22 julio 2021

Un terremoto del Ejército de Chile

Luego que terminara la Guerra del Pacífico, estando Domingo Santa María de presidente y pasada la embriaguez del triunfo sobre el Perú y Bolivia, empezaron a conocerse detalles sobre muchos problemas en las Fuerzas Armadas. Especialmente  en el Ejército que sufría de improvisación, personalismos exagerados, imprudencia y falta de preparación en los altos mandos. Todo esto se reflejó en un manejo caótico de la tropa, donde reinaba la indisciplina que solo podía ser combatida con brutales -y muchas veces arbitrarios- castigos.

El castigo más común era la pena de azotes, donde los malportados eran azotados hasta 200 veces frente al regimiento en formación, mientras la banda tocaba el Himno de Yungay, eso se conocía coloquialmente como "el pago de Chile". 

Pero fue efectivo solo al principio, porque los peores empezaron a enorgullecerse de su capacidad para soportar el castigo y lo provocaban, lo que les daba fama entre sus camaradas. Las borracheras y el descontrol en combate, donde solo sabían atacar de frente haciendo poco caso de las órdenes, fue lo que provocó matanzas como la del asalto y toma del Morro de Arica, entre otras.

Por otra parte muchos generales eran tan ególatras y ambiciosos, que se creían con pleno derecho para ser presidentes del país por el hecho de haber servido victoriosamente en la guerra, tal como lo había sido Manuel Bulnes en el pasado. Aunque otros como Manuel Baquedano, José Francisco Vergara y unos pocos más eran humildes y sin demasiadas ambiciones, muchos fueron mal aconsejados y encumbrados por la prensa para que iniciaran una carrera a la presidencia. Un ejemplo notable de esto fue Estanislao del Canto, fanfarrón, atrevido y ególatra, a quien finalmente le tuvieron que dar un buen puesto fuera del país para que no siguiera revolviendo el gallinero.

En los años de la Guerra del Pacífico, la prensa no tenía nada que envidiarle al actual Twitter y era manejada por oportunistas políticos, cada uno buscando llevar agua a su propio molino, gente como Benjamín Vicuña Mackena y otros muchos, se convirtieron en activistas y "generales alternativos" dictando cátedra de como se debía conducir la guerra, a la vez que elevaban al olimpo de los dioses a algunos generales, condenando a los del sector político que no les parecía. 

La prensa fue uno de las peores problemas que tuvo el presidente Anibal Pinto, liberal aunque portaliano de corazón. Fue una tremenda suerte tenerlo de presidente y a Rafael Sotomayor de ministro de guerra en campaña -otro portaliano- en tan delicado momento.

Después de Anibal Pinto llegó a la presidencia Domingo Santa María, uno de los más inescrupulosos que han ocupado el puesto en Chile y que sembró la semilla que provocaría, poco después, la Revolución de 1891. Él se vio enfrentado a la caótica situación en el Ejército y decidió traer un instructor alemán de prestigio para reorganizar la institución desde la raíz. 

El elegido fue el capitán Emil Koerner Henze, que se había destacado en la guerra Franco Prusiana, que Prusia acababa de ganar. Luego se graduó en la Academia de Guerra de Prusia, con la tercera antiguedad, detrás del futuro mariscal Von Hindenburg y Merkel, quien más tarde se haría famoso con la reorganización del Ejército Imperial Japonés. Koerner tenía todas las credenciales y total respaldo del presidente Santa María, así como de todos los que le sucedieron. El primer diagnóstico que hizo fue desvastador:

“el ejército, lejos de ser una mezcla de todas las clases de la sociedad, se componía de las personas que no tenían capacidad o vocación para otra ocupación…era corriente la bebida y el juego, además del vicio de la ‘camaradería’ –convivencia con mujeres sin mediar matrimonio…y la corrupción habría sido total sino hubiesen existido castigos en la forma más brutal, con bastón –hasta 200 golpes- y grillos”.

