Un entremés: para qué nos sirve Maquiavelo

El propósito de mi serie "Problemas del Gobieno de Sebastían Piñera", es estrictamente maquiavelico, lo mismo que otras de mis series como La República Socialista de Chile, Chile y Bolivia, Historia Económica de la Unión Soviética y otras por el estilo, me explico.

Maquiavelo, a diferencia de los iluminados franceses del Siglo 18, pensaba que el hombre no es perfectible, proponía que la naturaleza humana sigue siendo la misma a lo largo de la historia y los hombres suelen reaccionar de igual manera ante iguales circunstancias. En ese sentido se pueden comprender y hasta anticipar los ciclos de la historia que ya conocemos.

"El Príncipe" es un libro bellisimo, escrito como un manual de instrucciones o consejos. Con redacción clara y entretenida va ilustrando sus consejos de buen gobierno, citando ejemplos del pasado. Por ejemplo en ese famoso capítulo donde dice que -cuando se debe elegir- más vale ser temido que amado, muestra como ejemplo a Anibal, con fama de cruel pero con él al mando jamás hubo disputas dentro de su diverso ejército, porque le temían. En cambio menciona a Escipion, comandante de "excesiva clemencia" y "blando carácter" cuyas tropas se rebelaron en España lo que le valió ser acusado de "corruptor de la milicia romana".

Así, con un par de ejemplos históricos, Maquiavelo mostraba que un solo golpe de crueldad, preciso y aplicado en el momento correcto, podría resultar mucho más clemente que la indecisión y exceso de compasión, los que a la larga podían traer mucho más sufrimiento a todos. en inglés hay un dicho popular sobre lo mismo "a stich in time saves nive" (un pinchazo a tiempo ahorra otros nueve). Es sentido común, que a veces se equivoca pero no en estas cosas.

Maquiavelo tuvo -y tiene hasta el día de hoy- grandes enemigos, por ejemplo los sacerdotes, los ideólogos y los iluminados, que piensan que, con adoctinamiento o con violencia, si se puede cambiar la naturaleza humana. Los ideólogos de izquierda como Rosseau, Marx, Hitler, Mao y los demás, todos pensaban que la humanidad "progresa" y buscaban crear un "hombre nuevo" usando la educación y el control social férreo, todas las religiones pretenden lo mismo, al igual que los enciclopedistas francees con su ridículo culto a la "racionalidad".

Sin embargo, el paso de los años -y de los siglos- le siguen dando la razón a Maquiavelo, la naturaleza humana existe y tiene regularidades desde que conocemos la historia, que jamás han podido ser cambiadas, nunca ha aparecido un "hombre nuevo" distinto al que describe Maquiavelo en El Príncipe:

"son ingratos, volubles, simuladores y disimulados, que huyen de los peligros y están ansiosos de ganancias; mientras les haces bien, como dije más arriba, te son enteramente adictos, te ofrecen su sangre, su caudal, su vidas y sus hijos, cuando la necesidad está cerca; pero cuando la necesidad desaparece, se rebelan”

En lugar de predicar como deberían ser los hombres, Maquiavelo simplemente mira la historia, obsrva regularidades y describe lo que ha observado: el hombre tienen una cierta naturaleza y su comportamiento ante ciertas circunstancias es en buena medida predecible, no es raro encontrar hombres como él describe y si es muy raro encontrar los que no actúan así. Esta convicción en que existe cierta naturaleza humana, que nunca ha cambiado ni cambiará en lo fundamental, más los muchos ejemplos históricos que afirman esta idea, son fundamentales en la utilidad y actualidad del pensamiento de Maquiavelo.

El hombre.según Maquiavelo es básicamente egoista, simulador, flojo, cobarde, desleal, etc, pero busca compañía y es un ser social por interés. Eso es solo una forma un poco cruda de decir que el hombre decide racionalmente.

La idea de la historia cíclica es otra característica del pensamiento de Maquiavelo, ante circunstancias parecidas los hombres se comportan de manera similar, y lo explica así:

“Suelen los pueblos muchas veces, por las variaciones que sufren, pasar del orden al desorden, y después del desorden al orden; porque no siendo natural en las cosas humanas detenerse en punto fijo, cuando llegan a suma perfección; y de igual suerte acontece que cuando, por los desórdenes, llegan a suma bajeza, siendo imposible que desciendan más, por necesidad mejoran. Así, pues del bien se desciende al mal y del mal se asciende al bien”

Y de eso si que la historia está repleta de ejemplos. Según Maquiavelo la esencia de la política es la toma de decisiones, decidir entre varias alternativas y la mejor decisión será la que permita obtener el resultado que esperamos. Maquiavelo no omite el papel de la suerte en las cosas, al contrario, la describe "como un río que se desborda, inundando las riberas", que nunca sabemos como y cuando actuará y es responsable al menos de la mitad de los resultados de nuestras decisiones. También dice que se pueden tomar precauciones, tal como cuando se refuerzan los causes de los ríos en épocas de calma, es una metáfora muy buena.

Aunque El Principe fue su libro más famoso, un verdadero manual de instrucciones para dictadores -creo que se lo dedicó a uno de los Borgia, que era dux de Florencia- también escribió otro libro menos conocido, el "Discorsi" (discurso), donde daba recomendaciones para un sistema como la República Romana, donde el pueblo tenía más poder que con los monarcas absolutos. El Discorsi es mucho menos conocido y no tiene la novedad, la chispa ni la sabiduría de El Príncipe.

En El Discorsi, Maquiavelo lo que busca son recetas para que una república sea estable por el mayor tiempo posible, antes de caer en la tiranía y dice algunas cosas curiosas, como que "los conflictos contribuyen a la estabilidad en una república", porque acostumbran a las personas con diferentes opiniones a ceder y vivir juntos. También habla de la cultura cívica, el valor de la innovación y otras cosas con mucho olor a lugar común. No es raro que El Príncipe siga admirado y vigente, mientras el Discorsi anda por ahí olvidado.

El Principe me impactó mucho desde la primera vez que lo leí, muy joven y es de los libros que nunca han dejado de impresionarme. Recomiendo a cualquiera que lo lea, es muy cortito y su redacción es tan clara como entretenida, desde luego en ninguna parte aparece "el fin justifica los medios" ni nada parecido a la famosa frasecita que la cultura popular le ha adjudicado, lo que dice el libro es mucho más profundo que eso.

Gracias a lo que aprendí de don Nicolo Maquiavelo yo puedo conversar con personas que tienen las ideas más disparatadas, completamente opuestas a las mías, sin enfurecerme -por el contraro- como considero toda opinión legítma, eso me permite entender sus motivaciones desapasionadamente y rebatirlas mucho más eficazmente. También me permite pensar de manera práctica, enfocándome en los resultados más que en los medios y sobre todo ha despertado mi gusto por la historia, cosa que me ha traído un montón de satisfacciones intelectuales y pesonales. Lean El Príncipe, no se van a arrepentir.