18 enero 2016

La Incomunicación digital

Ah, estuve muy ocupado modificando un proyecto, cosa que venía apalazando desde hace unos días ¡que sensación más rica cuando termino algo de lo que me venía arrancando! En cualquier caso este jueves y viernes tendré que hacer clases de nuevo y no me voy a poder arrancar, espero tener terminados todos los videos para mañana y que me resulte el experimento.

Hace tiempo que quería poner un breve comentario sobre el supuesto individualismo o incomunicación entre las personas por el uso masivo de teléfonos inteligentes y computadoras. De pronto me doy cuenta que en mi casa, que es de clase media baja y con ingresos bastante modestos, hay 3 notebooks, 2 computadores desktop, 2 tablets, 3 smartphones y 1 smart TV, si perdiéramos la conectividad de Internet estos 11 dispositivos quedarían casi inutilizados, o con sus capacidades muy restringidas. Y el nuestro no es un caso raro, somos una familia de 5 personas donde 3 de ellas usan Internet, pero es cuestión de tiempo que mis suegros empiecen a chatear y abran una página de Facebook. Es algo que se repite en casi todas las casas que conozco y no depende casi nada del nivel de ingresos.

Entonces salen sociolocos, psicolocos y opinólogos diversos diciendo que la gente hoy está más incomunicada que nunca antes, que prefieren hablar "con su smartphone" en lugar de hacerlo con el familiar o amigo que tienen al lado, está repleto de artículos con fotos así:

Esta foto es parte de un artículo (en ingés) titulado ¿Está la tecnología convirtiendo a nuestros adolescentes en tontos? Detenga el abuso tecnológico con el control parental. Muchos tontos se quejan que las familias ya no conversan "como antes" y que en lugar de eso pasan pegados hablando con su teléfono o su computador. Esa es una idea muy ignorante, no se dan cuenta de lo que está pasando frente a sus narices.

Resulta que los computadores no hablan, y los que aparecen pegados al smartphone o la laptop en realidad están comunicándose con otras personas, directa  o indirectamente, probablemente mucho más interesantes que los que tienen a su alrededor. Las conversaciones cara a cara están sobrevaloradas, muchas veces escucho lo que habla la Pilar o mi querida suegra con sus amigas y me marea la cantidad de estupideces intrascendentes que conversan. Me imagino que debe ser lo mismo que cuando yo me junto con mis propios amigos. En realidad gran parte de esas interesantes charlas no tienen otro objeto que llenar el silencio, porque entre personas que no tienen demasiada confianza quedar en silencio es una situación bien incómoda.

Yo mido el nivel de intimidad que tengo con las personas según como me siento cuando nos quedamos callados, si siento urgencia por decir o que me digan algo es que somos amigos hasta por ahí nomás. Así es como con la Pilar casi no nos hablamos y podemos pasar horas cada uno dedicado a lo suyo, aunque ocasionalmente nos tiremos algunos mensajes no verbales: gestos, gruñidos, codazos o lo que sea. Para mi ese es el nivel más alto de confianza. Mientras más urgencia por decir algo, menos confianza. Uno debería hablar solo cuando tiene algo que valga la pena para decir.

Resulta que con Internet no tenemos ese problema, ni esa urgencia de mantenernos hablando e inventando lo primero que se nos viene a la cabeza. Tal vez por eso yo odio tanto el chat o hablar por teléfono, donde estoy obligado a contestar en seguida y no tengo la oportuniodad de desentenderme si algo que me han dicho me parece una tontera, me incomoda o no me interesa.

Como Internet es relativamente nuevo, mucha gente no es capaz de entender lo que está pasando, mira las cosas con lentes del pasado y entiende todo al revés, la gente no se está incomunicando ni los adolescentes están más tontos -al menos no por culpa de Internet- todo lo contrario, estamos en medio de una explosión de inter comunicaciones como no habíamos visto nunca antes.

En la historia de Una Familia Muy Normal, donde cuento mis años de infancia, puedo contar todo el círculo de personas que me rodeaban en menos de 30. En una sola página pude colocar mi círculo de parientes y amigos, claro que se me quedaron afuera unos pocos pero no eran mucho más que esos.Mi círculo era muy estrecho.Y seguía siendo así hasta medidos de los 90s ¿cuantos serían? Difícil que pasaran de 30 o 50, ese era mi universo social. 

Resulta que desde la aparición de Internet, cuando empecé a participar a fines de los noventa en el newsgroup chile.soc.politica mi círculo de amigos empezó a crecer. Conversaba, discutía y nos insultábamos diariamente con los 30 o 40 regulares de ese grupo y de otros pocos en que también participaba, esto fue todos los días y durante más de 10 años. ¿Acaso no eran amigos esos? Claro que si, a varios los conocí en persona y a otros hasta el día de hoy los conozco solo por lo que conversamos durante años, a muchos los siento más amigos que varios de mis actuales amigos "reales", es decir con los que he interactuado cara a cara en los 40 años que llevo en Arica.

