"Una de las entrevistas que sostuve me lanzó por un camino diverso, aunque íntimamente relacionado con el de la política. Me refiero a la kulturkampf de Chile.
La batalla sorda que se libraba en el terreno de la enseñanza, en forma simultánea con las otras dos grandes pugnas: la electoral y la defensiva contra los sangrientos araucarias.
Porque es preciso reconocer a esta pequeña nación un mérito: a pesar de todos sus problemas y de su alejamiento de la civilización, se esfuerza en educar a sus ciudadanos del futuro.
Mi entrevista clave sobre la kulturkampf tuvo lugar en un Liceo de Niñas. Me recibió una señora de mediana edad que resultó ser la Directora. Fue muy abierta y llana, y no tuvo inconveniente, incluso, en permitirme usar su nombre. Lo repito con gratitud: doña Nereida Paredes. He aquí cómo me planteó el problema de la enseñanza en Chile la señora Nereida:
Hay déficit educacional en Chile. Gran cantidad de niños carecen de escuelas. El país es pobre. (¡Con qué frecuencia —casi escribo "deleite"— repiten esta afirmación los chilenos!) . Ha agravado la escasez de establecimientos educacionales el aumento de colegios particulares.
Aquí la interrumpí para preguntarle cómo era posible que la apertura de colegios contribuyera al déficit de la educación. Su respuesta fue:
—Por las subvenciones. El Estado subvenciona a los establecimientos particulares. Si gastara ese dinero en abrir nuevos liceos, la escasez no sería tan aguda.
—¿Es decir que con lo que gasta en subvenciones podría educar él a los niños que hoy estudian en colegios particulares y además a los que ahora no alcanzan a recibir enseñanza?
—No —respondió.
— ¿Le cuesta más, menos o igual al fisco un alumno de liceo que uno de colegio particular?
—Más. En realidad, el alumno de colegio particular cuesta menos de la cuarta parte que el fiscal.
—Entonces —resumí—, parece que fuera buen negocio para el fisco el que existan los colegios particulares.
Sonrió amargamente.
—Si usted lo plantea como negocio, tal vez.
—Fue una expresión poco feliz —convine—. Quiero decir que, puesto que existe el problema, y el país es pobre, ésa es una solución.
—Usted olvida un detalle.
— ¿Cuál?
—La democracia.
¡Caramba! Pecar por ahí. Examiné mi conciencia para ver dónde estaba mi falta, más no la hallé. Pedí excusas al azar, recordando las advertencias de Collao. Doña Nereida aceptó mis explicaciones y procedió a iluminarme:
—Hay que dar iguales oportunidades a todos. Enseñanza gratuita y buena para todos. Y la misma enseñanza. La misma. ¿Por qué algunos privilegiados van a disfrutar de otra?
—Pero —objeté—, también desde el punto de vista democrático, es lógico que haya diversos educadores. Así ocurre en Inglaterra y en Estados Unidos. Si el Estado detenta la exclusividad de la educación, ¿cómo se garantizaría al individuo la libertad de pensamiento? En Rusia existe, claro, y el Estado es dueño de las mentes, cambia la historia, la ciencia...
—Es que —me interrumpió doña Nereida con cierta impaciencia— Usted olvida que en una democracia, el Estado es expresión de la ciudadanía.
Hizo una pausa. Luego:
—Además, hay que quitarles la juventud a los curas. Ellos, a través de la enseñanza particular, la están envenenando con sus supersticiones. Pretenden que, en pleno siglo veinte, volvamos a los tiempos de la Inquisición. ¡Qué siniestro peligro se cernía sobre la nación chilena!"
(Revolución en Chile, Guillermo Blanco, Carlos Ruiz-Tagle, 1965)
Que increíble, parece que lo hubiera dicho ayer el ministro Eyzaguirre, alguno de sus asesores o cualquier director de liceo municipalizado, pero se escribió en los años sesenta. Acabo de terminar de leer este libro -debe ser el único divertido de Guillermo Blanco- donde cuenta las peripecias de Sillie Utternut, una supuesta periodista gringa que vino a cubrir las elecciones presidenciales de 1964. Por supuesto entiende todo al revés, lo que sirve a los autores para ridiculizar a chilenos y extranjeros. Es un retrato muy interesante -en joda por supuesto- de como era Chile a mediado de los años sesenta. El libro se puede bajar o leer en este link, del extraordinario sitio de Libros Maravillosos, lo recomiendo a ojos cerrados.
