Miedo y susto
Me pregunta un amigo que diablos quise decir con eso de "vivir con miedo pero nunca asustarse" ¿Qué no es lo mismo el miedo y el susto? claro que no, aunque están relacionados son dos cosas bien diferentes. A propósito esta era una frase que le escuché a mi papá, una vez que me comentó su no muy exitosa pasada como corredor de la bolsa de Valparaíso en los años veinte.
El miedo es un instinto natural que tenemos todos los seres vivos, igual que un ratón, nosotros tenemos un sistema que nos permite mantenernos alerta de los peligros para arrancar en caso se necesidad, el miedo es como un fusible que nos salva en caso de emergencia y todos tenemos algunos miedos específicos, como he dicho muchas veces antes acá mismo yo le tengo miedo a las alturas, a las inyecciones y a las mujeres, también le tengo miedo a hacer el ridículo. Hay cosas que mucha gente le tiene miedo y yo no, por ejemplo no me asusta la pobreza, el fracaso ni las enfermedades, los miedos son más o menos característicos de cada cual.
Los miedos podemos dominarlos y usarlos en nuestro favor, no son insuperables. Con el tiempo fui superando un poco el miedo a las mujeres, y eso que alguna vez me preocupaba que -tal vez- nunca llegaría a gritar ¡Viva Chile! Pero pasaron los años y llegué a acostumbrarme a tratar con mujeres. Lo mismo con el miedo a hacer el ridículo y las inyecciones que -en caso de necesidad- hago tripas corazón y me dejo pinchar. Con las alturas me ha costado más y todavía tengo una especie de fobia.
Asustarse es otra cosa, nos asustamos cuando dejamos que el miedo nos domine y perdemos el autocontrol. Asustados hacemos cosas que sabemos que son estúpidas pero no podemos evitarlo. Mientras el miedo nos ayuda a movernos con cuidado y nos puede salvar el pellejo, el susto nos perjudica porque nos descontrolamos. Bueno, esa es lo que significa para mi el miedo y el susto.
Maldito invierno
Y empezaron los días grises de la peor época del año. Todavía sale el sol a mediodía, pero amanece nublado y a la tarde también empieza a salir un viento frío muy desagradable ¿Hasta cuando? Habrá que esperar hasta septiembre, tal vez octubre para que todo vuelva a la normalidad. Y no solo es el invierno sino que se han roto todos nuestros hábitos que nos hacían tan agradable vivir en la ciudad.
Ya no nos juntamos con los amigos a comer, tomar y conversar estupideces, ir a tomarse un café en el paseo 21 de Mayo está fuera de discusión, ni siquiera se puede ir a la Isla del Alacrán a tomar unas cervezas, como hice durante décadas. El centro de la ciudad se ha convertido en una "fucking Caracas" como dice McDonell, repleto de vendedores ambulantes, insolentes y desafiantes con la policía en la seguridad que no les pueden tocar un pelo. La palabra "ilegal" desapareció de nuestro vocabulario, hoy nada es ilegal en la práctica, porque nos rige la ley de la selva.
Ah, estos malditos días grises me cortan la leche. Amanecí con los monos así es que esta entrada se queda aquí nomas. Hasta mañana, o tal vez hasta que vuelva a salir el sol.
¿Puedo opinar desde la ignorancia? Despues de estar leyendo a tanto politico, ya ni me da pudor.
ResponderBorrarHay un trastorno afectivo estacional, como una depresion casi siempre invierno, y se trata con lamparas de luz blanca, de media a una hora de exposicion. Los chinitos debe venderlas en un par de dolares.
Por supuesto no es tu caso, no estas deprimido, o no escribirias nada ,ni siquiera rabiarias contra los dias grises ni la porqueria de encierro. Pero puede ser algo sub clinico, como dicen, en una de esas si pruebas... puedes tomar sol electrico mientras te tomas algo mas espirituoso.
¡Doctor Wilson, hombre sabio! Nada de opinar desde la ignorancia, tu consejo destila sabiduría, especialmente en eso de tomar algún licor espirituoso. Esa es la verdadera solución a mi problema ¡Cómo no me había dado cuenta!
ResponderBorrarMe voy a compras un copete ipso facto. Excelente consejo guru!
Si Piñera no es el peor presidente ¿Cuáles son los de verdad desastrosos? ¿Los de 1823-1830 por no poder mantener la autoridad en el país?
