30 agosto 2021

¡Que se elimine en voto secreto!


Uno de los peores problemas de la democracia es que existe en dos formas. La primera forma es la ideal y se parece de manera asombrosa al marxismo utópico, de hecho podríamos llamarla la democracia utópica, un nombre que me parece muy apropiado. Igual que el marxismo utópico, la democracia utópica es un sistema maravilloso que solo ofrece ventajas. Si realmente gobernaran las mayorías respetando las minorías estaríamos en un mundo similar al paraíso marxista, donde todos son libres, felices y sin grandes problemas.

Pero todos sabemos que esa democracia utópica no existe, sin embargo bajo la cobertura de ese sistema imaginario y maravilloso nos venden la democracia real, que suele ser como cualquier otra dictadura, en este caso es la dictadura de las oligarquías políticas, que históricamente se han apropiado de todas las democracias reales, en todos los países y todas las épocas. Esto a propósito de algo que leí en la prensa:

Ni pies ni cabeza: Candidata propone una monarquía para que Chile "retome la identidad que perdimos cuando llegaron los españoles"
Ana Vergara San Martín, candidata del Partido Igualdad al Senado por la Región de Ñuble, desató sorpresa, burlas e indignación al viralizarse en redes sociales su propuesta de dejar atrás la República y convertir a Chile en un reino. "Yo creo que deberíamos ser una monarquía", dijo la aspirante a la Cámara Alta en una entrevista con la Radio El Sembrador. Ante el estupor del periodista que la interrogaba, Vergara se explicó, con dificultad, y en medio de abundantes risas de tono bobo: "Por supuesto, (Chile debe ser una monarquía) donde tengamos un monarca y él se haga cargo de las Fuerzas Armadas, por ejemplo, de la educación, de cuántos temas... Yo le estoy hablando de mi pensamiento personal: yo creo que debiésemos ser el reino de Chile; eso nos daría identidad, porque perdimos la identidad en el momento en que -claro, ya todos sabemos- llegaron los españoles, ¿cierto?, y los pueblos mapuches o los pueblos originarios se vieron conquistados, pero resulta que en un momento, Bernardo O'Higgins nos liberó, ¿cierto?, de los españoles, pero quedamos ahí, sin identidad... y ésa es parte de nuestra identidad y debemos retomarla"

Todo el rebaño de chilenos bien pensantes se lanzaron al unísono a despotricar, sin detenerse un minuto a analizar la idea. Cristian Warnken escribió una sesuda columna llena de floridas frases ponderando sobre el asunto. Creo que esa columna muestra como la mediocridad ha llegado también -y sobre todo- a nuestros "intelectuales", fabricantes de frases sonoras y poéticas, defensores fieros de cualquier lugar común políticamente correcto y sobre todo incapaces de pensar críticamente.

Convengamos que la idea de Ana Vergara no es una reflexión profunda ni mucho menos, viene más de las neuronas que hay en el estómago que de las que están en el cerebro. Pero refleja una intuición que tiene cualquiera que piense y sea capaz de revisar críticamente lo que es nuestra democracia. No hay que mirar en menos las intuiciones, nunca.

Volvamos a la democracia utópica, que todos aplauden y usan para justificar lo peor. No hay que olvidarse que Alemania Oriental se llamaba oficialmente "República Democrática Alemana", también hay una brutal dictadura en África que se llama "República Democrática del Congo" y de hecho cualquier país cuyo nombre incluya "república democrática" en su nombre es seguro que se trata de una dictadura. En todo lugar donde rige una dictadura sea Cuba, Venezuela, Yemen o el que sea, cada vez que se pronuncia un discurso, la frase "nuestra democracia" suele aparecer profusamente. Y parece no llamar la atención a nadie. Así de embrutecidos estamos.

Pero esas dictaduras que he nombrado son casos extremos. Existen también las democracias "liberales" como la de Chile y muchos países de Latinoamérica, Europa, Asia, Oceanía, unos pocos africanos y Norteamérica, incluyendo a Estados Unidos, donde este sistema se inventó. Lo que pasa en estas democracias es mucho más pernicioso porque corroe por dentro al país, regido por una oligarquía de políticos soportados por una masa de corderos embrutecidos, a quienes les venden la ilusión de ser sus "representantes".

