La acción inconducente
En el lenguaje tinterilesco la palabra "inconducente" se usa para descartar ciertas pruebas o recursos procesales solictados, leo en un Diccionario Jurídico:
"es impertinente la prueba cuando se pretende probar un hecho que, aún demostrado, no sería de naturaleza para influir en la decisión del asunto, así como para demostrar la extensión de un fundo o el lindero de la posesión, se pidiese la partida de matrimonio del demandado. O aún este otro que ha dado lugar a discusiones, pretendiendo A que B lo calumnió en ocasión y forma determinada, quiere probar que también ha calumniado a otras personas, esta prueba sería impertinente pues de que haya obrado así frente terceros no se va a deducir que es responsable de esa infracción respecto de algo.
Y como las pruebas se deben ceñir al asunto y son inadmisibles las inconducentes, tenemos que la conducencia de la prueba queda determinada por la conducencia del hecho que relata la demanda o la contestación”.
De la prueba en derecho. Antonio Rocha Alvira. Edición 1990. Biblioteca jurídica Diké
Dicho de manera más clara, "inconducente" es algo que -aún siendo cierto- no lleva a ninguna parte y no tiene utilidad en relación a la solución de un determinado problema. En ese sentido, presentar proyectos de ley como la nueva Ley de Inteligencia, la Re-Reforma Tributaria o el proyecto de Ley "Aula Segura", son todas acciones inconducentes porque está claro de antemano que no cuentan con un respaldo mayoritario del congreso que permita aprobarlas.
Dicho más claramente, no son otra cosa que inútiles "saludos a la bandera", que desgastan al gobierno, propinando derrotas gratuitas y anunciada a su sector político. ¿Por qué el gobierno insiste en hacer estas cosas? Por incompetencia, mal manejo, torpeza, no hay ninguna otra explicación lógica. Una vez que aclaramos esto, de lo que yo he escrito muchas veces antes, podemos pasar a lo importante, que es revisar las razones de cada parte con respecto al problema que originó este proyecto.
El problema
El asunto son los comportamientos delictivos de alumnos que actúan en medio de las protestas estudiantiles. Se trata de un problema que viene desde hace largo tiempo y tiene que ver con otro problema más general que es la contención de motines y revueltas populares violentas, que causan víctimas y daños en la propiedad. Resulta que en esto hay dos criterios contrapuestos en juego: uno es la seguridad pública y la protección policial que debe el estado a la integridad de personas y propiedades, el otro criterio es un supuesto derecho a rebelión, que otorgaría permiso -hasta cierto punto- para que las manifestaciones políticas utilizen la violencia.
En general, los "manifestantes" -como se llama eufemísticamente a los violentistas- no son tratados como cualquiera que comete los mismos delitos en un contexto normal, porque teniendo propósitos políticos, sus protestas convienen políticmente a lo menos a un sector, que los protege y hace lo que puede por que sus desmanes queden impunes, alegando derechos como la libertad de expresión y cosas por el estilo. Por eso la protesta callejera se ha convertido en una herramienta política protegida que permite cometer delitos con total impunidad.
En que consiste Aula Segura
Despojado de todos sus adornos, el proyecto plantea agregar prohibiciones, agregar más sanciones y sobre todo permitir la expulsión de los alumnos que sean sorprendidos en actos delictuales en medio de una protesta. Esto último que debería ser algo obvio, hoy lo impide la ley -poco clara al respecto- y la interpretación que han dado las cortes suprema y de apelaciones, fallando sistemáticamente en contra de la expulsión, amparados en garantías constitucionales, especialmente en el derecho a la educación.
La visión desde la izquierda
La izquierda es beneficiaria natural de la violencia callejera y obviamente hará todo lo posible por mantener -en la práctica- la impunidad de los manifestantes. Aunque en la retórica condenen "los actos de violencia" su línea de reacción permanente es abogar porque estos delitos queden impunes. Se fundamentan en dos argumentos: el primero es el derecho a la educación, intocable, así es que incluso los delincuentes tienen derecho a todas las garantías para permanecer en el colegio que deseen. En esto han sido sistemáticamente apoyados por la interpretación de los jueces.
El segundo argumento es que la expulsión resulta inútil porque no soluciona el problema de fondo, que es la razón por la cual protesta el delincuente. ¿Que van a hacer con él? ¿Cambiarlo a un reformatorio? ¿Solucionará eso su problema? Esas pregutas son el principal argumento contra las expulsiones: que hacer con el tipo que expulsaron.
