"Borges dice que toda la cultura proviene de un peculiar invento griego: la conversación. De pronto, un grupo de hombres decidieron algo extraño: intercambiar palabras sin rumbo fijo, aceptar las curiosidades y opiniones del otro, aplazar las certezas, admitir las dudas. De ahí proviene todo lo demás"
Siempre que leo estas supuestas citas de famosos me entra la suspicacia. Esta atribución la encontré en Internet y estuve buscando el texto original que no apareció por ninguna parte, solo la mención de Juan Villorro, un periodista mexicano...
Hay tantas frases atribuidas a famosos que uno tiene que andar con cuidado en estas cosas. Pero en fin, la idea que los griegos inventaron la conversación es una licencia poética que no tiene nada de histórico, porque no hay duda que la conversación nació junto con el lenguaje. Esa bonita frase parece una de las muchas maravillas les cuelgan -inmerecidamente a veces- a los griegos.
Se habla a veces del arte o el culto de la conversación, porque como sabemos, es una de las actividades más deliciosas y enriquecedoras que podemos experimentar. Claro que no siempre porque también hay conversaciones muy, muy desagradables. Este Templo del Ocio yo lo abrí justamente para conversar, me entretengo cada día comentando cualquier tontera que me parezca interesante, o a veces ni siquiera eso porque escribo lo primero que se me viene a la cabeza y a veces salen divagaciones sin mucho sentido, pero que diablos.
Claro que me aburre el monólogo, como algunos famosos que desde la torre de marfil lanzan sus iluminadas opiniones al populacho a quienes ni se dignan en contestar ¿Qué gracia tiene eso? Es como predicar o decir misa, un rito inútil y aburrido, yo prefiero conversar, que es lo que me entretiene, pongo una parte que son mis opiniones, sabias e iluminadas como pocas y después voy leyendo lo que me contestan, y yo contesto de nuevo y así. Esa es la delicia de conversar.
Y muchas veces mis opiniones sabias e iluminadas, se equivocan estrepitosamente, como cuando estuve convencido que ganaba el "No" en el último plebiscito por al menos 70%. Realmente yo pensaba eso y obtuvimos apenas un 22% , algo que hasta el día de hoy no entiendo ¿Cómo pueden haber tantos brutos? Pero en fin, a todo hay que verle el lado bueno y como decía mi ex jefe, ya muerto, don Zvi Posner, no hay que enojarse que hayan tantos idiotas al contrario, hay que aprovecharlos "hay que presentarles minas para que se reproduzcan"
Es increíble la cantidad de cosas que aprendí los pocos años que tuve un trabajo estable, con mis jefes Posner y Abusleme, conversando con ellos me convertí en otra persona, como dice el chiste, antes era nadie pero ahora soy un don nadie. Todo lo que se hoy sobre negocios, trato social, buenas maneras, educación, habilidades negociadoras, en fin, casi todo lo que vale la pena saber no lo aprendí en la universidad ni en ninguna otra parte, sino en esos años de la Zona Franca de Iquique.
Vi enormes movimientos de plata, conocí millonarios y vi como algunos perdían todo de un día para otro, vi como gente socialmente muy importante y poderosa, con los años se eclipsaron perdiendo todo su antiguo brillo, "la gloria del mundo es transitoria" lo pude ver con estos ojitos. Algunos se adaptaron con gracia pero otros nunca se conformaron a la natural decadencia que nos llega a todos con el tiempo "quien lo ve y quien lo vio", por eso nadie que tenga plata o poder me impresiona demasiado, llegará el momento en que se le van a caer todas las plumas, como nos pasa a todos y entonces podemos ver de que material están hechos, solo algunos pueden soportarlo sin perder el estilo.
