Me estaba acordando de mi buen amigo Iván Seisdedos, que un día me dijo "sabes Tomás, estoy asustado, en los últimos años me había ido pésimo, con una cosa mala tras otra y de repente he empezado a tener tanta suerte que no me lo explico: ahora todo me está resultando bien ¿Será que me voy a morir?
Algo parecido fue con mi recordado amigo Nelson. Después de muchos años de tropiezos y mala suerte, una noche llegó a mi casa manejando una Hummer, pasamos a buscar a un par de amigos más y salimos a comer para celebrar, después nos fuimos al casino donde Nelson era una especie de celebridad entre los croupier, Resulta que por fin le había pegado el palo al gato y había vendido su mina de cobre -en la que había dejado el pellejo- en una buena cantidad de plata "Muchachos, ahora si pueden decir que tienen un amigo millonario" nos decía. No cabía en sí de contento.
Ambos amigos se murieron a los pocos días de recibir su golpe de suerte. Entonces el gran Sixfinger tenía razón para andar asustado. Algo parecido me está pasando a mí ahora y en estos días he tenido varias buenas noticias, así es que si este templo del Ocio se apaga uno de estos días, es porque después de cambiar mi suerte estiré la pata. No me importa mucho porque ya hice todo lo que había que hacer, ya estoy listo para irme al Patio de los Callados a sentarme a la diestra del Pulento o a disfrutar de las setenta vírgenes que me esperan en al Paraíso Musulmán, según corresponda.
En asuntos de plata cuando vienen épocas peligrosas y de empobrecimiento violento, el tiempo y la suerte cobran gran importancia. A diferencia de las épocas ordenadas y prósperas a las que estábamos acostumbrados desde hace poco más de 20 años, las cosas pueden cambiar violentamente de un día para otro y lo más probable es que cambien para peor, aunque no hay como saberlo.
Es como el cuento chino ese donde hay varias personas en una habitación y entra un tigre furioso. Entonces un valiente lo agarra de la cola para permitir que los demás arranquen- Mientras eso ocurre el tigre embiste contra los que están arrancando, pero en cierto momento, se da cuenta que lo tienen agarrado de la cola, entonces se da vuelta y se come al valiente.
La moraleja de ese cuento es que hay que saber cuando soltarle la cola al tigre, antes que se vuelva contra uno. Y no hay manera de saber cuando es ese momento porque depende del capricho del animal furioso. Esas dos variables: tiempo e incertidumbre cobran mucha importancia cuando las cosas se ponen difíciles y hay que tomar decisiones.
Casi todos prefieren los tiempos prósperos y tranquilos, cuando se puede planificar el futuro a largo plazo, con una razonable seguridad que no habrán cambios violentos. La fábula de la cigarra y la hormiga solo sirve para los tiempos tranquilos porque bien podría venir un incendio al fin del verano, o cualquier otra cosa que la industriosa hormiga no pudo controlar y todo su sacrificio habrá sido para nada.
Épocas estables versus épocas de cambio, ahora se nos viene la segunda, los asuntos de plata siempre siguen un ciclo, son pendulares entre estabilidad, donde ganan las hormigas y cambio, donde ganan las cigarras, siempre ha sido así y por eso es bueno tener una estrategia.
Cuando no tenemos estrategia respondemos a los cambios tratando de anular los efectos de corto plazo, vamos apagando los incendios a medida que van apareciendo y eso funciona cuando los incendios son pocos y aislados. Pero cuando aparecen todos al mismo tiempo, apagar incendios uno por uno solo servirá para morir asado.
Hay que buscar otras formas y sobre todo no basarse en la experiencia del pasado inmediato. Un amigo me cuenta que había comprado dólares, pero como el dólar empezó a bajar, cambió sus ahorros a acciones. Me imagino que cuando las acciones se derrumben cambiará de nuevo a dólares, eso es ir apagando los incendios a medida que se producen, lo más probable es que pierda buena parte del poder comprador que alguna vez tuvo, pero lo peor es que siempre vivirá preocupado de lo que está perdiendo, porque ha perdido de vista el objetivo principal, que es vivir sin preocupaciones.
Porque ¿Para qué juntamos riqueza? Supongo que lo más lógico es "para vivir sin preocupaciones", pero vivir preocupado con objeto de vivir sin preocupaciones no parece muy lógico que digamos.
En estos tiempos donde existe el riesgo de perderlo todo por motivos que no podemos controlar, es muy importante olvidarse de nuestra experiencia pasada, que era muy buena para los tiempos tranquilos pero ahora ya no sirve, todo lo que era correcto para tiempos estables es equivocado hoy.
Hay dos grupos de personas que se benefician de la inestabilidad: los que no tenemos nada que perder y estamos acostumbrados a vivir con muy poco y los que tienen muchísima plata y ambicionan tener más riqueza y poder, para ellos la estabilidad no les sirve y creo que por eso son los que están financiando la agitación y el caos en todas partes.