ResponderBorrarMaldito invierno. Yo también odio esta epoca del año. El frío y la lluvia (que acá en santiasco son sinonimo de catástrofe) más ahora que volvemos a la cuarentena total en la RM. (en todo caso esto ya lo veía venir, pues calza justo con los que se infectaron despues del plebichiste de hace un par de semanas atrás)
ResponderBorrarLo unico bonito que recuerdo del invierno fue un romance que tuve en la media. fue casi de película adolescente, pero no tuvo final feliz.
Salud por ella y por el invierno que justifica mi alcoholismo.
Para la risa, he sido piloto casi toda mi vida.
ResponderBorrarObtuve mi licencia de piloto antes de los 18. La de piloto se puede, la de manejar no. Increíble pero cierto.
Incluso durante un tiempo dejé de lado mi carrera universitaria por volar, pero....le tengo pánico a la altura. En los aviones cero problema. En un balcón, me muero. Lo tenía bien para callado y un día lo hice público. Oh sorpresa, varios colegas estaban en las mismas. El miedo a la altura, no es lo mismo que el miedo a caerse. Ese tengo yo y muchos que dicen temer a las alturas, y no es lo mismo.
Concuerdo con McDonell, acá santiago también se está convirtiendo en un fucking Caracas - Puerto Principe
ResponderBorrarPaciencia, ya llega el Solsticio de Invierno, habrà que salir a festejar el Inti Raymi, mejor con una cerveza y un bife de hìgado. Despuès de eso las horas solares aumentan y la producciòn de vitamina D en forma natural. Uls
ResponderBorrarAnónimo, tenemos varios candidatos para peor presidente: el megalómano Freire, el autoritario al cuete Balmaceda, el sinverguenza Gonzales Videla, el orate de Allende, los corruptos de Lagos y Bachelet, y el narcisista y cobarde moral de Piñera. Son los que se me ocurren a vuelo de pájaro, hay otros pero esos fueron de los peores. En cierto modo reflejan las épocas de decadencia social y estupidez en que gobernaron, no son solo ellos, también era un ambiente generalizado.
ResponderBorrarJosé, salud por los romances de invierno y por los moteles sin calefacción. Yo también tuve un remedo de romance de invierno y -por lo que me contaron- había un maldito motel en calle Merced de Santiago que era más helado que un sarcófago, maldita sea. De las cosas que uno se acuerda con el tiempo.
Marcelo, chócale, para mi es exactamente lo mismo. Jamás tuve el menor miedo a subirme a un avión, la primera vez fue como a los 30 años y me subí medio asustado, pero a los 20 minutos ya estaba a mis anchas, feliz de la vida. Hay gente que le aterroriza volar, yo creo que tiene más que ver con la claustrofobia.
Tampoco me dan miedo los rascacielos. Estuve en el piso 75del Empire State, en la oficina del amable Sr. Wilchcek que era puro vidrio y me acercaba a la ventana sin problema, el vidrio me quitaba todo el miedo, sin embargo me dio julepe asomarme al mirador que estaba más o menos al aire libre. En el Morro me asomo pero muy agarrado en la baranda. La fobia a las alturas es sumamente extraña.
Un viejo amigo y compañero de curso trabajó muchos años en Canadá (donde vive hoy) en construcciones a gran altura como el hombre araña, era un trabajo muy bien pagado por lo peligroso, pero me decía que el riesgo de caerte de 20 cm de altura es el mismo que caerte de 200 metros, no entendía como podía sentir miedo a eso. al contrario, decia que andando en altura por alguna razón se sentía hasta más tranquilo. Cosas raras de la mente.
Ulschmidt, vitamina D es lo que me falta, me tomaría un Drambuey (o como se escriba) si no fuera tan caro. Ah, paciencia nomás hasta que pase todo este infierno.
En gustos no hay nada escrito, mi día ideal es uno con lluvia truenos y relámpagos, donde me pueda poner impermeable, botas pantalon raquelado y largarme a caminar sin que nadie estorbe. Y llegue a la casa comer una cazuela y trabajar escuchando la lluvia.
ResponderBorraraja, me terminaste de avinagrar el día maldita sea.
ResponderBorrarNombraste dos de las cosas que más odio en este mundo: lluvia y trabajo!!!
un dia de tormenta, en una casa en la llanura pampeana, donde hay relampagos y diluvia, en una galeria abierta de esas que hay en esas casas, comiendo tortafritas fritas en grasa y espolvoreadas con azucar. Asi eran los dias de lluvia en casa de mi tìa que vivia en su chacra. - disculpe la disgrasiòn, pero la patria de cada uno es la infancia ! Uls
ResponderBorrarBueno, bueno, por lo menos no hablaste de lo lindo que es TRABARAR, algo es algo
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