Refrito: la trampa de una vida segura

A veces de puro flojo copio algo que he escrito antes, son los famosos refritos con que me evito el trabajo de redactar mi tontera diaria. Esta vez copiaré algo que escribí el 23 de marzo del 2003, cuando llevaba un año viviendo en la casa rodante en la playa, aquí va:

Hoy en la tarde me encontré con un tipo que me conoció cuando yo era pobre. Arrendaba la pieza de enfrente mio y trabajaba entonces como cartero, me acuerdo que estaba recién casado con una gorda y tenía una situación bastante más holgada que la mía, un sueldo seguro todos los meses que le aseguraba tener para pagar la pieza y comer todos los días, yo obviamente no tenía nada de eso. El caso es que me reconoció enseguida aunque a mi me costó acordarme, está muy envejecido y le faltan dientes de adelante, ahora trabaja cargando los camiones bolivianos cerca del taller donde tengo la camioneta.

Se llevó una tremenda impresión al ver que yo andaba en auto y no pude sacarle de la cabeza la idea que estoy dedicado al tráfico de drogas, no encontraba ninguna otra explicación lógica para que el pobre diablo que conoció en los ochentas hoy maneje un auto y tenga además una camioneta.

En verdad me quedé pensando cuanta suerte he tenido en lo económico, si bien vivo con muy poca plata mi progreso económico ha sido enorme: hace unos años nadie hubiese dado un centavo por mi, mi lugar en el mundo era ser un pobre tipo trabajando como burro por un sueldo miserable.

Ahora veo a la gente que vivía conmigo en esos años que sigue igual de pobre y pienso que si hubiese seguido el camino del sentido común, buscando la seguridad, hoy estaría igual o peor que ellos. Gracias a Dios que jamás se me pasó por la cabeza buscar un trabajo seguro. Si algún tipo que está empezando a batirse en la vida quiere un buen consejo, aquí va este: jamás busquen la seguridad de un empleo. Si quiere lo toma, si no lo deja.

Bueno, ese era el refrito. Como es muy corto creo que vale la pena poner algún comentario adicional. Releer esto que me pasó 13 años atrás me hizo pensar lo relativo que es el concepto de seguridad y bienestar económico, para que hablar de eso que entendemos como "éxito en la vida". Cuando yo arrendaba una pieza en la Población San José debe haber sido uno de los momentos más pobres de mi vida adulta, fuí más pobre cuando niño, cuando recién llegamos a la Población Santiago, pero cuando era vecino del cartero estaba cesante, sin esperanza de trabajo, ni estudios ni nada, vivía realmente en la pitilla.

Resulta que ahora igual me siento pobre, a pesar que he viajado por todo el mundo (que alguna vez fue mi sueño) vivo en una casa de más de 200 metros cuadrados con una linda ubicación (aunque en estado calamitoso) y cuando me echen, todavía tengo la casa rodante, donde podría vivir indefinidamente aunque no tenga un peso en el bolsillo ¿no es eso seguridad? Claro que si ¿me siento seguro y satisfecho? Claro que no.

Nunca es suficiente, apenas uno consigue algo enseguida empieza a necesitar más. La ambición es la madre de la destrucción decía mi sabio amigo Tom Wilke ¿que será de él? En todo caso es totalmente cierto. Por eso coloco este refrito hoy, para acordarme que si me siento desanimado o inseguro, hubo épocas en que estuve cien veces peor y no pasó nada, es muy poco lo que se necesita y mucho lo que se ambiciona. Como dice la canción

When I'm worried and I can't sleep
I count my blessings instead of sheep
And I fall asleep counting my blessings

When my bankroll is getting small
I think of when I had none at all
And I fall asleep counting my blessings

I think about a nursery and I picture curly heads
And one by one I count them as they slumber in their beds
If you're worried and you can't sleep
Just count your blessings instead of sheep
And you'll fall asleep counting your blessings