17 diciembre 2016

Cura de mi pueblo


En Perú, desde que salió electo PPK, aglutinando al voto anti fujimorista, la relación entre el ejecutivo y legislativo ha ido de mal en peor. La situación llegó al colmo cuando -en uso de sus prerrogativas- el congreso censuró al ministro de educación Jaime Saavedra, más como una demostración de fuerza que por méritos del problema.

El problema nace con el resultado de las elecciones, donde PPK ganó por estrecho margen a Keiko, mientras que el fujimorismo obtuvo mayoría abrumadora en el congreso, esto claramente produjo un vacío donde ninguno de los dos bandos tiene mandato popular suficiente para gobernar como le parezca.

Lo malo es que ninguno de los actores principales ha tenido la grandeza de buscar el acuerdo para co-gobernar de alguna manera, a mi modo de ver PPK por tonto y Keiko por picada. Supongo que detrás de la bronca está el Frente Amplio de la izquierda, sembrando discordia a ambos lados para crear condiciones de ingobernabilidad que les convienen. Es el único camino que les queda, porque en elecciones no tienen posibilidades, están relegados a ser un sector bisagra generador de conflictos, igual como la izquierda en Chile.

Existen en Perú dos poderes tirando cada uno para su lado. El fujimorismo es la fuerza política con mayor apoyo popular, pero todos los demás se aliaron en su contra, seguramente por miedo a lo que pasaría con un poder tan grande en la presidencia y el congreso. Al presidente PPK solo lo apoya un grupo muy chiquito, deben ser como 11 congresistas, no estoy seguro, contra más de 70 del fujimorismo.

Astutamente, el cardenal Cipriani llamó a ambos para una reunión en su casa -apelando al jojojo espíritu navideño- para que conversen a ver si se ponen de acuerdo y por fin terminen con las estúpidas demostraciones de fuerza en que se encuentran hoy entrampados. Escuché que la reunión puede haber sido idea de PPK, de ser así sería la primera cosa inteligente que se le ha ocurrido en estos primeros meses de gobierno, mi impresión desde lejos es que está un poco senil y es muy influenciable, lo malo es que no ha tenido consejeros muy buenos que digamos. Un ministro exitoso no resulta necesariamente buen presidente, este es un buen ejemplo de como ciertos trabajos requieren habilidades muy distintas.

En fin, ojala se pongan de acuerdo. Keiko ya perdió la elección y parece que todavía no acepta que nada de lo que haga la llevará a la presidencia y que tendrá que esperar la próxima nomas. PPK llegó a presidente por casualidad, con el apoyo de muchos que ahora lo quieren hundir y tampoco parece darse cuenta. Un acuerdo y gestos de grandeza por ambos lados parecen indispensables.

La situación está clarísima y casi todos se dan cuenta de lo que hay que hacer, excepto los monos de la fanaticada, los barras bravas de ambos lados que deberían ser puestos en el congelador lo antes posible, esa es tarea de los líderes -urgente- mandar a que sus monos se callen: lo que sirve para elecciones puede hacer mucho daño durante el gobierno. Lo curioso es que nunca antes se había visto un consenso político y económico tan amplio en Perú y se lo están farreando en una guerra de egos personales. Esta es una de esas raras oportunidades en que un país tan desunido como el Perú está bien alineado en torno a muchos temas, sería una tragedia que la derrochen por egolatría o ambiciones mal entendidas.

Veía a Aldo Mariategui en la televisión bromeando sobre un comentario que la situación se parece a esas películas mexicanas de Cantinflas, donde el cura del pueblo aparece a arreglar los entuertos y enderezar los curcos para que todos terminen felices. Suena divertido pero así es, así somos y esas cosas todavía resultan en América Latina, es un buen ejemplo donde el prestigio de la Iglesia Católica todavía puede servir para algo muy útil.

11 comentarios:

  1. ..de películas viejas, "Camilo y Don Peppone", si no me equivoco, eran los personajes - alcalde stalinista y cura católico - que se peleaban a muerte por controlar alma y vida de una aldea italiana hasta el momento en que alguna urgencia mayor los obligaba a trabajar juntos - por un rato, hasta que podían volver a pelearse.

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  2. Es un clásico de las peliculas latinas: Don Camilo, el padrecito de Cantinflas, es uno de los temas cliché ¡y se cumple en la vida real!

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  3. Algo me habían dicho de que la situación política allá estaba algo compleja. Me pregunto cómo lo hará Trump que allá también las elecciones fueron medio a medio y muchos de los republicanos deben de haberlo apoyado a regañadientes.

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  4. La situación de Trump es muy distinta porque tiene mayoría bastante cómoda en el congreso, no debería tener problemas de gobernabilidad para nada

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  5. La izquierda en el Perú, no pesa nada y a diferencia de Chile nunca ha sido gobierno, la izquierda peruana no tiene cupos en el Estado como los apristas en el poder judicial y los fujimoristas en algunos ministerios claves. La izquierda se está portando bien con PPK incluso le está apoyando porque los apristas-fujimoristas se lo comen entero y no es mayoría en el congreso. Estamos viendo la política del despecho, profesionales calificados están siendo humillados por una jauría de gente poca preparada. Un mes perdiendo el tiempo cuando hay problemas como la inseguridad ciudadana que no se hace nada.

