El ocaso delos partidos políticos: 2000 hasta hoy

La Benemérita Fundación Mi Billetera celebra con su bandera al tope el generoso aporte del amigo que yo se. quien me hace una buena observación "nos hace a los otros ociosos que leemos resúmenes. . . . . o sacabamos fotocopias en la U.  . ."¡Que gran idea! Me encanta esa idea de hacer resúmenes y tratar de simplificar lo enredado en pocas palabras. Iré a comprar una Morenita para celebrarlo.

Los link temáticos los hice con esa idea en mente, lo mismo que otras series como "Grandes Borrachos", "Qué pasaría si" y otras que todavía no las agrupo dentro de los temáticos. ¡Me acordé de los "solucionarios" que comprábamos en Tacna en hojas de mimeógrafo que apenas se leían, pero nos ayudaban a encontrar las preguntas de las pruebas de física y matemáticas. Mi recuerdo agradecido para esos héroes anónimos que solucionaban los complicadísimos problemas del Reitz-Milford, del Mir, Piskunoff y tantos otros marmotretos inútiles con que nos torturaban. Este sería entonces "El solucionario del Ocio". Saluti y mil gracias amigo, el espíritu está intacto y seguirá así mientras me quede cuerda en el trompo. Ahora a lo nuestro

Aperitivo: Chile era un país probo
Se sabe que la corrupción es endémica a la política, en ningún lugar del mundo existe la honradez que los ingenuos imaginan en sus políticos, en ninguna época, siempre hay pequeños latrocinios o negocios dudosos, es lo normal hasta los pulcros suizos tienen lo suyo. Pero hay países donde se dice que la corrupción está generalizada, donde es lo normal y eso los diferencia.

Durante nuestra historia Chile tuvo reputación de país probo, correcto a pesar de innumerables jugarretas de poca monta que hay en todos lados. "Somos un país pobre pero honrado" escribió Marco Antonio de la Parra -debe haber sido en los 60s- "podemos meter las patas, pero no las manos" dijo el Chicho Allende. Desde Portales, a los políticos es quedó la vara alta y aunque igual robaban era poquito y siempre cubriendo las apariencias. Eso cambió a partir del año 2000 como veremos enseguida.

Lagos ganó la elección por nariz
Ricardo Lagos ganó la presidencial del año 2000 con apenas 51.3% y tenía fuertes lazos con el Partido Socialista, aunque era presidente del Partido por la Democracia, ostentaba una especie de doble militancia y se le identificaba con el socialismo, el electorado desconfiaba de eso, Frei había dejado el país estancado y por esas dos cosas le costó bastante ganar -por nariz- la elección contra Lavín.

Siguen las coincidencias con España, Lagos era el socías de Felipe Gonzales, el parecido ideológico era completo, un socialista renovado que iba a trabajar con los empresarios, "los empresarios adoran a Lagos"  porque ofrecía "crecimiento con igualdad", el secreto era el mismo que hubo en el Chile antiguo, hasta Gonzales Videla más o menos: gobierno y empresarios robando juntos.

Lagos trajo las grandes empresas españolas a Chile, que habían sido privatizadas por su socias Felipe Gonzales y estaban en manos de los barones ladrones del PSOE: Santander, Telefónica, OHL fueron los buques insignia. Para esta última empresa, una de las más corruptas del mundo en grandes proyectos de obras públicas, estableció un amplio sistema de concesiones en condiciones leoninas a favor de los concesionarios: vialidad urbana, carreteras, hospitales y toda clase de billonarios contratos amarrados por muchos años, que hasta hoy seguimos pagando nosotros.

