debo decir "Sucede".
Debo de hablar del suelo que oscurecen las piedras,
del río que durando se destruye:
no sé sino las cosas que los pájaros pierden,
el mar dejado atrás, o mi hermana llorando.
Por qué tantas regiones, por qué un día
se junta con un día? Por qué una negra noche
se acumula en la boca? Por qué muertos?
Si me preguntáis de dónde vengo, tengo que conversar
con cosas rotas,
con utensilios demasiado amargos,
con grandes bestias a menudo podridas
y con mi acongojado corazón.
Neruda nació al 12 de julio de 1904, en Parral, ayer se cumplieron entonces 116 años del nacimiento de este gigantesco artista del idioma español, no me imagino otro que e le acerque, per no quiero hablar de Neruda sino mejor dejarlos con un poco de lo que ha escrito, aquí una pequeña muestra de su prosa
"Hay que examinar por qué Robinson Crusoe, libro entre muchos libros, fascinó, siguió y sigue fascinando a medio mundo.
El hombre no quiere aislarse. La soledad es contra natura. El ser humano tiene curiosidad diurna y nocturna por el ser humano. Los animales apenas se miran o se advierten. Sólo los perros, los hombres y las hormigas demuestran irresistible curiosidad por su propia especie y se miran, se palpan, se huelen.
La insoportable soledad del marinero escocés, que comienza a construir un mundo solitario, sigue siendo motivo de la inteligencia y enigma que nos pertenece.
El capitán Woodes Rogers cuenta en su Diario de Viaje la liberación de Alejandro Selkirk. Es un buen periodismo, y el capitán trata el hecho como un reportaje singular. Imaginemos que sólo en el día de ayer fue descubierto y rescatado Robinson Crusoe y no de otra manera lo habríamos leído en El Mercurio o en El Siglo. Escribe el capitán Rogers:
Poco después volvió la barcaza con cantidad de langostas y un hombre vestido con pellejos de cabras que parecía más salvaje que esos animales. Era un escocés llamado Alejandro Selkirk, que había sido contramaestre a bordo del navío "Los Cinco Puertos" y que el irascible capitán Stradling había abandonado en esa isla desde hacía cuatro años y cuatro meses.
Nos dijo que él hubiera querido entregarse a los franceses si alguno de sus navíos hubiera llegado a la isla o hubiera preferido morir en ella, antes de caer en manos de los españoles, que no habrían dejado de matarlo ante el temor de que pudiera servir a los extranjeros en el descubrimiento de los mares del Sur. Abandonado en esa isla con alguna ropa, su cama, un fusil, un tarro de pólvora, balas, tabaco, un hacha, un cuchillo, una olla, una Biblia, sus instrumentos y sus libros de marina, se divirtió tratando de arreglárselas como le fuera posible. Pero, durante los primeros meses, le costó mucho vencer su melancolía y sobrepasar el horror que le causaba una soledad tan espantosa.
Después de haber desterrado su melancolía, hallaba solaz en grabar su nombre en los árboles con la fecha de su exilio. O bien cantaba con toda su voz en la soledad, o enseñaba a gatos y cabras salvajes a bailar con él. Los gatos y los ratones le hicieron al comienzo una guerra cruel: se habían multiplicado, sin duda, por medio de algunos de su especie salidos de los barcos que por agua y leña tocaron en la isla. Los ratones venían a roerle los pies y la ropa mientras dormía. Para combatirlos se le ocurrió darles a los gatos algunos buenos pedazos de carne de cabra, lo que hizo que tanto se acostumbraran a él, que venían a dormir por cientos alrededor de su cabaña, protegiéndolo de sus enemigos. Así fue que por un designio de la providencia y el vigor de su juventud, puesto que cuando lo encontramos sólo tendría treinta años de edad, se puso por encima de todas las dificultades de su triste abandono y pudo vivir a gusto en su soledad.
Cuando el abandonado creó su pequeño mundo, no se dio cuenta de que cumplía una infinita aspiración humana, la de dominar la naturaleza venciéndola por la gravitación de la inteligencia. Su lema de solitario tuvo que ser: "Por la razón y por la razón, siempre por la razón", el mismo lema que proponía Unamuno a los chilenos. El marinero que se transformó en Robinson y enseñó a bailar a los gatos y a las cabras, fue un nuevo Adán, sin Eva, pero poderoso. Su canto solitario era como el himno a la creación recién comenzada.
Extraño destino que nos asombra aún. Y cuando Selkirk retorna a su amada Escocia, contando la hazaña de taberna en taberna, comienza a sentir la nostalgia de su gran claustro de cielo y mar. El Océano Pacífico, irreal, superabundante y extenso, lo sigue llamando con los coros más insistentes. Lo sigue transformando hasta darle el toque de la suprema transfiguración.
