29 noviembre 2016

Educación: la otra cara


Ayer publique sobre el Agujero Negro de la Educación, pero recuerden: toda moneda tiene dos caras y antes que se me olvide colocaré algo sobre la otra cara de la educación y que la convierte en una actividad maravillosa cuando lo hacemos bien.

Incluso antes de salir del vientre materno comenzamos a aprender cosas, y no paramos de aprender hasta el día que estiramos la pata o pasamos a mejor vida, como dicen los optimistas. El feto aprende a chuparse el dedo y a revolverse cuando algo le incomoda, cuando recién nacido una de las primeras cosas que aprende es que al llorar los demás le prestan atención: el llanto es la primera forma de comunicación que aprenden y para muchos vivir quejándose de manera ruidosa es un hábito que perfeccionan hasta el fin de sus días.

Es cierto que la educación actual es un agujero negro, pero esa es la educación formal, totalmente anacrónica y desfasada a las necesidades que vienen. Sin embargo existirá un tiempo de transición antes que este sistema colapse -es lo que vivimos ahora- donde un título será casi indispensable a pesar que no sirva para nada útil. Es muy parecido a lo que pasó con la alfabetización: antes un analfabeto podía ser chofer, obrero de la construcción y muchos otros oficios: hoy es casi imposible que obtenga un trabajo.

Pero volvamos a la otra cara. Resulta que aprender es algo inherente a nuestra condición de seres humanos, lo que pasa es que estamos aprendiendo por otros medios y otras cosas que son las que ahora se necesita manejar para desenvolverse en la vida.

Cuando digo que la educación formal es un desastre, inútil, obsoleta y que los títulos valdrán cada día menos ¿quiere decir eso que no hay que estudiar? ¡Claro que no! Esa sería la interpretación más tonta de lo que escribí, por supuesto que hay que estudiar y memorizar una multitud de cosas inútiles pero siempre podemos aprender cosas útiles, incluso en sistemas malos y obsoletos. Lo que pasa es que la responsabilidad de educarse cambió de mano: antes era de la institución y ahora es personal, de cada uno de nosotros.

Antes
En los buenos viejos tiempos, uno entraba a instituciones que se hacían responsables por lo que llamaban "calidad de la educación" y nos preparaban bien o mal para el mundo del trabajo, normalmente mal, pero no importaba porque los que se titulaban eran poquísimos, así es que por más mediocres o malos que fueran su condición de escasez les daba valor. Era mucho más fácil preparar a un profesional en los tiempos aquellos (cuando yo estudié por ejemplo) porque el conocimiento era escaso y difícil de acceder, bastaba con que el profesional memorizara un cierto corpus de conocimientos y quedaba listo. Esos eran los tiempos en que "conocimiento es poder" reinaba.

Ahora
Pero el mundo se ha transformado, en nuestros turbulentos tempos los titulados se masificaron y como el conocimiento está por todas partes, siendo accesible a cualquiera, lo que aprenden -según el esquema antiguo- resulta perfectamente inútil. Muchísimos trabajos se han automatizado o desintermediado, por lo que no es raro suponer que se perderán millones de puestos de trabajo ¿quien podrá ayudarnos?

Las habilidades
Hay multitud de habilidades que son exclusivamente humanas que no tienen por que perder valor. Saber armarse una reputación es una de esas, el buen ojo intuitivo, ser confiable, puntual, íntegro, cosas que siempre han sido importantes pero ahora son mucho más que antes, porque los elementos de diferenciación están cambiando. Pablo daba muy buenos ejemplos en su comentario a mi entrada de ayer sobre lo rápido que está cambiando todo.

Mi bola de cristal
Es cierto que la educación -especialmente universitaria- trae una inercia enorme. Las universidades para escalar en los rankings contratan "rostros": viejos que han tenido trayectorias destacadas y llenos de títulos de universidades de gran prestigio, esto ha resultado en una gerontocracia universitaria, las cátedras lenas de veteranos -muchos gagá- enseñando "como en sus tiempos", mientras los jóvenes quedamos (JA!) relegados a barrer el piso o hacer las clases que los viejitos no pueden. Es un gran peso muerto, pero afortunadamente eso se resolverá solo, a medida que los viejos se vayan muriendo.

