28 agosto 2019

valientes y cobardes

Valientes y cobardes
Discutiendo con un buen amigo en Twitter, me decía que el general Pinochet era un cobarde porque no había salido a pelear a la calle con las tropas el día del golpe contra Allende, o porque no había salido disparando desde el auto en el atentado de El Melocotón. Bueno, traté´de mostrarle que ese era un concepto medio infantil del "valor", un poco inspirado en historias de Holywood y cosas así.

Es obvio que Napoleón no iba en primera fila en Waterloo, Eisenhoover tampoco desembarcó en la primera oleada en las playas de Normandía, ni el general Baquedano encabezó el asalto en Campo de Alianza, etc.  En las batallas cada quien tiene su lugar y cualquiera que entiende algo del mundo militar sabe que el mando es lo que más se protege en combate, por razones que son más que obvias, las mismas que explican que la cabeza del soldado es la que se protege con un casco, mientras que los brazos y las piernas van al descubierto. Pero en fin, esto me da tema para la entrada de hoy sobre valientes y cobardes.

Una curiosa historia de ratones
Es sabido que los ratones le tienen terror a los gatos, he leído por alguna parte que se debe al olor de un químico que tiene la saliva de los gatos, basta que llevemos un gato a la casa, aunque sea flojo y totalmente incapaz de cazar un ratón como el nuestro, para que los ratones se manden a cambiar  y no vuelvan.

Pero no siempre ocurre así, existe un parásito llamado Toxoplasma gondii, que apenas infecta a un ratoncito le quita el miedo hacia los gatos, no solo eso, les provoca una atracción hacia los gatos y cuando esto se los comen el bichito queda confortablemente instalado en los intestinos del gato. Resulta que este parásito también se transmite al ser humano y es más o menos común encontrar gente infectada por él, y algunos estudios sugieren que estas personas son mucho más temerarias, arriesgadas y propensas a sufrir accidentes que las personas normales. O sea, tal vez pierden parte de la aversión al riesgo y al autocuidado que es característica de toda especie viva.

El valor físico
Que cosa más interesante, tal vez sea que las personas que nosotros consideramos muy valientes, que enfrentan los peligro sin miedo ni preocupación, tal vez tengan es condición química y el asunto no sea tan meritorio después de todo. En su libro "Muerte en la Tarde" Hemingway escribe sobre la tauromaquia y hace interesantes reflexiones sobre el valor físico y el miedo en los toreros.

No hay profesión más exigente de valor físico que la del torero y en ninguna se nota más claro cuando se acobarda, él controla cuanto peligro va a correr, se expone a heridas terribles, dolorosas, tal vez a la muerte, pero mientras más peligro corre, mejor pagado. Es una versión moderna y mucho más refinada que los antiguos gladiadores.

Hemingway distinguía entre do clases de valor: el valor estúpido del que es demasiado básico, incapaz de imaginarse lo que le puede pasar y por lo tanto no siente miedo, tal como un toro noble, sin imaginación, acomete una y otra vez al castigo, ciego de furia. El otro valor, que el admiraba, era el del torero normal, capaz de imaginarse todos los peligros y muerto de miedo, pero pensando en lo que iba a ganar y en su honor, superaba el miedo enfrentando el peligro. Esto que en los toreros es una virtud, en los toros de lidia es un grave defecto, lo que se llama un toro manso, inteligente pero inútil para la lidia. Como la lidia es un hombre a pie contra un toro, lo que es defecto en el hombre es virtud en el toro y viceversa.

El valor moral
El  valor físico probablemente tiene una base biológica más o menos importante, desde niños podemos distinguir a algunos más arriesgados y despreocupados que otros, yo recuerdo en el Liceo Valentín Letelier cuando tocaba saltar al caballete, a algunos les encantaba y para otros (yo por ejemplo) era una tortura que nos quitaba el sueño, el instinto de supervivencia y la capacidad de imaginar nos vienen de fábrica, tal vez en los genes y es poco lo que podemos hacer sobre eso.

Pero también existe el valor moral, que es el valor de los miedosos, que por alguna razón se sobreponen al miedo. EL valor moral está asociado al carácter, al "ethos" de las personas y consiste básicamente en tomar decisiones y después afrontar sus consecuencia. Es algo que parece muy sencillo pero muy poca gente muestra esta clase de valor.

Mucho más natural es que evitemos tomar decisiones y dejemos que otros las tomen por nosotros, así si las cosas salen mal tendremos a quien echar la culpa. Otro aspecto de la cobardía moral es cuando la gente sigue siempre la opinión mayoritaria, predominante o sea sigue la moral imperante aunque sean barbaridades, para no hacerse problemas.

El valor moral se puede ver en el caso del juicio del conde Von Witzliebe, cuando lo juzgan por el intento de asesinato de Hitler, el cargo era traición a la patria, en momentos en que se encontraba en peligro y mientras el juez le gritaba enrostrando su traición Witzlieben contestó muy tranquilo que él había aprendido la moral en las tradiciones de su patria, pero había algo por encima de eso que era su ética personal, que lo llevó a involucrarse en el complot.