NULLA DIES SINE LINEA. Filosofía barata, historias, historietas, moralejas, chamullos, relatos absurdos, la vida de un vago, cosas de Arica, literatura, música, pornografía, política, física, cocina regional, minas, copete y cosas por el estilo. The awesome, absurd and often bored adventures of our Man of Mystery in Arica, from the trenches, in the Northern Front. Sacar a mil, sacar a mil. Streams of brilliance often spring from boredom. "Be yourself, but bigger"
Sin estar de acuerdo con 'ña Nereida, esta cita me parece genial: "Usted olvida que en una democracia, el Estado es expresión de la ciudadanía". Brillante.
ResponderBorrarComo se diría en CSP, ¡estamos rodeados!
jaja es genial y ojo que esas cosas todavía se repiten con una convicción casi religiosa. Por eso cuando me dicen que Chile ha cambiado solo puedo contestar "sóplame este ojo".
ResponderBorrarEl libro me lo recomendó mi mamá hace como 45 años atrás y nunca lo había leído. Incluo esta es una versión sanitizada porque hay una anécdota que ontaba mi mamá que en esta edición no aparece
Qué macondiano diálogo. ¡Y cuán poco han cambiado los razonamientos de esa gente!
ResponderBorrarclaro, fíjate que esto se escribió hace casi 50 años y podría escucharse casi textual hoy, es lo divertido del libro. La entrevista por cierto es ficticia, pero muestra tanto o más que las entrevistas reales ;D
ResponderBorrarPensé que habías sacado la entrevista de algún pasquín como el mercurio o la tercera... es calcado!!!!
ResponderBorrarcon todo lo que han dicho queda claro que 50 años no es nada y que los termocéfalos de siempre jamás se han ido...
"La historia se repite, una vez como tragedia y otra vez como comedia", y "No hay nada nuevo bajo el sol” máximas que han perdurado como proverbiales para indicar algo que ya fue intentado por otros, o las dificultades que implica el ser original o crear cosas novedosas. Claro está, no se cumplen al pie de la letra, pues entonces la ciencia y la tecnología no avanzarían tan impetuosamente como lo hacen.
ResponderBorrarEl libro me lo pasó hace años un sobrino de uno de los autores. La idea de que en Chile no se vivía un ambiente revolucionario sino uno de completa normalidad institucional resultó engañosa. Es decir, los autores se mofaron de algo que finalmente sacó lágrimas de muchos.
ResponderBorrarClaro José, esa "entrevista" podría aparecer hoy en cualquier diario y a nadie llamaría la atención, de hecho no pocos creen sinceramente esas burradas.
ResponderBorrarAnónimo, esa era la "visión del etereno retorno" de Nietsche, a grandes rasgos la historia es cíclica
Cardenaldo, en esos años la idea de una revolución era hilarante. Basta un grupito de chiflados para que la comedia se convierta en tragedia.
Hay un pendex que desde hace un tiempo insiste en su columna de El Mercurio sobre el error de abandonar la lucha de las ideas a las tonteras conunachoides o de tontorrones utiles. En mi opinion apunta, como tu columna a un asunto clave, el poder en las democracias se gana en las mentes y los corazones.
ResponderBorrarYa que la derecha aun no puede aspirar a tener actrices, poetas, cantantes y bichos asi en abundancia, debiera apuntar al ganar las mentes y el liberalismo es un cuerpo de doctrinas e ideas bastante consistente, e intelectuelmente superior e infinitamente mas realista que el comunachismo.
Hoy publica algo sobre Hayek, http://www.elmercurio.com/blogs/2014/08/05/24091/La-urgencia-de-releer-a-Hayek.aspx
para los creyentes nada novedoso, pero lo pongo por los cometarios, ya van en mas de 300 y cada leso cree estar a la altura del austriaco y enmendarle la plana.
Es muy instructivo, en mi opinion, darle una mirada a los comentarios en El Mercurio, The Clinic y El Mostrador, muestra no solo un deterioro de la convivencia, lo que seria esperable despues de 40 años, sino el crecimiento de la oligiofrenia, ya nada es demasiado leso, si esta de moda y es, aunque sea lejanamente, anti derecha.
Y pensar que hay textos incluso más antiguos que tienen la misma vigencia.
ResponderBorrarWilson, hace unos días discutimos harto de eso con Renzo, yo creo que lo de la guerra cultural, Gramsci y todas esas tonteras son un cuento a partir de Tironi y otros sociologos vivarachos que lo han usado para ganar luccas de las elites, haciéndose pasar por oraculos. Recuerdo la tontera esa del "relato" y me da risa.
