El mini manual del oportunismo

Así como Carlos Marighela escribió su Mini Manual del Guerrillero Urbano, en uno de mis frecuentes ratos de ocio pensé ¿y por que no yo no podría escribir un mini manual para el oportunista político? Total, Marighela era un pobre diablo igual que yo y llegó a adquirir cierta fama con su librito ¿por que no yo? Como esa es la pregunta típica del oportunista, me puse manos a las ubres para escribir esta micro pieza que ofrezco desinteresadamente a los muchos vacunas que andan mirando con hambre las elecciones que ya se nos vienen. Sin más preámbulos, aquí voy:

Una definición del oportunista
El oportunista es por naturaleza flojo, espera que un golpe de suerte lo coloque en el lugar que ambiciona, sin tomarse las desagradables molestias de trabajar como todo el mundo, su filosofía se podría resumir en esta frase: "cualquiera puede llegar si se mata trabajando, la gracia es llegar sin mover un dedo, o casi".

Esa es la declaración básica de principios, además de eso un oportunista posee un enorme apetito de poder, sueña con ejercerlo, mandar y manipular a los demás, ojala incrementando su fortuna en el camino. Flojera y apetito de poder son las dos características principales, no es indispensable ser deshonesto o falto de escrúpulos pero sin duda puede ayudar bastante. Lamentablemente, yo tengo solo la flojera.

Cualidades personales del oportunista
Un oportunista no necesita tener grandes conocimientos de nada, tampoco ideología, por el contrario estas cosas lo atan con restricciones morales innecesarias, lo mejor es que sea "de todo un poco" un izquierdista de derecha pero con fuerte posición en el centro, cosa de poder desplazarse hacia uno u otro lado según convenga.

Otra cosa es el oportunista de nicho, que aspira a cargos menores y detecta cierto tipo de clientela que podría votar por él, esto se da mucho en los extremos del pensamiento político en dirigentes sindicales, estudiantiles o cuando cierta clase de ideas se hace repentinamente popular, como "salvemos a las ballenas", "hay que proteger la capa de ozono", "no más AFP" y cosas por el estilo.

Como debe vivir y subsistir un oportunista
En algunas cosas debe parecerse a un gerrillero urbano, según lo describe Marighela:

El guerrillero urbano debe de conocer como vivir entre las personas y cuidarse de no aparentar ser extraño o separado de la vida ordinaria de la ciudad.

No debe usar ropa que es diferente a la que otras personas utilizan. Ropa costosa y elaborada para los hombres o las mujeres puede ser un impedimento para el guerrillero urbano si su trabajo lo lleva a barrios donde este tipo de ropa no es común. Lo mismo es cierto si se trabaja a la inversa.

En suma el oportunista debe esforzarse por que la gente se identifique con él, debe tener cuidado de no destacarse en nada, de allí esa declaración de Guillier en una entrevista "la gente te percibe como un chileno más, que ha conocido el desempleo, las lagunas previsionales, que no siempre llegó a fin de mes tranquilamente", es calcado a lo que me decía el taxista que quería ser alcalde "vote por el colorín, alguien como tú". Eso está en el manual del oportunista, debe tratar por todos los medios que la gente común lo perciba como uno de los suyos. Fue la clave de la popularidad sobre 80% que alcanzó a tener Bachelet en algún momento.

¿Y que me dio con el oportunismo?
Bueno, resulta que días atrás me llegó en Facebook un mensaje directo de los amigos de un pequeño partido regional preguntándome si no me interesaría presentarme de candidato a las próximas parlamentarias. Claro que quedé estupefacto, aunque halagado, y por supuesto les respondí que muchas gracias por considerarme pero ni muerto lo haría.

Pensándolo con calma, habría sido una buena oportunidad para forrarme, al menos por cuatro años hasta que se dieran cuenta lo incapaz que soy para el cargo, el sueldo es espléndido -bastante más de 10 mil dólares mensuales con toda clase de beneficios- y la posibilidad de colocar como asesores a toda mi familia, amigos y hasta al gato, sin contar que las ocasiones de robar impunemente son incontables ¿que más se puede pedir?

Tampoco es imposible salir elegido sin tener un peso -difícil tal vez pero no imposible- porque tengo el perfil para esa clase de campañas y si alguien podría repetir el batatazo que dió "Rosa de Aric..." hace varios años atrás (que salió diputada y luego reelecta sin gastar un centavo) ese debería ser yo. Pero hay algunos problemas que son insuperables.

El principal es que el partido no representa para nada mis ideas, incluso lo considero muy peligroso y con algunas posibilidades de crecer en una especie de nuevo peronismo. Otro problema enorme es que obviamente no tengo dedos para el piano, hablo mal, soy tímido y etc. etc.

Pero lo más importante es que a mi no me interesa mover un dedo por los demás ni por solucionar "los problemas de la ciudad", tengo bastante con mis propios problemas y si muchas veces alego acá mismo, lo hago como una especie de hobby, no porque busque ser autoridad ni mucho menos. Pienso que cada cual debe preocuparse de sus propios asuntos y soy un convencido que los que dicen estar más preocupados del bien ajeno que de el bien propio son unos hipócritas, sinvergüenzas. Francamente me da lo mismo si la ciudad, el país o el mundo andan bien o mal, lo que me preocupa es andar bien yo mismo.

Yo siempre he escrito acá mismo que si alguna vez me eligen para algo prometo que me robaré hasta el gato, así los tengo ya avisados. Estuve pensando si les contaba sobre este asunto o no y creo que lo mejor es que lo cuente y lo ponga por escrito, junto con lo que yo pienso sobre el maldito asunto, para que si algún día caigo en la tentación, sepan a que atenerse a la hora de las elecciones y no voten ni muertos por un bribón como yo. ¡He dicho compañeros!