Por si todavía no lo han notado, estoy escribiendo esta entrada pasado medianoche, cuando por fin decidí bajar lo que me quedaba de una botellita de Bacardi Blanco, la tengo desde la última vez que nos juntamos acá mismo con el chico Alfredo, hace muchos meses atrás. Pensaba dejarla para cuando tuviera visitas de nuevo, pero ya ha pasado mucho tiempo y no quiero que se eche a perder, así es que me estoy tomando los dos últimos generosos vasos de ron con hielo, el sabor es apestoso, pero me lo aguanto porque la ebriedad vale la pena.
Yo soy malo para los destilados, pero debo reconocer que cumplen admirablemente con su trabajo de ponernos ebrios con rapidez, todo esto me trajo el recuerdo de cuando nos quedábamos con alguno de mis dos jefes esperando los telex de Tokio en la oficina a altas horas de la madrugada -hay como 12 horas de diferencia con Tokio- porque era muy importante conversar en directo, las máquinas Siemens de Telex metían una bulla impresionante y hacían temblar toda la oficina.
Mientras esperábamos salía la botella de JW rojo que era el único whisky que se tomaba en la oficina "para no ostentar" según la regla del dueño, y nos poníamos a conversar hasta que empezaban a sonar los timbres y la máquina comenzaba a temblar escandalosamente mientras yo tecleaba como loco. No puedo decirles cuanto aprendí de esas conversaciones, esa fue mi verdadera universidad porque con el whisky se nos soltaba la lengua, además notamos que cuando yo andaba medio achispado negociaba mejor con los japs, de los que a esas alturas ya éramos buenos amigos, igual como soy ahora de los regulares de este Club de Ociosos.
Fueron buenos años, tal vez los mejores por todo lo que aprendí, varios años después yo mismo fui gerente de una importadora pero nunca lo pasé tan bien como cuando era medio pollo pero viajaba con cuenta de gastos ilimitada para entretener a mis amigos que venían de Tokio. Una época maravillosa.
Comparado con esos años ahora estoy en la decadencia, no hay duda, sin plata ni trabajo, no tengo ni la sombra del reconocimiento social que tanto me gustaba y que tenía entonces, pero no es la primera vez que ando con problemas, ni será la última. Al final no son los resultados los que importan porque en su mayoría están determinados por la buena o mala suerte. Lo que vale plata es como nos vamos adaptando a los cambios de fortuna, como los tomamos, si somos o no capaces de enfrentarlos.
Sin contar con que los cambios de fortuna están a la vuelta de la esquina. A mi me ha pasado no una, sino varias veces que estando en un callejón sin salida, de un día para otro se me abre la puerta ancha de par en par, me ha pasado tantas veces que ya ni llevo la cuenta.
Al final todo da lo mismo, como dice la canción, nada importa realmente solo tenemos que vivir lo mejor que podamos hasta que nos llegue el momento de estirar la pata, y si en ese momento estamos en paz es porque hicimos todo lo que había que hacer y lo hicimos bien, la opinión de los demás importa zero, nill, zilch.
En fin, pensé que con tanto alcohol se me iba a ocurrir algo interesante pero nada de eso, terminé los dos tragos, estoy super maharihi, leo lo que acabo de escribir y veo que son puras tonteras. Para otra vez será, por último pudimos conversar un ratito, más o menos de profundis.
Cuando uno responde una entrada de blog tiene varias formas de hacerlo. Leer la columna completa y los comentarios incluidos o ir reaccionando a medida que uno la lee. Ya pasé esa etapa, porque vi la botella, así que vuelvo en unos minutos.
ResponderBorrarEsto de las "fake quotes" o frases que se atribuyen a algún personaje famoso ya lo había visto.
ResponderBorrarCreo que existe la necesidad de hacer una falacia de autoridad en muchas personas; y digo muchas porque, en efecto son muchos. La mayoría de los libros de ciencias y política las tienen. Hay ideas que son un destilado de siglos de pensamiento y que se sostienen por sí mismas, pero al mismo tiempo hay ideas que persisten en el espectro porque "las dijo alguien".
