Fruslerías

Sigo con la semana de postear cabezas de pescado, cosas intrascendentes, chamullos varios y fruslerías de toda clase. No quiero publicar nada de política, nada del miserable que nos gobierna ni su corte de perkins. Mucho menos de la mucho más miserable oposición, no vale la pena gastar mi valioso tiempo en eso, al menos por ahora.

Lo malo es que me acostumbré a escribir de política, con lo que el blog se empezó a colocar monotemático. Me daré unas vacaciones de la política por un tiempo a menos que aparezca algo interesante. Claro que ahora tendré que pensar de qué diablos escribo, al menos así mis entradas serán más cortas ahora. 

No se imaginan lo agradable que es estar a altas horas de la madrugada escribiendo puras tonteras. Mi barrio es extraordinariamente tranquilo y a partir de las 10 de la noche no se escucha volar una mosca. Con el Tomás Jr. somos buhos, pasada las 12 nos sentamos a ver dos o tres capítulos de la "Taberna de medianoche", comentamos los disparatados guiones -Tomás Jr. los encuentra muy lógicos, pero eso se debe a que su mente está deformada por años de leer manga- la verdad es que las historias no tienen pies ni cabeza, "son arquetípicas" me trata de explicar el mocoso insolente "cómo la ópera, lo que pasa es que tu no entiendes eso". ¡Ópera mis polainas!

Pero la verdad es que las historias disparatadas de los japoneses me entretienen bastante y a veces me dedico a imaginar guiones alternativos, mucho mejores que los de la serie, obviamente, es una de las varias improductivas actividades de El Hambriento "sin hallar en qué gastar el tiempo, mi única propiedad". 

Otra de las cosas en que gasto mi abundantísimo tiempo libre es reciclando notebooks, tiempo atrás compré en Aliexpress un disco SSD de 220 Gb para colocarlo al subnotebook Acer que debe tener algo así como 10 años de antiguedad, funcionó tan bien que decidí intentarlo con el Lenovo que tengo desde el 2015 y estaba botado porque se recalentaba mucho y se apagaba a cada rato, la solución fue muy simple: romperle todas las rejillas de ventilación y dejarlas libres. Ahora funciona perfectamente y -aunque n lo crean- estoy escribiendo mi entrada en esta vieja maquinita. Debe ser un record Guinness ¡un computador con más de 15 años de antiguedad y perfectamente operativo! Miren:

Lo ocupo con la pantalla grande y el teclado mecánico del Tomás Jr. Es un verdadero fósil, un dinosaurio de los notbooks y con sus 2 GB de memoria RAM me permite usar el Vivaldi con 9 pestañas abiertas al mismo tiempo, esa es la mejor manera de medir la capacidad de un equipo y para mi caso es más que suficiente. El secreto es el sistema operativo: uso Raspberry for Desktop, una versión optimizada del Linux Debian, que da la mejor combinación de potencia y bajo consumo de los recursos, el disco SSD hace el resto. Estoy muy contento con esa restauración.

Y ya que estamos en datos de buenas compras, en Alibaba también compré un convertidor DC-DC, que acepta hasta 19 volts DC de entrada y entrega hasta 18.5 volts a la salida, aquí estoy usando uno para alimentar la Raspberry:

Y acá este otro que uso como cargador súper rápido para celular, mis bancos de baterías y cualquier otra cosa que se alimente de baterías de litio. En este caso estoy reaprovechando varias cosas. Cuando un notebook "se muere" lo primero que podemos aprovechar son las baterías de litio 18650 que usan casi todos, para eso yo compré una caja que viene con circuito regulador (la caja negra en la foto siguiente) que me permitió hacer un banco con 8 baterías y también un circuito regulador que coloqué a un porta baterías que me permite tener otro mini banco de 3 o 4 baterías. O sea cuando venga el tsunami electricidad no me va a faltar, miren

En este caso estoy usando el cargador de un antiguo notebook Dell que es de poco más de 90W ¡pura potencia! Eso me permite hacer cargas rapidísimas. 

En fin, me hice el propósito de no escribir sobre nada relevante por un tiempo y las promesas se cumplen, también dije que iba a ser breve y breve seré. Hasta mañana.