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  6. Aónimo, a mi modo de ver la izquierda si gobernó en Perú durante Velasco Alvarado, (1968-1975), muchos más años que en Chile (1970-1973). El APRA, que en algún momento fue el partido más importante del Perú, en sus inicios fue de ultraizquierda y mutó a social democracia solo durante Alan II. En general, coincido en que tiene un peso electoral mínimo, aunque en la última presidencial sacó un apreciable 18%, mucho de ese voto es de anti fujimoristas más que de izquierdistas reales.

    En Perú como en Chile son partidos bisagra, minorías que necesitan crear agitación así es que viven con un pie en la política y otro en la calle, es cierto lo que dices, que no han hecho grandes protestas a PPK, pero dales tiempo, de momento se están alimentando con el anti fujimorismo, que les vino muy bien en la elección.

    Yo no creo ese cuento de ministros honestos y competentes hostigados por una jauria de gente poco preparada, en todos los sectlores hay de todo, gente buena y mala, lo que pasa es que la política es una lucha por el poder por eso reulta imposible articular acuerdos si no se comparte el poder, eso es algo que ni PPK ni Keiko parecen haber internalizado todavía: sin acuerdos no hay gobierno y sin compartir el poder no hay acuerdos

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  7. A menos -claro- que hubiese un mandato popular claro, por ejemplo si Keiko hubiese llegado a la presidencia no habría necesitado compartir el poder, lo mismo si PPK tuviera más de 70 congresistas alineados con su gobierno. Pero como sabemos, no se dio niguno de los dos casos así es que no queda otra que compartir o hundirse.

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  8. Muy buena lectura "Macro" de lo que sucede en Perú... ya lo decía Ud. Mr. Tomas cuando gano PPK, que no iba a poder gobernar con facilidad.

    Ahora después de este encuentro entre Keiko y PPK puede que surja una "convivencia de mala gana" o puede q se den la mano para la foto pero todo siga igual... pero creo q tarde o temprano lograran un entendimiento, pero este entendimiento tendrá un precio.

    Y sera que a PPK se le exigirá renegar de la Izquierda que lo apoyo en las elecciones... y ahí si que se vendrán las marchas, paros y agitadores disfrazados de ecologistas.

    Esperemos que la cura no sea peor que la enfermedad. sl2

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  9. Pp Valdivia, tienes toda la razón, en algún momento PPK tendrá que dejar de hacer concesiones a la izquierda, a la que debe parte de sus votos, y entonces podría empezar la agitación callejera.

    En Chile tuvimos algo muy similar en los años cincuenta, cuando el presidente radical Gabriel Gonzalez Videla salió elegido con votos de los comunistas quienes lo empezaron a presionar por más y más poder y concesiones, finalmente la situación hizo crísis y Gonzalez Videla promulgó la "Ley de Defensa de la Democrcia" que terminó con los comunistas (los que no alcanzaron a arrancar) metidos en un campo de concentración en Pisagua. Ojala que allá las cosas no lleguen a ese extremo, yo lo dudo pero algo de agitación callejera será inevitble, porque ellos viven de eso.

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  10. PPK lo único que está haciendo es darle concesiones al fujimorismo por su mayoría en el congreso no lo puede hacer con la izquierda porque no es mayoría en nada. Los fujimoristas tienen al toro por las astas, en estos años la izquierda no ha hecho algo importante (agitaciones, etc) para que la economía no crezca. Velasco no fue izquierdista ni comunista eso fue una dictadura militar, él fue un individuo que tenía sensibilidad social (tuvo una infancia muy pobre en Piura su madre era chichera y él colectaba dátiles para venderlo) aunque es cierto que jaló a muchos izquierdistas para algunos cargos en instituciones. Desde 1960 todos los militares sabían que Sendero Luminoso Partido Maoista Pensamiento Gonzalo (el grupo armado polpotiano más sanguinario de américa Latina) se venía con todo y hubiese hecho una gran guerra civil que hubiese tenido un caldo de cultivo enorme con la población serrana (quechua y aimara) analfabeta, en ese momento eran las 2/3 partes del Perú, que vivían en condiciones de servilismo en la sierra. Velasco quebró ese abismo. En los 80 la gente ya había migrado a las ciudades y tenía otra mentalidad emergente.

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  11. Anónimo, a mi modo de ver un gobierno es de izquierda cuando implanta políticas socialistas, hce o fomenta expropiaciones, impone controles de precios y de otro tipo sobre la economía, etc. da lo mismo si el presidente es del partido de juana o de chana. En ese sentido me parece claro que los años de Velasco Alvarado y el primer gobierno de Alan garcía fueron netamente de izquierda.

    El fujimorismo tiene el toro por las astas, claro, porque sacó más de 70 congresistas en las urnas. A mucha gente le gusta la democracia cuando ganan los suyos pero les cuesta mucho aceptarla cuando ganan los otros. Es el problema que tienen hoy PPK y Keiko, ambos resultaron ser malos perdedores.

    PPK está obligado -a mi modo de ver- por lógica a cogobernar con el fujimorismo, así ocurre en países más civilizados ante esa clase de situaciones, pero en América Latina (incluyendo a Chile por supuesto) nos cuesta mucho aceptar esa idea

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