El daño más grande

Estaba leyendo el último número de la Revista Economía y Sociedad, editada por José Piñera. Como siempre material de primera, interesante y novedoso, que combina artículos actuales con recopilaciones de otros artículos famosos y documentos históricos de Chile y del mundo.

Dos atrícuos llamaro mi atención porque son cosas que siempre me ocupan la cabeza y las comento bien seguido en este mismo Templo del Ocio, ambos relacionados con la educacón. En el editorial llamado "Un nuevo mundo educacional" se habla sobre la educación online, que --cada día se ve más claro- será la solución a la actual crisis profunda que atraviesa el sistema educativo en todo el mundo. El editoial comenta sobre edX, Coursera y Udacity, además de la Khan Academy, que son las principales plataformas que entregan estos cursos.

Yo me entusiasmé desde el principio con ese asunto, cuando aparecieron los primeros cursos en Coursera a fines del año 2011 yo me inscribí en uno de los primeros cursos (creo que fue el tercero) de criptografía de Dan Boher, lo terminé pero no me dieron los conocimientos para dar las pruebas, así es que no saqué diploma. El año siguiente entró la Universidad de Michigan con un curso que me interesó mucho sobre Internet y seguridad, ese si lo aprobé con distinción y en la segunda versión me ofrecieron hacer de Teacher Assistant. Lugo vinieron muchos más de Coursera donde seguí y obtuve certificados de varios cursos cuando todavía eran gratis.

Con el tiempo probé la plataforma de edX donde tomé unos cursos de la Universidad de Harvard, pero no me gustaron mucho (recuerdo el curso de un profesor muy famoso sobre dilemas éticos y teorías de justicia, iba muy bien hasta que empezó a mostrar la hilacha Rawlsiana, al final era todo una sutil y habil manipulación y yo estoy ya viejo para eso, no terminé ningún curso de Harvard aunque tomé varios. De la Universidad de Princeton tomé y terminé unos cursos muy buenos -creo que fueron tres o cuatro- y también varios cursos del BID En fin, la cosa es que exprimí esos cursos mientras los certificados eran gratis, pero ahora que se cobran, solo los tomo parcialmente mientras me interesan sin dar los exámenes. Total, tengo más de 20 certificados y no veo para que seguir sacando papeles.

Acá en la universidad ha aparecido esa idea de tiempo en tiempo, pero a mi modo de ver no están preparados para hacerlos. Ni se imaginan el tiempo que toma producirlos y la cantidad de trabajo, como son todos gatos gordos bien pagados por pararse a hablar cualquier cosa que se les ocurra por una cierta cantidad de horas, dudo que tengan la capacidad para hacer cursos online, menos las ganas. tampoco existe la voluntad política de los directivos. o sea, cero posibilidades. De todas maneras les guste o no por ahí viene la mano y cuando la crisis explote van a tener que aprender por las malas. Es inevitable.

El otro artículo es de José Luis Ibañez y se llama "El desastre de la gratuidad" donde explica muy bien lo que sin duda va a pasar a mediano plazo como efecto de la perversa política de educación universitaria masiva y gratuíta:

El artículo describe perfectamente la estafa, el engaño masivo creado con una educación universitaria estatizada y gratuíta: simplemente a corto plazo esos diplomas no van a valer absolutamente nada. Un  título de universidad estatal será como  las actuales licencias de educación media de los liceos municipalizados, un papel que no vale ni la tinta que gastaron en imprimirla.

Yo que conozco más o menos bien la educación superior en Perú veo que vamos por el mismo camino en que ellos vienen de vuelta: tendremos las universidades de los pobres, estatales, malas, que pasarán en huelgas, gratis y donde todos se titulan pero el título no sirve ni para envolver pescado. Por otra parte tendremos las universidades particulares de elite, donde irán los hijos y nietos de los políticos junto con los ricachones. Estas universidades serán carísimas, exigentes, con profesores y programas de primera. Eso era lo que tenía en mente el estúpido de Engel cuando hablaba de "emparejar la cancha" y el hipócrita de Eyzaguirre cuando propuso "sacar los patines": volveremos al clasismo más brutal, mucho peor al que teníamos el siglo pasado porque ahora ni siquiera habrán posibilidades para el pobre meritorio..

El desatre de la gratuidad es solo una faceta de un problema más amplio. Bachelet fue una persona miserable, hipócrita y limitada que hizo daños permanentes a Chile en muchos aspectos, pero el peor daño que produjo fue cultural. Y no me refiero a la cultura libresca sino a la manera de ser con que marcó a generaciones completas de copitos de nieve, mariposones y floripondias que se ponen a chillar ante el primer problema, una generación de estúpidos que se creen merecer todo, sin darse cuenta que los engañaron cono nios: no van a tener nada y se quedrán para siempre debajo de la mesa.

Bachelet con su personalidad mediocre y miserable quebró el carácter nacional. Los chilenos siempre fuimos admirados por ser serios, sobrios, esforzados, determinados y unidos. Podíamos tener miles de defectos pero algunas de nuestras características como país eran admirables y éramos admirados por ellas, la mediocridad de Bachelet quebró a mucha gente, especialmente jóvenes, como esos que salen "valientemente" -alentdos por los padres- a tirar molotov porque saben que no les pasará nada, que se quejan de todo y que jamás tienen la culpa de nada. Esa es la cultura Bachelet y el peor daño que le pudo hacer a Chile: convertir a muchos jóvenes en futuros fracasados, seres miserables, a imagen y semejanza de ella misma. Cada cosa que decidió durante su segundo gobierno estaba dirigida a eso, y nos tomará un montón de tiempo recuperarnos.