El Pitagoras desconocido

Hoy quería contarles algunos detalles que desconocía de la historia de Pitagoras, contados de manera deliciosa por el historiador y periodista Indro Montanelli, no quiero extenderme demasiado así es que iré directo al grano.

Nuestro Pitagoras no era un pobre diablo ni mucho menos, de familia acaudalada, había viajado en su juventud haciendo turismo por todo el Oriente Medio, que era buena parte del mundo conocido entonces, inluso se cree que hasta anduvo por la India, Cuando volvió a su patria de origen en Samos se encontró con una dictadura, e indignado buscó otro lugar donde establecerse.

Antipasto: sibaritas y crotones
Había en Italia Meridional por esos años dos ciudades que habían fundado los griegos que muy pronto se convirtieron en lugares florecientes de riqueza y cultura, la más importante era Sibari, que llegó a tener hasta trescientos mil habitantes, era tal el lujo de ese lugar que hasta el día de hoy existe la palabra "sibarita" para representar a alguien refinado y amante de los placeres.

En Sibari solo trabajaban los esclavos, que tenían prohibida cualquier actividad ruidosa como la carpintería, albañilería o cualquier otra que pudiese molestar la siesta de de sus perezosos ciudadanos, estos dedicaban su vida a cocinar, a la moda o los deportes. Los cocineros podían patentar hasta por un año sus platos y una preparación de éxito bastaba para que su creador no necesitase trabajar por el resto de su vida. Algo notable es que el servivio militar no existía.

Para que estamos con cosas, esos tipos si que sabían vivir. Pero nada bueno dura para siempre.

Porque además estaba la vecina Crotona "menos rica pero más seria", inevitablemente ambas entraron en conflicto llegado a cierto punto. Sibari fue con un enorme ejército a atacar a sus vecinos, quienes eran mucho menos y más pobres pero también más aguerridos. Cuenta la historia que los crotenses los esperaron con flautas que empezaron a tocar al principio de la batalla, los caballos de Sibari al escuchar la música se pusieron a bailar y los crotones aprovecharon de no dejar ni un sibarita vivo. 

Al menos así lo cuenta la historia, vaya uno a saber. La cosa es que alrededor del Siglo VI A.C. Sibari fue destrozada, no quedo piedra sobre piedra y Crotona adquirió la riqueza y costumbres de sus antiguos rivales.
Fin del antipasto

Pitagoras se establece en su nueva patria
Crotona era ya famosa por su riqueza y cultura, y para allá se fue Pitagoras convencido de su grandeza casi divina, porque gracias a sus viajes y su intelecto, era una especie de enciclopedia con patas. Allí se empezó a desarrollar su caracter megalómano que lo hizo tan famoso, porque no se conformaba con ser un mero filósofo, el quería ser el sabio máximo, una especie de divinidad.

Y en Crotona estableció su academia, que aceptaba estudiantes hombres y mujeres quienes al ingresar tenían que hacer un voto de castidad y un juramento comprometiéndose a no consumir jamás vino, huevos ni habas -que Pitagoras detestaba- entre otras muchas exigencias.

Es posible que algunos de los "inventos" de Pitagoras no fuesen de su autoría y que los hubiese recogido en sus viajes, desde luego el "Teorema de Pitagoras" era conocido desde miles de años atrás, en la época de los babilonios, pero al parecer fue su idea la de hacer de las matemáticas un corpus abstracto conformado solo por argumentaciones lógicas libres de contradicciones: los teoremas.

El Teorema de Pitagoras debe ser la herramienta matemática más poderosa en cuanto a las aplicaciones científicas y tecnológicas que existen hasta hoy, sin duda no ha existido una idea más vigente y aplicable que esa. Con una extraña intuición, Pitagoras dirigió su atención a la musica, siendo el creador de la Teoría de la Música. Resulta que la música y rn general las oscilaciones de toda clase, solo pueden ser representadas por la trigonometría, cuyo fundamento es el Teorema de Pitagoras. Después de eso, que alguien niegue que las coincidencias existen.

El megalomano
Pero dejemos la aburrida ciencia para adentrarnos en el extraordinario personaje que él fue como persona. Eso si que es entretenido. 

No contento con teorizar, filosofar y enseñar, fundó nada menos que una religión, con dogmas, credo y todo eso, de la que él era -como no- el Sumo Sacerdote. Sus alumnos debían vestirse de manera "modesta y decente", además tenían estrictamente prohibido reir. Al final de cada curso los alumnos debían hacer su autocrítica, acusándose de sus propios desviacionismos, ¿Qué tal tirano?

Existían estudiantes externos que iban a dormir a su casa e internos que vivían en "una especie de monasterio". Solo los estudiantes internos (los "esotéricos"), con cuatro años de noviciado y múltiples pruebas de capacidad y lealtad, recién entonces eran dignos de ver en persona a su maestro para beber directamente de su sabiduría y quien sabe que más.

Los alumnos externos jamás llegaban a ver a Pitagoras, solo eran atendidos por sus ayudantes y a los internos en sus primeros cuatro años de noviciado, el maestro solo se dignaba a mandarles clases escritas, con el modesto sello que decía "autos epha", s decir, "él lo ha dicho". La modestia no era lo suyo parece.  Nos cuenta Montanelli:

"Encerrado en su orgullo de casta, y convenciéndose cada vez más de estar constituyendo una clase selecta y predestinada por los dioses a poner orden en el pueblo de los hombres comunes, el Círculo de los pitagóricos decidió adueñarse del Estado y fundar en Crotona, sobre la base de las verdades filosóficas elaboradas por el Maestro, la república ideal.

No sabemos si se trató de una verdadera y propia conjura ni cómo se desenvolvió. Sabemos solamente que en determinado momento los crotonenses se dieron cuenta de que todas las magistraturas estaban llenas de pitagóricos: gente austera, muy seria, aburrida, competente y sosegada, que estaba a punto de convertir a Crotona en lo que Pitágoras convirtiera su academia: algo entre fortaleza, cárcel y monasterio. Antes de que fuese demasiado tarde, rodearon el seminario, sacaron a los inquilinos y les zurraron".

Hasta allí le duró la fiesta a don Pitagoras, que tuvo que arrancar en calzoncillos y, para colmo de sus males, tropezó y cayó en un campo sembrado con habas -las que detestaba con toda su alma- donde finalmente lo asesinaron. Me pregunto ¿Por que diablos no me enseñaron esa historia en el colegio?