21 enero 2021

Rarezas

Cuando amanece un perfecto día de verano, con el sol brillando desde muy temprano como hoy, me pongo contento y pienso que por fin llegó la mejor época del año. Pero me dura poco, porque en seguida empiezo a comparar con otros veranos pasados. Como cuando vivía en la casa rodante al lado de la playa, o cuando estaba en la universidad con mis amigos, o cuando vivía en Iquique, me creía empresario y pensaba que por fin había encontrado la manera de ganar plata sin hacer nada.

También me acuerdo cuando íbamos a la Isla con la Pilar o con amigos a tomar cervezas y conversar toda la noche, o solo a tomar mirando pasar a los demás en auto, aprovechábamos de saludar a los conocidos y hablar con ellos un rato para ponernos al día. Peor todavía, me acuerdo cuando nos íbamos con el McDonnell a tomar un té al Café del Mar, o unas cervezas en el Shop Dog, y nos pasábamos horas saludando y mirando a los que pasaban, cuando el centro de Arica era un lugar lindo y alegre, en lugar de la cloaca repleta de mendigos en que se ha convertido desde octubre del año pasado.

Para qué decir como siento el bye-bye 2020 que esta vez no hicimos con mis amigos, por primera vez en 19 años. O los asados, guatias, perniles, chanchitos corderos al palo y toda clase de exquisiteces que hasta el año pasado disfrutábamos de manera regular en la "Parcela del Pueblo" con el Viera y el resto de mis amigos de tantos años. Al menos con los que vamos quedando vivos.

¿Por qué tendremos siempre esa sensación de que todo tiempo pasado fue mejor? Es muy curioso, recordamos la niñez y la adolescencia como una época maravillosa, cuando en realidad fueron -al menos para mi- años de mucho sufrimiento e inseguridades. Pero todo lo malo se me ha borrado. Yo al menos recuerdo casi puros momentos increíbles, mientras que los episodios de ansiedad y miedo apenas los puedo recordar de manera muy borrosa.

La mente es como un departamento que vamos amoblando, con recuerdos del pasado y esperanzas en el futuro, nunca estamos en el presente porque eso es imposible, al menos para los que somos normales, siempre nos movemos entre el pasado y el futuro, tal vez por eso tenemos el mecanismo de la nostalgia que nos hace recordar más los buenos momentos que los malos.

Es muy extraño, porque cuando miramos al futuro, lo proyectamos casi siempre en base al miedo y al pesimismo, casi siempre nos ponemos en el caso que las cosas van a andar peor que antes ¿hay algo más típico que un viejo quejándose que "en mis tiempos" las cosas eran mucho mejores? Claro, si uno solo se acuerda de lo bueno no cuesta nada pensar así.

Lo raro es que sabemos que las cosas malas que nos pasan nos afectan -en el momento- mucho más que las cosas buenas, pero a la larga lo malo se nos olvida y lo bueno es lo que recordamos o sea es todo al revés en el largo plazo. Curioso ¿no?

Bueno, esta ociosa, aburrida e inútil reflexión viene de que hoy, sin motivo aparente amanecí con los monos, desanimado y pesimista por mi decadencia y porque "ya nada es como antes", pese a que el día estaba espléndido y yo debería andar feliz y optimista. Entonces, después de una pequeña introspección pensé que lo mejor sería mandar todo al diablo y tomarme un sorbito de ese remedio milagroso, capaz de curar todos los males del mundo. Salud.

16 comentarios:

  1. No hay que acordarse de nada, o hay que acordarse en companía de otros, de preferencia cerveza de por medio.

    ResponderBorrar
  2. Exactamente Ulschmidt, no hay que pensar. Pensar hace mal, excepto pensar en alcohol y minas, que es lo único que no daña el ánimo

    ResponderBorrar
  3. Tranquilo Tomás, ya se te va a pasar. Parece que para evitar una nueva sub prime, algunas empresas financieras gringas (Spider - El Mercurio 22-01) están ofreciendonos que invirtamos en propiedades en gringilandia. Y nosotros esperando que ellos inviertan en chilito

    ResponderBorrar
  4. Chas gracias, la verdad es que se me pasó al primer trago!!

    La compra de bienes raíces ha sido siempre mi inversión favorita, claro que ahorrando primero lo suficiente para poder comprar cash, nada de esas hipotecas que supuestamente "se pagan solas"!

    Comprar en Estados Unidos después de la crisis inmobiliaria fue un gran negocio y todavía es bueno, es bastante más barato comprar una propiedad en Miami o en otros lugares de Estados Unidos que en Arica o en la mayor parte de Chile, el problema es que esas son inversiones para el que tiene plata suficiente para viajar allá o que está dispuesto a cambiarse de país (a ojo del amo engorda el caballo) no sirve comprar y quedarse acá.

