05 marzo 2021

Refrito del sábado: hacer alianzas y pelear contra mis enemigos

Siempre he tenido afinidad y buena onda con la gente vieja, uno de mis mejores amigos en Arica es Tom McDonnell que tiene la friolera de 78 años, igual me llevo bien con mi querida suegra, a pesar que la veterana de 84 años a menudo se pone  odiosa. La cosa es que los viejos casi siempre me caen bien y cuando puedo aprovecho de conversar y escuchar sus -a veces- absurdas historias. Esta entrada cuenta una aventura en el asilo de ancianos de Arica hace varios años. Aquí voy: 

Hacer alianzas y pelear contra mis enemigos (publicado originalmente el 13 de marzo del 2005)
Esta foto la saqué hoy en la tarde en el Asilo de Ancianos de las Hermanitas de los Pobres de Arica, resulta que un amigo andaba haciendo averiguaciones para su mamá con alzheimer y yo, que anduve en esos mismos trámites en los 80s para mi padre, conocía el lugar y me ofrecí a acompañarlo.

Y mientras mi amigo se fue a hablar con la administradora yo me quedé en el patio sin nada que hacer al lado de  un viejísimo veterano en silla de ruedas que evitaba mirarme.

Lo primero que noté es que yo era una especie de marciano en el pequeño universo cerrado que es el asilo, empezaron a pasar viejos y todos me saludaban, hasta que una veterana arrugadísima con una radio a pilas se colocó a mi lado buscando conversación.

Al principio pensé que estaba medio loca porque no entendía mucho sus comentarios, pero tenía mucha curiosidad de saber como vivían así es que le seguí la corriente, no estaba nada de loca, lo que pasaba es que hablaba de personas que yo no conocía y poco a poco me fuí enchufando y empezamos a conversar normalmente.

Me contó que había sido auxiliar en liceos durante más de 40 años y que sintiéndose vieja al final se vino sola al asilo a pasar lo que le quedara de vida "creí que iba a durar unos meses y ya llevo dos años y todavía no me muero" me decía "lo único que espero es que me quede dormida y chao nomás, yo no entiendo por qué la gente llora tanto cuando alguien se muere". Al lado las monjitas con algunos viejos estaban rezando el rosario "esas son puras mentiras" me dijo la veterana "¿como va a existir Dios si hay tanta maldad en el mundo?". No pude menos que estar de acuerdo, no tenía un pelo de tonta la vieja ¡y parece que en el asilo había libertad de opinión!

Decía que lo pasaban peleando entre ellos, que esa era su gran entretención porque habían amigos y enemigos, se acercó un viejo que le preguntó algo y ella volvió la cara sin contestarle "no contesta esta vieja loca" dijo, mientras la veterana me comentó "ese si que está chalado, además que está a punto de morirse, igual que este caballero" señalando al de la silla de ruedas que no quería mirarme y que entonces nos miró con cara de preocupado.

"Que tanto, le dije, si todos igual vamos a parar las chalas, de repente me muero yo antes" le dije y al viejo le vino un ataque de risa, dio unos gruñidos golpeándose el pecho mientras la veterana me decía "¿ve?, si no puede ni hablar  y apenas tiene ochenta y tantos, mire yo con mis noventa y siete estoy enterita". Y así nos fuimos conversando de la salud, el reumatismo, de la muerte y tonteras por el estilo con el viejo integrado a la conversación, al menos mirando y se reía de tiempo en tiempo con mis chistosas ocurrencias.

Y fueron llegando otros atraídos por la conversación -yo hablo y me río bastante fuerte- al salir mi amigo me preguntó si me había encontrado con algún pariente por el tremendo escándalo que teníamos mientras la monjita me miraba con cara de palo. En fin, me asombró conocer un mundo cerrado que ni sospechaba que existiera y de paso le ayudé a pasar el rato a una manganada de aburridísimos veteranos. Me gustó, cuando sea viejo e indigente demás que pido que me lleven para allá a hacer alianzas y pelear contra mis enemigos.

7 comentarios:

  1. Y todavía existirá ese asilo?

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  2. Tengo entendido que si, parece que todavía existe

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  3. Fui a visitar una tía, acompañando a mi madre, por años, todos los fines de semana, a uno de esos asilos. La conversación siempre versaba sobre variadas cosas y siempre había alguna noticia o conflicto entre los abuelos. En la entrada o salida siempre mi madre se encontraba con algún viejo conocido que le sacaba larga charla, incluidos algunos con alzeihmer con los que había la misma conversación todos los fines de semana, porque olvidaban todo.
    Mi tía se divertía bastante porque era como la sindicalista del lugar. Llevaba adelante las quejas porque la carne estaba dura o cualquier cosa por el estilo. Uls

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  4. jaja, son verdaderos mundos cerrados donde conviven los viejos, prácticamente no salen de ahí y tienen todo su micro sistema social lleno de intrigas y alianzas, seguramente en eso se entretienen. Aunque yo preferiría vivir solo, como los gatos o el McDonnell

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  5. P'lla vamos. Mas vale ir poniendole ojo a algun lugar,,,


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  6. Bueno, yo de chico siempre me he llevado bien con la gente mayor. Son muy raras las veces que me he llevado mal con un viejo y de hecho, ahora no recuerdo ninguna. Quizás sea porque tengo alma de anciano jajajaja.

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"Send me a postcard, drop me a line
Stating point of view
Indicate precisely what you mean to say
Yours sincerely, wasting away
Give me your answer, fill in a form
Mine for evermore
Will you still need me, will you still feed me
When I'm sixty-four"