Recuerdo una charla muy buena de Alan Watts, donde nos invitaba a imaginar que pudiésemos controlar los sueños, no la tengo a mano pero se las voy a contar de memoria según como la recuerdo. ¿Qué pasaría si fuésemos capaces de controlar lo que soñamos? Es decir ponernos en un escenario decidido de antemano y dejarnos llevar por la aventura del sueño, o sea controlar la situación general, pero no los detalles que ocurren después.
Mientras soñamos es un poco como vivir, entonces si pudiésemos controlar nuestros sueños, o dirigirlos, seguramente nos podríamos en todas las situaciones que deseamos en la vida pero no hemos podido alcanzar. Podríamos soñar por ejemplo que ganamos un premio de la lotería, que obtenemos el trabajo fabuloso con el que siempre hemos soñado o que hacemos cuchi cuchi con cada una de las mujeres que nos han gustado. Que comemos las bebidas más exquisitas y tenemos interminables conversaciones de borracho con los amigos (bueno eso a veces no es un sueño) y cosas por el estilo.
O sea, los primeros sueños estarían destinados a satisfacer todos nuestros deseos -o al menos las situaciones de entrada a ellos- y podríamos pasar un largo tiempo, tal vez un año, soñando todas las noches con cosas que probablemente nos harían sentir felices.
Pero después de un tiempo -observa Watts- el asunto empezaría a ponerse aburrido, una vida de puros placeres, pasado cierto tiempo, puede dejar de ser placentera.
Entonces empezaríamos a ponerle un poco de emoción a la cosa y empezaríamos a soñar con aventuras más o menos peligrosas, como estar combatiendo en una guerra, hacer una arriesgada movida financiera, escalar una montaña o conducir un auto de Fórmula 1 en una carrera. Así obtendríamos algo de adrenalina y podríamos escoger escenarios más y más peligrosos. Total, sabemos que es solo un sueño y pase lo que pase después vamos a despertar y todo volverá a la normalidad.
Es una idea curiosa pero me llamó la atención por una experiencia personal. Resulta que llevo más de un año cesante y estoy viviendo la vida que siempre he soñado, holgazaneando todo el día, leyendo y escribiendo las tonteras que se me ocurren en el Templo del Ocio. Yo no soy de esas personas que no pueden estar sin hacer nada, por el contrario, me encanta flojear todo el día y no me desespera en absoluto estar sin trabajo, lo disfruto mucho.
He tenido otros períodos de cesantía, tal vez este sea el más largo y siempre los he disfrutado, pero escuchando lo que decía Alan Watts me di cuenta que la buena vida y la felicidad después de un tiempo aburren, por eso siempre mis prolongadas cesantías han estado intercaladas de aventuras estresantes y algunas más o menos aterradoras.
Por ejemplo recuerdo cuando viajé a la Amazonía Peruana, adonde está la minería ilegal, pasé miedo y preocupaciones de toda clase. Cada día me pasaban las cosas con que suelo soñar en mis pesadillas, estaba en lugares desconocidos y peligrosos, nos quedamos bloqueados al borde de un gran precipicio con peligro de derrumbes (y yo le tengo fobia a las alturas), se me terminó la plata en un lugar desconocido, en fin, me pasaron casi cada una de las cosas que me dan miedo.
Pero el miedo es peor cuando uno se lo imagina que cuando pasan las cosas. Recuerdo también cuando me quedé colgando en mi camioneta a más de 100 metros por la ladera del Morro de Arica y casi no sentí miedo, claro que el miedo vino después pensando en lo que podía pasar, lo mismo me pasó durante mi aventura en la selva, el miedo imaginado es el peor, por algo Shakespeare escribió eso de "el cobarde muere muchas veces, el valiente solo una".
Pero bueno, a lo que quería llegar con toda esta ridícula divagación es que uno no puede ni debería buscar vivir permanentemente feliz, de vez en cuando hay que tener algo de sacrificio, aventura, miedo, porque también necesitamos la adrenalina. Cuando nos quedamos botados en el camino entre Mazuko y Puerto Maldonado, en plena selva con el camino cerrado pensé que hasta ahí nomas llegábamos y maldecía para mis adentros haberme metido en esa estúpida aventura, pero ahora la recuerdo con mucho cariño y me alegra haber pasado por eso y varias cosas más.
La vida probablemente no es para puro disfrutarla, ni siquiera para vivir tranquilo: pasar un poco de frio y un poco de hambre también es bueno, eso lo dijo Confucio y debe ser así.
