01 noviembre 2019

Ulschmidt: Ciudad de los Cornudos

Anoche hicimos un asado en mi casa con los compañeros de la Universidad, debo haber tomado unos 4 litros de cerveza, si no más. Se me había olvidado cuan horrible es la resaca, ahora si que no tomo más. Ni menos tampoco.

Pero vamos a lo nuestro, el gran Ulschmidt es columnista invitado esta vez, para que lo disfruten, como siempre el texto está buenísimo. Aquí va

Celia del lado de la ventana, el cabello oscuro y húmedo  cayendo bien peinado sobre su espalda y el rostro entornado hacia  afuera mirando la ciudad pasar en la vereda, Federico siente que debe quebrar el silencio y evitar que toda la normalidad vuelva a instalarse entre ellos.

- Estuve leyendo un libro - dijo. Y Celia tardó unos segundos en corresponder con la obvia pregunta.
Los viajes de Marco Polo eran. Aburrido, pero lo había encontrado en el canje de libros y revistas que frecuentaba. Y supuso que era un clásico digno de ser leído.

Cada tanto adquiría un clásico con la esperanza de cultivarse y terminaba abandonándolo en las primeras páginas.

Pero a éste lo soportó más. Al principio, como para rescatar la inversión. Después, porque cada tanto aparece algo curioso.

Entra Marco Polo a cada ciudad, cuenta Federico, y te dice cómo es la gente, qué hacen,. qué tienen, qué producen. Un inventario. Pero de tanto en tanto tiene una anécdota curiosa. Pasa por un lugar donde la gente quema un aceite que sale de la tierra y te das cuenta que es lo que después se llamará petróleo.

En otra parte hay un Viejo de la Montaña que droga muchachos y los convierte en asesinos.

En otra parte encuentra una ciudad de cornudos.

Si, una ciudad de cornudos. Está en medio de un desierto, en la Ruta de la Seda. Llegan las caravanas, los comerciantes, los extranjeros, y la tradición indica que se alojan con las mujeres de la ciudad.

- ¿ se alojan así nada más ? - inquiere Celia.

Si. Bueno, no detalla cual es el sistema. Si es que eligen los extranjeros a las mujeres o  se reparten las mujeres a los extranjeros. El caso es que los esposos se van de la casa, muy tranquilos, a otra parte.

No sabe Federico a qué otra parte. Afuera. A pescar. A reunirse con sus amigos. A jugar al fútbol o algo similar. Y mientras tanto la mujer agasaja al extranjero, lo atiende. Le hace de comer, Y se acuesta con él, por supuesto.

No sabe Federico qué pasa, por caso, con los chicos. Los chicos, capaz, se van con el padre. O se quedan en su habitación. Quién sabe. De todos modos son los chicos probables hijos de otros viajeros que han pasado antes por ahí, quizás el sistema les parezca de lo más normal.

A Celia no le parece. Al Gran Khan tampoco le pareció, aclara Federico, porque cuando se enteró que entre sus posesiones y conquistas estaba la ciudad de los cornudos les mandó orden que cesaran en sus humillantes costumbres.

Y los cornudos se amargaron muchísimo. Hicieron una colecta, Juntaron fondos y compraron un gran regalo para el Gran Khan y lo enviaron con emisarios que se inclinaron ante él y relataron que aquella costumbre era muy antigua y ancestral y que sería muy malo para ellos apartarse de la tradición. Tanto le lloraron y además la ofrenda no era pequeña, de seguro, que el Gran Khan les mandó decir que si querían la vergüenza que la tuvieran. Y todo siguió igual.

 Marco Polo señala, eso sí, que a las mujeres aquellas se las veía muy alegres.

- Quizás - aventura Federico - es porque estaban en el desierto. Aislados. Y necesitan de sangre nueva para no sufrir enfermedades degenerativas. Un poco como los esquimales que también le prestan la mujer al viajero.

