(publicado originalmente el 19 de septimbre de 2006)
Este 18 de septiembre cumplí con dos ritos nacionales que no hacía hace años. Anoche fuimos a las ramadas con el Mouse, nos tomamos unos fatshop -como todo el mundo sabe esta es una bebida típica araucana que consumimos los buenos chilenos desde tiempos inmemoriales- con un apestoso pollo a las brasas, otra costumbre inmemorial de la época de los incas, que como ustedes saben, eran auténticos chilenos.
Las ramadas si que son tradicionales, desde la época de la colonia el bajo pueblo celebraba estas fiestas en locales improvisados donde se bailaba zamacueca, se emborrachaban y terminaban todos a trompadas y golpes. Hoy se conservan algunas cosas, pero también hay innovaciones: el público de las ramadas en Arica está compuesto en un 80% por aimaras, bolivianos o sus descendientes directos de Azapa. La música en ningún caso es cueca sino chicha peruana -vienen los mejores conjuntos sound del sur del Perú para esta fecha- en fin, si alguien quiere ver somo opera la integración en Arica se tendria que dar una vuelta por las ramadas.
Lo de los borrachos y golpes sigue igual, incluso yo estuve a punto de recibir un poco certero cornete de un borrachito que se me vino encima. Menos mal que lo alcancé a esquivar porque los puños nunca han sido mi especialidad, yo soy MUY descoordinado. En fin, una amable carabinera con su luma Hi-tech se hizo cargo del borrachin y se acabó el problema. Chas gracias Carabineros de la Nación!.
A mediodía me fuí a ver la Parada Militar local, estaba curioso porque había visto preparativos durante toda la semana pero al final fue un fiasco. Muy austera por no decir fome. Todavía está penando el estilo Cheyre parece, que horrible. Ni siquiera mostraron un par de Leopards ni los camiones lanzacohetes, nada. Incluso los viejísimos cañones autopropulsados hubieran salvado el espectáculo pero ni eso. En fin, tendrán sus malditas razones.
Amor por Chile, que cosa más difícil sin caer en la demagogia, o el patriterismo, o en la pose internacionalista. Es un lío, porque como escribió Borges:
Nadie es la patria. Ni siquiera el jinete
que, alto en el alba de una plaza desierta,
rige un corcel de bronce por el tiempo,
ni los otros que miran desde el mármol,
ni los que prodigaron su bélica ceniza
por los campos de América
o dejaron un verso o una hazaña
o la memoria de una vida cabal
en el justo ejercicio de los días.
Nadie es la patria. Ni siquiera los símbolos.
Los poetas muchas veces con intuición genial consiguen meter mucha verdad en pocas palabras. Por ejemplo Neruda en uno de sus primeros escritos:
Patria, palabra triste
como termómetro o ascensor...
El poema se llamaba "República" y debe ser muy malo porque jamás lo he encontrado completo, auque la frase se cita a cada rato. Bueno, el mismo Neruda que más tarde escribió:
Pero yo amo hasta las raíces
de mi pequeño país frío.
Si tuviera que morir mil veces
allí quiero morir:
si tuviera que nacer mil veces,
allí quiero nacer,
cerca de la araucaria salvaje
del vendaval del viento sur,
El propio Borges terminaba así su oda:
La patria, amigos, es un acto perpetuo
como el perpetuo mundo. (Si el Eterno
Espectador dejara de soñarnos
un solo instante, nos fulminaría,
blanco y brusco relámpago, Su olvido.)
Nadie es la patria, pero todos debemos
ser dignos del antiguo juramento
que prestaron aquellos caballeros
de ser lo que ignoraban, argentinos,
de ser lo que serían por el hecho
de haber jurado en esa vieja casa.
Somos el porvenir de esos varones,
la justificación de aquellos muertos;
nuestro deber es la gloriosa carga
que a nuestra sombra legan esas sombras
que debemos salvar.
Nadie es la patria, pero todos lo somos.
Arda en mi pecho y en el vuestro, incesante,
ese límpido fuego misterioso.
