La otra peste

¿Querer es poder?
El sábado fui a almorzar donde mi buen amigo McDonnell. Cuando estábamos sentados en el patio, tomando los "martinis" de sobremesa sentimos un ruido en la puerta de calle, al asomarme vi junto a la reja a un tipo borracho que se estaba quejando en voz alta por algo que le había pasado.  Me acerqué para correrlo sacándole fotos con el celular.

"No me saque fotos jefe" me decía, viéndolo bien era casi un niño, le pregunté la edad y me dijo que tenía veinte años. Por alguna razón -seguramednte el vodka que mi amigo llama "martinis"- el tipo me cayó simpático y me puse a hablar con él, soy muy malo para las caras pero me pareció que era de los que viven en carpas, que se tomaron el terreno debajo de mi casa.

Era venezolano -como no- venía de Caracas donde me dijo que la situación estaba insoportable, me decía que no le sacara fotos pero yo le seguía sacando "te voy a hacer famoso" y el me decía "pero si ya soy famoso", lo dudo mucho.

Tenía cicatrices de herida a cuchillo por ambos brazos, me mostró una en la espalda a la altura de los riñones donde le habían hecho el tornillo, o sea después de enterrarle el cuchillo lo habían girado, lo tuvieron que operar en Caracas y la operación le costó la última plata que le quedaba, después se vino a Perú y luego a Chile. Me contó que en Venezuela ven a Chile como la tierra prometida.

En fin, el típico delincuente juvenil, conocí hartos así cuando pituteaba en los tribunales y la cárcel, son como gatos, tranquilos y amistosos cuando no están trabajando pero si te asaltan despídete, no piensan. Parece que es cierto que Maduro está vaciando las cárceles y está mandando a los pranes para acá. 

Me contaba sus penas, que estaba enamorado de una chilena y que iba a "luchar hasta conseguirla", le pregunté como pensaba hacerlo y no supo que contestarme. Le comenté que las chilenas son muy interesadas y que probablemente se iba a juntar con tipo con cualquier trabajo seguro para que la mantuviera, "¿cómo la vas a convencer que ande contigo, si lo más probable es que pases metido en la cárcel?" Tampoco había pensado en eso parece, así es que nos terminamos riendo.

"Yo no quiero llegar a viejo igual como estoy ahora jefe" me decía, yo le comenté que no se preocupara porque los que andan como él casi nunca llegan a viejo, le divirtió y le preocupo un poco el asunto. De lo que conversamos me pareció que estaba convencido de eso de "querer es poder" y que bastaba con que estuviera determinado y podría conseguir todo lo que quisiera, pobre ingenuo.

En fin, estuvimos conversando como 15 minutos, McDonnell no entendía ni una sola palabra, al final lo corté y el tipo me dijo que ya se le había quitado la pena, cada uno para su casa, a su carpa en el caso de él supongo. Le dije que no lo quería ver más por allá y estuvo de acuerdo, "respeto saca respeto jefe". Espero que no se le ocurra la mala idea de tratar de asaltar a mi amigo que vive solo en esa casa, nunca se sabe.

Un ladrón de espejos
El sábado también llegó un video de las cámaras de mi vecina de enfrente, muestran a las 6 de la madrugada como un tipo llegó a nuestra calle en un auto, muy tranquilo paró el auto en mitad de la calle, se bajó y trató de robarse el espejo del auto que la vecina tenía estacionado, al sonar la alarma volvió a su auto y se fue, como si nada.

Traficantes de drogas
Me habían dicho que en el mirador frente a mi casa están empezando a vender drogas, en verdad nunca lo tomé muy en serio. Durante años me junté con los amigos a tomar cerveza y conversar en el auto, es una tradición muy agradable en Arica y nunca pensé que se podría convertir en algo peligroso.

Antenoche me quedé mirando el monitor de cámaras y pude ver clarito como operaban. En pleno toque de queda llegaron dos autos, se estacionaron y los conductores se cambiaron a los asientos traseros. Cuando apareció el auto de Carabineros que hace su ronda por la noche, los tipos se agacharon para que pareciera que los autos estaban vaciós.

Después que se fueron llega otro auto y deja un paquete en el cerro y se va, al poco rato salen los tipos que esperaban escondicos en sus autos, recogieron el paquete y se fueron, quedó todo en el video. Al día siguiente saqué a pasear a von Beppy y estaba uno de los  autos de los traficas estacionado detrás de mi casa con dos tipos adentro. Me acerqué a ver la patente y la tenían cubierta hasta la mitad con una lata o cartón con números falsos. ¿Cómo no los han pillado?

De la noche a la mañana
Así ha sido. De un día para otro, en mi barrio que era tranquilo y seguro empezaron a aparecer ladronzuelos, cuchilleros y traficantes, casi todos inmigrantes de Venezuela y Colombia. Yo siempre tuve muy buena opinión de los venezolanos que estaban llegando a Chile, pero eso cambió y están empezando a llegar delincuentes y -en el mejor de los casos- mendigos. Me hace acordar la novela "La Peste" de Camus, cuando de pronto, sin que nadie sepa la razón, las ratas empiezan a aparecer por cientos en las calles, justo antes de la llegada de la peste.

¿Qué podemos hacer? No contamos con el gobierno por su cobardía, tampoco con muchos jueces por su corrupción y los fiscales son muchos tan delincuentes como los que andan robando en la calle, o peores. Solo nos queda una policía amarrada de manos por "autoridades" cobardes y corruptas. Volvimos a la ley de la selva.

Lo único que está en nuestra mano es organizarnos entre los vecinos, primero para alertar y si es necesario defendernos. La unión hace la fuerza, no veo otra forma.