Para nada, piensa María Celia. Esas mujeres serían simples prostitutas, hijas y nietas y bisnietas de prostitutas, y sus maridos eran cafishios y vividores por generaciones. Todo un pueblo acostumbrado a vivir del alojamiento y la venta de sexo a los comerciantes de la Ruta. Hasta que un día consagraron  la norma y lo volvieron cosa decente. Lo aggiornaron. Dejo de ser un pecado y una ignominia y pasó a ser la tradición. Los mercaderes, de seguro, al retirarse pagaban a la mujer por sus atenciones y eso  mantenía a toda la ciudad con la panza llena.
.
- Bueno, puede ser - concede Federico - . Cualquier cosa que viene de hace mucho tiempo puede ser honorable legado de los ancestros Además los ancestros están muertos y opinan lo que nosotros queremos.

María Celia también estuvo leyendo. Siempre leía algo. Mas que nada novelas pero esta vez en la biblioteca popular de su barrio, de la  que es socia desde que tenga memoria, se encontró a su vieja profesora de literatura del secundario que la recordaba muy bien, por supuesto, porque María Celia fue de sus mejores alumnas.  Una entusiasta de la literatura regional la profesora, de esa misma que nadie lee, y charlando estira el brazo y de un estante toma un ejemplar y se lo recomienda a Celia y Celia claro lo toma a préstamo y se lo lleva por  no desairarla.

Aburrido, entonces. Pero resulta que no porque es de una pluma graciosa. Una europea que llega a la ciudad con su esposo el primer empresario colonizador del siglo pasado. El mismo que trajo los gringos a San Carlos. Y es muy ingeniosa y llena de detalles divertidos.

Y también habla sobre las inundaciones.

Y como es de origen protestante se burla un poco de los métodos católicos contra las crecidas.
Cuando el agua sube mucho sacan una imagen religiosa de una de las iglesias de la ciudad y marchan en procesión hasta el río.

Ahí se reza, se hace misa, se ruega por la bajante y se vuelve la imagen a su iglesia.
Y pasan días y aún semanas en que se espera que el Santo o la Santa en cuestión hagan efecto, y si no ocurre, toman otra imagen de otra Iglesia - un Santo más poderoso, y repiten el proceder.
San Jerónimo es el penúltimo remedio y la propia Virgen, el último.  Pero en general el método da resultado antes que eso.

Claro, dice Federico, más tarde o más temprano, con un panteón largo para sacar a pasear, la crecida pasa naturalmente y mientras tanto distraían a la gente. Ya sabía yo que tu opinión sería herética dice María Celia.

Con todo,  el dato es interesante. ¿ Acaso las salidas de las imágenes sagradas se anotan en un registro en cada Iglesia?. Quien sabe. Quizás. Los curas eran los únicos que anotaban cosas siglos atrás.

Entonces podrían relacionarse las salidas y procesiones, y evaluar cada emergencia de antaño por la cantidad de ceremonias y la calidad del Santo utilizado.

Podríamos crear una escala. Crecida clase uno, tipo "San Jerónimo" "Crecida tipo Virgen María".

Podríamos reconstruir la Hidrología del siglo XIX. ¿podríamos recibirnos con una tesis así?.

Caen en la cuenta de que se pasaron y corren atrás, tocan el timbre, saltan abajo y deben retroceder un par de cuadras para doblar hacia su destino.

10 comentarios:

  1. No se comenta mucho, pero eso de "prestar" las mujeres en comunidades muy pequeñas y aisladas es mas común de lo que se piensa. En Chile ocurrió desde muy antiguo en Isla de Pascua, porque los isleños necesitaban hacer mas diversa su sangre. Lo hacían con toda clase de piratas, bucaneros y marinos que llegaban allí, y después, hasta con chilenos que poblaron la isla.