La visión desde la derecha
El argumento desde la derecha tiene más que ver con el problema colectivo del colegio y la sociedad que con el problema particular del delincuente. Resulta que si un colegio tiene un grupo de violentistas, estos no pueden permanecer estudiando allí justamente porque impiden el derecho a la educación de los que no son violentos. O sea el argumento de los jueces sobre el derecho a la educación está torcido, porque privilegia a un pequeño grupo -podría ser una o dos personas- por sobre el mismo derecho de mil o más personas. Para variar, este es un ejemplo más de prevaricación o aplicación torcida, arbitraria de la ley.
Sobre la inutilidad de la expulsión, porque "no le soluciona el problema" al violentista, podríamos argumentar exactamente lo mismo que respecto a los derechos. Claro que no soluciona el problema del delincuente, tal como meter preso a un asaltante no soluciona su problema personal, sin embargo la expulsión si soluciona -de manera inmediata- el problema de otros miles de estudiantes que necesitan ejercer su derecho a la educación, soluciona el problema de cientos de profesores que necesitan defender el derecho a su integridad física y psicológica y finalmente soluciona el problema de muchas personas que no tienen nada que ver con el maldito asunto, cuyas propiedades son destruídas, incendiadas o que pierden la vida, como le pasó al anciano que murió en un incendio durante las protestas en Valparaíso.
Mi visión
Coincide con la visión de derecha (oh, sorpresa) y creo que no es otra cosa que la del sentido común. Solo agregaría un detalle, me llama la atención: la izquierda en asuntos de crímenes y violencia invariablemente está a favor del delincuente y en contra -o al menos indiferente- de la suerte de las víctimas. Lo que se llama "garantismo" de la Reforma Procesal Penal, no es otra cosa que una aplicación práctica de esta preferencia por el bandido.
Otro clavo para el ataud
Creo que son varias pequeñas cosas que se están acumulando en contra de la izquierda y han provocado resultados como el efecto Bolsonaro o el efecto Trump, entre esas pequeñas cosas, esta falta del sentido común más básico es uno de los muchos detalles que hoy les está cobrando la cuenta.
Hay mucho más que comentar sobre esto pero me hice el propósito de ser breve. Todavía no lo consigo.
NULLA DIES SINE LINEA. Filosofía barata, historias, historietas, moralejas, chamullos, relatos absurdos, la vida de un vago, cosas de Arica, literatura, música, pornografía, política, física, cocina regional, minas, copete y cosas por el estilo. The awesome, absurd and often bored adventures of our Man of Mystery in Arica, from the trenches, in the Northern Front. Sacar a mil, sacar a mil. Streams of brilliance often spring from boredom. "Be yourself, but bigger"
el principal peligro con esta ley es piñera, terminará aprobando todo lo que le digan desde la izquierda. la cosa sólo empeorará con lo que aprueben los honorables.
ResponderBorrarPiñera es incorregible, cualquier proyecto que presente será deformado o rechazado ¿como no se da cuenta?
ResponderBorrarA veces da para pensar si no será un topo del bacheletismo, como fue Santos en Colombia
Un conocido mío tiene la idea de que los setentistas que nos gobernaron hasta hace poco vivieron en un país seguro, quizás seguro porque la policía era omnipotente y podía usar cualquier procedimiento, pero seguro al fin. Y que cuando se metieron en la política de aquellos años, e hicieron sus marchas y protestas y apoyo a movidas subversivas terminaron personalmente en una que otra comisaría, donde les dieron una buena paliza, al viejo estilo (old faschion)
ResponderBorrarPor tanto odian la policía, y están convencidos que la gente la odia por "represora".
Pero casi ningún tipo menor de 50 años ha visto la represión, ni menos la sufrió en carne propia. En cambio es una experiencia urbana casi corriente haber sufrido algún asalto violento, alguna vez, o más veces.
Así que la gente opina hace largo rato muy distinto que esa camada de políticos. Uls.
Hola Tomás. muy buen post. Da para mucho este tema
ResponderBorrarAparte de lo que comentas, yo sólo se lo que ha salido en la prensa y lo que ha dicho la ministra en TV acerca del proyecto.
En el plano político me llama la atención como la derecha se vuelve pragmática en este problema y le da una victoria doble y anticipada a la izquierda. Me explico, se vuelve pragmática por que desecha uno de sus principios ideológicos ("los derechos son individuales y no sociales"), ser pragmático no tiene nada de objetable cuando el fin lo amerita. pero se debe estar seguro de conseguir esa finalidad.
Coincido contigo en que la izquierda se ha apropiado de las luchas sociales (educación, medio ambiente, derechos humanos y de género) y les ha sacado mucho partido, pero creo que ahora se le está haciendo el quite al bulto principal de este problema que a mi juicio es la violencia.