Yo, para la próxima cesantìa, jubilaciòn o eventual encarcelamiento que sufra tengo pensado dos novelas para combatir el aburrimiento. Luego no las escribiré, seguro. Uls
ResponderBorrarCreo que es la naturaleza humana, mira a los hebreos en el desierto, tenian literalemente comida que les caía del cielo, no tenian que trabajar para el sustento y aun asi estaban disconformes. El apetito humano no tiene fronteras (yo me incluyo), ya decia yo que Buda tenia al decir que la vida es sufrimiento, bah. El infierno son los otros, como decia ese bizco frances, muchas cosas que deseamos tener muchas veces es para sentirnos importantes en referencias a otras personas, puro ego. Sabes es curioso pense un ejercicio similar al que propuso Alan Watts, solo que imaginaba que tenia todo lo que deseara divagando en el espacio sideral, al final me aburriria. Atte Pedro
ResponderBorrarLa aventura, la adrenalina venga de donde venga, es lo mejor de la vida. Ya sea volar en medio de una tormenta formando hielo, o meterse a una pieza que no debes con quien no debes, o cualquier cosa que al recordarla te ponga los pelos de punta, es lo que le pone sal a la vida. Y si después hay que vomitar de los nervios por lo que pudo haber pasado, se vomita, se promete que nunca más, y hasta la próxima. Lo demás es vivir esperando la carroza y no vale la pena.
ResponderBorrarUlschmidt, una novela es una excelente idea sdi uno está adentro de la jaula, encarcelado, para la cesantía tal vez no tanto ¡hay tantas cosas que hacer además del asqueroso trabajo! Podemos juntarnos con los amigos, vagar por Internet, tomar hasta quedarnos dormidos, entrenar al perro, leer, desarmar cosa y tratar de armarlas, en fin, la vida está llena de posibilidades aparte del ruin trabajo.
ResponderBorrarPedro, así es, el ser humano nunca está satisfecho y las necesidades son infinitas, apenas tienes algo piensas como el señor Burns "daría todo lo que tengo solo por tener un poquito más", por eso Buda decía que las necesidades y los deseos son la raíz de todo el sufrimiento.
Marcelo, eso se llama "promesas de mujer pariendo" ¡nunca más, nunca más! Dicen, y a los pocos días ya quieren de nuevo jaja. He conocido muy bien esa sensación, es muy rara esa búsqueda de adrenalina que hace a la gente escalar montañas, ir al Polo Sur, pilotear con mal tiempo y todas esas cosas absurdamente peligrosas que igual las buscamos. Parece que necesitamos sentir miedo de tiempo en tiempo
Gracias Tomás, no conocía tu extraordinario viaje a la amazonía, había escuchado tanto de lugares como madre de Dios y el oro ilegal que estaba por ir, pero tu relato mi edad me acaban de dar un rotundo no. cuídate mucho
ResponderBorrarBueno, nunca olvido una frase que leí aquí que decía "para sufrir nacimos" y me he fijado que cuando no hay verdaderos problemas, la gente se los inventa. Es más, he notado que la gente necesita más una razón para quejarse que para ser feliz.
ResponderBorrarHola Luis, amigos de allá me han contado que Huaypetue ha crecido mucho en estos años, cuando yo fui la carretera transoceanica recién la estaban construyendo, dinamitaban de día y solo se podía viajar por la boche con peligro de constantes derrumbes, una sola vía y todo eso, dicen que ahora es más seguro. Igual lo pensaría mucho antes de repetir la aventura.
ResponderBorrarLa gente de la selva es de lo mejor, cariñosos y leales amigos, tengo muy buenos recuerdos de ellos. Adonde iría encantado otra vez es a Puerto Maldonado, es un lugar estupendo muy parecido a Arica. Iría en avión eso si jaja.
Frx, así es, cuando uno no tiene problemas se los inventa. Por eso Santa Teresa de Ávila escribió que lo peor que le puede pasar a alguien es que se le cumplan todas sus plegarias, es una maldición.
volviendo al post anterior, qué hacer con la inflación? comprar dólares?
ResponderBorrarslds Tomás
Karim
Karimesa es la pregunta del cuatrillón de dólares y nadie la puede responder, porque un posible brote de inflación no es un problema sino un dilema.
ResponderBorrarLa diferencia entre un problema y un dilema es que el primero tiene una solución y el segundo no, en un dilema existen muchos cursos de acción que tienen similares probabilidades de ser aciertos o equivocaciones porque dependen del azar o cosas que no podemos anticipar.
Es importante distinguir entre problemas y dilemas, es fundamental. Muchas veces se cree que la explicación que suena más lógica es la solución de un dilema pero no es así, porque cuando hay una carga alta de azar la lógica ya no funciona.
Aqui lo importante para tomar decisiones es el olfato y las preferencias personales, teniendo claro que nos puede ir muy bien o podemos perder todo porque no existe solución "inteligente" para estas cosas.
Dicho eso, mi preferencia personal iría primero que todo por comprar pequeños terrenos y propiedades humildes, que estén por debajo del radar de los impuestos patrimoniales, puede ser muy mal negocio en corto plazo pero si pensamos en largo plazo es la opción que a mi me gusta.
Como mis ahorros de largo plazo (mil dólares) no alcanzan para eso yo me quedo en el dólar, desde que los compré he perdido como 80 lucas pero no me importa, no me preocupa ninguna fluctuación mientras no me vea obligado a cambiarlos y pienso que a largo plazo podrían ser una buena inversión ante un escenario inflacionario.
Pero esa es mi preferencia nada más, hacer todo lo contrario podría ser igual de bueno o mejor, incluso existe la probabilidad que la situación política mejore, que vuelva el crecimiento y no tengamos la inflación como yo espero, cualquier cosa puede pasar