Pero también apreció grandemente el potencial de los soldados, escribiendo:

“los chilenos nacen soldados, los reclutas aprenden en un mes lo que los conscriptos europeos en un año”.

Los cambios que introdujo fueron un verdadero terremoto para el Ejército. Suprimió las penas de azotes y castigos corporales a los soldados diciendo que eran ineficientes, porque alentaban el caudillismo de los más canallas. En cambio puso en los oficiales la responsabilidad que -por medio de liderazgo- mantuvieran la disciplina sacando a todos los malos elementos. Así, la tropa pasó de ser un grupo con muchos granujas y poca disciplina a un cuerpo cohesionado y bien motivado.

Luego emprendió la profesionalización introduciendo dos cambios clave: el Estado Mayor y la Academia de Guerra para formar a los oficiales superiores -de coronel para arriba- que antes ascendían de manera caótica, bien en premio a sus acciones de guerra o por tener parientes influyentes en la política.

Hasta que llegó Koerner los oficiales superiores eran mayormente muy valientes e ignorantes, gente que se había destacado peleando en la Guerra de Arauco como el coronel Lagos, grandes tácticos de la guerra de guerrilla y emboscadas, pero no tenían la menor idea de estrategia ni planificación de las acciones. La dirección de la guerra, afortunadamente estuvo a cargo de dos civiles: el abogado Rafael Sotomayor y el ingeniero José Francisco Vergara. Ellos fueron los artífices estratégicos de la victoria.

Hay una figura poco conocida, que tuvo tanta o más importancia que Koerner en la prusianización del Ejército, este fue el chileno Jorge Boonen Rivera, que se educó en Bélgica, país del que provenía su padre..Boonen tenía una formación intelectual muy por encima del resto de los militares de su época. Él fue junto con Koerner el ideólogo y quien llevó a cabo la enorme reorganización. Ni que decir que ambos eran buenos amigos.

Terminada la Guerra del Pacífico, con la llegada de Koerner y el ascenso de Boonen, empezó a parecer un fuerte movimiento interno de resistencia a los cambios, formándose dos bandos irreconciliables de francófilos y prusianófilos. Esta rivalidad explotó para la Revolución y Guerra Civil de 1891, donde el Ejército se dividió en dos facciones. Las tres cuartas partes -más o menos- eran los defensores del modelo francés y apoyaron al residente Balmaceda. 

El otro cuarto -donde finalmente se pasaron Koerner y Boone- eran defensores del sistema prusiano. Así fue como se enfrentaron los dos modelos, donde el viejo ejército fue derrotado por el nuevo, que en pocos años habían organizado Koerner y Boone.

Claro que la división no era tan clara, el ejército de Koerner estaba encabezado por el general Estanislao del Canto, prototipo de los militares antiguos, muy valiente, ególatra e incompetente. Sus malas decisiones habían sido responsables de aniquilamiento completo de la 4ª Compañía del Regimiento Chacabuco en La Concepción, durante la Guerra del Pacífico, Boone estaba bajo sus órdenes como capitán y fue el primero en llegar al lugar del desastre, es de suponer que desde entonces le tomó odio a del Canto por su incompetencia y fanfarronería.

Pasada la guerra civil, con el triunfo de los congresistas, Koerner fue ascendido a general, con control total sobre el Ejército, Boone siguió ascendiendo hasta llegar también a general, pero las tensiones internas -dentro y fuera del Ejército- entre los sistemas francés y prusiano continuaron escalando hasta convertirse en una cuestión política. Los viejos generales, envidiosos y resentidos por la fama de Koerner y Boone, los motejaban de militares de escritorio, cobardes e incompetentes.

