho de ampliar los canales actuales, modificar el curso de ellos y recoger todas las aguas captables en su trayecto por territorio chileno, salvo las aguas que actualmente caen al Río Lluta y las que sirven a las azufreras del Tacora.

Es una zona de bofedales con pastoreo de llamas y vicuñas salvajes. Hay una pequeña porción demarcada como "campo minado" absurda por la enormidad de la frontera. Pasando de largo por Coronel Alcérreca llegamos a Villa Industrial, un pueblo fantasma donde están los restos de las maquinarias, casas y oficinas de la azufrera. Seguimos subiendo y aparecen las fumarolas y el olor a huevo podrido en los bordes del volcán. En ese punto empieza la subida de verdad por un sendero en el borde del volcan.

La camioneta se apaga en algunas partes donde no hay como dar la vuelta, pero gracias a la tracción y en primera llegamos a la base del sistema de andariveles que llegaba hasta la altura de 5.400 metros sobre el nivel del mar. Es un lugar para ponerse eufórico, primera vez que entiendo por que alguien puede ser tan bruto como para escalar una montaña, la sensación es increíble. Miramos arriba y parece que pudiésemos tocar la punta del volcán apenas a unos cientos de metros pero también estamos claros que ni muertos llegamos allá, subir 3 o 5 metros nos puede dejar botados.

Un viento de hielo, que arruina la grabación del sonido y hace doler las manos como el diablo -recién me di cuenta por que los demás habían llevado guantes- y lo increíble que haya existido gente que vivió y trabajó en esas condiciones. Los seres humanos somos plásticos y nos adaptamos a lo que sea. En fin, muchas cosas interesantes pero mejor me pondré a editar el montón de videos y trataré de arreglar los audio para que se entienda algo, así es que por ahora eso es todo. Ya volveré sobre lo mismo más adelante.