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03 octubre 2018
Siguen los supremazos
"Supremazo" se dice en Chile cuando la Corte Suprema emite una sentencia insólita, inesperada y a veces no ajustada a derecho, en uso de sus facultades como tribunal de última instancia. Los supremazos tienen una larga tradición en nuestro país, porque los jueces son nombrados o purgados por organismos políticos, en especial por el ejecutivo y el legisativo, la carrera de los jueces superiores queda entnces sujeta a las decisiones de sus padrinos polítcos.
Se dice que actualmente "la mayoría de los jueces son de izquierda" lo que probablemente es una equivocación, la verdad es que -al menos en las cortes de apelaciones y suprema, la única manera de llegar es a través del "besamanos" donde se jura fidelidad, primero a los supremos para quedar incluído en la terna y luego a los políticos para ser el escogido y refrendado. Creo que fue Wilson quien lo hizo notar hace un tiempo y me parece que tiene toda la razón.
Así se explica por qué jueces como Juan Guzman, los supremos Dahm, Juica y prácticamente todos los que durante el Gobierno Militar denegaron sistemáticamente cientos de recursos de amparo, condenando a tortura y muerte a muchos detenidos, a partir de 1990 se transformaron, vieron la luz y aparecieron como campeones de los derechos humanos. Simplemente estuvieron siempre donde calienta el sol, con muy pocas excepciones, como los ministros Retamal y Cánovas, entre los muy pocos que se atrevieron.
Un supremazo memorable fue cuando se admitió en algunos casos la figura del "secuestro permanente", una ficción antijurídica creada para esquivar la aplicación de la Ley de anmistía de 1978, pero solo para condenar a militares. El argumento que sostiene esa figura es burdo y violenta el sentido común, pero la suprema simplemente lo aceptó proque si, porque pueden y porque era parte de la agenda de los padrinos políticos que los nombraron. Así como este hay muchos más ejemplos.
El último supremazo lo conocimos hace pocos días, cuando la Corte Suprema cambió la calificación del delito en el Caso Lutschinger desde delito terrorista a "incendio con resultado de muerte". Es un ejemplo típico del acto antijurídico, violento, que se hace para satisfacer a los padrinos políticos y solo porque pueden hacerlo, sin que nadie les pueda pedir cuentas.
¿Por qué el asesinato del matrimonio Lutschinger fue un acto terrorista? Es bastante claro que los condenados ni siquiera conocían a las víctimas y no lo hicieron por motivaciones de robo, ensañamiento personal o en el calor de una disputa, se cumple en este caso cada uno de los requisitos para calificar el delito como terrorista.
Hace algunos años tomé el interesante curso Terrorism and counterterrorism, comparing theory and practice del profesor Edwin Bakker y otros de la Universidad de Leiden, uno de los primeros temas era estudiar que caracteriza a los delitos terroristas y como se diferencian de los delitos comunes. Esto es muy importante porque como el terrorismo es delito contra la seguridad del estado tiene penas y procedimientos especiales.
Bueno, algunos requisitos fundamentales que caracterizan a un delito terrorista son (a) la motivación política, cuyo fin es destruir y reemplazar cierto orden político establecido, (b) la violencia empleada como medio, involucrando ataques con o sin resultados fatales y (c) la creación de un ambiente de caos, terror e intimidación de la población general. Cada uno de estos requisitos se cumplió, clara y sobradamente en el crimen de los Lutshinger ¿y como es posible que hayan cambiado la calificación del delito? ¿como se explica esto?
Lo hicieron porque pueden, porque está dentro de sus prerrogativas legales y sobre todo porque les conviene personalmente, pues obedece a intereses e instrucciones recibidas de sus padrinos políticos. Los supremos en este caso cometieron el delito de prevaricación, es decir el delito "en que una autoridad, juez u otro servidor público dicta una resolución arbitraria en un asunto administrativo o judicial a sabiendas de que dicha resolución es injusta y contraria a la ley".