Aquí, no puedo sino recordar una que no he podido comprobar literalmente de nuestro vecino, esa que la "peor de las dictaduras es la judicial", atribuida a Tocqueville. Yo he leído a Tocqueville y no la he encontrado como tal; sí como sucedáneo de sus ideas.
No hay muchas más vueltas que darle a este tema.
Mientras contestaba eso de "las grandes ciudades" me quedé pensando en el tono romántico de vivencias bloguísticas; que se repiten acá. Un tono nostálgico; de reconocimiento y agradecimiento a tus seguidores. El aprendizaje y enriquecimiento mutuo de todos estos años.
Sin duda el ron nos pone a tono. Yo hace tiempo que no tomo fuerte.
A propósito de tonos, estoy escuchando una selección de clásicos de los 40-50; en ~100 canciones en Zip aquí
ResponderBorrarQuien sabe si Borges dijo eso. Yo si recuerdo una escena suya sobre su padre y un amigo de su padre, que se juntaban y cada uno leía un ejemplar de diario en su sillón "esas amistades varoniles" mas o menos dice "que empiezan por no hacer confidencias y terminan por no hablar de nada". Uno de sus personajes más célebres, Funes el Memorioso, evitaba el contacto humano y más la conversación porque no podía olvidarse de nada y la memoria lo agobiaba. A Funes recordar lo que había pasado en un día le llevaba un día.
ResponderBorrarSus personajes hablan muy poco. Un rey ingles recibe la intimación de un invasor vikingo para que entregue tierras y responde "le daré seis pies de tierra inglesa y ya que es tan alto, una más" y es claro que habla de que va a vencer, matar y enterrar a su oponente. Pero lo dice en mínima frase contundente.
Y todos su personajes son guerreros, gauchos, árabes, nórdicos, mas bien lacónicos. Quizás Borges era un gran conversador pero cultivaba personajes que no lo eran.
Challenger, eso de atribuirle a algún famoso una frase es un fenómeno interesante de anulación del ego. A alguien se le ocurre una frase, la encuentra demasiado buena y piensa "esto lo debió haber dicho Einstein" y publica un meme en Internet, los periodistas mexicanos son campeones para eso. Pobres Einstein, Neruda, García Marquez, Goebells, etc. etc. están tapados de frases "ingeniosas" que jamás dijeron. La de Borges debe ser de esas porque no encontré el texto original en Google que todo lo sabe.
ResponderBorrarEl Bacardi solo lo tomé para que no se echara a perder, lo tenía hace meses en el escritorio, me produjo una de esas conversaciones de borracho de las que después nos arrepentimos un poco. Datazo el zip de música, lo bajé y lo estoy escuchando.
Ulschmidt, es cierto, que gran conversador era Borges. Sus videos de conversaciones son a veces tan buenos como sus cuentos, ahora el estilo con que escribía era quirúrgico, como todos los grandes escritores la economía de las palabras es asombrosa, ni una sola demás, el mote justo.
Funes es un pedazo de cuento, impresionante, pensar que hay gente que se preocupa por el alzheimer cuando deberían preocuparse de no poder olvidar las cosas, eso si que sería mucho peor.
De una entrevista a Borges:
ResponderBorrar,,,-Me llamó la atención una frase de usted en su cuento «El otro».
-... ¿Está segura de no haberla inventado usted?... Porque a mí, la gente siempre me regala frases.
-Quizá le asediamos, le repetimos siempre las mismas preguntas...
-Y yo doy siempre las mismas contestaciones. Porque no soy muy inventivo. Suelo repetirme. Suelo plagiarme... Sí. Ustedes me atribuyen frases ingeniosas que yo, naturalmente, repito después. Pero que han sido inventadas por ustedes...
Poco mas adelante dice la frase mencionada, eso si le creemos a la entrevistadora y al ABC...
https://www.abc.es/cultura/abci-borges-arte-conversar-201004250300-14092327252_noticia.html
¡Datazo Wilson, justamente estaba buscando la cita original para ver el contexto!