Seguramente por eso me está empezando a ir bien. Yo con un aumento insignificante de mis ingresos, consigo un gran aumento de mi bienestar, creo que por allí va la explicación.
"pronto llegará, el día de mi suerte
ResponderBorrarSé que antes de mi muerte,
Seguro que mi suerte cambiará"
El día de mi suerte - Hector Lavoe
Cuando pienso en eso, me da mala espina todo cuando me va bien. En palabras de Mike Hall (Rust Valley Restorers)
Cuando crees tener todo resuelto, la vida llega y te pega en las pelotas
No me gusta meter otro tema pero ¿que tal las cosas en Perú? se ve bastante peleado el voto. Tengo una amiga acá en Santiago que está con panico por este tema.
jajaja, yo no soy supersticioso porque eso me trae mala suerte!
ResponderBorrarEl Perú está jodido desde que eligieron a PPK en adelante, y van cada día peor. Creo que sería muy bueno que salga Castillo, especialmente para Arica pero también para Tacna y todo Chile. Perú e nuestro principal competidor por inversión extranjera y con esta elección -salga quien salga- quedó en gran desventaja. Tal vez venga una nueva época de oro para Arica y Tacna.
La llamada dicotomia del control de los estoicos, que hay cosas que controlamos y otras que no, y es razonable ocuparnos de actuar solo sobre las primeras. Tampoco es malo pensar en lo peor que podria ocurrir(Jadue electo con el 60 %), y ver que ni es ni tanto, a lo mas en uno o dos años, cuando se acabe la plata, volveremos a ser un pais pobrecito y lo botaremos de la Moneda.
ResponderBorrarY a proposito de elecciones, ¿Que onda con el Peru y la mitad de votantes de Castillo? Y eso que voto cerca del 80 % entre residentes y del extranjero, cierto que tuvieron un 5 % de nulos, pero la mitad de los peruanos es muchisima gente...
"La donna e mobile, cual pluma al vento", nadie en Perú se lo habría imaginado 5 año atrás, el electorado es muy volátil y están más manipulados que acá
ResponderBorrarNo tientes a la muerte Tomás.
ResponderBorrarAún nos falta que hagas periodismo de investigación y seas ministro de guerra.
Que en lo demás, tus andanzas ya se parecen bastante a las de Diego Portales.
Creo que es bueno mentalizarse para los malos tiempos con tal de poder enfrentarlos. Estamos en una época donde pueden pasar muchas cosas.
ResponderBorrarEso de los estoicos, Wilson, es lo que hay que aprender. Uno controla muy poco, solo muy cerca, y a veces un tiempo. Lo demás hay que verlo como parte del paisaje, el capricho de los dioses o la voluntad divina: nos afecta pero no lo cambiamos. Eso no impide sumarse a una acción mucho más grande que uno mismo, digamos, como la militancia de Tomás con los republicanos, pero una cosa es sumarse y otra pensar que uno va a cambiar algo. Uls
ResponderBorrarAnónimo, a propósito de eso, a un amigo que le debo un favor me escribió recién preocupado "no te mueras todavía hasta que termines lo que ya sabes, después no hay problema" jaja
ResponderBorrarPortales si que tenía pachorra, era capaz de moverse y mover a los demás, yo como político, aparte de robar como loco no haría nada bueno. Estoy a años-luz de eso
Frx, las cosas que pasan en si no son totalmente malas o buenas, hay que tratar de aprovecharlas eso si.
Ulschmidt, sin duda que uno no puede cambiar nada, pero uno, más uno y más uno y etc. son los que hacen los cambios "un chincol se comó una viña, uva por uva" jaja
.. creo que por eso me gusta mas la historia que la politica y la actualidad. Los gobiernos que van y viene y los acontecimientos son como cambios climaticos que uno debe afrontar: tratar de pronosticarlos, adecuarse al temporal, aprovechar algún viento favorable. Pero en cuanto te desconectas de tu breve suerte personal - que no es importante, salvo para uno mismo ! - puede contemplarse el espectáculo mismo de la tormenta que es, sin duda, majestuoso. Eso es lo que pasa cuando uno lee sobre historia por ejemplo. Uls
ResponderBorrarSin duda Ulschmidt, la historia es entretenidísima sobre todo porque ya no nos afecta, pasó. Lo más bonito es que podemos comprobar que el ser humano es prácticamente idéntico en sus ambiciones, objetivos, actitudes, etc. desde los tiempos más antiguos que conocemos hasta hoy.
ResponderBorrarEn el corto plazo es muy difícil pronosticar, pero igual estamos obligados porque hay que tomar decisiones, así es que hay que tratar nomas con todas las limitaciones de nuestro conocimiento. Y es estupendo leer sobre guerras, sobre todo cuando no se tiene que ir jaja.