La tarea incompleta

Me enteré de un cambio de la página web de Jose Piñera, que ahora es http://josepinera.org creo que es muy interesante visitarla porque desde allí se pueden descargar los libros donde cuenta como se crearon las leyes transformadoras de Chile en los ochentas. Para mi gusto el libro más entretenido es El Cascabel al Gato, donde cuenta como era la situación de las pensiones hasta 1973 y como se implementó la reforma que creó las AFP que todavía tenemos y que a estas alturas solo son resistidas desde el analfabetismo financiero. Nadie que entienda un poco de finanzas puede dejar de asombrarse ante el cambio que implicó la Reforma de Pensiones en Chile.

Ayer escribí una entrada sobre la larga cadena de malas leyes y reformas fallidas que hemos tenido a partir de 1990, con el resultado de un problema de delincuencia prácticamente irreversible, sin solución a menos que se hagan reformas tan profundas que necesariamente tendrían que ser a la fuerza. Tal vez peque de pesimismo pero al menos yo no veo otra alterntiva.

Pero no siempre fue así, en Chile tuvimos buenas leyes que se tradujeron en buenos resultados. O sea no solo fueron buenas leyes en lo retórico, también los resultados trajeron prosperidad y bienestar en el país por casi 30 años. No hay nada más insoportable que el éxito ajeno, especialmente para los mediocres que han fracasado toda su vida y buscan culpables de su fracaso.

Pocos lo recuerdan hoy porque fue hace muchos años, pero el gobierno de Allende fue un fracaso abrumador en cada cosa que intentaron. Luego que el gobierno se robó las instalaciones de la gran minería -"expropiadas" a la fuerza- pretendían producir un millón de toneladas al año. No solo incumplieron esa meta, sino que la producción bajó a 550.000 toneldas. Hay muchos ejemplos del fracaso de Allende pero creo que este fue uno de los más claros, los números no mienten.

A partir de 1985 en cambio, tuvimos 10 años corridos de crecimiento altas tasas que transformó la movilidad social del país en los siguientes 25 años, como muestra el gráfico al comienzo de esta entrada. Ese es un ejemplo de política exitosa. ¿Como estaría Chile hoy de haber continuado Allende? Es fácil, miremos a Cuba o Venezuela, países corruptos hasta la médula, con sendos reyezuelos enriquecidos. Son países que política y socialmente viven en la Edad Media.

Francamente creo que nadie puede cerrar los ojos ante una evidencia tan clara, solo con un desorden mental se puede negar el éxito de las buenas leyes y el fracaso de las malas, tal como explique en mi entrada anterior y en la de hoy ¿Como existe gente que sigue hablando maravillas de Allende y despotricando contra la transformación de los ochentas?.

Yo creo que existe una vanguardia que se ha enriquecido con el fracaso, una elite de aprovechadores, escaladores sociales fielmente representados por los G-90: Peñailillo, Jorrat, Arenas, Riquelme y sus amigos han sido el ejemplo más descarado. No tengo nada contra los aspiracionales siempre y cuando sus aspiraciones no estén fundadas en el robo, el desfalco, fraude al fisco como el intento de la familia Boric o millonarios tratos directos con el estado como la familia Vallejo.

Estos ladrones de cuello y corbata, guaripolas de la hipocresía, no solo causan daño con lo que se están echando al bolsillo, sino otro mucho mayor que es el costo de las malas leyes, ese costo multiplica por mil lo que se están robando. Para agregar insulto a la ofensa se colocan en un pedestal de superioridad moral y desde allí disparan contra todos los que les haecn sombra. Es la inversión de todos los valores.

Hay una tarea incompleta
La elite de ladrones se enriquece con el fracaso. A ellos les conviene que Chile fracase, es un típico problema de agencia, para que los gerentes se forren es indispensable que los accionistas se perjudiquen. Pero creo que la fiesta ya se les está terminando. Antes Bachelet arreglaba los peores problemas con una cumbia o sacándose fotos con jugadores de la selección ¿Quien quiere sacarse una foto con ella ahora? Creo que -hoy por hoy- debe ser un inconfortable compromiso tener que sacarse una foto con ella.

Porque Chile -a pesar de toda la retórica igualitaria- sigue siendo un país donde se admira el mérito, donde se piensa que las cualidades excepcionales o el trabjo duro deben ser recompensados. No es verdad que Chile sea un país igualitarista, tampoco que la gente exija cada día más derechos, eso es solo parte de un grupito de viejas y sinverguenzas vociferantes que han hecho de su profesión vivir a costillas del fisco. Ahora que se está terminando la plata dulce, los igualitarios desaparecerán con la misma facilidad con que aparecieron, se los doy firmado. Volveremos a un Chile donde se premie el mérito y el esfuerzo, el ciclo se está cerrando y nos tocará pasar "un poco de frio y un poco de hambre". Ya era hora, nos hará muy bien.

Y la tarea reformadora de los años ochenta se va a completar, porque a toda la manganada de políticos mediocres, sin carácter y menos inteligencia se les agotó el tiempo. Chile siempre reacciona de manera impensada en las emergencias, el 27 de febrero del 2010 tuvimos un terremoto que destruyó buena parte del país y durante uno o dos días salieron las ratas a saquear y asaltar las casas y tiendas ¿se acuerdan? Bueno, seguramente recordarán como reaccionó la gente primero y los militares después, ante la paralización del gobierno. Necesitamos muy poco al gobierno y hagan lo que hagan nunca será demasiado el daño, porque la gente común, llegado un punto reacciona. Parece que vamos camino a eso, solo hay que esperar y ver.