En fin, en este día repleto de discursos y lugares comunes es difícil decir algo cuerdo sobre el 18 de septiembre. El patriotismo no es el sarampión de las naciones, pobre y estúpida frase de Einstein, pero tampoco es el chauvinismo o la xenofobia de los ridículos nacionalistas, la patria es lo que nosotros somos con luces y sombras. La patria son los amigos, los parientes y también los vacunas. Mi pequeño pueblucho aburrido también es la patria, La Lisera y El Laucho, los chilotes son también la patria, los políticos ladrones, y alguno que otro honrado, si es que lo hay, los santiaguinos farsantes igual son la patria, todos.
Muy interesante Tomàs.
ResponderBorrarMe cuesta defender los argumentos sobre la patria con lógica. Tengo un amigo gran detractor del tema y siempre nos agarramos por estas fechas.
Pero aunque no brillo en estas discusiones, porque mi formación lógica me hace encontrar más argumentos del otro lado, hay algo que me encanta, que no puedo explicar y que me hace feliz cuando me encuentro con algunos símbolos, bandera, canciones, huasos, bailes etc.
No se que es exactamente. Probablemente todas esas cosas juntas que tu mencionas, en un amasijo que viene de lejos.
Nací y me crié entre esos valores. Estoy seguro que me “hicieron” en un rodeo. Y lo que se imprime de niño, allí se queda para siempre.
Como en la canción “es algo vivo y eterno”.
Y como admirador y estudioso de Einstein debo decir que siempre esperé que como muchas otras citas atribuidas a el, esta también fuera falsa, pero no. Se caen todos.
La Patria es la Fuerza que la defiende.
ResponderBorrarMarcelo, Einstein escribió muchísimas tonteras en su vida,aprte de genio, personalmente era bien rata, su mayor productividad científico fue mientras estaba casado con su prima -una física brillante que después botó por un modelo nuevo- escribió un librito que llega a ser infantil de tonto, llamado "por que soy socialista" o algo así, así es que en custones que no son de física no hay que hacerle mucho caso.
ResponderBorrarPara mi la patria es una extensión del concepto de los seres queridos y la Familia, la tribu, la ciudad y luego el país, tendemos a amar más a lo que nos es cercano, lo que conocemos. Por algo el lema de la Armada es tan potente "Dios, Patria y Familia" ¿qué más importante que eso? Para alguien religioso allí está todo.
Los apátridas normalmente son gente que ha tenido una mala experiencia o algún rencor, así como esos que cortan todos los lazos con su familia y amigos, es una opción válida, pero me parece muy seca, triste y aburrida. No hay razones para querer a la patria, tal como no hay para querer a los padres: los quieres o no los quieres, simple.
Wilson, una buena definición, la gente que se enfrenta a la muerte en una guerra muestra bien lo que es la patria, algo que para ellos vale la pena sacrificarse
Buena reflexión eso de la cercanía. Por esa razón el altruismo socialista es falso. Ellos aman el abstracto de la humanidad y no al pobre que tiene frente a sus narices. Incluso lo que llaman 'pobre' es un abstracto.
ResponderBorrarEn esos documentales sobre la Segunda Guerra Mundial que han dado, te muestra que a los soldados que combatieron en el Pacífico, las cosas que sucedían en Europa era de otro mundo. Lo único que conocían era las islas y el mar.
Ahora viene de vuelta el patriotismo bien entendido. En efecto, en una manifestaciones que ha habido en Berlín contra el confinamiento, muchas personas ha salido con las banderas de sus propios países. Hubo una manifestación frente al parlamento alemán. Los medios globalistas como DW lo tildaron de extrema derecha. Nada más lejos.
Sin embargo, encontré un comentario ingenioso sobre lo que decía la DW. Cuando los diversos países desfilan con sus banderas en las Olimpiadas, los medios no hablan de extrema derecha o nazis..
Claro Javier, mientras más abstracto, menos real es el sentimiento, así es como llegamos a los políticos y sus idiotas seguidores, que usan el amor abstracto a los pobres, a la naturaleza, a los animales ¡a la humanidad! para manipular a los demás. eso es pura retórica barata
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