Estanislao del Canto, que soñaba con se presidente, declaró en una entrevista 

"que el triunfo había sido el fruto de su plan de ataque y que la Batalla de Placilla estuvo a punto de perderse por la lenidad o desobediencia del Comandante de la III División, Teniente Coronel Jorge Boonen. El aludido mandó su padrino a del Canto. Este contestó que "estoy dispuesto a ir inmediatamente con Ud. a un duelo por las armas; pero reservándose, en todo caso, el derecho de justifícarme con documentos, si algún día yo creyese que pesaba sobre mi honor la sospecha de que he calumniado a Ud."

Como Boone lo había retado a duelo, del Canto escogió las armas, era un experto en tiro de pistola y le dio justo en la frente a Boone, dejándolo al borde de la muerte, aunque por milagro los médicos lograron salvarlo. El terremoto del Ejército de Chile, provocado por Koerner y Boone, tuvo innumerables réplicas a lo largo de los años, pero al final el modelo prusiano se consolidó y hoy es motivo de satisfacción y no poco orgullo para muchos chilenos,  militares y civiles.

El modelo francés era emocional, aristocrático, basado en castas y actos heroicos, mientras que el modelo alemán era racional, eficiente y muy innovador: algo característico del prusianismo fue su capacidad para adaptarse e innovar. Cada uno tenía lo suyo, pero creo que finalmente ganó el más mejor.

Creo que la moraleja de toda esta historia es que la incompetencia, la envidia y los errores pueden estar muy extendidos, pero siempre es posible barrerlas y cambiar. No hay mal que dure cien años.

15 comentarios:

  1. Una historia interesante de conocer y que muestra que contrario a la creencia popular, el ejército no ha sido siempre el mismo.

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  2. Cuando yo pituteaba en el glorioso regimiento Dolores, cada vez que escuchab eso de "Ejército vendedor, jamás vencido" les decía por molestar "te equivocas, el Ejército fue vencido en la Guerra civil de 1891 por la Marina". Se reían nomás pero se quedaban picados.

    Ahora, si hubiesen sido más pillos en historia me podrían haber dicho "te equivocas tu, esa guerra la ganó el ejército prusianizado contra, que es el actual, el tradicional que desapareció. Eso yo no lo sabía en esos años, pero tuve suerte que nadie más lo supiera, así no pudieron corregirme.

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  3. Jajajaja de repente pasa eso de que uno estaba equivocado pero en su minuto nadie lo pudo demostrar.

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  4. La guerra Franco-Prusiana tuvo un impacto grande y la bùsqueda de modelos y asesoramiento germano fue importante en todo el mundo. El ejército imperial japonés osciló entre los dos asesoramientos: francés hasta la Franco-Prusiana; prusiano después; volvieron al asesoramiento francés tras la Primera Guerra Mundial (entre otras cosas, fueron oportunista enemigos de Alemania en la IWW y le quitaron un archipiélago en el Pacífico).
    Basta ver la campaña de Malasia y la toma de Singapur para verificar que eran un ejército muy superior al británico, por ejemplo, ya en la Segunda Guerra Mundial. Uls

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  5. A mi me encanta la “subida por el chorro” que está en el monumento al ejército libertador en Maipú.
    Los españoles le habían ganado al ejercito de Napoleón en Bailén.
    Nuestro ejército le gano a UN ejército español.
    En la placa dice: “A los vencedores de los vencedores de Bailén”
    O sea somos mejores que don Napo.
    Ese propagandista si que sabía su pega.

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  6. Frx, me ha pasado un par de veces jaja

    Ulschmidt, es cierto, el Ejército Francés tuvo por muchos años la reputación de ser el mejor del mundo gracias a las Guerras Napoleónicas, pero don Napo era un gran publicista y un mentiroso consumado. Su campaña por Medio Oriente fue un desastre total, lleno de malas decisiones y casi aniquiló al ejército, pero el hombre lo tapó todo y aprovechando la falta de comunicaciones volvió cantando grandes victorias que nunca tuvo. Y todos en Europa se la creyeron. Era un bandido ese don Napo.

