Conocí al próximo alcalde de Arica

Ayer iba en el colectivo al centro para juntarme con McDonnell, no iban más pasajeros y el chofer se empezó a quejar de la congestión que se produce a esa hora -era cerca del mediodía- en calle Sotomayor, bueno, lo de siempre, yo lo escuchaba y le decía que si a todo. De pronto el chofer se empezó a entusiasmar con su arenga, muy enojado contra el alcalde.

A medida que se alteraba le empecé a prestar más atención, mal que mal, así es como captaba Hitler la atención de las masas, vociferando, ví que era un tipo muy joven, tal vez unos veinte años, que no tenía mucha educación formal pero lo que le faltaba en elocuencia lo reemplazaba por entusiasmo, me acordé de nuevo de Hitler.

Llegado un punto me dijo que el iba a ser alcalde de Arica, "no se ría" dijo "se va a acordar de mi cuando me vea en el diario" y pasó a detallarme su plan de gobierno. Dijo que de partida iba a ampliar todas las calles, cuando le sugerí que tal vez el alcalde no tiene medios ni autoridad para expropiar cientos de terrenos se molestó y me dijo "lo voy a hacer de cualquier manera, porque seré autoridad". Contra argumenté débilmente que no siempre la autoridad puede hacer todo lo que quiere y el futuro alcalde, molesto, cambió de tema.

Y así me fue detallando una serie de disparates que -según él- iba a hacer cuando llegara a la alcaldía, pensé que mejor no le llevaba la contra porque en una de esas podía salir cierto. Antes de bajarme le dije que se acordara de mi cuando fuera alcalde porque ando cesante, me contestó muy serio "usted no me cree, pero acuérdese nomás, mi lema de campaña va a ser el colorín, uno igual que tu".

Pensó que no lo había tomado en serio, pero se equivocaba, lo tomé muy en serio, me quedé pensando en el colorín, uno como tú, y llegué a la conclusión que tiene buenas posibilidades. Hoy cualquier papanatas puede ganar una elección siempre que tenga una fuerte voluntad de poder y encuentre un padrino que lo auspicie, un millonario libanés o algo por el estilo.

Esa es una de las consecuencias del vacío de poder, el desprestigio de la política y la desmotivación de los más capaces. Por eso los anti héroes como Homero Simpson son tan populares, el colorín, con su lema "uno igual que tú" no anda nada perdido, aunque no sabe donde está parado acerca de nada tiene una buena intuición política para darse cuenta que la gente votaría por un pobre diablo porque se siente identificada, tal como se identifican con Homero Simpson, el idiota al que siempre lo salva la buena suerte.

Bachelet llegó a la presidencia gracias a ese sentimiento de identificación, igual que doña Rosa Gonzalez que fue diputada por Arica durante dos períodos. Era evidente que nuestro actual alcalde, don Salvador Urrutia, a quien todos identifican como una buena persona, no sabe donde está parado ni tiene la menor habilidad para el cargo que ocupa, pero la gente lo eligió por esa identificación, es "uno como tu".

Con muy pocas excepciones, hay dos lacras que trajo el siglo veinte, vinieron de la mano de las ciencias políticas y la sociología, que al final se han dedicado a inventar historias para satisfacer a las elites y darles la sensación de que pueden controlar las cosas que pasan en política. Los cuentos de Tironi, Squella y multitud de otros payasos que inventan "relatos" con el solo propósito de ganar plata y simpatía de los poderosos. Las elites se engrupen con la dominación cultural y tonteras por el estilo, sin darse cuenta que la gran mayoría de las personas vota como jugando. Cualquier cosa puede pasar en una elección porque los que votan no piensan ni les importa.

La verdad es que cuando hay desprestigio de la política y vacíos ideológicos, como en Chile y gran parte del mundo, las personas votan principalmente por identificación o por contagio emocional. El taxista colorín puede generar contagio emocional con su vehemencia y también identificación, porque es "igual que tu", las tiene todas, solo le falta el sponsor. Ojala que cuando el colorin sea alcalde, se acuerde de este humilde pasajero cesante eterno y me deje ayudarlo a robar un poco, porque al final siempre terminan en eso.