    Por otra parte yo feliz pagaría mucho más por comprar algo en Arica, ya tendré la plata, feliz me compraría un terrenito baldío para instalar la casa rodante y de a poco ir construyendo. Ese es mi sueño dorado de inversión, aunque cueste 3 veces más que en Estados Unidos.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Claro que es lindo Arica, recuerdo sus valles, Azapa, Yuta, o también cerquita caleta Victor, si hubiese buenos terrenos y agua de riego barata se puede hacer una agricultura sin grandes pretenciones, de olivos o maracuyá o mangos. Salute

      Borrar
  5. Probablemente el sesgo de positividad, la vida es buena blablabla, tenga un valor evolutivo, no es raro olvidar lo olvidable.
    Pero la memoria esta relacionada a la intensidad emocional, olvidamos un porrazo cero abajo persiguiendo gacelas, pero no el ataque de leones que mato a un compañero de caceria.
    En todo caso, yo recuerdo y respondo solo por las ultimas 24 horas...

    ResponderBorrar
  6. Claro, hay cosas que no se olvidan nunca, como notó Maquiavelo:

    "Un hombre olvidará primero el asesinato de sus padres antes que el despojo de sus bienes" (o algo así era...)

    ResponderBorrar
  7. No eres el unico que piensa así, Tomas.

    Nuestra vida se mueve entre el pasado y el futuro incierto. El pasado lo recordamos con nostalgia porque hemos decidido guardar los momentos buenos y los malos olvidarlos o de manera fragmentada almacenarlos. En mi caso, hay veces en que vuelven para atormentarme y recordarme que mi infancia y adolescencia fueron difíciles, pero también me recuerdan que las pasé simplemente siendo optimista y pensando que las cosas van a mejorar.

    Sobre el futuro, hubo momentos en que los veía con pesimismo o rabia, otras, con algo de optimismo. El presente es lo que tengo y lo vivo como venga.

    ResponderBorrar
  8. Luis, para mi Arica es el paraíso en la tierra, con todas sus miserias no hay otro lugar en el mundo con nuestro clima -y eso es importante- además acá están mis amigos y eso es todavía más importante. De acá me sacan con los pies para adelante, o al menos eso espero

    Jose, así es, gran parte de la vida la pasamos en el antes o en lo que vendrá

    ResponderBorrar
  9. una cosa que se me quedó en el tintero: muchas veces recordar el pasado hace bien. recordar los buenos momentos, te da una especie de energia extra, una recarga que te permite pasar los malos ratos.

    ResponderBorrar
  10. A mi lo que siempre me ha servido mucho para levantar el ánimo es acordarme de otras veces que he estado mucho más cagado que ahora, ¡eso si que me anima!

    ResponderBorrar
  11. Que curioso que hayan varias veces donde andamos exactamente iguales. Si bien ahora no ando desanimado, si ando en modo "que tiempos tan orwellianos en los que vivimos ¿Por qué no puedo volver al 2006 donde lo único importante era jugar con los Transformers de entonces y escuchar Depeche Mode?" Y lo más irónico es que fuera de eso, el 2006 fue un año más malo que bueno para mí por los problemas que tenía en el colegio y los conflictos familiares de entonces, pero en momentos como este con suerte me acuerdo de esas cosas y simplemente añoro la sencillez de la infancia, donde no importaba qué pasara afuera en el mundo. Es más, la locura de repente me llega a tal punto que a veces extraño la relación que tenía con mi polola que duró del 2014 o 2015 hasta el 2017.

    ResponderBorrar
  12. Frx, así pasa, vemos lo que pasó con lentes rosados y lo que viene con lentes oscuros, es muy curioso

    ResponderBorrar
  13. Recuerdo que en el 2016 veía el futuro con mucho más optimismo a pesar de esperar que las cosas se pusieran más convulsas. Ahora pienso que si llegan a haber tiempos mejores, serán después de esta década.

    ResponderBorrar
  14. Uno nunca puede saber lo que va a pasar. Ni yo, con mi afamada bola de cristal puedo saber eso, normalmente hacemos suposiciones proyectando el presente hacia el futuro y normalmente nos equivocamos con eso, la probabilidad de achuntarle debe ser más o menos 3 de cada 10 veces, una proporción medio mágica que se da en casi todos los fenómenos donde interviene el ser humano o humanoide

    ResponderBorrar
  15. Es cierto, incluso aunque uno le achuntara medio a medio, el grado siempre se le va a escapar.

    ResponderBorrar

"Send me a postcard, drop me a line
Stating point of view
Indicate precisely what you mean to say
Yours sincerely, wasting away
Give me your answer, fill in a form
Mine for evermore
Will you still need me, will you still feed me
When I'm sixty-four"