Otro ejemplo sale en la novela "impaciencia de Amar" de Stefan Zweig, donde el protagonista es un héroe de guerra famoso por su valentía, muy condecorado. Pero resulta que este señor había tenido una decepción amorosa y quería morir, pero no se atrevía a suicidarse así es que era muy temeraio en la guerra con la esperanza que lo mataran. Las faltas a la moral producen verguenza, mientras que las faltas a la ética producen culpa. En fin, estos dos ejemplos los saqué de una buena charla de Armando de la Torre, lo menciono para que no me digan plagiario.

Como lo veo yo
Yo creo que el valor físico es admirable, pero solo para verlo en los demás, por eso me apasiona vr una corrida de toros por ejemplo, en una buena faena debe ser la única oportunidad que tenemos de ver  un tipo enfrentándose a la muerte de manera voluntaria, bueno, por plata y fama, pero ceo que es algo muy admirable y si lo hace bien es un arte mayor. Yo soy físicamente bien cobarde aunque las veces que he estado en peligro, en el momento me he quedado helado, el miedo viene antes y después, pero en el momento mismo desaparece, al menos así me ha pasado a mi. Igual evito los riesgos físicos como al diablo, lo que prueba que nunca me ha infectado el Toxoplasma gondii.

En cosas que no implican peligro físico en cambio, yo soy muy arriesgado, no le tengo miedo al futuro, ni a la pobreza, ni a las enfermedades, en general son muy pocas las cosas que me preocupan y me da risa ver a la gente desesperada porque los echaron del trabajo y se les está terminando la plata, he pasado tantas veces por eso que no me da ni pizca de miedo.

9 comentarios:

  1. El mismo JMS...27 agosto, 2019 21:33

    En defensa del twitero (que no se si aparece por acá), su reclamo no era si Pinochet había sido valiente o cobarde por estar en la posición que había asumido, lo que encuentra una burla, es que -en particular después del atentado- mandara a otros a ponerle al propio Pinochet una "medalla al valor"...

    eso...

    ResponderBorrar
  2. Hey, con nuestro común amigo tuvimo esa discusión hace tiempo y se enfrascó en largas letanías que "estaba escondido como rata", "con el helicóptero listo para arrancar" y etc. Yo creo que no tenía argumento y no le discutí mucho, porque es obvio que la enorme mayoría de los generales mueren en la cama y so no tiene nada que ver con valentía o cobardía, simplemente su trabajo exige mantenerse seguros y a salvo, especialmente en combate. A propósito, eso lo aprendí cuando pituteaba en el "Dolores" y una vez pregunté por qué el Cuartel General en caso de guerra estaba tan escondido y protegido en el desierto "el mando es lo que más se protege" me explicaron, yo no lo veía muy claro antes, pero lo entendí a la primera

    ResponderBorrar
  3. Hay excepciones de magníficos generales que empezaron y mantuvieron la costumbre de estar al frente en el campo de batalla como Alejandro Magno, Napoleón en su ascenso a general y en sus primeras batallas como general en los Alpes italianos, el almirante coreano Yin Sun Shin (sus batallas navales contra Japón son una delicia), las primeras conquistas de Gengis Kan,etc. Estos generales que son los excepción y no la regla, después desde su apogeo hasta su muerte o decadencia estos mismos generales comandaban las batallas ya no en el frente de batalla (se convirtieron en el mando =cabeza deben ser protegidos de toda amenaza). Parece que el valor es una combinación del azar, las circunstancias con la voluntad de la persona (el valor de un borracho vs el valor de un torero).ahora algo curioso es que las personas aprecian más el resultado de un acto de valor ejm. Al final de una guerra los soldados vencedores son condecorados con honor y alabanzas, pero en el lado perdedor los soldados que perdieron no gozan de igual manera que los vencedores y hasta sienten vergüenza de haber perdido aunque hicieron actos valerosos.
    Atte Pedro

