La Vírgen de las Peñas es milagrosa, yo lo sabía desde la primera vez que fuimos con mi amigo y compañero Matute -debe haber sido en 1988- cuando él había reprobado Control Automático y me pidió que lo acompañara porque había prometido ir sin zapatos hasta el santuario si aprobaba el exámen. La cosa es que aprobó ¡y ese si que fue milagro! Así fuimos por primera vez en un viaje que yo volvería a repetir muchas veces en los años venideros. Ese fue el primero, muchos años después a mi querida suegra le diagnosticaron cáncer a los ganglios -linfoma no-hodkings- y la acompañe esa vez también a hacer la pedida. Esto debe haber sido casi 20 años atrás y la vetusta señora sigue viva y está más parada que yo a sus 83 años.
Esta vez pude ser testigo del tercer milagro. Salimos el sabado a las 9:30 PM y al momento de pagar el pasaje, mi amigo Matute insistió en pagarme él y cuando desayunamos al día siguiente se aseguró en pagar él la cuenta. Para los que no lo conocen, el Matute es un tacaño, más apretado que mano de trapecista y si hay algo realmente milagroso ha sido este inesperado arranque de generosidad de quien, toda su vida, ha insistido en que cada cual pague su consumo. En el escudo de armas de Matute debe aparecer el lema "Cada un mata a su toro", que él sigue religiosamente, a pesar del milagroso acto que pude presenciar yo mismo.
Nos embarcamos y después de una hora de viaje en bus, más o menos, llegamos al paradero de Ausipar, a prender las linternas y a caminar, esta vez estábamos de acuerdo en ir despacio y descansar a cada rato, pero el asunto no es tan sencillo. Como la caminata es larga, si vamos despacio pasamos más horas caminando y el cuerpo sufre más, especialmente rodillas, tobillos, espalda etc. con las horas de caminar por las piedras y cerros.
Y si se descansa muchas veces el cuerpo se enfría y cada vez se hace más difícil seguir. Lo ideal es ir rápido y yo lo menos que me he demorado son 3 horas, cuando era un chiquilin lleno de energía. Por lo accidentado del camino, es diferente a andar en camino plano. Si uno va rápido se agota y pierde el resuello, si uno va lento el cuerpo sufre mucho más porque da más pasos sobre las piedras y empiezan los dolores por todos lados. Creo que la próxima vez iré rápido, prefiero reventarme a llegar adolorido. Bah, ahora me acuerdo que no voy a ir nunca más.
Esta vez nos demoramos casi 5 horas, llegamos fresquitos y enteros, justo comentábamos eso al llegar, pero no sabía que eso mismo me iba a pasar la cuenta el viaje de vuelta. En el santuario el Matute se puso a hacer fila para saludar a la Virgen, así es que le tocó estar una hora más parado, esperando. Por mientras yo me fui a descansar a la iglesia para hacer algunos videos con un celular que me prestó el Tomás Jr. Quedaron todos malos y de lo que pude rescatar, más lo poco que hice con la Gopro, pude armar el corto que muestro en esta entrada.
A la vuelta venía fresco como lechuga, hasta que el sol empezó a pegar fuerte y me fallaron las viejas zapatillas que, al partir eran suaves como un guante pero después de casi 10 horas de caminata las plantillas se destrozaron y empezaron a herirme la planta de los pies, que me quedaron llenos de ampollas. Ahí empezó lo bueno. Debe haber sido los últimos 10 kilómetros en la vuelta cuando empecé a pagar mis muchos pecados. Como pisaba mal por el dolor de las plantas, me empezaron a doler las rodillas y los riñones y mientras más avanzábamos la cosa se ponía peor. Entonces dejé de hablar y me concentré en llegar lo antes posible al paradero, los útimos 5 kilómetros fueron un infierno, lo mismo que la llegada a Arca. Esta vez nos demoramos menos e hicimos el camino en unas 4 horas y media pero yo llegué completamente reventado.
El bus se demoró como 2 horas en el camino de vuelta, por una larguísima espera hasta el paradero de "El Rápido", donde comienza el trayecto en un solo sentido, la espera fue eterna. La Pilar pasó a buscarnos y yo a duras penas me pude meter a una tina con agua tibia, donde estuve casi por una hora. Todavía estoy caminando como Don Goyo, creo que mañana ya estaré completamente operativo. Ahora si que nunca más...
A propósito, así murieron mis pobres, viejas y confortables zapatillas
Muy bien, hombre ! Enhorabuena. Y las zapatillas han fenecido por justa causa. Uls
ResponderBorrar¿Son ideas mías o hubo menos gente que otros años?
ResponderBorrarMuy interesante el video. Me recordo los primeros minutos de Encuentros con Hombres Notables, con gentes de todas partes confluyendo a unas montañas a realizar su rito.
ResponderBorrarEntreparentesis, insisto en una repentina amigdalitis para otra vez :-)
hay zonas que se ven sumamente peligrosas, especialmente de noche deben ser trampa para muchos. y esa agua del río es salobre tóxica?
ResponderBorrarUlschmidt, murieron como valientes jaja. Todavía ando caminando tieso
ResponderBorrarAnónimo, creo que nunca había ido para la fiesta grande, antes siempre iba en octubre, me pareció que había harta gente pero no se en comparación con otros años.
Wilson, los notables curados jaja, la sola palabra "otra vez" me espanta, todavía camino apenas.
Anónimo, no es demasiado peligroso pero tiene sus resgos, el princial es torcerse el pie o quebrarse el tobillo en mitad de la nada, a veces se cae gente por el barranco pero eso es cuando van borrachos, si uno va normal es perfectamente seguro. Creo que lo más peligroso es el trayecto en bus, los conductores son MUY irresponsables, especilmente en el viaje de vuelta
que genial Tomas. que bueno que hayas podido ir y volver... tus zapatillas ya tienen ese aire "legendario", asi que mejor preservalas y crea tu propio museo con objetos personales... eres un procer de arica!!!
ResponderBorrarLas zapatillas momificadas jajaja! Así voy a quedar y después que estire la pata, a menos que cumplan con mi voluntad de ser decuartizado por la Escuela de Medicina de la UTA
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