Entonces, en estas democracias liberales, la gente poco a poco empieza a sentir desafecto por el sistema, pese a la gigantesca maquinaria de las oligarquías políticas que vuelcan trillones para venderlo a los votantes la ilusión que son representados. Desde la Gran Depresión de los años 30 hasta hoy, la Social Democracia ha sido prácticamente sinónimo de las democracias liberales, en todo su espectro de sabores y colores, que va de izquierda a derecha. Pero es una ideología que ya agotó su combustible y ahora se encuentra en proceso de colapso. 

¿Y qué diablos tiene esto que ver con el voto secreto? Muchísimo,, porque aunque la democracia real jamás llegará a parecerse al modelo utópico que nos venden (del pueblo, por el pueblo, para el pueblo jo-jo) si se pueden hacer varias cosas para mejorarla.

El problema más obvio es que la democracia representativa representa solo a las oligarquías partidarias, partiendo desde allí, todo lo demás se convierte en una farsa. Como las personas no son totalmente estúpidas, llegado un punto dejan de participar y al final terminan votando solo los oligarcas y sus respectivas clientelas ¡menos de la mitad de los electores es cosa común y corriente!

Una vez instalados en el poder, estos oligarcas proceden a consolidarse cambiando las leyes, colocando a su gente en el servicio electoral y cambiando el propio sistema, introduciendo "proporcionalidad", "cuotas" y toda clase de cuchufletas para torcer la voluntad popular. Mientras eso exista la democracia real será una basura, tanto o más despreciable que cualquier dictadura.

Incluso si llega alguien honesto y con buenas intenciones al poder -adivinen en quien estoy pensando- se verá obligado a jugar en la cancha que construyeron los malditos oligarcas, bajo reglas impuestas por ellos poco y nada es lo que podrá hacer. Ese era el sistema que tuvo Chile hasta 1973 y es el que ha vuelto a tener finalmente desde 1990 hasta hoy. Dos largos ciclos de corrupción y pésimos gobiernos, que han coincidido con el auge mundial de la Social Democracia. 

Pero me sigo dando vueltas y más vueltas sin llegar al punto. Ahora voy a eso.

La única forma de impedir que las oligarquías políticas se apropien y perpetúen en el poder es cambiando el sistema electoral. La primera modificación radical es que el voto deje de ser secreto. El voto secreto es un anacronismo absurdo, nunca en mi vida he conocido a nadie que quiera ocultar por quien ha votado y si hay alguien en esa situación, mala suerte, deben ser muy pocos.

Si el voto deja de ser secreto y se hace público -cosa perfectamente posible gracias a la computación- se abre la puerta al voto electrónico por Internet, con una posibilidad de fraude igual a cero, porque cada cual podría verificar por quien votó, así como por quien votaron los demás. La encriptación sería innecesaria y solo se debería asegurar la correcta identificación, inviolable del votante, lo que técnicamente no parece muy complicado.

Esto permitiría hacer plebiscitos con gran facilidad, los partidos políticos perderían su razón de ser y su poder, porque al no haber papeleta podrían haber tantos candidatos como votantes, yo perfectamente podría votar por mí y sacaría un voto (porque dudo que haya alguien tan gil como para hacer lo mismo) pero se articularían las mayorías de manera fluida y muy dinámica. Sería una vuelta al Ágora o a las votaciones a mano alzada en los cantones suizos.

La consecuencia obvia y lógica de esto sería un sistema uninominal mayoritario, donde gana el que saca más votos, tan simple como eso, chao los florcita motuda, los winter o la loca jiles, desaparecen automáticamente junto con la desaparición del poder de los partidos.

Esto solo es factible hoy con Internet y la computación, en el Siglo XX habría sido imposible. Claro que las oligarquías políticas que hoy tiene capturado el poder jamás va a permitir que se instale algo de ese tipo, así es que la solución pasaría previamente por echarlos a patadas a todos, todas y todes.

Claro que yo seguiría prefiriendo una buena monarquía o despotismo ilustrado, no tengo la más mínima confianza en la democracia, ni siquiera en la utópica. Mucho menos en el remedo de democracia liberal que tenemos que sufrir hoy.

11 comentarios:

  1. jajaja. No sabia eso de la propuesta monárquica. Pero tiene toda la razón. Desde la guerra del Pacifico que Chile ha ido perdiendo identidad nacional y se ha acelerado en los ultimos an~os. No solo en Chile, en casi todas partes. Te has fijado que ningún gobierno (quizás China) ha llamado al patriotismo en la lucha contra la pandemia? Mucho podría haberse hecho con politicos mas honestos y comprometidos.

