21 mayo 2017

Domingos musicales: Lenin y la sonata Nº23



A la sonata Nº 23 Op. 57 de Beethoven, el editor -que publicaba con un ojo en las ventas- le puso "Apassionata", un nombre que enfureció y ofendió a Beethoven que dijo que todas sus sonatas eran igualmente apasionadas. Parece que ningún nombre le gustaba a nuestro músico y con razón, porque la mayoría de los nombres han banalizado la apreciación de su música.

La 23 es la seguda sonata más popular de don Ludwig Van, la más popular es obviamente la Nº2 Op.27 "Claro de Luna" que ha sido tan trivializada con cuentos cursis de la amada inmortal y estupideces por el estilo que resulta imposible para nosotros escucharla con el cerebro fresco, pero en fin, volvamos a la 23 que es una de mis preferidas.

Las razones de su popularidad -a mi modo de ver- pueden ser que se trata de una obra compacta, la versión de Claudio Arrau, que se caracteriza por tocar lento, es de solo 26 minutos en tres movimientos, así es que no hay como aburrirse.

Otra cosa que creo que la hace popular es que sus dos primeros movimientos usa temas con variaciones, lo que es parecido a las improvisaciones del jazz y tiene la gracia que deja el o los temas pegados en la mente, resulta muy entretenido reconocerlos aunque estén completamente deformados por la variación.

El primer movimiento tiene dos temas que se contraponen (alegre-depresivo) y el segundo tema es el mismo ta-ta-ta-taaan de la 5ª Sinfonía. En el primer y tercer movimiento las teclas se golpean con furia, y el final de la sonata parece que estuviera tocando un loco en medio de un ataque de pánico, es impresionante.

En esta sonata Beethoven excede todas las cosas por las que es famoso, por ejemplo el rango dinámico enorme con que toca, miren esta parte del primer movimiento donde el compás parte con una de las teclas más altas Sib7. que cae al Sol2, que era la tecla más grave que tenían los pianos de 5 octavas y media de la época de Beethoven, miren



El segundo movimiento que es muy lindo, se compone de un solo tema solemne como un himno de iglesia (es muy cantabile, pegajoso, de hecho Beethoven también lo ocupó para hacer una canción), está hecho con acordes simples lo que la hace muy fácil de asimilar, este movimiento termina con un acorde fortissimo, que destruye toda la paz e inicia el frenético tercer y último movimiento.

Se trata de una sonata muy "oreja", pegajosa, fácil de escuchar y memorizar, después de un par de veces no podrán sacársela de la cabeza. Creo que es ideal para alguien que no sabe nada de música clásica pero quiere empezar a apreciarla, no es como la Sonata Nº 29, "Hammerklavier" que exige concentración, es larga y complicada, la "Apassionata" se deja escuchar y tiene lo mejor de Beethoven, la recomiendo a ojos cerrados.

A Lenin le encantaba esta sonata, pero a la vez le desagradaba porque lo apartaba de su deber de aplastar cabezas, como le comentó a su amigo el escritor Máximo Gorki:

“No conozco nada mejor que la Appassionata. Podría escucharla todos los días. ¡Qué música asombrosa, sobrehumana! Me hace sentir orgulloso, ingenuamente, de que la gente pueda crear tales milagros”.

Arrugando los ojos, sonrió con tristeza, y agregó:

“Pero no puedo escuchar música a menudo; me altera los nervios. Me dan ganas de decir cosas amables y estúpidas, y dar palmaditas en la cabeza a la gente que, viviendo en este sucio infierno, pueden crear tanta belleza. Actualmente no se puede acariciar la cabeza de nadie. Te podrían arrancar la mano de un mordisco. Hay que golpear esas cabezas sin piedad. Aunque, idealmente, estemos en contra de cualquier clase de violencia. Sí… tengo un trabajo endiabladamente difícil.”

P.D. La anécdota y parte del materil para esta entrada la saqué del interesanta blog de Jose Luis 817

9 comentarios:

  1. claro, el "opio de los pueblos", las cosas que distraen al verdadero revolucionario.

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  2. " No hay hombre completamente malo "

    Recuerdo a un Profesor de Filosofía que una vez nos dijo algo así: "Incluso en el hombre más malo encontraríamos algo de bondad."

    La anécdota sobre Lenin me hace pensar también en la expresión "lágrimas de cocodrilo". El origen de la frase es que la gente creía antiguamente que los cocodrilos las derramaban mientras devoraban a sus víctimas.

    Ahí estaba esa gente, creyendo encontrar esa pizca de bondad en el fondo de esas bestias.

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  3. Ulschmidt, es muy divertido: le gustaba esa sonata, pero no le gustaba que le gustara, porque le provocaba sentimientos tiernos que le impedían "aplastar cabezas". Que tipo ¿no?.

    Enrique, claro, no hay hombre completamente malo ni tampoco completamente bueno, somos todos una mezcla. Hasta el cocodrillo llora, aunque sea solo por abrir demasiado la boca jaja

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  4. Así es Tomas, buenos días!


    El entendimiento le presenta un bien aparente a la voluntad, y ésta - que se inclina naturalmente por el bien - lo persigue.

    Pobrecita la buena voluntad, así es como la engañan!

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    Respuestas

    1. Debí haber escrito: "(...) así es como la engañamos". Lo importante es darse cuenta y corregir el rumbo, continuamente.

      Por supuesto, nadie es completamente bueno. El mérito consiste en esforzarse por fallar menos, y convertir ese esfuerzo en un hábito.

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  5. Y ojo que ahora tenemos nuestro Lenin wannabe, que incluso cultiva un look similar: el infumable honorable diputado Jackson.


    Saludos,
    El triministro.

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  6. Ah, ese llega hasta los chancho en piedra nomás, de ahi no pasa (si es que...)

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  7. Claro; por eso es wannabe nomás.

    A todo esto, qué bien tocaba Claudio Arrau. Es un gusto verlo tocar.


    Saludos,
    El triministro.

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  8. Como un oso sobre el teclado, espectacular

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"Send me a postcard, drop me a line
Stating point of view
Indicate precisely what you mean to say
Yours sincerely, wasting away
Give me your answer, fill in a form
Mine for evermore
Will you still need me, will you still feed me
When I'm sixty-four"