Hoy tengo más amigos que nunca. Conozco, aprecio y me conocen personas que jamás habría tenido la oportunidad de conocer, por diferencias sociales o geográficas habría sido imposible conocer y conversar con muchas personas, como Ulschmidt por ejemplo, o cualquiera de los regulares que diariamente se entretienen leyendo estas tonteras en el Templo del Ocio y mandan un comentario ¿Incomunicación? ¿Individualismo? ¡Mis polainas! Jamás en mi vida había sido tan social ni estado tan comunicado como ahora, gracias a Internet.

Lo mejor es que he sabido de amigos que estaban perdidos para siempre, como Rosemarie Goldener, Valeria Merino o tantos otros que dejé de ver hace décadas ¡de cuando era niño!, he tenido el gusto de "ver" que tienen unas lindas familias y viven felices como perdices, eso si que no tiene precio. No es que estemos hablando tonteras a cada rato, pero veo sus fotos y las cosas que publican ¡diablos, todavía estamos vivos!. No solo tengo nuevos amigos sino que he rescatado los antiguos ¿que podría ser mejor?.

Lo que pasa es que se han roto las barreras de la distancia física, incluso de las capas y convenciones sociales. Yo soy recontra tímido y tengo una fobia social extrema, jamás me acercaría a una persona desconocida a dirigirle la palabra, sin embargo no he tenido problemas de escribirle a alguien, presentarme a mi mismo y decirle alguna cosa que le he tenido que decir ¿lo habría hecho en persona? Ni muerto. También me escribe mucha gente que tiene algo importante que decirme, yo leo y si me interesa le contesto y así se arma el cuento ¿como no va a ser eso socializar? Es la socialización por excelencia.

Claro que Internet, las redes sociales y todo eso son solo una herramienta, cada uno la usa según su propósito y sus intenciones. Algunos con poca vida tienen el deseo de destacarse trolleando, provocando a los demás hasta hacerlos enfurecer. Otros con menos vida  se embrutecen con juegos online ocosas por el estilo, para no tener que pensar. Está bien, cada cual la usa para lo que quiere y si le da satisfacciones, nada que decir. Los realmente sin vida escribimos un blog, una al día por más de diez años.

Para mi la mayor satisfacción es recrear algo que siempre me ha gustado: la conversación del bar. Mis mejores recuerdos presenciales han estado siempre asociados a las conversaciones de borrachos -y a veces no tanto- al calor de una cerveza o algo así con los amigos. Conversar es de lo más entretenido, nos acordábamos con mi amigo Milton como a los 14 años conversábamos una cantidad de tonteras por horas y horas, cuando me fuí a Chiloé era en el bar La Golosina o en la pensión de los Norambuena, de vuelta en Arica en la Isla del Alacrán o en las comilonas de la Parcela del Pueblo, la buena vida es conversar relajado sobre cualquier tontera que se nos ocurra. Ese es para mi el valor que tiene Internet, cuando veo carteles como este:
No puedo dejar de pensar que el que cree eso es un pobre tonto, que no conoce las cosas buenas de la vida. Resulta que el Monopoly es un juego y podemos disfrutar montones jugando y contando los billetitos de mentira. Toda la vida -igual- es un juego y los billetes "reales" no son tan diferentes de los billetes del Monopoly, lástima que muy poca gente es capaz de darse cuenta de eso.

10 comentarios:

  1. El miedo, o "panico" que algunos muestran, obedece precisamente a casos especiales. la web da lugar a lo mas variopinto de la mentalidad humana y también el estereotipo del personaje que es un "forever alone" cuya vida no sale del teclado y la pantalla, inmerso en un universo del cual "lo aleja de la realidad". En el Animé Japones, esta temática ha sido recurrente en varios mangas (Experimental Series LAIN es uno de ellos, en los que muestran a adolescentes más pendientes de sus smartphones que de sus padres)

    Pero la mayor parte de la culpa la tenemos nosotros mismos que nos hemos "esclavizado" a vivir pegados al smartphone, al internet, etc. A pesar de que en mi casa, hasta mi sobrino que tiene 10 años tiene un smartphone y está pegado a él, no le impide interactuar con sus amigos en el mundo real e incluso jugamos a las nerf en la plaza que está al frente de mi casa. yo, por trabajo, paso frente a un monitor.

    Lo que si es cierto y ha ocurrido más de una vez, ha sido cuando se ha ido la luz y todos los equipos terminan siendo inservibles, entonces aparecen las velas, una radio a pilas y la familia se reune.

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  2. A mi me parece todo un gran error, nadie está "esclavizado" al smartphone ni a nada. Si alguien pasa mucho tiempo frente a la pantalla simplemente es porque así le place. No entiendo cual es la idea de tratar de alejar a los niños de Internet, como si hablar estupideces con familia y amigos fuese más interesante.

