Tres al hilo y el amor por el capitalismo

Tres al hilo
La semana pasada vimos en Chile tres cosas que, aunque aparentemente se referían a cuestiones distintas, parecen tener un mismo hilo conductor y marcan un cambio de tendencia que todos estamos empezando a notar. Primero los resultados electorales de Bolsonaro en Brasil, que abren la posibilidad a un cambio político y económico muy importnte, junto con el debilitamiento de apoyo económico y encubrimiento a muchos políticos, en especial en Chile.

El segundo evento fue la renuncia de Javiera Blanco al Consejo de Defensa del Estado. Es probable que sea cierta la razón que ella da para su renuncia, que no pueda soportar la avalancha de críticas y hasta una especie de ostracismo que le hicieron dentro del propio Consejo, en cualquier caso muestra como se ha debilitado la red de protección  -que parecía inexpugnable- que dejó instalada Bachelet para sus amigos antes de irse.

El tercero fue una columna de José Joaquin Bunner llamada Crisis del Progresismo, que es la descripción más descarnada que he leído acerca de esta tendencia que comentamos. La verdad es que no había leído nada parecido escrito por un intelectual -menos por un político- progresista. En este artículo, Brunner describe el derrumbe de todo: desde los ideales igualitaristas, el estado de bienestar, las fracasadas revoluciones socialistas, el éxito socialdemócata, todo, según el artículo de Brunner resultó un fracaso a largo plazo, y sin vuelta.

Lo de Bolsonaro y Javiera Blanco son solo síntomas, como la fiebre, en cambio el artículo de Brunner habla sobre la enfermedad, y a mi no se me hubiese ocurrido una descripción más lúcida y exacta.

Los años dorados de progresismo
Si queremos entender en serio el asunto, hay que decir que el progresismo, y su brazo armado en la política, la social democracia, tuvieron un éxito enorme a partir de la segunda mitad del Siglo XX, desde FDR en Estados Unidos a las social democracias europeas, asiaticas y -en menor medida- latinoamericanas, el mundo vivió una explosión de riqueza y paz social como nunca se había visto antes, además fueron la contención del comunismo, que era la fuerza hegemónica opuesta. Sin embargo todo esto se empezó a desbaratar a partir del Siglo XXI, al punto que hoy el progresismo aparece acorralado incluso en los emblemáticos países escandinavos ¿Qué pasó?

Muchas explicaciones
Ocurre que con esta tendencia de corrimiento hacia la derecha, que ha llegado a ser tan fuerte, han aparecido multitud de explicaciones: La explicación más popular es la de la corrupción: los líderes social demócratas se habrían transformado en personas tan corruptas que el pueblo terminó por darles vuelta la espalda. Esa explicación tuvo una versión parecida cuando se derrumbó el comunismo y los socialismos reales  "la idea es buena, pero es imposible de implementar porque los políticos no son los suficientemente honestos".

Claro que hay muchos ejemplos de corrupción: Lula, Dilma, Evo, Chavez, los Kirchner, los Castro, Bachelet, Correa, Ortega y un largo etc. para hablar solo de América Latina, pero creo que esa no es la causa del fracaso, es solo una consecuencia de haber instalado gobiernos fuertes, con pretensión hegemónica y que intentaron anular todos los equilibrios de poder. La corrupción no es de izquierda ni de derecha, conozco ladrones y corruptos en todo el espectro político, porque es la ocasión quien hace al ladrón.

La explicación más lógica
La explicación mucho más lógica es que el progresismo se derrumba por las mismas causas que se derrumbaron los socialismos reales: es una idea que no funciona por dos razones, pimero porque en lugar de crear valor lo destruye, actuando como el licor o las drogas que nos hacen sentir bien por unos momentos y después nos llega la resaca.

Amor por el capitalismo
Pero hay otra causa qu es mucho más profunda e importante, que creo que la define muy bien Brunner cuando escribe que el progresismo ha sufrido "el terremoto ideológico grado nueve que echó al suelo sus catedrales y creencias, su visión de mundo y comprensión de la historia. Por eso mismo aparece pesado, conservador, industrial, analógico, burocrático, centralista.De pronto se ha vuelto anacrónico. Sus referentes han naufragado; su lenguaje suena hueco; su liderazgo intelectual está desapareciendo y rápido".

Bueno, esa es la observación pero creo que la causa que -me parece también la leí a Bunner en alguna parte- es que los progresistas, como seres humanos, terminaron enamorados del capitalismo. Pueden tener una retórica de la solidaridd y del igualitarismo pero no pueden resistir la tentación a conseguir para si mismos, sus familias y sus amigos un pasar de lujos y buena vida, que solo puede lograrse con la riqueza creada por el capitalismo más salvaje y desigual.

Eso explica por qué Fernando Atria, el paladín de las ideas de Rawls en educación y de los derechos igualitaristas, no pudo vencer la tentación de matricular a sus hijos en el Santiago College, uno de los más exclusivos, elitistas y brutalmente desiguales de Chile, mientras obligaba a los alumnos de la educación pública a "sacarase los patines" eliminando todo rastro de meritocracia. Explica por qué Guillermo Tellier, presidente del Partido comunista no tiene verguenza en cobrar una pensión del estado como exonerado político, conseguir beneficios de indigente para su mujer siendo que recibe más de 20 mil dólares mensuales y sintiéndose honrado de ir a una fiesta del Club de las Américas ofrecida por David Rockefeller, su supuesto archi enemigo.

"Al basurero de la historia"
Se podría llenar un gueso libro con ejemplos de esta clase, los jóvenes parlamentarios del Frente Amplio, que venían a "renovar la política" lo primero que hicieron fue colocar a toda su familia con grandes sueldos del estado, hacer negociaciones incompatible y viajar en primera clase con plata fiscal, pagando entre 5 a 15 veces lo que vale un pasaje normal por darse el gustito de posar mejor sus asentaderas y estirar un poco  más las piernas.Era una tentación muy difícil de resistir ara Karol Cariola, diputada comunista ir a pasar sus vacaciones a la meca del capitalismo, Nueva York, en lugar de ir a Venezuela o Corea del Norte. Vacaciones en NYC es el sueño de todo piojo resucitado.

Creo que estas dos cosas combinadas: darse cuenta que el progresismo destruye riqueza y que los progresistas mismos son tan rapaces como el capitalista más despiadado y tienen el cuajo de hablar de igualitarismo y solidaridad, haciendo emplazamientos morales sin ninguna verguenza, es lo que está sellando la suerte de la social democracia, del progresismo y lo está tirando al basurero de la historia.

Irónicamente esa expresión es la que usó Trotsky para expulsar a los tibios durante la Revolución Bolchevique, miren esta parte del discurso:

Pregunto: ¿con quién debemos concluir un acuerdo? ¿Con los miserables grupitos que se han retirado de aquí?... Pero si ya los hemos visto de cuerpo entero. No hay nadie ya detrás de ellos en Rusia. ¿Con ellos deberían concluir un acuerdo, de igual a igual, los millones de obreros y campesinos representados en este congreso, a quienes aquellos, y no es la primera vez, están dispuestos a entregar a merced de la burguesía? No, ¡aquí el acuerdo no sirve para nada! A los que se han ido de aquí, como a los que se presentan con propuestas semejantes, debemos decirles: "Estáis lamentablemente aislados sois unos fracasados, vuestro papel ya está jugado, dirigimos allí donde vuestra clase está ahora: ¡al basurero de la historia!..

En fin, por la boca muere el pez, dicen..