Esta entrada la escribí cuando vivía en la casa rodante, en la playa y me daba la buena vida dedicado a leer, nadar y tomar con mis amigos y amigas en la noche. Esos tiempos felices se terminaron, hace un par de años que no me tiro al agua, aunque cada vez que empieza el verano me prometo a mi mismo que "ahora si que voy", con la histeria colectiva de los contagios ya no se puede salir por la noche, además la Isla del Alacrán está cerrada hace años y cada vez me quedan menos amigos con quienes tomar un trago, solo me queda leer.
Revisando esta entrada me di cuenta que ahora tengo muchísimo más material de lectura que antes, ahora mismo estoy terminando el libro "Memoria histórica de la familia Álvarez de Toledo en Chile", publicado por mi tocayo Tomás Thayer Ojeda, un libro excelente que probablemente comentaré mañana. La cosa es que habiendo una cantidad tan masiva de material de lectura, pensé en cuanta falta hace un nuevo Readers Digest, pero en formato digital, alguien que escoja entre los miles de peueñas joyas que andan dando vuelta por ahí y los reproduzca, creo que sería una buena idea. En fin, mejor vamos al refrito sin más.
La vida de un holgazán (publicada originalmente el 25 de septiembre de 2006)
Un día más en la vida de un holgazán; dormí siesta, fuí a la playa y estuve leyendo. Tal como el coronel que no tiene quien le escriba, sigo sin vender el gallo, mientras pasan los días, semanas y meses. Paciencia nada más y mucha tolerancia a la frustración. Ya estoy terminando Madame Bovary, no diría que es de esas novelas que atrapan pero si que está muy bien armada y con recursos que en su época deben haber sido revolucionarios, como cuando intercala la primera seducción de Emma con un aburridísimo discurso o su segundo amante que contrata un coche para que corra por todo el pueblo mientras se sacan las ganas, muy buena. Me imagino que el propio Flaubert debe haber sido cornudo, no me parece un asunto inventado, para nada.
Aunque hay algo que nunca me ha gustado de la literatura francesa, he leído hartos libros de Victor Hugo, Balzac, algunos de Dumas, uno de Proust y no hay uno solo que recuerde o que me haya impresionado. Bueno, Camus, pero ese era argelino más que francés. Me cae mal la literatura francesa, igual que la española. Al menos de lo que he leído.
Y ya que hablamos de leer ¿Qué habrá sido del Readers Digest? ¿existirá todavía?. Cuando yo era chico esa fue mi revista favorita, tenía de todo y mucho de lo que escribo en este blog está influenciado por lo que leía en el Readers cuando tenía 9 o 10 años.
La filosofía barata es mi versión de las citas citables, o de las condensaciones del Christian Science Monitor, muchas de las aventuras que cuento copian el estilo de Art Buchard (o como se escriba) o de La Risa Remedio Infalible. También a veces hago mi versión de la Sección de Libros, Así es La Vida, etc.
En la casa rodante tengo una buena colección de los años de oro, 50, 60, 70, tengo algunos números de los años 40 y uno de los primeros Readers en español del año 36 creo. Son excelente material para pasar un buen rato leyendo y después de tantos años no han perdido su interés porque ese era su secreto "Condensaciones de artículos de interés permanente".
El Readers tenía un punto de vista muy claro: anti nazista, anti comunista, anti tabaco, creo que esos eran los tres pilares de los fundadores De Witt y Lilla Wallace. Me puse a buscar en la web y veo que el Readers todavía existe, pero no es ni la sombra de lo que fue en su época de oro. Podría decir que perdió su alma.
Leyendo su historia veo que "De Witt murió en 1981 cuando tenía 91 años; Lila murió en 1984 con 94 años. Sin herederos del imperio Wallace para tomar el mando, Reader´s Digest se hizo una empresa pública a principios de 1990 y ahora es encabezado por un Oficial superior y el Presidente del Consejo."
Justamente en los ochenta fue cuando comenzó la declinación de la revista, es muy fácil ver lo que pasó, el cambio de los contenidos en los 80s es claro: dejaron de publicar condensaciones de artículos ajenos y pasaron a producir contenido con redactores propios, los temas reflejaban directamente lo que las investigaciones de mercado decían que era exitoso: "Política, Drama, Medicina, Ciencia, Salud, Autoayuda, Biografías, Aventura, e Interés general", así como historias extraordinarias de gente común".