ResponderBorrarUna majadería me parece que haya dicho que el arte de la conversación lo inventaron los griegos, pero si tiene razón en lo de la forma literaria de los "dialogos" es de Platon. Buenisima entrevista la de Borges, como todas las que dio, lo muestra como el gran conversador que era, ¡gracias por el dato!
Es verdad eso de que la situación de uno puede cambiar de forma muy radical de un momento a otro, sea la económica, la social o simplemente el propio ánimo de uno. Lo raro es cuando lo último empieza a cambiar de forma muy súbita y aleatoria. No sé por qué será, capaz que tenga que ver con el confinamiento como dicen.
ResponderBorrarAsí que sí lo había dicho, pues. Que lo atribuya a los griegos no es tan raro: Borges se nutre de lo clàsico, para él todo lo racional interesante viene de los griegos. No se lo va a reconocer a los sumerios, a los caldeos ni siquiera a los fenicios que, comercio mediante, deben haber conversado bastante.
ResponderBorrarBorges cree que esos valores estàn ahí, generados por otro pueblo y otra época, pero que son atribuíbles a nosotros mismos.
Como decìa ese italiano que Ud. està leyendo: Cuando dejaron de creer en sus dioses, los griegos cedieron la escena a los romanos, que aún creían y luchaban.
Y cuando los bárbaros arrasan Roma, después quieren ser como sus vencidos. Así hasta que consiguen su Renacimiento.
Heidegger, el filósofo alemán tan controvertido, en su "discurso del Rectorado" se dirige a una audiencia francamente nacional-socialista y les dice que esos valores, los valores de los filósofos griegos, aún están para ser asumidos, en este caso por el pueblo alemán. Cierra con una frase de la República de Platón, "todo lo grande está en la tempestad" lo cual dicho ante un público nazi puede ser demasiado enfervorizante.
Borges en particular, un tipo culto en una sociedad mas bien ignorante, anti-peronista en un país bien peronista, se refugiaba en eso toda su vida.
Me refiero a un concepto de cultura que puede ser "elegida". Adoptada, asumida. Reconocida como mejor.
Ahora hay un motón de nacionalista o tribalistas que nos recuerdan la cultura "propia": latinoamericana, indigenista, tercermunista, anti-imperialista.. algo que nos adhieren por una obligaciòn con el colectivo (del cual ellos, casualmente, son los caciques tribales y administradores). Lo otro en cambio sería adherir a un espíritu superior aunque no sean parientes directos nuestros.
Pero eran otros tiempos, otras gentes. Se enseñaba latin en las universidades, Churchill estaba orgulloso de todo el griego que habìa "aprendido y luego olvidado". En cincuenta años el apego a la "cultura de Occidente" se abandonó por una mezcolanza rara de Flower Power, chacarera, yoga, cumbia y algunos ismos de moda. Uls
Frx, nunca se sabe, puede saltar la liebre en el momento menos pensado
ResponderBorrarUlschmidt, sin duda que Borges tenía una afinidad intelectual tremenda con el órden clásico, era muy de su estilo, además el hecho de poder leer algunos libros en el idioma en que fueron escritos o más o menos, debe ser una maraavilla, que envidia.
Y las culturas de masas son siempre pobres, burdas, de donde sean. En la época de los griegos estaba Esparta, que debe ser la única sociedad realmente comunista que duró por un buen tiempo. Lo que conocemos y nos admira tanto de los griegos era seguramente cosa de una pequeña elite, los griegos comunes del Siglo de Pericles deben haber sido unos palurdos tal como los de hoy en día, por eso la demagogia y los otros vicios sociales no era desconocidos en esos años, hoy todo se idealiza y vemos lo del grupito de los filósofos y artistas como si se aplicara a todos los griegos, seguramente no fue así