La Carta Magna original, documento fundacional de la democracia, no se conserva porque fue comida por las ratas, según contaba William Blackstone, el jurista que publicó la versión que todavía existe.
No fue un documento salido de grandes intelectuales -como ocurrió en la nefasta revolución francesa- sino que del descontento de los aristócratas contra el rey Juan Sin Tierra, que venía derrotado de Francia y para recuperarse colocó altos impuestos a la nobleza. Parece increible que después de cientos de años todavía no aprendan que no hay que exprimir a los ricos con impuestos. O tal vez aprendieron porque hoy exprimen a los pobres y les hacen creer que le están sacando a los ricos.
La Carta Magna tuvo grandes consecuencias para la humanidad porque instaló las ideas que hoy son aceptadas en la mayoría de los países del mundo. La primera es que la soberanía ya no la tiene el Rey ni siquiera Dios sino que la soberanía está en las leyes. Claro que esto fue solo teoría durante muchos años. Cuando el líder del parlamento Henry Vane hizo un discurso denunciando que no se respetaba la Carta, el Rey ordenó una fanfarria de trompetas para asegurarse que el escandaloso discurso no fuera escuchado por la chusma. Desde luego Vane fue decapitado poco tiempo después.
Dice Chomsky que fue Roger Williams el primero en establecer una sociedad libre en Rhode Island, USA, al separar la iglesia del estado, cosa que hoy se considera natural pero herética en esos tiempos. Otro concepto fundamental inspirado por la Carta fue el acta de Habeas Corpus en 1679, que aseguraba que nadie podía ser encarcelado sin estar sometido a una acusación y juicio formal. Con eso el Rey perdió su privilegio de mandar a las mazmorras a sus enemigos sin dar explicaciones a nadie.
La compañera de la Carta Magna fue la Carta de los Bosques, que ponía limitaciones a la apropiación privada de espacios comunes, esta acta por su escaso sentido de la realidad nunca tuvo el éxito dela Carta Magna y en la práctica nunca ha mostrado beneficios importantes las pocas veces que se ha tratado de aplicar, en las cooperativas agrícolas y de aguas por ejemplo.
Los comunes son lo que nosotros llamamos los bienes públicos y la razón por la que nunca ha sido práctico que existan la dió un inglés aficionado a las matemáticas hace siglos, pero la expuso claramente Garret Hardyn no hace muchos años en su famoso artículo "La tragedia de los comunes" que en breve dice que lo que es "de todos" termina con la ruina todos, porque se usa irracionalmente.
Ningún bien que tenga valor económico debería ser común, porque los precios se distorsionan y el uso se convierte en abuso. Es un gran error creer que el estado es una entelequia casi divina, dedicada a maximizar bien común y por sobre los intereses personales. El estado, al final del día es el gobierno, no son lo mismo para efectos jurídicos pero si para todos los efectos prácticos por la sencilla razón de que los jefes y funcionarios del gobierno tienen la llave de la caja de fondos. El dueño de la flauta dice que música se va a tocar.
El estado entonces es una camarilla de personas que se las arreglaron para llegar al poder de manera más o menos honesta y más o menos representativa. Lo normal es que en ambos casos es menos. Y ellos son los que finalmente "administran" los bienes comunes, o sea son los dueños para todos los efectos prácticos. ¿Por que razón podríamos suponer que pondrán el bien común por sobre sus propios intereses y los de sus amigos? Si así lo hicieran serían unos estúpidos y si creemos que así lo harán entonces nosotros somos los idiotas.
Mucho mejor entonces es que no existan bienes comunes, que todo tenga dueño y precio fijado por la libre oferta y demanda, excepto las cosas que por ser muy abundantes (como el agua en algunos lugares) o imposibles de apropiar (como el aire que respiramos) simplemente se usen sin medida ni restricciones.
¿Y quien cuida entonces del deterioro de la naturaleza? Nadie en mi mundo ideal, pero si alguien se siente personalmente afectado porque otra persona o empresa le echa humo o le contamina el agua, creo que eso debería, primero que nada demostrar el perjuicio y luego demandar en tribunales. Creo que debería ser un asunto técnico que jamás se debería resolver políticamente.
Pero vaya uno a convencer a los malditos colectivistas que creen que el estado es un ente divino de infinita sabiduría, no hay como. Ni siquiera la evidencia de todos los días sobre la incapacidad y abusos del estado les basta. No hay como.
