Arica perdió su identidad

Se me pasó
Y se me fue el día volando, anoche me puse a arreglar el curso "Programando el Office: programación para todos", que es el curso de Visual Basic para Aplicaciones pero bien arreglado y ampliado, he estado todo el día en eso y ni me di cuenta que no había publicado mi pildorita de ocio para hoy, pero en fin, más vale tarde que nunca, aquí voy

Asesinato de identidad
Ha sido ua serie de pequeños detalles -todos malos- que se han venido acumulando en el tiempo, uno tras otro, en los últimos 18 años y que han ido configurando la pérdida de identidad de Arica como el lugar único, raro y atractivo que solía ser, de a poco esa ciudad que nos es tan querida se ha ido convirtiendo en un lugar aburrido, estandarizado, sin personalidad y sin alma.

Los que vuelven a la ciudad después de muchos años de ausencia lo notan enseguida, aunque no siempre son certeros en el diagnóstico. Muchos hablan que la ciudad está soñolienta, congelada en el tiempo, deprimida donde no hay nada que hacer ni nada que ver. Algunos tontos hablaban que hacía falta un mall y estupideces por el estilo, otros deían que con un mall se iba a transformar la ciudad y se iba a morir el centro: ahi está el mall, miren, tontos.

Es cierto, eso no se arregla con un mall, con un parque acuático o cualquier otra estupidez que se le ocurra al iluminado de turno, ya hemos escuchado muchas. Por ejemplo conocí a uno convencido que la ciudad sería más atractiva con un parque temático, una especie de mini Disneylandia con un galeon pirata, combates simulados y cosas por el estilo. Otros hablaban de disfrazar retroexcavadoras como dinosaurios y simular peleas entre ellos. Para que decir de los que hablaban del mega museo de las momias de Chinchorro, un funicular o de ¡un parque! en la cima del Morro, uno de los lugares más áridos y con suelo más salino del mundo.

En fin, ideas disparatadas hay por montones y es divertido ver como le brillan los ojos a nuestros visionarios cuando describen las ideas que -según ellos- "le van a subir el pelo a la ciudad", que frase más estúida y característica de la Era Bachelet. Puras estupideces, ideas irremediablemente tontas porque desconocen la realidad, la clase de turismo que recibimos y confunden sus gustos pehuenches creyendo que eso encantaría a los turistas.

La identidad la vienen destruyendo desde la década del 90
No siempre fue así. Creo que a fines de los ochenta nuestra ciudad llegó a la cumbre de su desarrollo identitario, que se basaba en cosas simples pero únicas y de un valor humano tremendo: una a una se fueron desarmando.

El Alacran y las playas
Recuerdo que muchas veces en los años 80, tomando unas cervezas en la noche en la Isla del Alacrán -gran punto de reunión de la ciudad- pensé en que suerte teníamos de vivir en un lugar tan maravilloso, cuando llegaban amigos de otras ciudades o de otros países y yo los sacaba a dar una vuelta en la noche quedaban maravillados con el relajo y la buena onda, incluso de la policía era relajada. Era impresionante.

Todo empezó a morir cuando llegaron los políticos, siempre simulando estar más interesados en el bien ajeno que en sus propios intereses, pero desde el primer día empezaron a robar, hacer movidas y establecer prohibiciones. A partir de 1990 empezó una avalancha de moralismo hipócrita y la identidad de Arica, la ciudad amable, vibrante y divertida, se empezó a ir al diablo.

Todo comenzó con las redadas en la Isla del Alacran, cuando estaba el coronel Spartaco Salas -de triste memoria en la ciudad- como jefe de los servicios y llevaba el bus de las Fuerzas Especiales a bloquear la entrada de la Isla, luego entraban los carabineros a acarrear gente para el bus. Con eso mataron una de las tradiciones más bonitas y una de las razones que hacían a nuestra ciudad segura, con pocos accidentes y menos delitos. Tener a la gente confinada en un lugar seguro para conversar y tomar unas cervezas junto al mar era una idea genial, que existía solo en Arica, pero llegaron estos imbéciles y lo arruinaron todo.