La revista se convirtió en aburrida, repetitiva y predecible. Antes condensaba artículos de grandes revistas literarias como el "Atlantic Monthly", el "The Progressive", "Colliers", tengo en la mano tres ejemplares de 1947, 1984 y 1996, en la más moderna hay un solo artículo condensado, el resto es todo de redactores propios. Si hay algo que muestra como el marketing echa a perder la calidad y como los estudios de mercado pueden arruinar una idea exitosa ese ejemplo es el Readers Digest.
Creo que la idea sigue ahí y nadie ha sido capaz de reeditarla.
Hay muchos intentos incluso en los blogs pero creo que ni uno solo que yo conozca ha dado con la formula. Porque no es fácil, se supoe que tienen que ser contenidos de primera calidad, bien condensados y sobre todo bien escogidos: hoy el trabajo es más fácil que en la época primitiva de los Wallace pero en la selección está la magia. En fin, un minuto de silencio por esa gran revista que fué el Readers.
A propósito de lecturas inolvidables. Esta joyita me la encontré en una revista extraviada por alguien en un vuelo tedioso a no me acuerdo donde. El cuento quedó para siempre.
ResponderBorrar“Había sufrido en la vida, y sin embargo estaba en paz consigo misma, porque echó las tortillas al comal cada mañana, compartió los frijoles, las toronjas, y sembró semillas por todas partes. Le alegraba mimar a las visitas con caldo de gallo,
Mi abuela era tan buena, que vino un ángel a ayudarle a morir; pero como estaba casi ciega, lo confundió con un gallo y le arrancó las plumas. Sin duda fue una mujer bienaventurada y llena de inocencia, pues voló al Cielo, en compañía de un ángel pelón, oloroso a flores de reina de la noche, creyendo que había preparado el mejor caldo de su vida”.
Ese texto y el cuento (caldo de gallo) son buenísimos. el autor es un tico: Rafael Hera. Hay párrafos así, memorables y que se nos quedan pegados.
ResponderBorrarYo recuerdo algunos como el final del Gran Gatsby "Gatsby creía en el futuro que paso a paso se aleja de nosotros..." etc. Es bellísimo. Ahora ue me acuerdo hace muchos años hice la página "LITERADURA" con algunos de los mejores párrafos que he leído. Todavía se encuentra aquí
https://tombrad.com/bradanovic/PAGE19.HTML
Ah, la lectura.
ResponderBorrarLa lectura acompañada de buena música, hace mas llevadero el día. Antes solía leer lo que me cayera en las manos (incluso algunos del Reader Digest) y era más que nada por curiosidad. Después me pasé a los libros que hablaban de los conflictos bélicos (me encantaba una colección que había en la biblioteca del colegio de monjas al que iba, incluso dibujaba los modelos de las armas y me aprendía las características técnicas y la historia en torno a esas armas (aviones, armas de fuego, barcos, tanques, etc.). Después me pasé a los de informática, que aún a pesar de que llevo años en esto, todavía no consigo entenderlos del todo, creo que es nada más que un tema de práctica y por último los de mecánica automotriz. También leía los que me pedían en el cole, como también la colección Ercilla que mi mamá nos compraba (eran para mis hermanos mayores, pero después se convirtieron en mis preferidos) y unos cuantos que encontraba en un closet de mi abuela. Los ultimos que me devoré leyendo fueron los de Tolkien (la trilogía del Anillo), los comics de Predator, Terminator y una que otra revista en donde Moebius, Frank Miller entre otros plasmaban sus ideas y conceptos (creo que eso fue lo que me motivó a dibujar mejor).
Por eso me cago de la risa cuando un progrezombie "me manda a leer"... porque una cosa es leer y entender, otra es aprenderte los textos como canuto a la biblia, repetir como loro y aún así, no entender nada de lo que se dice.
Leer es un buen vicio, claro que como todos los vicios a veces hace mal. Especialmente a esos "sobacos ilustrados" que mencionas, que a veces leen mucho y entienden poco y nada. hy much gente así dando vuelta, eruditos al cuete jaja
ResponderBorrarDe grande me di cuenta que no había tenido una formación literaria clásica o sólida. Sé de qué hablan la Ilíada y la Odisea y las Eneidas, pero más bien porque vi la película. Otros clásicos greco-romanos ni eso. El Ciclo Arturiano por adaptaciones modernas o extractos para jóvenes, no originales bien traducidos. La Divina Comedia no pude leerla mucho rato. El Siglo de Oro español lo tolero por algunos buenos poetas pero a Don Quijote no lo pude leer nunca. Y la gran novelística europea: los rusos, franceses, etc... tampoco.
