Y ayer, después de almuerzo, nos fuimos a Tacna con el Tomás Jr. Caminamos como mormones en práctica, solo tomamos una combi al centro y todo lo demás lo hicimos a pie: primero a Tacna Centro para ver si me podían arreglar unos pantalones Dockers, el sastre me tomó las medidas y me dijo "fácil, vuelva a las seis" a esa hora y por solo US$ 6 me había convertido unos pantalones bolsudos y feos en un perfecto corte recto, un problema menos.
De allí nos fuimos caminando hacia la Avenida Coronel Mendoza, donde según yo recordaba, venden los jeans falsificados. Uno de los primeros signos de decadencia es que ya no los venden en las ferias, pero si uno camina con atención verá comerciantes en la calle con una bolsa llena de Levis y Wrangler. Después de buscar con cuidado encontré el modelo Wrangler que a mi me gusta por módicos 25 soles (más o menos US$ 10), son excatamente la misma calidad, el mismo corte y hasta traen la etiqueta de garantía de 1 año ¿como lo hacen para vender a ese precio si acá en Chile el mismo jean vale alrededor de US$ 50?. La respuesta obvia es China.
Como todas las grandes marcas, Wrangler hace sus jeans en China y los chinitos hacen 100.000 para la fábrica y otros 100.000 negros, para revenderlos ellos a precio de huevo. Sobre la calidad puedo dar fe que es idéntica porque tengo otro par de los mismos desde hace unos cinco años o más, que se mantienen flamantes. Entonces los fabricantes usan a la polícía para que -en lugar de perseguir a los verdaderos delincuentes- se dedique a hostigar a los que venden estos productos bamba. Todo pagado con plata de nuestros impuestos, el otro día salió en la tele un gran operativo policial requisando camisetas de la selección chilena "falsificadas", es decir que no le habían pagado su tajada a la Fedración de Fútbol. Para eso si que la policia tiene reursos y los jueces son rápidos dictando sentencias.
Luego seguimos caminando como Kung-Fu hasta llegar al mercadillo Bolognesi, donde estuvimos viendo el equipo fotográfico y los instrumentos musicales hasta que nos aburrimos, volvimos ¡a pie nuevamente! hasta el centro, pasamos al mercado a comprar cigarrillos de contrabando para darle a mi chanchito de la buena suerte y al ekeko, tomamos unos te con sandwices y fuimos a buscar el pantalón.
Hora de cervezas, como nos sobraba un poco de plata pasamos donde Victor -al Irish Pub en calle Bolivar- a probar su soberbia cerveza Porter artesanal, allí estaba Roger atendiendo la barra y nos tomamos tres shop cada uno con lo que quedamos bastante maharishis, llegó Victor y estuvimos conversando hasta tarde, finalmente vuelta a la casa a medio filo y conversando hasta por los codos.
El juez Quiñones era una persona muy interesante de conocer, en un medio donde las buenas personas no abundan, conversábamos mucho mientras yo hacía como que trabajaba en tribunales,. En fin, a mi nunca me ha entristecido la muerte de nadie, en cambio aprovecho de recordar los buenos momentos y lo mucho que aprendí mirando como trataba a las demás personas. Siempre pensé que si alguna vez me metían preso ese era el juez que me gustaría que me tocara, bueno, ya no hay caso. Y que mejor para terminar este comentario que un lugar común: para allá vamos todos.
Ah, no somos nada, no somos nada, por eso hay que aprovechar los buenos momentos antes de irnos para la tumba fria, me tomé un shop a la salud del juez Jorge Quiñones Garat y los otros a la salud mía, esperando que la muerte me pille de improviso. Un francotirador sería una estupenda manera de morir ¿quien dijo que la guerra era mala?
Cerveza negra, muy nutritiva !
ResponderBorrarAlimento para el cuerpo y para el alma Ulschmidt ¡pura vida!
ResponderBorrarNo estoy en contra de las falsificaciones, pero el problema es cuando tratan de venderte algo falso al precio del original. Vi chaquetas de ropa tecnica falsas que son iguales a las originales y no hay como diablos diferenciarlas... jaj
ResponderBorrarSi una falsificación no se puede diferenciar del "original", entonces da exactamente lo mismo que sea falsificada, solo es un problema si la calidad es peor y el precio es el mismo. Siendo de idéntica calidad, hacer la diferencia es solo un problema de fetichismo.
ResponderBorrarAmigo Bradanovic esos pantalones bamba no son hechos en China sino en Perú en las Galerías Gamarra de Lima, Gamarra es un fenómeno social del peruano emergente en Lima en el rubro textil. Los provincianos andinos mueven millones de dólares. Otro detalle importante es la calidad del algodón peruano: pima y tangüis. Por eso los bambas de polos pantalones son muy buenos.
ResponderBorraresperando que la muerte me pille de improviso. Un francotirador sería una estupenda manera de morir ¿quien dijo que la guerra era mala?
ResponderBorrarPero imaginate que ese francotirador que te tiene en la mira cambia de opinion y apunta a Tomas jr y dispara.
Quien dijo que la guerra es mala.
que onda el comentario de hugo solo se tomo una grapa o pela forro solo
ResponderBorrarAnonimo deja tranqui al hugo solo, mira que uso un punto aparte, y eso no es poco :-)
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