    ÇLA Guerra Franco-Prusiana, tal como dices, tuvo un impacto enorme, la doctrina militar francesa dominaba el mundo en esos años y casi nadie la discutía, pero la victoria de Prusia (después de haber sido derrotada y ocupada por Francia pocos años atrás) llevó a que muchos países vieran como cambiar del modelo heroico francés al práctico y organizado de los alemanes. Los japos siempre fueron buenos guerreros pero también tenían problemas de desorganización e indisciplina, tal vez con los alemanes se enrielaron un poco.

    Ah Marcelo, lo militar es un mundo con muchas facetas, una de ellas es la propaganda militar, lleno de consignas y frases grandiosas como la que mencionas... buenísima. En los años de la Guerra por la Independencia Francia reinaba en lo militar, sin discusiones, así es que vencer a los vencedores de Bailén no era poca cosa.

    Igual yo prefiero otras facetas como la música militar por ejemplo, me encanta

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  7. Bien buena la lección de Historia. Curiosamente las bases de Korner y Boonen Rivera, perduran hasta el día de hoy y son maliciosamente confundidas por los zurdos, con lo de la "alemania Nazi". El uniforme prusiano, es elegante y bien imperial en su estilo. En cuanto a la disciplina, el ejercito obedece a la institucion, no a los "líderes" y eso le resta posibilidades a los zurdos o a quien sea de ser cooptados por los políticos. Quizás eso sea, que lo vengo diciendo hace rato, la causa del porqué los zurdos no han podido entronarse a perpetuidad en Chile, como lo hicieron en Cuba o Norcorea, por dar un ejemplo.

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  8. Voy hacer abogado del Diablo, estoy completamente de acuerdo que fue Don Rafael Sotomayor , el arquitecto de la victoria en la GDP y no habrá elogio suficiente para el y su obra.

    Pero J. F. Vergara era un civil con infulas de general, era mas inteligente que varios mandos del EJC, por ejemplo Emilio Sotomayor, pero su juicio no le daba para mandar tropas y dirigirlas, su desastroso desempeño y preparación en la quebrada de Tarapaca, se hubiera repetido en Chorrillos y Miraflores.

    Marcelo

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  9. En Bailén peleó San Martín, del lado español, claro. Salió con medalla y todo . El resto de la campaña estuvo a las ordenes de Beresford, un aliado inglés de los españoles, y ahí contactó San Martín con las logias masónicas.
    Estaba con los liberales que querían hacer un "commonwealth" con los hispano americanos y cuando Fernando VII se decantó por el absolutismo viajó con otros oficiales y se unió a los independentistas americanos. Así los que habían estado en Bailén se volvieron a encontrar pero en bandos distintos, en Chacabuco y Maipú. Uls

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  10. Gracias, Tomás por este historia muy interesante y poco conocida. La casta militar Chilena en general parece muy hermético todavía.

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  11. Una mancomunidad con un rey y parlamentos propios. A los canadienses y australianos les funciono....

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  12. ... los ingleses aprendieron de la experiencia yankee, y le dieron soga a sus otras colonias - bueno, a los "dominios blancos", porque a los morochos les siguieron dando látigo - España en cambio insistió tozudamente con Cuba, Filipinas y Puerto Rico. Es que si ellos no se democratizaban y modernizaban en la propia metòpoli, cómo iban a hacerlo en los territorios de ultramar? Uls

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  13. Jose, eso de confundir el estilo prusiano con los nazis es producto de la ignorancia nada más, claro que los nazis se apropiaron de símbolos y cosas así, pero la tradición prusiana es muy anterior e iba mucho más allá de eso.

    El Ejército de Chile ha sido siempre adverso al caudillismo. El propio O´Higgins renunció al ver que no tenía apoyo, lo mismo el general Pinochet, que se fue tranquilo al perder una elección a la que él mismo llamó. Tal vez el único intento de caudillo militar lo tuvimos con Ramón Freire, pero le fue pésimo.