Está bien lo que dices, salvo por un detalle, en la Inglaterra de aquella época no habían chilenos ni Plazas Italias. Siempre es necesario poner orden. Tampoco existía el marxismo como doctrina.
ResponderBorrarAntes de la Carta Magna existieron los Fueros de León. Ahí está el origen de los derechos de las personas.
La Revoluciön Francesa es una farsa salvaje promocionada por la izquierda, porque les sirve para instalar sus totalitarismos.
Algo importante. De ahí nace el primer parlamento europeo, y por lo tanto del mundo, las Cortes de León.
BorrarHola Máximo, yo creo que el "institucionalismo" o sea la creencia que las instituciones modelan a las sociedades es una idea absurda y nunca ha tenido respaldo histórico.
ResponderBorrarLas cortes españolas no evitaron para nada que esa región tuviese las autocracias más duraderas de la historia, pero tenían cortes, constituciones y toda esa papelería, al final igual se hacía lo que se le antojaba al que tenía el poder de turno.
La Carta Magna es de 1215 más o menos, pero no evitó en absoluto la existencia de reyes sátrapas que hicieron lo que quisieron pese a la poesía del habeas corpus y lo demás, basta pensar en el infame Enrique VIII.
Los ingleses de mil doscientos y tantos y de mil quinientos eran un puñado de nobles, un puñado de curas y los reyes, los villanos no contaban para nada y solo existían como brazos y tributarios, no se puede hacer comparaciones entre esas épocas radicalmente diferentes, pero lo que si es cierto es que la Carta MAgna y las constituciones han sido más que nada cháchara inútil al servicio incondicional de los que tienen el poder político y militar del momento, siempre ha sido y será así. Es la gente, no las instituciones lo que modela la sociedad
La Carta Magna inglesa fue un acuerdo entre Juan Sin Tierra y unos barones, un intento de equilibrio en un conflicto entre el Rey y los nobles, y al final ninguna parte cumplió el trato. Un Papa la anuló además. Fue "reeditada" luego, cambiándola. Con el tiempo fue embellecida y se le creó el mito de cosa fundacional del parlamentarismo inglès lo cual es un poco exagerado.
ResponderBorrarLas Cortes de Leòn, amén de ser previas, convocaron por primera vez a los "comunes", los representantes de las ciudades, amén de los nobles y a los curas, que iban siempre a estos concilios. El Rey Alfonso necesitaba más impuestos para solventar sus guerras y arregló con los burgueses dándoles representación y fueros.
El Reino de León deriva de Asturias y el Reino de Asturias deriva de Don Pelayo, un noble visigodo que era feudatario y recaudador de impuestos del Emir de Córdoba pero se rebeló, se quedó con la recaudación y venció a los musulmanes en Covadonga, iniciando la llamada Reconquista.
Al final todo viene por la plata. Uls
Claro Ulschmidt, al final son solo juegos de poder donde uno pone y otro saca, y se van turnando hasta llegar a algún equilibrio precario, que luego se rompe y todo empieza de nuevo.
ResponderBorrarEso del contrato social y las instituciones perfectas son fantasías que se inventan posteriormente. Un caso notable de organización social fueron las municipalidades en los reinos de España en la Edad Media, no se habla mucho de eso pero las municipalidades españolas fueron fundamentales para crear comunidades estables, antes de eso las peleas entre la realeza, los nobles y los curas eran fábricas de guerra y disturbios, las Cortes parece que surgieron cuando las municipalidades empezaron a hacerse fuertes y de allí, como dices, viene el poder de los comunes.
Pero todos estos parece que son movimientos más o menos espontáneos, que después los han racionalizado con constituciones y toda clase de instituciones para dejar contento al populacho.
Los humanos necesitamos creer en cuentos, mitos fundacionales, fantasias, lo que ahora algunos llaman relato.
ResponderBorrarLas revoluciones empiezan alegando que el relato no se cumple y ellos si lo cumpliran, o que es falso y el verdadero vendra con ellos. Por supuesto todo encubre el asunto de quien se queda con la plata...el resto es poesia
¿Entonces para qué todo este cuento del estado y las leyes, si las rompemos a cada rato?
ResponderBorrarWilson, Jose, si son cuentos de hadas, mitos fundacionales y cosas así para ocultar ante el populacho que en el fondo se trata de quien agarra la chequera y cosas por el estilo
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