    Pero me estoy desviando. A mi siempre me ha gustado la idea de la democracia directa y el voto directo y verificable es por supuesto una necesidad en ese caso. Aunque evidentemente el compromiso del ciudadano medio es desde mediocre a no-existente. También hay problemas con campan~as mediáticas para favorecer ciertas opciones. Pero ahora lo que mas me preocupa es que la falta de privacidad de la votación puede llegar a situaciones muy complicadas. Lee esto.

    https://reclaimthenet.org/imf-browsing-history-credit-score/

    Si lo que buscas en google le interesa a los bancos, cuanto crees que le interesara lo que votas?

    MV

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  2. Que venga la monarquía, dejémonos de tonteras.

    Incluso podría hacerse una combinación de ambas cosas: voto público por Internet para elegir un monarca absoluto cada 10 años, que gobierne como se le de la gana: tu la preparas, tu te la comes.

    LAs consecuencias de que el voto no sea secreto, ya sea de los bancos, el estado o quien sea, deben existir sí o sí, nada de eso que nuestro voto sea secreto y quede impune, debe tener todas las consecuencias de ser público.

    A mi modo de ver es parecido a eso de publicar en Twuitter o donde sea de manera anónima versus publicar con el nombre real: publicar anónimo permitre tirar la piedra escondiendo la mano y hace muchas canalladas y abusos que quedan sin consecuencia, yo prefiero hacerlo con nombre y apellido enfrentando las consecuencias de lo que digo.

    Bueno, publicar opiniones no es tan potencialmente importante como votar, así es que está Ok que alguien publique sin que se sepa quien es, pero creo que al momento de votar cada cual debería afrontar las consecuencias de su voto, públicamente. Me parece muy mal eso del voto anónimo que existe hoy, y que permite decir una cosa y hacer otra diferente sin que pase nada.

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  3. EL voto anonimo, con cedula unica y votante inscrito como es en Chile, es defendido para evitar el cohecho. SOlo imagina el chillerio "Lucsik se va a comprar la presidencia, solo gobernaran los ricos etc"
    Y no, la democracia directa solo grupos pequeños, razonablemente cohesionados.... y ojala poco participativos.
    En paises la formula es democracia representativa, que si puede ser muy mejorada, incluir plebiscitos revocatorios, representantes uni nominales, o binominales, eliminar las representaciones preferentes (que cada voto represente lo mismo, aunque chillen las regiones), disolucion de partidos con baja reprentacion, pero facilidad de formarlos como hoy que con clave unica es mas facil), etc etc
    Pero el paquetito debe ser completo, aca tenemos lo peor del sistema, mini partidos o la chiva de independientes, que pueden agruparse para juntar votos y cifra rapartidora que permite las Florcitas Motudas, diputados del 1 % y compañia .

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  4. "Evitar el cohecho" no se si tomarlo como chiste o delirio. Como razón creo que es un chiste. El cohecho es consustancial a la demoracia y siempre va a ser así porque está enb su naturaleza: todo candidato ofrece algo material para que voten por él, otra cosa es que lo cumpla.

    La "democracia representativa" para mi es un fraude y un insulto a la inteligencia, creo que es ingenuo pensar en "mejorarla" porque no tiene mejora posible, su camino hacia la demagogia es inevitable y en eso estamos ahora mismo, y así vuelve el ciclo.

    No me gusta la idea de democracia, pero si tengo que soportarla que sea directa y rasparente, sujeta completamente a los vaivenes y velidades de la chusma. De no ser así, terminemos con los engaños y hagamos de una vez una monarquía absoluta, creo que es un sistema mucho mejor

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  5. Conozco de cerca un caso en que opera el voto público: los sindicatos.
    El resultado es que los asociados votan, mayoritariamente, como quiere la directiva, porque de lo contrario se ganan la "funa" de ésta, que siempre tiene algún grado de control sobre beneficios u otros ítems; en algunos casos, incluso sobre el trabajo mismo (ej: puertos).

