Malos los libros, ni comparables a "El dinero, de donde vino y adonde se fue", un libro buenísimo donde tuvo el tino de guardarse sus opiniones económicas, gracias a eso desarrolló una narración histórica sobre el dinero mucho mejor que la de Milton Friedman y de Ludwig Mises, que puede que tengan mejores teorías pero son mucho más aburridos y menos claros. Para mi, un libro oscuro o mal redactado pierde interés muy rápidamente.
La teoría de Galbraith
El engaño del libre mercado es el ensayo que abre la colección recopilada en el librito del mism nombre. La teoría de Galbraith es que las sociedades anónimas, al fragmentar la propiedad y hacerse impersonales, han sobrepasado al antiguo capitalista. Estas corporaciones enormes están actualmente tomadas por una "burocracia de MBAs" dedicados a satisfacer sus propios intereses en perjuicio de los accionistas. Entonces basta tener un paquete grande -no necesita ser mayoritario gracias a la gran fragmentación del capital- para nombrar al directorio, a los administradores y hacerlos trabajar en su beneficio. Bajo esta explicación Galbraith afirma que la idea del libre mercado es "un fraude inocente" creado por los economistas.
Según las idea de Galbraith entonces, el libre mercado no existe, porque es un chanchullo creado por los poderosos para ocultar su dominación a través de burocracias y administradores con conflictos de agencia que defraudan a los inversionistas. Con todo lo ridícula y débil que es esta idea, que se aferra de los conflictos de agencia para negar el libre mercado, la exposición de Galbraith tiene una arista muy interesante
Como el argumento de ese pequeño ensayo no era muy sólido, pero la idea le gustaba mucho, Galbraith en sus últimos años escribió un librito sobre lo mismo ampliando la argumentación. Afirmaba que para salvar la imagen de explotadores que tenían los capitalistas (Como John D. Rockefeller por ejemplo) procedieron a anonimizarse, diluyendo su nombre en sociedades anónimas que lavaban su imagen, porque cualquier trabajador podía ser accionista y era, al menos en parte, dueño de la empresa.
Sin embargo -argumentaba Galbraith- los poderosos seguían siendo dueños de las sociedades anónimas capturando su administración. Al estar tan fragmentada la propiedad, el verdadero poder ya no estaba en ser propietario sino en ser -o poder nombrar- a los administradores.
De esa manera los poderosos se las arreglaban para seguir explotando, esta vez a los demás inversionistas ¿Cómo? Anteponiendo sus propios intereses por dos medios: vendiendo bajo el costo de producción para aparentar enormes ganancias es uno de los mecanismos que menciona, el otro es creando "necesidades artificiales" por medio de la publicidad, para vender más y más. Finalmente todo volvía a ser un esquema de explotación de una camarilla en perjuicio de cientos de miles de accionistas, que cualquier día se enteraban que la empresa estaba en bancarrota.
Como buen progresista, la solución de Galbraith era empoderar al estado para que tuviese cada vez más poder e influencia y de esa manera pudiese "proteger" a los accionistas. Lo más irónico de todo es que sus ideas y vaticinios se cumplieron exactamente, pero no en el sistema de libre mercado donde ser accionista es un excelente negocio, sino en el capitalismo de estado Chino.
China, que adora el capitalismo y defiende con entusiasmo -al menos en los discursos- al libre mercado, es el mejor modelo de la defraudación masiva que describió Galbraith, quien justamente proponía como solución que el estado tuviese poder en las empresas, suponiendo a priori que el estado y los políticos que lo administran son más idealistas, bondadosos y honestos que los malvados capitalistas del mundo privado.
Galbraith alcanzó a vivir para ver el fracaso de sus ideas, sus primeros libros que fustigaban el consumismo y la contaminación (La sociedad opulenta) le dieron una gran fama a este profesor de economía agraria y su delicioso estilo de escritura lo convirtió en una especie de guru, sin embargo cuando murió, a los 97 años el 2006, ya era una figura anacrónica e intelectualmente irrelevante.
En 1999 dio una entrevista a Finazas y Desarrollo donde dijo que habría disfrutado mucho más escribiendo novelas o sobre arte que como economista y la verdad es que el mundo se perdió un gran escritor y tuvo en cambio un economista bien irrelevante.