Un escritor imponderable, Daniel Defoe, oye hablar del marino solitario, de la naturaleza lejanísima, del magnetismo de las islas chilenas.
Murió Alejandro Selkirk. Pero en un navío de papel impreso —que hasta ahora sigue navegando— regresó a Juan Fernández un nuevo marinero.
— ¿Quién eres? —le preguntaron.
—Me llamo Robinson Crusoe —respondió.
Que delicia leer a Neruda, claro que escribió tonteras, como comentó Nicanor Parra sobre el Canto General "es como la Cordillera de los Andes, con sus altos y bajos". Y a propósito del Canto General, que me dicen de Las Alturas de Macchu Picchu
DEL aire al aire, como una red vacía,
iba yo entre las calles y la atmósfera, llegando y despidiendo,
en el advenimiento del otoño la moneda extendida
de las hojas, y entre la primavera y las espigas,
lo que el más grande amor, como dentro de un guante
que cae, nos entrega como una larga luna.
(...) A través de la tierra juntad todos
los silenciosos labios derramados
y desde el fondo habladme toda esta larga noche
como si yo estuviera con vosotros anclado,
contadme todo, cadena a cadena,
eslabón a eslabón, y paso a paso,
afilad los cuchillos que guardasteis,
ponedlos en mi pecho y en mi mano,
como un río de rayos amarillos,
como un río de tigres enterrados,
y dejadme llorar, horas, días, años,
edades ciegas, siglos estelares.
Diablos, Neruda si que le sacaba chispas y encendía fuego al lenguaje, que pedazo de escritor. Claro que escribió la Oda a Stalin y todo eso, pero nadie llegó a escribir como él
Yo aquí me despido, vuelvo
a mi casa, en mis sueños,
vuelvo a la Patagonia en donde
el viento golpea los establos
y salpica hielo el Océano.
Soy nada más que un poeta: os amo a todos,
ando errante por el mundo que amo:
en mi patria encarcelan mineros
y los soldados mandan a los jueces.
Pero yo amo hasta las raíces
de mi pequeño país frío.
Si tuviera que morir mil veces
allí quiero morir:
si tuviera que nacer mil veces
allí quiero nacer,
cerca de la araucaria salvaje,
del vendaval del viento sur,
Y si alguien osa a comentar alguno de los estúpidos chismes que se han puesto de moda sobre su vida personal, les digo que (a) no me interesan ni un milígramo de hongo y (b)tendré mucho gusto en borrar el comentario, por torpe, enano, ignorante y superficial. Cuando le cambien el nombre a nuestro principal aeropuerto por "Aeropuerto Internacional Pablo Neruda" me alegraré mucho de vivir en un país más culto que honra al más grande y brillante de sus artistas.
Es raro nuestro pais, Huidobro, Mistral, Neruda, Parra, y otros menos conocidos, (suele latearme leer poesia), en cambio en prosa bastante chatos; quiza Donoso salva, o los que hicieron carrera afuera.
ResponderBorrarEn cambio nuestros vecinos che, a pesar de su fama de "verseros", son reyes de la prosa.
Rarezas de la cultura y su trasmision, uno esperaria que siendo Chile un pais isla prolifera la tradicion de los cuentos y los mitos contados al atardecer en el lugar que hoy ocupa la tele.
Justamente Chile tiene mala prosa, no tiene un Borges, Vargas Llosa, García Marquez, Cortazar, Sabato, Paz, ni tantos otros buenos novelistas latinoamericanos.
ResponderBorrarA mi me gusta Joaquín Edwards Bello (menos "El ROto" que es un bodrio) Jenaro Prieto (one hit wonder "El Socio") y Roberto Ampuero de los contemporáneos.
Isabel Allende es una categoría aparte, redacta endiabladamente bien y es la mejor escritora de best sellers que hemos tenido, pero no tiene ningún talento artístico, cero. Yo la admiro mucho como persona, más bien la adoro a la distancia desde los años setenta, si hubiese tenido talento, con esa habilidad para redactar Chile habría podido tener la GRAN novelista.
Yo creo sinceramente que la prosa no ha pegado en Chile culturalmente, debido a que nuestro escepticismo general (de los críticos o de los lectores de a pie) que puede llegar hasta el chaqueteo hace imposible que algún lector haga la suspensión del juicio necesaria para que le entregue verosimilitud necesaria a cualquier argumento no-ficción de alguna novela. Todavia no existe alguna narrativa made in chile que funcione de forma transversal, y que ayude a crear alguna tradición literaria en prosa.
ResponderBorrarSi, es bien extraño porque Chile es país de cuenteros. Tal vez es que los fabulitas está todos ocupados haciendo carrera poítica, vaya uno a saber..
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