    Sobre el cohecho que mencionas, es distinto un candidato que "compra" votos ofreciendo beneficios a mansalva, versus hacerlo uno por uno con votación comprobable, aunque dudo mucho que alguien pueda hacerlo de esa forma. Sin embargo, sí sería posible usar esa información al revés, para vetar (de pegas, beneficios y otros) a quienes no hayan votado por el candidato ganador. Eso lo he visto en el Estado y por eso la gran mayoría en éste, excepto los abiertamente políticos, se preocupan de no publicar por quién votan. Y eso incluye a los proveedores. Como anécdota, una vez me llamó mi jefe porque había visto, en un foro público, una opinión mía que no era de "la línea", con la clara advertencia de que si llegaba a ver otra, me podía dedicar a opinar desde mi casa.

    La verdad es que no creo que estemos lo suficientemente maduros como sociedad para una cosa así.

    Saludos,
    El triministro.

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  6. Veo con pasmo la dificultad que tienen para diferenciar el perejil del pavo. El voto publico tiene costos, claro, como cualquier sistema, pero el asunto es que el costo es muchísimo menor que el actual sistema que tenemos, que hace posible la dictadura encubierta en que estamos viviendo.

    Entre una supuesta posibilidad de cohecho o amenaza de un sistema transparente y un sistema de voto oculto que lleva inevitablemente al fraude y la no representatividad no hay donde perderse. Nuestro actual sistema de voto secreto tiene vulnerabilidades enormes en el momento de hacer conteos generales por ejemplo, dependemos con fe prácticamente ciega del servicio electoral que actúa como notarios... y ya sabemos en qué terminan los sistemas basados en la confianza de un notario.

    Esta ceguera a los defectos enormes del actual sistema y la sobre evaluación de los "riesgos" de un voto público muestra -a mi modo de ver- como el sistema ha lavado el cerebro de las personas.

    Si el 1% de los riesgos que mencionan fuera cierto las personas mantendrían en secreto su decisión de voto y no le dirían a nadie por quien van a votar, yo nunca, en mi vida he conocido a alguien que mantenga su voto en secreto. Jamás.

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  7. Igual desde hace algunos años vengo escuchando a gente proponiendo algún tipo de monarquía, pero es una idea que nunca termina de tomar forma. Me recuerda a los Men Going Their Own Way, los cuales mientras se conformaban tenían algunas ideas interesantes, pero luego la cosa derivó en la otra cara de la moneda del feminismo actual.

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  8. No confundamos, como dices el perejil con el pavo, prometer no es cohecho salvo como figura literaria. Cohecho es pagar por votos y eso se abre si el voto no es secreto. Puedes prometerle a una señorita lo que ella quiera oir a cambio de sus encanton, (podemos ir a Cancun, eres la mujer que esperaba toda mi vida... por lo que me han contado) pero si le cancelas si es prostitucion. Y que dios (o Dios) las bendiga, en todo caso.
    Democracia directa: por ejemplo un edificio, basta un pequeño grupo de odiosos que alegan por todo y se vuelve invivible. La solucion que se usa: eleccion de representantes y olvidar el tema hasta el proximo año.
    Solo imagina el chilito real, con facil 20 % de subnormales o dañados seriamente (version optimista), agregale facil otro 20 % de perdedores resentidos, que ya no solo vomitan sus frustraciones y odios en twuitter, sino que son "electores permanentes" rediseñando el pais cada vez que se publicite una tonteria. Llorariamos pidiendo que la porqueria de Congresales que tenemos vuelvan.
    La mezcla puede funcionar, con plebiscitos revocatorios, pero muy acotados, que boten el congreso o al presidente. Aun asi no experimentaria en chilito, conociendo tantisimos años a mis concuidadanos,