ResponderBorrarCursé una trayectoria errática que tocaba ciencia ficción, policiales, divulgación científica, literatura de viajes, crónicas de conquistadores, algunos norteamericanos del siglo XX (Steinbeck, Scott Fitzgerald, poco más), los clásicos argentinos (Borges, Cortázar, Bioy, algunos más), algunos ensayistas, algo del "boom" - García Marquez, Bolaños - en fin, soy un lector que evadió lo más central de la literatura universal. Cada tanto digo que voy a ir completando los huecos, pero termino buscando algo en Netflix (el Readers Digest, al menos, te culturizaba a fuerza de leer extractos !) Uls
Ulschmidt, somos dos respecto del Quijote: nunca pude soportar más de unas pocas páginas, igual cosa con el Cantar del Mio Cid y para que decir La Eneida, Iliada, Odisea y todo eso, no los he leído nunca, aunque si los he picoteado. Supongo que para los que están acostumbrados a leer en griego o castellano antiguo deben ser muy buenos, no es mi caso y a las traducciones no les encuentro ningún brillo.
ResponderBorrarLos que leemos por placer no nos interesa mucho la cultura o la reputación del texto, sino más bien si nos entretiene o no. Uno de los mejores libros que he leído -y que releo a cada rato- es "El huevo y yo" de Betty MacDonald, creo que hasta hicieron una película con eso pero el libro está bellamente escrito y es apasionante. Prefiero leer eso que cualquier novela de Proust, Thomas Mann o alguno de esos presumidos carcamales.
Yo también leo -o más bien picoteo- los clásicos pero si no me interesan los dejo enseguida. Unos pocos como El Anticristo, El Príncipe etc. me han impresionado mucho, pero la mayoría ni los llego a terminar.
A mi cuesta leer novelas....si las 10 primeras paginas no me atrapan.....chao, no lo leo.
ResponderBorrarSobre el Gran Gastby.....lo lei en el colegio y no recuerdo para nada la trama e incluso las versiones de cine, ni las mire.
Pero libros de historia me fascina, recuerdo leer la Historia universal de Carl Grimber....en realidad la historia universal europea y china,
Mis tomos favoritos eran la del Renacimiento y el Siglo del XIV
Tuve la suerte que tenia un primo que era avido lector, que nos dejo una coleccion bastante grande de libros de la editorial Quimantu (los compañeros de la UP)
Entre esos libros habia joyitas como una seleccion de cuentos de E. Allan Poe, J. Verne, Maupassant.....y el mejor de todos , Chejov y sus cuentos
Marcelo
Ah, yo soy muy novelero, creo que la literatura como arte es primero que nada poesía y después novela, claro que con la poesía a mi me pasa lo mismo que a ti con la novela, a las primeras líneas me pongo impaciente y lo dejo. Me pasa incluso con mis poetas favoritos como el genial Quevedo, con Neruda y Shakespere, que debe sonar fabuloso en inglés isabelino, pero en las traducciones, ma han quedado muy pocas frases. Esa impaciencia hace que me cueste mucho leer poesía y creo que me he perdido mucho material bueno por eso.
ResponderBorrarLa historia también me apasiona, aunque yo prefiero las crónicas y relatos de época, los historiadores son todos bichos raros, artificiosos y tratan de vender su pomada, aunque algunos son una delicia leerlos como Encina, Eyzaguirre, Vial. A los que no puedo tragar es a los revisionistas que aparecen como callampas por esta época, nunca he leído alguno que valga la pena: son pencas, reyes del lugar común y lo políticamente correcto. Tipos como Salazar, Villalobos y sus claques, son para mi gusto sinvergüenzas que buscan provecho diciendo al gilerío lo que desean escuchar,, superficiales, deshonesto y basuras, especialmente la legión de sociolocos metidos a historiadores en los últimos años.
La Editoríal Quimantú sacó una colección extraordinaria de libritos que se vendían a precio de regalo, recuerdo de estos "Las aventuras de Arturo Gordon Pym", y "Asesinato en la calle Morgue" de Poe, "La rana saltarina del condado de Claveras" de Twain, "La dama del Perrito" de Chejov, "EL jugador" de Dostoievsky, en fin, una colección de inolvidables