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  2. BUeno, suòngo que es la famosa Ley de Hierro nomas: "De los cuernos y de la muerte no se salva NADIE"

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  3. Un punto de vista es el de prestamo de mujeres, otro es de mujeres que se embarazan de transeuntes y se lo endilgan al supuesto dueño que las mantiene... Teniendo un limitado stock de ovulos y mucho menos de embarazos posibles, las mas habiles en conseguir la mejor genetica masculina puede asumirse que se reprodujeron mas exitosamente... Siempre que atinaran al supuesto que la genetica del extranjero es mas exitosa, valiente, capaz, que el humilde encargado de mantenerla dia a dia a ella y su prole. Mmmm no muy diferente de la goupie pero no solo con musicos, sino con los demas heroes actuales, deportistas, famosos, artistas, millonarios. No, temo que ni mantener un blog ni participar de el cuenta ;-)

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  4. Es así Wilson. Yo viví siempre en pueblos pequeños y el efecto de los forasteros es devastador. El profesor de educación física, el nuevo doctor, el joven oficial de policía recién transferido! Los futbolistas de fuera contratados por el club local, todo un tópico. A la hinchada femenina podía gustarles tanto su juego que a los años aparecían chicos con la cara del jugador.
    Los curas son otro caso aparte. Con los curas nunca se sabe, como dijo Tomás una vez, a veces salen raritos pero otras veces causan estragos entre las fieles más devotas.

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  5. Cuando yo viví n el Sur, todos los años pasaba por el pueblo un buque de turismo alemán, precursor de los cruceros, se llamaba el "Barenstein". Mi mamá que era muy bromista, cada ve que veía un niñito rubio o de ojos claros me decía "¡mira, ahi va otro Brenstein!"

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  6. Ulschmidt, acá en Arica hay un ejemplo muy bueno de futbolista argentino: el chico Simaldone: "la pulga", que era simpatiquísimo, amig de todo el mundo y cuando llegó a la ciudad se dedicó a engordar, darse la buena vida y a hacer estragos con las mujeres locales, creo que no se salvó ni un sola de las que estaban "en edad de merecer". Además nuestro equipo de fútbol era tan, pero TAN malo que ni se notó la falta de forma de Simaldone: igual era estrella del equipo. Se debe haber llevado buenos recuerdos de Arica y de la Playa Brava...

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  7. Esto es más viejo que el hilo negro. Hasta de la esposa del rey Anfitrión nació el Dios Hércules. Después quien era buen anfitrión era quien atendía a sus invitados, con mujer incluida.

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  8. corresponde poner las citas. La ciudad de cornudos hace referencia a la sección II item 59 del libro de las Maravillas de Marco Polo "En donde se menciona la provincia de Camul (Khamil)"
    Lo de las inundaciones sale de "Cinco años en la Confederación Argentina" de Lina Beck-Bernard.
    A Alcmena, la mujer del rey Anfitrión, se le presentó el dios Zeus con la apariencia de su esposo - que estaba en guerra - y se acostó con él creyendo que era su marido. Como se ha dicho de ahí nació Hércules.
    La misma historia la aplican las leyendas artúricas: el rey Uther Pendragón, en guerra con el rey Galois, gracias a la magia del mago Merlín se hace pasar por éste volviendo de un combate y yace con Igrain, mujer de Galois, y juntos esa noche conciben al futuro rey Arturo. Uls

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  9. Lo que he dicho varias veces ahora lo repito ¡Borges se queda chico! Notable texto Ulschmidt, entretenido y erudito. ni me imaginaba que eso saliera realmente en las crónicas de Marco Polo. Notable, nunca dejo de aprender, ahora a buscar las crónicas, seguro que las encuentro en Intenet

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  10. ¡Y no me demoré nada en encontrarlas!
    http://www.librosmaravillosos.com/ellibrodelasmaravillas/pdf/El%20libro%20de%20las%20maravillas%20-%20Marco%20Polo.pdf
    Gracias por el dato :)

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