    Marcelo, con Vergara está la eterna discusión histórica de militares de carrera versus cucalones (civiles asimilados). A pesar que era ingeniero, Vergara tenía conocimientos militares mucho más completos que casi todos los generales y almirantes de la época, claro que nadie es perfecto: lo que le sobraba en conocimientos y visión estratégica le faltaba en táctica y experiencia en combate, la prensa liberal lo hizo bolsa después del asunto de Tarapacá, pero Vergara fue el asesor clave que tuvo siempre Sotomayor, para cada una de las acciones y sus planes estratégicos, sin su genialidad el desembarco de Pisagua, que fue una de las claves para ganar la guerra, habría sido un fracaso o, de hacerle caso a los militares de carrera, no se habría hecho simplemente. El problema de Vergara es que le gustaba ir al combate él mismo, pero después de Tarapacá lo culparon de todo y se retiró solito de la primera fila, aunque siguió haciendo lo que mejor sabía: la planificación estratégica en la conducción de la guerra.

    Ulschmidt, no tenía idea que San Martín había peleado en Bailén, ahí está la explicación de la placa esa entonces. Claro, justo en esos años tocó que estaba Fernando VII de rey en España "el rey felón" uno de los peores de la historia, un verdadero bruto, oportunista y sin carácter.

    Juan, los militares son un grupo bastante cerrado en Chile porque se da mucho eso de entrar a la profesión por tradición familiar. La vida militar, al revés de lo que se piensa, no es fácil, se necesita mucha vocación para aguantarla y cualidades para mantenerse dentro sin que lo echen. Por eso se da mucho que en una familia pueden haber 4 o 5 generaciones de militares, de allí el nombre de "la familia militar", los apellidos se repiten mucho en todos los niveles desde clases, suboficiales, oficiales subalternos y superiores. Hay un enorme desonocimiento en el mundo civil sobre como funciona el mundo militar, al menos en Chile.

    Nervio, fue una -funesta- casualidad histórica que nos tocara el rey felón en esos momentos. España tuvo grandes reyes y notables déspotas ilustrados, Fernando fue una excepción.

    ULschmidt, pero al rey Jorge no le hizo maldita gracia la independencia de USA, en verdad se la quitaron a la fuerza porque era tan absoluto como Fernando VII

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  14. José Miguel Carrera hizo similar carrera, luchó por ejemplo en la batalla de Talavera, también en una conjunción de fuerzas hispano-inglesas contra los franceses y tiempo después volvió para sumarse a la causa americana.
    Fue un parteaguas: en 1814 terminan de liberar a España (y al Rey), el Rey decide dedicarse ahora a las colonias y a reprimir sin negociar nada a los rebeldes y un puñado de oficiales americanos que pelearon en la península parten (discretamente ayudados por los ingleses y coordinados en logias masónicas) a ayudar al otro bando.
    Tenemos toda la propaganda patriótica que nos impide reconocer todas las negociaciones y cambios de ideas que hubo con España, en especial con los liberales. Lo mismo las causas "nacionales": la mayoría de estos revolucionarios no querían crear Argentina, Chile, México, etc.. sino una especie de Estados Unidos del Sur. Luego no funcionó. Uls

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  15. Claro Ulschmidt, mi impresión es que todos los padres de la patria que tuvimos en Sudamérica tenían la secreta ambición de convertirse en los reyes de una gran américa del Sur. Mi impresión es que se movían por ambiciones y resentimientos personales, los Carrera buscaban entronizar a su familia, Bolivar un megalómano que quería ser emperador sudamericano, San Martín también coqueteaba con la idea de convertirse en rey igual que Ohiggins. Mi impresión es que no hubo ninguna gran figura en esos años, puros caudillos y caudillitos nomás

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Stating point of view
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