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  9. Un hijo de la oligarquìa argentina, pero idealista o romántico, se unió a las fuerzas peruanas durante la guerra del Pacìfico. Ignoremos porqué, probablemente eligió el bando que iba a perder como corresponde a un caballero según Borges. Estuvo de oficial en el Morro de Arica y salvó su vida de milagro. Liberado tras la guerra, el Congreso argentino debió exonerarlo del delito de haber participado, algo prohibido a los oficiales argentinos por ser neutrales.
    Como hijo que era del privilegio se metió en política y ahorrando detalles años luego fue Presidente. Se llamaba Roque Saenz Peña. Para ese entonces los conservadores llevaban como treinta años ganando las elecciones con fraude y la situación era ya escandalosa. Saenz Peña hizo un pacto civilizado con el partido de la disidencia, la UCR: elecciones libres, secretas, de voto obligatorio, custodiadas por el Ejército, garantía de probidad contra las cuchufletas. Los conservadores con sus métodos oligárquicos habían llevado el país de desierto en el fin del mundo a nación destacada en pocas décadas: era imposible, tras c umplir el berretín de elegir a los abogaduchos y doctorcillos de la UCR, que estos no hicieran pésimo gobierno y que el populacho no volviera a la vieja dirigencia que había sabido encumbrar la República.
    Pero, por la causa que fuera, los radicales ganaron una, dos, tres elecciones seguidas. Para la crisis del 1929 el modelo del mundo se sacudió y los conservadores más recalcitrantes perdieron la paciencia. Hubo un golpe de Estado, el primero de ese estilo.
    Luego se pasó a gobiernos cívicos, pero que volvieron a usar el mecanismo del fraude. Como la Ley Saenz Peña era muy buena, el nuevo fraude era mucho màs retorcido. que el anterior. Mi abuelo, a la sazón empleado del Banco Nación, debía presentar su libreta de enrolamiento sellada por la autoridad de mesa para demostrar que había cumplido con el voto (ley Saenz Peña) . Pero como estaba fichado como simpatizante de los radicales, era detenido en la esquina por un grupo de matones conservadores y enviado de vuelta a casa, junto con cualquier otro opositor fichado. En la esquina, incluso con ayuda de la policía, a varios metros del local de votación para que no apareciese el Ejército como cómplice del fraude. En el local de votación todo transcurría sacrosantamente, con conscriptos fusil al hombro custodiando.
    Mi abuelo entonces concurría con un puntero o caudillo local conservador que conocía, lo saludaba, charlaban de bueyes perdidos, luego le pedía discretamente que le solucionara el tema, el caudillo muy amablemente recibía la libreta de conscripción, se retiraba circunspecto, volvía al rato con la libreta sellada - que, por supuesto, se había usado para emitir un voto conservador - mi abuelo le agradecía, se retiraba y al día siguiente podía demostrar en el Banco que había cumplido su deber cívico.
    Moraleja: El sistema no importa, puede ser pervertido siempre. Lo que importa es la cultura imperante. Uls

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  10. Hola Tomás.

    Se supone que el voto es secreto para evitar filtraciones de datos y que estos cayeran en malas manos para posteriores represalias de ciertos sectores extremistas (especialmente de izmierda), evitar la coacción o el amedrentamiento de los electores. En estos tiempos y con lo pencas que son los del servel, se podría prestar. El sistema en sí está podrido y se cumple la máxima de Stalin: LO QUE IMPORTA NO SON LOS VOTOS, SINO QUIENES (Y COMO) LOS CUENTAN

    Lo del voto electrónico, creo que lo hemos discutido anteriormente y creo que quedó claro de lo inviable que es ya que no es un sistema 100% seguro, es más propenso a manipulación de datos y por ende a fraudes, incluso embebidos en el software (a nivel codigo fuente) lo cual sería impracticable en la actualidad.

    Sobre el comentario que hizo Ana Vergara, aparte de hacerme cagarme de la risa (casi literalmente) me deja en claro lo mal educada que ha sido esta "generación de cristal", leyeron más a baradit que a los historiadores serios y se tragaron esa tontera de la monarquía sin saber como se conforma o compone. Partamos por decir que no hay rey por elección popular o por "aclamación", sino que ha sido a sangre y fuego a lo largo de la historia y el mandato se hereda... Igual que las dictaduras como la de los Castro (Diaz Canel es solo un presidente de opereta, porque manda su hermano Raul) y Norcorea.

    En el siglo y resto que llevamos, ha quedado demostrado el ciclo. La social democracia no siempre funciona y termina siendo la antesala del desastre. un ejemplo claro es el de la Rep. de Weimar. Sin ella, no hubiera existido el Tercer Reich.

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  11. Se me quedó en el tintero:

    Propongo lo siguiente:

    - Voto publico y obligatorio
    - Financiamiento privado de las campañas (el estado no ponga ni un peso más, solo financie el proceso eleccionario) que también sea publico
    - Elección uninominal (y por mayoría de votos), aunque los zurdos lloren y estrilen con eso de "que ganan solo los pudientes" (hipocritas de mierda que se han enriquecido más que los capitalistas que dicen odiar y reniegan de su condicion de pudientes solo para vender humo).

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"Send me a postcard, drop me a line
Stating point of view
Indicate precisely what you mean to say
Yours sincerely, wasting away
Give me your answer, fill in a form
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Will you still need me, will you still feed me
When I'm sixty-four"