P.D. estoy en cambio de computador y desempolvando discos duros me encontré con muchos miles de fotos, entre ellas las del año 2008 con mi gran amigo Marcelo Vergara QEPD con quien compartimos intereses en las minas minerales y de las otras en su Club de Caballeros Rapa Nui. Una época realmente divertida aunque con amargo final, pero así es la vida y así es la muerte. Nos quedan las fotos con estupendos recuerdos.
En "historia de la economía", creo que se llamaba así, postula que las negociaciones colectivas promueven la inflación. La mejor razón porque la empresa A no aumenta los sueldos es que quedará en desventaja con la B - pero si A, B y todas las demás van a aumentar ese costo y trasladarlo al cliente al mismo tiempo, el daño es menor. La negociación colectiva, donde un sindicato negocia con todas las empresas a la vez, produce eso, una espiral inflacionaria. Para solucionarlo proponía consejos del salario con participación del Estado - creo que Galbraith - y coincidiendo en que es una pluma magistral - estaba al final muy impresionado por la economías en parte capitalistas y en parte dirigistas que estaban surgiendo en la posguerra en Oriente: Japón, Singapur, Corea del Sur. Uls
ResponderBorrarSi Ulschmidt, por algo fue subdirector de la oficina de fijación de precios durante la 2ª Guerra Mudial, era un convencido que la fijación de precios por parte del gobierno era la solución para tener crecimiento sin inflación y en su libro "El dinero" escribía con admiración sobre la economía alemana en tiempos de Hitler.
ResponderBorrarLo que no mencionaba era que eso funciona en regímenes bien solo con mano de obra esclava o amenazada por el estado como fue Estados Unidos durante FRD, Galbraith en la práctica admiraba la economía del fascismo, como la mayoría de los progresistas y en su libro "El dinero" le dedica una parte muy elogiosa a la economía de Alemania durante la Segunda Guerra
Sobre las distorsiones al sistema de precios introducidas por los sindicatos ya había escrito Keynes antes, en ese sentido repitió lo que él había dicho antes. En los años de la 2ª Guerra, en Estados Unidos nacía la AFL-CIO con John L. Lewis a la cabeza, uno de los sinvergüenzas más grandes, fue modelo que los sindicalistas inescrupulosos siguen al pie de la letra hasta el día de hoy
ResponderBorrarHola Tomás muy interesante el posteo, hay un profesor marxista que menciona la nueva clase burocrática, en oposición al proletariado y a los capitalistas, los llama los "técnicos", parecidos a los MBA's de los que habla Gailbraith.
ResponderBorrarEl problema que plantea Galbraith yo lo viví en vivo y en directo, vi como el poder de la familia controladora de una empresa, a través de un pariente político que ejercía como gerente general, servía a los propósitos de dicha familia en perjuicio de los demás accionistas.
Tener un poder de influencia en el nombramiento o despido de ejecutivos, jefes y mandos medios, hacía de este gerente una especie de reyezuelo, pero en realidad era sólo funcional al controlador principal de la S.A.
Claro, es un problema que se da mucho en sociedades anónimas de origen familiar y eso -si no se maneja bien- limita su crecimiento, los controladores ven a los accionistas minoritarios como giles que solo sirven para que les pasen plata, entonces manipulan el reparto de utilidades y cosas así, son empresas que pese a haber crecido se siguen manejando como negocio chico.
ResponderBorrarCuando las sociedades anónimas ya son importantes tienen un buen sistema de defensa contra esto: la reputación, que es como los anticuerpos en un ser vivo. Empresas gigantescas se pueden derrumbar por pérdida de reputación. La mala fama es mala para el negocio, en cambio el estado es inmune a la mala fama porque no tiene competencia. Una vez que se lo toman las camarillas deja de ser representativo y chao nomas: Pueden abusar todo lo que quieran, como harían las empresas privadas si tuvieran policía, jueces y FFAA. Hoy me extenderé un poco más sobre eso.
Muy buenas las fotografías artísticas ilustrando esa Dolce Vita ......
ResponderBorrarAh el Rapa Nui, hice grandes amistades partiendo por su dueño Marcelo Vergara QEPD, un muy querido amigo. Buena gente, el 3008 fue un año de aventuras, alegría y también mucha angustia, hubo de todo, no me puedo quejar de aburrimiento
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