Todo ariqueño de corazón tiene los mejores recuerdos de la Isla del Alacrán, un pequeño tesoro donde pasamos los mejores momentos de nuestra vida. Pero uno tras otro, una sucesión de alcades políticos, traidores con cero cariño por la ciudad, fueron destruyendo el mejor punto de encuentro que tenía Arica. El colmo fue cuando Urrutia, el político más inútil del que tengamos recuerdo, dejó que los caminos se destrozaran hasta que la Isla se cerró. El alcalde actual ha sido igual de rufian, porque jamás se ha preocupado de ese tesoro de Arica y el acceso a la Isla sigue bloqueado desde hace años.

Recuerdo en especial un día de verano, a fines de los años ochenta cuando venía caminando de vuelta de la Playa El Laucho, que todavía tenía el excelente equipamiento de la Junta de Adelanto, antes que se desatara el negociado de las "remodelaciones" periódicas. Me quedé maravillado por el espectáculo, eran fácil veinte mil o más personas que volvían de la playa hacia sus casas. La vida de playa era un rito que practicábamos todos los ariqueños, año tras año, y las personas se colocaban exactamente en el mismo lugar todos los días durante todo el verano. Si uno quería encontra a un ariqueño en verano no costaba nada, sabíamos sin duda el lugar donde se encontraba.

Ls señoras ya viejitas teían su lugar donde pasaban la tarde jugando a las cartas, hbían personajes característicos como el Loco Fuentes, el cangrejo, Benavides, Melús, y para que hablar de las mejores minas de Arica. Las playas eran verdaderas comunidades donde todos íbamos y todos nos conocíamos o almenos nos ubicábamos. ¿Por qué murió todo eso? Culpa de

Las remodelaciones
Obviamente que son los mismos añs que llevan hablando de un "proyecto de remodelación para poner en valor la ex Isla del alacrán" un horrible mamarracho con explanadas de cemento, copias de bajo presupuesto de la peor arquitectura española del PSOE. Las remodelaciones han sido el otro gran asesino de nuestra identiad. Playas, plazas y calles estandarizadas, horribles y hechas con materiales de la peor calidad, que además nunca recibn mantención.

El hierro sin protección se empieza a oxidar en menos de seis meses con neustro clima salino, entonces vivimos en la ciudad del óxido y las ruinas moderna, que ni siquiera tienen el atractivo de las antiguas estructuras oxidadas, porque normalmente fueron inauguradas hace apenas un par de años. Todos los lugares públicos de Arica son un monumento al feismo, la Catedral de San Marcas después de cada remodelación queda peor y el edifico de la ex Aduana (irónicamente llamado Casa de la Cultura) lleva años cerrado "en remodelación".

Las malditas remodelaciones toman meses y a veces años, tres cuartas partes de ellas son innecesarias, se hacen para que algún funcionario público reciba una coima, el otro cuarto se hace porque la remodelación anterior de lo mismo se hizo con materiales y mano de obra de tan baja calidad que en un par de años están en ruinas. Lo más criminal ha sido destrozar infraestructura de buena calidad construída por la Junta de Adelanto para reemplazarla por malas copias del peor gusto ideadas por arquitectos menos que mediocres.

Pensar que Arica tuvo el mejor desarrollo urbanistico de Chile en los años sesenta y mucho equipamiento urbano de esos años es motivo de tesis doctorales en facultades de arquitectura en el extranjero. Me gustaría estudiar arquitectura solo para hacer una tesis que muestre como han destruído la identidad y el estilo de nuestra ciudad.

Ah diablos, este es un tema que realmente me enfurece, no hay un solo lugar público donde uno puede ir a tomarse una cerveza y conversar con los amigos, estamos condenados a meternos en los boliches siuticos, caros, feos, que han florecido como callapas desde que murió la Island.

Como dije, es un tema que me descompone,  a mi a lo menos estos miserables me arruinaron la vida y los fines de semana, que se pudran, malditos, reciban la poderosa maldición de mis ancestros gitanos, que les peguen el SIDA, la gonorrea, la sífilis y que se les caigan todos y cada uno de sus mugrosos dientes. Que así sea.