Si yo pensara que la educación formal no sirve para nada no haría clases. Sin embargo cuando algo me interesa las hago y enseño cosas prácticas de la vida profesional, en Chile no existen los "Clinical Professor" como en Estados Unidos, pero yo trato de hacer eso, actuando como un instructor que inspira y enseña habilidades que realmente sirven, o al menos eso es lo que trato de hacer.

Pero esta parte se llamaba "mi bola de cristal" y todavía no hago ni una sola predicción. Bueno, aquí va: yo estoy convencido que la educación universitaria ya se está transformando, de la mano de los "programas académicos especiales" dirigidos a gente que trabaja y que se hacen los fines de semana. Estos programas necesariamente deben comprimir las clases y colocar gran cantidad de ideas en un espacio de tiempo limitado, yo creo que hacia allá irá toda la educación, cada vez se estudiará por menos tiempo y las carreras repletas de relleno inútil de 5 o 6 años tendrán que desaparecer. La gente dejará de interesarse en ellas a medida que se den cuenta que ni el esfuerzo ni la plata que cuestan vale la pena.

Creo que los programas académicos especiales son el primer paso a la modernización de la educación superior, muy condensados y con una alta tasa de aprobación que es lo lógico en el nuevo escenario del mundo, donde no tiene ningún sentido "fracasar" en los estudios. Es algo que ya está ocurriendo y creo que va a crecer muchísimo.

En mi fugaz pasada por Lima (dudo que se repita, creo que trabajé demasiado por este año) hice clase en esos programas y me llevé una sorpresa: los estudiantes en su mayoría eran ejecutivos de empresa que llegaron a altos cargos siendo autodidactas y ahora necesitan un diploma. Pero no son como los estudiantes normales, que van solo por el cartón, sino que esperan un retorno de su inversión y se preocupan mucho de sacar todo lo que puedan de cada clase y que pueda servirles.

Creo que esa es la forma y esos son los estudiantes del futuro, ya no serán pasivos corderitos esperando la aprobación de los exámenes para que la institución les conceda su diploma, sino que estarán comprando un servicio y esperan que sea rápido y les deje resultados valiosos así como diferenciadores. Como ven, no todo está perdido.

6 comentarios:

  1. No todo es 100% malo despues de todo. La educación está evolucionando y el sueño de muchos está siendo posible. Más aun si la conexion a internet está masificada y cada vez es más barata.

    La oportunidad de educarse solo con lo realmente necesario, es posible y podría derivar en personas más capaces de reinventarse y usar sus conocimientos siendo un cuentapropista o emprendedor. Las universidades volverían a ser "fábricas de burócratas" como lo fueron las universidades árabes durante el siglo pasado.

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  2. Creo que es inevitable que la responsabilidad de educarse pasará a manos del propio estudiante, mucho más que a las instituciones. Cada cual deberá de terminar que el lo que le conviene aprender y como hacerlo, poco a poco los sistemas se están flexibilizando para llegar a eso.

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  3. La educación esta finalmente siendo accesible, "gratuita" y "de calidad". Cortas, concisas y precisas. sin mucho preambulo ni tampoco "relleno".

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  4. De hecho incluso en las universidades convencionales se está viendo más responsabilidad por parte del estudiante considerando que muchas veces debe elegir entre varios electivos o tiene la posibilidad de ir o no a conferencias.

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  5. Si el tema de la educación debería ser conciso y preciso, sin tanto preambulo o relleno. hay ramos en carreras donde ni siquiera sabemos para que estan, solo para ocupar espacio en la malla curricular y justificar su abultamiento. esa, en mi opinion, es la "grasa académica" que hay que cortar si o si.

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  6. se acuerda lo que le dijo un amigo japonés cuando Ud. andaba por allá?. Que el milagro japonés se basaba en un montón de tipos como él, con habilidades gerenciales o técnicas determinadas, que trabajaban un 50% más de horas que en Occidente y por un cuarto de sueldo occidental - mas o menos, eso recuerdo.
    B

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"Send me a postcard, drop me a line
Stating point of view
Indicate precisely what you mean to say
Yours sincerely, wasting away
Give me your answer, fill in a form
Mine for evermore
Will you still need me, will you still feed me
When I'm sixty-four"