Los jóvenes com buzo Tyvek, que no ven a otro ser humano como su congenere, sino como una especie de bacteria a la que hay que fumigar, motivados quizás con qué tergiversada ideología o quizás no, quizás es solo rabia, mucha energía mal canalizada, no lo se.
Por último, con respecto a los daños colaterales, la mala señal es que siempre son asumidos por inocentes, el caso del incendio en Valparaíso es sintomático, nos desnuda como sociedad, conlleva precariedad social, trabajo en condiciones no adecuadas, nula respuesta de los responsables, en fin un pequeño fractal de Chile.
(Utilicé la versión móvil pero no actualizó el blog.Comento de nuevo, sorry si se duplica)
En mi opinion , la pifia de Piñera y sus seguidores es tratar de "moderar y cooptar" a la izquierda, sin asumir que para buena parte de ella solo son enemigos a destruir. Entonces zigzagean, se dejan manipular y sacar al pizarron por las amenazas.
ResponderBorrarNo es malo presentar proyectos sabiendo que es para perderlos, siempre que pelees y demuestres que su rechazo causa problemas a las mayorias, es decir denuncias a la oposicion. Piñera esta lejos de eso, su pifia, que en mi opinion es de personalidad, se lo impide
Ulschmidt, algo de eso debe haber, más que por "omnipotencia" de la policía porque muchos sesenteros se formaron en el desorden callejero, recibieron sus palos y consideran a la policía como sus enemigos naturales.
ResponderBorrarLa represión de disturbios más brutal yo la ví en Parín en 1983 en una protesta universitaria, onde los flics le dieron duro a los manifestantes haciendo honor a su lema "los flics machucan, pero no perforan", después la situación se les arrancó de las manos y se vieron obligados a perforar, hoy están en grandes problemas, igual que en Chile.
JL Mansilla, tocas varios temas interesantes. El primero es cuando habllas de "la derecha" y sus supuestos ideales, bueno, los políticos que aparecen como de derecha no tienen ideales de ninguna clase, simplemente actúan por interés personal usando la retórica que piensan que satisface a sus clientes, lo mismo pasa en la izquierda BTW, así es que resulta un poco inconducente analizar lo que hacen en case a ideales o principios que claramente no tienen.El "pragmatismo" que mencionas es solo el acomodo táctico para defeder sus propias posiciones e intereses personales, nada más.
La violencia es algo innato de todos nosotros, yo feliz le dispararía un tiro a varias personas que me enfurecen y ceo que el mundo sería un mejor lugar si lo hiciera, al menos para mi. El problema es que mucha gente piensa lo mismo respecto de mi y si nadie pone orden entonce volvemos a la ley de la selv -o más probablemente a un orden espontáneo, que incluso podría ser mejor al que tenemos ahor.
Pero la cosa es que vivimos en un sistema donde un grupo es el ue tiene el monopolio de la violencia y la represión (lícita) mientras nosotros estamos desarmados e inermes frente a los grupos que usan la violencia de manera ilícita, en ese sentido la policía es lo único que nos potege y defiende, ya que nos castigan si tratamos de hacerlo por cueta propia.
Las "causas" por las que los jóvenes o quien sea cometen agresiones violentas a mi me importan un rábano, porque si de algo estoy seguro es que siempre existirá una causa para querer quemar o romper algo o a alguien y lo único que nos contiene de hacerlo (y me incluyo) es el miedo a la represión policial, de otro modo yo estaría feliz haciendo juticia con un fusil de asalto.
Las motivaciones de los que proyestan a mi me importan un carajo, como menos me importan las motivaciones de los ladrones, violadores, asaltantes, etc. solo me interesa que los repriman, de ser posible de la manera más dura ya que a mi me prohiben hacerlo por mano propia.
Porque la gente nrmal estamos doblemente desprotegidos, porr una parte de los delincuentes y criinales y por la otra de la policía que ha sido dejadda inerme, sin recursos ni autoridad para reprrimir. Lo último que va quedando es armare a la mala y enfrentar las consecuencias nomas, esto nos lleva inevitablemente a la opción "cada uno mata a su toro" que es lo que pasa hoy en Guatemala, Mexico o parte de Brasil por ejemplo
Wilson, el problema es que esa pifia de personalidad causa un ndaño enorme al gobierno y al país
ResponderBorrarYo insisto con Argentina, ahí han pasado cosas muy parecidas y hoy la gente está bastante cansada con el progresismo imperante. Claro que Piñera podría hacer que eso se evite con todos los fails que se manda sin embargo.
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