El delito es clarísimo y también es claro que nadie los puede juzgar, porque nadie vigila a los vigilantes. Cada supremazo es un acto de prevaricación y -aunque las sentencias pueden ser opinables y puede que muchos estén de acuerdo y otros no- esto no es un asunto de opinión, sino de actuación arbitraria, que perjudica al estado en beneficio personal de los intereses de los que sentenciaron.
Y así, seguirán los supremazos, las decisiones canallas, injustas y antijurídicas, porque pueden. Seguirán negándo el carácter terrorista a delitos que evidentemente lo son y seguirá una organización terrorista como la "Coordinadora Arauco Malleco", entre otras, actuando impunemente, frente a nuestras narices sin que nadie les toque un pelo, porque tienen protección de los jueces y están infiltrados en el Ministerio Público, porque pueden.
La única solución viable es un cambio político profundo, un giro en 180 grados que desmantele el sistema hegemonico que instaló Bachelet en sus dos últimos mandatos y que Piñera no se atrevió ni se atreve a desmontar. Es la única solución posible y mietras no se logre esto seguirán los supremazos, los abusos, la proteccion y el encubrimiento a los terroristas. Porque pueden.
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buena columna don Tomas, permitame corregir una frase de su texto: el giro es en 180° no en 360° porque se termina donde mismo empezó.
ResponderBorrarConcuerdo en todo lo demás, hace falta alguien con cojones que expulse y juzgue a los jueces prevaricadores y les haga pasar una larga temporada en una isla del sur de chile, aislados de todo y picando piedras, pagando no solo con carcel, sino que también con todo su patrimonio, despojado de toda investidura e imposibilitado de ejercer la abogacía per secula seculorum.
jajaja ¡mi trigonometría! Lo corregiré altiro...
ResponderBorrarSobre el curso del Prof. Bakker, es la raja. muy bueno y bien interesante ya que derriba la figura del "terrorismo de estado" enarbolada por la izquierda como "justificación" de sus grupos armados.
ResponderBorrarComo todo es política, no veo que sea posible una purga.
son muy burdos, debe ser algo más simple, con la regulación y eliminación de notarios y conservadores que planea el gobierno dejarán sin trabajo a los hijos y "sobrinos" de muchos supremos, por ahí deben andar presionando también al gobierno, piñera no tiene fuerza ni para ordenar un canal de tv que nadie ve, menos para influir en el judicial
ResponderBorrarJosé, si, muy bueno el curso.
ResponderBorrarAnónimo, es obvio que Piñera no tiene el carácter requerido, peor que eso, aunque tuviese el carácter no tiene votos en el parlamento así es que se debería limitar a ordenar administrativamente lo más que pueda y enderezar en o posible las cuentas públicas. no tiene el poder ni la capacidad personal para hacer ningún cambio. J. A. KAst tendría muchas más posibilidades por su caráccter e ideas, pero sin parlamento no llega a ninguna parte.
Lo fundamental es conseguir buenos resultados en las próximas elecciones municipales y parlamentarias. Sin eso no se puede hacer nada, lamentablemente los liderazgos tóxicos en la "derecha" hacen difícil la cosa, pero nada es imposible.
Sobre los supremazos: los Supremos estan lanzados en una campaña de opinion publica, y evaluan su afecto antes de fallar. Siempre ha sido un elemento, pero ya es una carrera sin fin. Los pre fallos contra milicos fue una etapa, entendible entre el miedo y la politica, pero hoy ya se meten a "relegislarlo" todo. Desde los fallos,tambien pre hechos, contra las isapres, (llevo como 7 años ganandole a la mia :-) ) , inventos pro ambientales, y el rarisimo amparo a Precht contra una decision de una institucion voluntaria, su propia iglesia.
ResponderBorrarEsta forma de corrupcion, pues eso es, en mi opinion es camino de una sola via y termina con desastre. Dudo de un acuerdo o que se logre una mayoria parlamentaria, para limpar el poder judicial.
Yo creo que sus preocupaciones a la hra de fallar son más inmediatas: si son de apelaciones fallan mirando a u carrera, si son supremos de acuerdo a las instrucciones -explícitas o tácitas- de sus padrinos políticos que los colocaron. Recuerda las cenas en casa de girardi.
