Dentro de los problemas que configuran esta bomba de relojería de la que he estado hablando, hay uno que todavía no es bien apreciado por la gente, pero debe ser el más peligroso de todos: el costo económico y social de las reformas que se han venido implementando desde 1990 hasta hoy.
Las reformas de los militares
El Gobierno Militar fue revolucionario en cuanto a las reformas económicas que implementó desde sus primeros días: reforma al aparato del estado, la liberación de los precios, la eliminación de los aranceles diferenciados, la privatización de casi todo el aparato productivo que estaba en manos del estado, la baja y simplificación de los impuestos, pueden haber más pero creo que esas fueron las más importantes de la primera ola.
Luego vino la segunda oleada con las reformas institucionales, en su mayoría diseñadas e implementadas por José Piñera: reforma al Código Minero y al Código de Aguas, al Código del Trabajo y las joya de la corona: el sistema de AFP. La gente de izquierda podrá hacer críticas filosóficas, pero los números no mienten, hoy somos el país más rico de la Región gracias al efecto acumulado de esas reformas, que en 40 años no han sido tocadas en lo fundamental, ni siquiera por Bachelet. La relación causa-efecto es clara como el vodka.
Las reformas de los políticos
Al volver los políticos al poder pensaron que serían capaces de hacer lo mismo y que nos transformaríamos en un país del primer mundo en pocos años, gracias a "las necesarias correcciones al modelo" que pensaban implementar. Y así fue como hicieron su propio programa de reformas, partiendo por la más importante para ellos: la Reforma Procesal Penal que les permitiría controlar al Poder Judicial. Así fue como dos operadores políticos y un juez, armaron el actual esperpento, para que se hagan una idea de sus costos solo diré que la cantidad de jueces se aumentó en un 954% (leyó bien, novecientos cincuenta y cuatro por ciento)
La Reforma tenía como objetivos declarados ser más rápida, eficiente, transparente, imparcial, accesible y con respeto a los derechos fundamentales de las personas, respecto del sistema que reemplazó. Hoy, con más de 10 años de régimen podemos ver que ha resultado discrecional, escandalosamente parcial, ha corrompido y politizado el actuar de jueces, fiscales y defensores, vulnera todos los días los derechos de las víctimas sin posibilidad de reclamo y su costo nadie lo sabe a ciencia cierta, debe ser unas diez veces el costo del sistema antiguo si tomamos en cuenta la infraestructura y su operación.
Lo peor es que introdujo la incertidumbre judicial a un grado que nunca conocimos en Chile, las decisiones y sanciones dependen mucho más de las simpatías, antipatías, afinidades o animadversión política, etc. de jueces y fiscales que en el sistema antiguo, donde, pese a sus "defectos" no existía la omnipotencia ni la discrecionalidad con que hoy se manejan los aparatos represivos del estado. Ese fue el primer gran fracaso, diseñado e implementado principalmente por la Democracia Cristiana.
Otra gran reforma fracasada fue el Transantiago, un caso que hoy se estudia en las facultades de políticas públicas como ejemplo de fracaso y pésimo diseño. La reforma al transporte urbano de Santiago comenzó con una operación política, para poner el tema en la agenda, una fuerte campaña de asesinato de imagen al sistema vigente (las micros amarillas) y finalmente una reforma tan repleta de errores que llenarían un libro: sistema de transporte rápido por calles que obligan al transporte lento, sistema de consesiones fundamentalmente mal diseñado, buses que rinden alrededor de 1 Km/l cuyo costo de operación es más del doble de los antiguos, en fin, sería interminable detallar la cantidad de estupideces que se cometieron. Las pérdidas diarias del sistema son multimillonarias, pagadas por nuestros impuestos, como de costumbre.
Con la llegada de Bachelet, los equipos fueron todavía más ineptos y más audaces. Trataron de eliminar la educación particular subvencionada, que es el pilar la la calidad de la educación primaria y secundaria en Chile, arruinaron los "colegios emblemáticos", ex de excelencia, para los pobres más brillantes, instalaron un esperpento de Reforma Tributaria, que ha tenido que ser enmendada inumerables veces y sigue recaudando menos que antes, comprometieron recursos fiscales para una gratuidad universitaria, proyecto absurdo y regresivo, una pésima Reforma Laboral, que produjo desinversión inmediata. En fin. todo ha fracasado, desde 1990 hasta hoy una seguidilla de costosos fracasos que significan una hemorragia constante de recursos, que debemos financiar ahora con nuestros impuestos o en el fututro con deuda pública.