    Si alguien quiere estar 20 horas frente a una pantalla ¡Adelante! Si así le interesa no veo cual es el problema. Eso que hablan del "mundo real" no es muy maravilloso que digamos, generalmente es mediocre, aburrido y soso ¿que tiene de raro que alguien prefiera explorar el mundo de Internet? Es lo más normal yo creo. Lo más absurdo de todo eso es creer que la gente se incomunica cuando está pegada a Internet, todo lo contrario, se están hiper comunicando

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  3. http://xkcd.com/1227/
    http://xkcd.com/1601/
    MV

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  4. jajaja ¡NADA nuevo bajo el sol! Pasan los años y se repiten las mismas leseras :D

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  5. por eso lo puse entre comillas, Tomás. nadie nos obliga a pasar "pegao" a la conectividad. la vida en si es sosa, fome y aburrida y queremos tener ese rato de acción, de algo para contarle a los nietos. (todos los domingos practico MilSim y eso es algo de accion)

    MV, está genial!!!!

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  6. Borges, en el inicio de uno de sus cuentos, habla de la amistad de su padre con otro hombre. Ese tipo de amistad varonil, dice " que empieza por no hacer confidencias y termina por no hablar de nada". Los tipos se la pasaban fumando o leyendo el diario el uno junto al otro, en unos sillones, quizás toda la mañana.
    Y también me viene esa visión del gaucho, mateando en silencio junto a algún colega.
    En cuanto a las familias, hace ya unas décadas que no hablábamos. En realidad mirábamos el mismo televisor juntos. Algo que además se tornó conflictivo desde que existen muchos canales y el control remoto.

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  7. Bueno, a mi me pasa lo mismo que describe en la entrada y recuerdo que en un principio igual me cuestionaba qué tan bueno o malo era estar pegado en una pantalla (de repente todavía me asalta la duda). De hecho lo mío es bastante irónico porque todavía me acuerdo de que no era muy amigo de la idea de andar teniendo "amigos virtuales", pero las circunstancias de la vida me empujaron a ello, pues varios conocidos reales que se fueron a otro lado, así como mi traslado a Concepción, me obligaron a comunicarme con ellos por Messenger en esa época.

    Actualmente ha llegado el punto de que me he convencido de que la gente como yo está geográficamente lejos como para encontrármela en la vida real y de hecho, aquí estoy comentando, tengo un círculo en mi Deviantart, otro en Xbox Live y un buen par de amigos que datan del colegio con los cuales tirar la casa por la ventana. Cuando me asalta la duda, me acuerdo de esto y se me pasa :D.

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  8. Ulschmidt, es muy común eso de no hablarse mucho en la familia. Me recuerda a cuando viví en Chiloé y salíamos a tomar todos los días al bar, al principio conversábamos mucho pero después de unos meses nos quedamos sin tema, porque hacíamos lo mismo cada día, con la familia es muy parecido, como los vemos a cada rato sería medio absurdo estar conversando las mismas cosas sin parar, solo por no quedarnos callados. Con los amigos muy cercanos pasa algo parecido, a veces salimos con McDonnell a tomar unas cervezas al centro y pasamos toda la mañana sentados mirando las minas que pasan. Con alguien que no es muy amigo eso sería muy raro.

    Frx, claro, los amigos de carne y hueso son para salir a emborracharse y para que nos sableen de vez en cuando, ¡para que más!

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  9. La otra noche estuve en una de esas cosas sociales, un aniversario de algo, con mucha parentela y allegados. Había que llevarse la comida - sandwichs, tartas, etc.. - y abrieron un barril de chopp. Varios barriles.
    Básicamente, las conversaciones son dos: las mujeres ponen al día un registro social con datos de parentela - noviazgos, divorcios, crisis, enfermedades, muertes, etc.. - que es una función de integración tribal que cumplen desde ancestral edad, desde los primeros fuegos en las cavernas, y los hombres opinan de política, de negocios, de la última fuga de presos de la cárcel, de la factibilidad de sembrar más maiz o más soja (bueno, era un encuentro con mayoría de agricultores) y del pique en el río más cercano. Los hombres en realidad siempre hablan de caza - estoy convencido - de las maneras más efectivas de salir a atrapar una presa, sólo que esa conversación se ha enmascarado con los milenios y ahora se refiere a la conveniencia de invertir en la Bolsa o comprar dólares o de adónde hay que ir para conseguir más señoritas.

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  10. jaja claro que sí, los temas son siempre los mismos, más o menos disfrazados. Los hombres hablan de la caza (caza del esquivo billete, las más esquivas minas y cosas así), mientras que los temas de las mujeres son de agricultura y cuidado del hogar (cosas domésticas, peleas familiares, muertes, cuernos, etc.) eso debe venir desde las épocas más arcaicas, ni siquiera con la entrada masiva de las mujeres al mundo del trabajo ha cambiado mucho

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"Send me a postcard, drop me a line
Stating point of view
Indicate precisely what you mean to say
Yours sincerely, wasting away
Give me your answer, fill in a form
Mine for evermore
Will you still need me, will you still feed me
When I'm sixty-four"