Hubo muchos escándalos de corrupción en su gobierno, pero el más gigntesco y sistémico fue el MOP-GATE, que puso a todo el gobierno y los altos funcionarios en calidad de delincuentes, recibiendo grandes sobresueldos en efectivo, dentro de un sobre, que no figuraban en ningún presupuesto y ni siquiera tributaban. En cualquier otro país esto habría terminado con el presidente y sus cercanos en la cárcel, pero estamos en Chile e inexplicablemente Pablo Longeira, liderando la oposición le ofreció la salida de hacer la vista gorda a cambio de incorporar los sobresueldos a los presupuestos y aprobar la Ley de Transparencia. Fue el primero y uno de los peores errores de la derecha oportunista, les faltaron pantalones para meterlo en la cárcel.

Las concesiones trajeron enorme inversión (que como dije hoy estamos pagando nosotros, los giles) lo que mejoró notablemente la economía. Los empresarios tradicionales chilenos vieron la vuelta a los felices tiempos en que se podía robar con el estado y se pusieron a sus pies. El discurso socialdemócrata moderado cayó bien en la gente y su gobierno terminó con una alta aprobación, pese a haber sido quien convirtió a chile en un país donde la corrupción masiva es normal y se puede practicar impunemente con tal de estar en el poder.

Pienso que Ricardo Lagos es el único presidente relevante de este período porque estableció "el fin de la transición". Para los izquierdistas eso significaba entrar finalmente al poder por la ventanilla, deformando y amañando las leyes y el sistema político y social del país.

Para eso desde 1990 hasta hoy, de manera continua fueron haciendo "reformas". Primero el sistema de justicia, luego el parlamento, las leyes electorales y muchas más con un solo objetivo: permitir que el socialismo se tome el poder sin votos, a puras cuchufletas para burlar la voluntad popular.

Pero siempre que llega el socialismo al poder se arruina el país y todo termina en un espantoso fracaso, así ha sido históricamente, ningún gobierno socialista ha terminado consolidándose con éxito porque no tienen la capacidad, las virtudes morales y sobre todo porque sus ideas son absurdas, jamás han funcionado en ninguna parte.

Después de Lagos Chile ya era un país donde la corrupción era lo normal y llegó a podrir hasta a los altos mandos de las FFAA y de OO, que históricamente habían sido nuestra reserva moral. Los cuatro gobiernos que siguieron fueron irrelevantes y dañinos en todo sentido: dos de Michelle Bachelet y dos de Sebastian Piñera. No hay nada notable que decir de esos gobiernos aparte que aceleraron y extendieron la corrupción como nunca se había visto antes en el país.

La corrupción de Bachelet, la cobardía y oportunismo de Piñera fueron la consecuencia natural de lo que dejó Ricardo Lagos, un país donde se perdieron las bases y el pegamento social que antes proporcionaba la política. Cuando el presidente es un delincuente y en lugar de irse a la cárcel no le pasa nada y todos cierran los ojos, cuando una presidenta es incapaz y corrupta hasta la médula y termina premiada con un alto cargo, o cuando otro presidente es cobarde y anda siempre tratando de sacar el provecho mezquino para si mismo, es que se llega al ocaso de los partidos políticos, que da el nombre a esta mini serie de cuatro entradas.

Cuando la gente ve que los que están más alto son ladrones, incapaces, cobardes, se produce un cambio social, es como cuando muchos empiezan a evadir el pasaje en Transantiago, el delito se normaliza y lo raro ahora es ser correcto y el que es honesto resulta ser un tonto, como en el tango Cambalache.

Sin embargo todo esto tiene su precio. Toda acción produce una reacción igual y en sentido contrario y las personas normales, que estamos fuera de las esferas del poder y la política, empezamos a apreciar lo que perdimos, cada vez más gente empieza a extrañar los años en que teníamos buena reputación, el país era tranquilo y existía confianza en las autoridades, cuando éramos un país probo.

Y por eso la política es cíclica, nada puede crecer indefinidamente, ni siquiera la corrupción. Por eso los socialistas en el poder siempre fracasan y terminan echados a patadas, ya sea el Frente Amplio en Chile, Podemos en España o sus equivalentes en todo el mundo. Así ha sido siempre y así será. Esto está empezando señores, no han visto nada todavía.