ResponderBorrarDesde luego que no existe guerra cultural ni nada medianamente parecido a las disputas ideologicas de los años 20-30 hasta los 70, eso pasó al olvido hace rato y hasta los ultra izquierdistas de hoy son los más perfectos burgueses en la práctica que solo buscan billete y bienestar material a costillas de los giles, tal como cualquier otro.
Claro que eso deja una puerta abierta para comenzar una guerra ideológica desde la derecha, como lo hizo con éxito Jaime Guzman, peropara eso se necesitan liderazgos que hoy no existen porque todos los que tienen algún poder político hoy están en la lucha por el poder al más cortísimo plazo y a cualquier precio, y eso en todo el espectro político.
La gente en Chile, el votante promedio, tiemme un criterio mucho más simple que la admiración por los artistas o las consignas, al momento de votar simplemente piensan "como voy yo ahí" y votan por el que le parece el mejor postor. Por eso el desprestigio de la política y la sucesión de ofertones. Al menos así lo veo yo.
FRX, es que hay algunas cosas que están en el ADN chileno, partiendo por la credulidad y la afinidad con ideas simples, aunque sean evidentemente estúpidas.
ResponderBorrarEn verdad, cuando hablo de eso con amigos, siempre concluimos que el problema es la raza, o como la llaman otros, la indiosincracia.
ResponderBorrarCreo que desde siempre ha habido una guerra ideologica, pues se trata de legitimar las propias pretensiones.
ResponderBorrarClaro que la gente vota y adhiere a algo si cree que le conviene, el punto es que los votantes son millones y los favorecidos son infimos; entonces ¿como se les convence que algo les conviene y lo apoyen, si normalmente es justo al verre? Pues convenciendolos: ideas, y emocionandolos: cantitos y musicas variadas. Y esa es la disputa donde la derecha, o lo que me interesa mas, el liberalismo, ha abandonado, dejando el campo libre a ideas que ya eran vegestorios y trampas mentales, o derechamente mentiras, desde hace decenios. Tu post de hoy tiende a probarlo al mostrar la repeticion de leseras
Jaime Guzman ideologo y del opus dei?
ResponderBorrarDiscrepo con Wilson y Renzo en cuanto a la efectividad de la "guerra ideológica", creo que tradicionalmente ha sido inútil y sin mayores efectos sobre las votaciones.
ResponderBorrarTal como de los colegios católicos salen la myoría ateos y herejes, esta famosa guerra de slogan y cantos son solo diversión para el coro, nadie lo cree en realidad. Los votos son una veleta impredecible que por lo que menos se decide es por ideas. Eso es aquí y en todo el mundo y el cuento de Gramsci nunca pasó de ser una ficción para asustar a los conservadores. No funciona.
Tal como al Gobierno Militar no le sirvieron de nada 16 años de propaganda sostenida, ni a Allende los 3 años apoderandose de los medios, ni a la concertación los 20 años tratando de conveencer a la opinión publica. Si eso funcionara y fuera cierto en Cuba, y Venezuela serian todos. revolucionarios fervientes.
Si fuera inútil entonces no habría necesidad de que tipos como Mauricio Rojas que Tomás citaba la otra vez hagan alguna difusiòn de ideas libertarias porque las ideas no importan y los votos se deciden por cualquier cosa menos ideas. En ese caso mejor sería no hacer ninguna difusión y esperar que por arte de magia aparezca un mesías o lider que proponga hacer lo que a muchos, que ahora nos sentimos en minoría, nos gustaría para que luego por una razón impredecible el candidato mesías saque una mayoría de votos y luego desde el gobierno haga todo eso. Si esa es la apuesta me parece una fantasía muy poco plausible.
ResponderBorrarPara una visión crítica de esos años en que algunos se reían de la revolución castrista, recomiendo leer "Frei, el Kerensky chileno", de Fabio Vidigal da Silveira
ResponderBorrarLa derecha está sonada porque pretende ser liberal, pero a la hora de legalizar drogas, prostitución, aborto y esos temas se acuerdan inmediatamente que ellos van a misa a golpearse el pecho los días Domingo, que les gusta la cueca y que la vida del patrón de fundo es la máxima aspiración. Mientras no se saquen eso del alma, la izquierda de la consigna baratita y el puñito en alto seguirá llevando la delantera.
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