    ResponderBorrar
  4. El comando naval por lo menos hasta el siglo 19 y en parte el 20 era el de más alto riesgo porque la "nave capitana" era una más de la escuadra y no podía abstenerse de participar en la batalla porque llevara al almirante. Normalmente era una nave con su propio capitán y el almirante podía, en el peor de los casos, ser evacuado a otra si ésta iba a hacer una acción especialmente arriesgada o estaba ya en apuros.
    Brown, un antiguo corsario irlandés fundador de la Armada argentina vio irse su barco a pique durante un combate con los brasileros y tuvo que mudar su pabellón a otro y seguir peleando. Durante la desastrosa batalla de Monte Santiago su yerno, Drummond, cayó mal herido y murió en los brazos del propio Brown.
    Años luego, durante la Guerra Grande, el almirante de la flota uruguaya era Garibaldi, el italiano que iba a terminar unificando Italia pero que en su juventud actuó mucho en Sudamérica. Brown lo acorraló en el Paraná con la superior flota de Buenos Aires. Garibaldi, aguas arriba en el río, le enviaba balsas de ramas encendidas pero no tuvo suerte, al fin debió encallar sus lanchones y desembarcar. El jefe de la flota uruguaya tuvo que caminar cientos de kilómetros con su gente para llegar de vuelta a Montevideo sin ser capturado.
    Después de la guerra Brown que viajaba a Europa desembarcó en ese puerto y fue a visitarlo, tomaron té y conversaron como caballeros. Se alegraron mucho de no tener que asesinarse mutuamente y se declararon mutua admiración. Creo que esos tipos vivían en un limbo romántico ejecutando el papel de guerreros y caballeros, un molde que venía desde la Edad Media por lo menos, y por eso se arriesgaban tanto sin pensar. El rol se los imponía.

    ResponderBorrar
  5. Pedro, claro que habría que ver cuanto hay de cierto en ese cuadro de Napoleon cruzando los Alpes de David, en un imponente caballo blanco, era pura leyenda, que más tarde le hicieron el retrato más fideligno, muerto de frío pasando montado sobre una mula, muha historia militar tiene cosas de esa clase https://www.harteconhache.com/2012/11/nos-quieren-dar-gato-por-liebre-o-mula.html

    Ulschmidt, claro, a veces, en el mar pasaba que la capitana se acercaba mucho a los cañones y el almirante se iba para el otro lado, cosa que ocurrió con el bravo Nelson en Trafalgar, pero mucho más usual es que lo transfirieran a otro barco que se pusiera lejos del peligro.

    Eso de los comandantes que son antiguos amigos y deben combatir se dió en la Guerra del Pacífico, donde Prat y Grau eran buenos amigos y habían sido camaradas de armas en la guerra contra España, Grau era amigo de muhos marinos chilenos y cuando apresaron al escuadron Yungay completo, se preocupó personalmente de aliviarles las penas de la prisión, hay una carta increíble de Grau al comandante del Yungay (hio de Bulnes. creo) donde muetra el gran aprecio que se tenían incluso entre uss familias.

    Los combates caballerescos donde el comandante va a la cabeza de las tropas son probablement cuentos embellecidos por la historia, el arte de la guerra es muy antiguo y estaba profesionalizado incluso desde los años de Esparta, el oando no podía estar en medio de la batalla, eso era desastre seguro, sino en un cerro desde donde se podía dominar todo el panorama. De coronel para abajo eran los que realmente peleaban pero, tal como comentas, en la marina los almirantes a veces corrían verdadero peligro.

    Hay una leyenda en mi familia, la he escuchado desde chico en ramas que ni se conocen así es que debe ser muy antigua, que dice que mi bisabuelo peleó en la famosa batalla naval de Vis (Lissa) por el lado de los austriacos, que derrotaron a los italianos. Según esa historia (dudo que sea cierta) al bisabuelo le regalaron una isla que después mi abuelo la devolvió.

    Bueno, el caso es que en esa batalla los italianos muy superiores en fuerza se portaron de manera desastrosa, disparaban cañones antes de ponerle balas y cosas así yrecibieron una paliza en toda la línea. El almirante italiano volvió en la noche a su país anunciando que había ganado la batalla, pero cuando se supo la verdad lo destituyeron y encarcelaron por mentiroso, es una buena historia y lo más importante que pasó en la isla donde nació mi abuelo (Vis) https://es.wikipedia.org/wiki/Batalla_de_Lissa_(1866)

    ResponderBorrar
  6. valentia, cobardia...

    Primero que todo, la estrategia de no exponer al alto mando no es un acto de cobardía, sino que precisamente de no exponer un HVT (High Value Target) que podría causar una mella enorme en las filas o causar un descalabro en la linea de mando y con ello, la derrota.

    Eso de los generales avanzando liderando las tropas, es muy de hollywood (el último fue Leonidas en la pelicula 300) pero otras los han mostrado en una oficina controlando todo.

    Hablando de toreros, me acordé del chiste de las criadillas.

    ResponderBorrar
  7. No hay que devolver las islas así nomás ! Ah, si no se hubiera apurado... estaríamos regenteando una playa nudista en el Adriático ! Uls

    ResponderBorrar
  8. Yo soy de los que les cuesta relacionarse con la gente y que muchas veces no saben qué decir, pero últimamente he estado soltando un poco más la lengua, cosa que de verdad me sorprende.

    ResponderBorrar
  9. Vean la película rusa 'La leyenda de los Guerreros' como la titularon en español. Muy buena, si trata de valor. Esta en Youtube.

    ResponderBorrar

"Send me a postcard, drop me a line
Stating point of view
Indicate precisely what you mean to say
Yours sincerely, wasting away
Give me your answer, fill in a form
Mine for evermore
Will you still need me, will you still feed me
When I'm sixty-four"