ResponderBorrarY ciertamente también mirando las reacciones de la opinión pública, aunque no parece que eso tenga mucho peso porque el prestigio y popularidad del poder judicial anda por el suelo en estos días. Hay de todo, epecialmente en los jueces de primera instancia de tribunales orales hay gente seria y muy correcta, pero en las cortes -por el mecanismo perverso de los nombraientos- creo que está la escoba.
Recuerdo que una vez, onversando sobre lo mismo con don Jorge Quiñones Garat, el mejor juez que he conocido y que nunca llegó a la corte, me comentaba que habían solo dos principios para un juez decente (i) atenerse a los hechos y (ii) atenerse al derecho, estrictamente, con modestia y sin meter ego ni ambiciones personales en las decisiones. Por lo mismo nunca lo ascendieron, era demasiado decente.
ResponderBorrarCuando los militares se tomaron el poder, el general Pinochet dijo que respetaría a la Contraloría del la República y a la Justicia. Habría que preguntarse, entonces, por qué los jueces no cumplieron su función y no aprobaron los amparos que se les pedía. Además, está el hecho de que a fines del gobierno de la UP, los grupos terroristas tenían amenazado a los supremos. Los jueces estaban muertos de miedo. Quizás, eso explique por qué no acogieron los amparos.
ResponderBorrarAdemás, la izquierda creo su propia institución para blanquear el terrorismo que hubo en el gobierno militar financiada con el impuesto de los chilenos, que es el Instituto Nacional de los Derechos Humanos, cuyo objetivo, además, de promover y defender supuestamente los derechos humanos, es querellarse contra los agentes del Estado que operaron entre el 11 de septiembre de 1973 y marzo de 1990, como si nunca hubiera existido el Mir, el FPMR y el Frente Lautaro.
Javier, en mi opinión la mayoría e los jueces estaban de acuerdo con la represión violenta al terrorismo y en su momento la vieron como necesaria, a lo más algunos hablaban de "excesos" o "abusos" pero todo ese cuento de su preocupación por los derechos huanos de los terroristas apareció después, me consta que muchos jueces que trabajaron manoa mano con la Dina y los militares después aparecieron escandalizándose y como paladines de los derechos humanos. Unas vueltas de chaqueta olímpicas.
ResponderBorrarLa causa de los derchos humanos se empezó a ensuciar cuando, despues del Informe Rettig, no quedaron contentos y empezaron a ver la manera de forrrse con plata del estado ¡si ellos mismos eran beneficiarios! Entonces apareció el primer negociado encabezado por el cura Valech, uno de los mayores sinverguenzas en estas cosas, de allí los falsos exonerados, el abultamiento ridículo de las "víctimas" y así siguieron hasta ahora.
Hay nada menos que OCHO parlamentarios que reciben pensión compensatoria y benefiios vitalicios, ellos y su familia hasta segunda generación si no me equivoco: Tellier, Adriana Muñoz, Carlos Montes, Marcelo Shilling, Fernando Meza, Denisse Pascal e Isabel allende. Esos RATEROS me hicieron perder cualquier respeto o simpatía que pude haber sentido por las "víctimas", son unos ladrones miserables, estafadores y sucios sanguijuelas de nuestros impuestos. Por mi, que se pudran. Sin ánimo de ofender, claro....
Leo tu columna de hoy al respecto de los nombramientos del Supremo chileno y, cambiando los nombres, pasa exactamente lo mismo con el nombramiento de miembros del Supremo y Constitucional españoles. Todos los jueces que entran ahí tienen que rendir pleitesía a algún partido político, sino no entran.
ResponderBorrarEn cualquier caso, tradicionalmente la judicatura española ha sido un sector inclinado más bien a la derecha política. Desconozco si pasa lo mismo en Chile.
Los jueces superiores en Chile tienden a fallar por oportunismo más que por convicción política Adelino, se llegó a un punto en que se convirtieron en los perkins de los que tienen el poder político y fallan según estos les indiquen. No odos, pero si una gran mayoría.
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