Lo importante es que estos fracasos no han sido de la Concertación, ni de la Nueva Mayoría, sino de todos los partidos políticos. Cada una de estas estúpidas y carísimas reformas han tenido los votos de RN y de la UDI, la Fundación Paz Ciudadana, nacida de la derecha a raíz del secuestro del hijo de Edwards, fue la que hizo la mayor parte del esfuerzo en poner la Reforma Procesal Penal en la agenda pública y hasta el día de hoy la sigue defendiendo.
Cada uno de estos fracasos ha contado con el voto de la derecha política, de la misma manera que en 1971 el Congreso Pleno, con unanimidad de los votos de iquierda y derecha aprobó la ley más deshonesta y que resultó ruinosa para nuestra economía: la nacionalización de la gran minería del cobre, que después hubo que pagar varias veces el monto de lo que Allende y su asesor Eduardo Novoa Monreal, un ladrón de cuello y corbata, intentaron robarse.
Esto es una parte importante del problema, la gente ignorante le echa la culpa a "la izquierda" y los más tontos creen que todo es culpa de "la Bachelet", pero la verdad es que esta cadena de fracasos ha sido culpa de todo el sistema político. La razón es bien simple: los políticos son estúpidos, la única clase de inteligencia que tienen es la que usan para mantenerse en el poder y llenarse de privilegios, y esto ocurre desde la UDI hasta el Frente Amplio.
Por eso cualquier clase de reforma que intenten será un fracaso, no tienen la capacidad técnica ni intelectual y siempre, cada reforma que intenten tendrá un único objetivo oculto: ganar mezquinas cuotas de poder personales y para su sector. Por eso todas las reformas que intentan han fracasado y fracasarán.
Y por eso también Sebanstían Piñera no tiene la más mínima posibilidad de enmendar y eliminar estas reformas fallidas, porque él mismo es parte de este sistema político y su único objetivo importante es mantenerse en el poder y sacar privilegios para él y su sector. Es como pensar que un gato podría cuidar un balde lleno de pescados, ingenuo por decir lo menos.
Por eso la única esperanza de desarmar esta bomba que viene haciendo tic-tac desde hace tiempo es que venga alguien desde afuera del sistema. Lo otro es esperar que estalle y se vaya el diablo la democracia. Como yo veo que va el mundo y el país, en el segundo caso lo más probable sería que venga una dictadura de derecha. Tal vez no sea tan mala idea.
NULLA DIES SINE LINEA. Filosofía barata, historias, historietas, moralejas, chamullos, relatos absurdos, la vida de un vago, cosas de Arica, literatura, música, pornografía, política, física, cocina regional, minas, copete y cosas por el estilo. The awesome, absurd and often bored adventures of our Man of Mystery in Arica, from the trenches, in the Northern Front. Sacar a mil, sacar a mil. Streams of brilliance often spring from boredom. "Be yourself, but bigger"
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Muy buen comentario
ResponderBorrarAdhiero completamente a tu vaticinio Tomás. Buen día.
ResponderBorrarKaisers konservaiver, Viele Danke! (es de las pocas cosas que recuerdo del alemán, ah también ausgezeichnet, fernsehenaparat, shuss, klinke y otras pocas), en fin ¡Gracias!
ResponderBorrarRolando ¡Chas gracias!
Y como se te olvido prosit... mucho copete parece
BorrarCon todos estos antecedentes, solo nos queda recibir "el Efecto Trump / Bolsonaro", de la mano de God Emperor Kast y el parlamento que elijamos para él. pero para que ello ocurra, hay que aumentar y sobrepotenciar el proceso de desasnar al votante promedio.
ResponderBorrarEn eso estamos José, es una de las salidas posibles
ResponderBorrarDas en el clavo. Habría querido escribirlo yo. Y
ResponderBorrarAmen.
ResponderBorrarNo repetire mi mantra...
Si es verdad que comentó The Real Hermogenes Pérez de Arce, me siento abrumado
ResponderBorrar¡No soy digno!
¡No soy digno!
En cualquier caso mi máximo respeto por el gran abogado, profesor, columnista y luchador infatigable de la Buena Causa. Lo admiro muchísimo.
Sacando conclusiones sobre la clase política, me pregunto si en algún momento estos junto a sus sus compadres gerentes de de empresa podrán llegar a ser automatizables dado el poco aporte y mucha molestia que generan
ResponderBorrarNi la política ni la dirección de negocios son automatizables porque ambas tienen por objeto tomar decisiones exitosas en entornos inciertosm cin informaciin incompleta. Claro que tienen componentes que son racionales y otros rutinarios que son automatizables, pero esos son los menos relevantes. Ni siquiera esos (la parte técnica) funcionan bien cuando los que están a cargo son mediocres
ResponderBorrarWilson, Dios, Patria y Familia es la gran reserva institucional que nos queda
ResponderBorrarPiñera el año pasado llamó una comisión para modernizar el Estado, donde estaba Evelyn Matthei y no sé quien más. Me reí.
ResponderBorrarY el gobierno de Bachelet, los señores de Enade o Icare, que preside una ex ministra de Bachelet de su primer gobierno, Vivian Blandot junto con otros empresarios y jesuitas también llamaron para modernizar el Estado.
Sin embargo, ninguno habla de achicar el Estado.
Los políticos han arruinado el sistema.
Así es Javier, son todos los actuales políticos profesionales de derecha a izquierda quienes han hecho el daño, no es cosa de un sector, es transversal.
ResponderBorrarEstemos atentos a lo que ocurre en Brasil con Bolsonaro, hoy en pos de revertir y reemplazar las reformas y deformas que impusieron el PT y el Foro de Sao Paulo. La base de los cambios en sentido correcto esta en un parlamento que se alinee con el presidente, y en Brasil se estan alineando a pesar de que Bolsonaro baso su candidatura en un partido politico insignificante. Sin duda, el conseguir esto es un logro que muestra la habilidad de Bolsonaro, y la persistencia de las ideas que se implantaron en Chile con el gobierno militar.
ResponderBorrarSi Alejandro, yo creo que más que una habilidad extraordinaria (Bolsonaro tiene muchos años de vida política, también Kast) son las circunstancias de los tiempos que se alinean con estas ideas, creo que basta con ser claro, transparente, buen polemista y de una línea y la tendencia natural los favorece por eso.
ResponderBorrarUn comentario acerca de Bolsonaro y es que, a pesar de de (efectivamente) su partido político es pequeño...ha conseguido armar un grupo aliado compuesto de lo que llaman allí la bancada ruralista (representantes del agronegocio en Brasil) y de la bancada evangélica (es decir, los diputados evangélicos) que, en teoría, le van a permitir gobernar con cierta comodidad. Lo que quiero ver es hasta qué punto Paulo Guedes (que es la auténtica cabeza pensante de este gobierno) se va a poder imponer al ala nacionalista del gobierno brasileño y llevar a cabo el programa radical de reformas. Sinceramente no lo creo posible, las resistencias que debe haber son tremendas.
ResponderBorrarAdelino, yo creo que el gobierno de Boldonaro será del tio caudillista de derecha, no estará basado en partidos ni tendencias sino en la imposición de la voluntad del presidente, como han sido muchos gobiernos peronistas por ejemplo, pero con ideas mucho mejores.
ResponderBorrarPienso que Bolsonaro en Brasil, Trump en USA y KAst en Chile, entre otros, son producto de los tiempos, si algo tienen en común es que durante muchas décadas nadie los tomó en serio, pero ahora van en la ola de la opinión popular.
Esos problemas de las distintas "sensibilidades" en los partidos son más típicas de las coaliciones precarias con poco liderazgo, en los caudillismos -que creo es lo que estamos viendo ahora- esas cosas no corren, tampoco los "acuerdos", simplemente las políticas se imponen.
Es interesante como se está dando la pelea por el financiamiento del muro fronterizo de Trump, que tiene al gobierno cerrado, es un problema muy difícil de resolver pero Trump no parece muy abierto a ceder. En todo caso el estilo caudillista no da lugar a muchas disensiones, lo que no siempre es malo. En Chile fue así con los militares y el resultado fue bastante bueno.
La verdad es que no sé hasta qué punto un presidente brasileño puede gobernar por decreto, sin usar métodos que impliquen la suspensión de los controles parlamentarios y otros contrapesos.
ResponderBorrarPor lo que he leído, ha presentado una reforma de pensiones en la linea del modelo de capitalización chileno, y ha empezado a despedir elementos del PT que estaban incrustados en la administración del Estado. Pero sí está claro que su gobierno tiene dos almas, una liberal (representada por Guedes) y otra más proteccionista (representada por los militares que están dentro del gobierno)
Por eso Tomás, cobran plena vigencia las palabras de mi Gral.Pinochet de que A los Srs POLITICOS NO HAY QUE CREERLES NADA. Saludos afectuosos
ResponderBorrarAsó es, ni lo que rezan
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