16 septiembre 2021

Yo tenía diez perritos y la pesadilla del examen.


Me encontré ayer con mi viejo amigo y compañero de Inacap entre 1974 y 1976, Gonzalo Olivero "el gato". Mi vida ha tenido capas muy distintas en diferentes épocas y de la mayoría guardo buenos recuerdos, de todas en realidad porque a medida que pasa el tiempo lo malo se me olvida y me quedo con el recuerdo de las cosas buenas. Creo que el gato es el único amigo de esos años que vive en Arica, o al menos que yo he encontrado y lo bueno es que mantiene contacto con muchos compañeros de esa época.

Bueno, me dio la noticia que se nos murió uno de los amigos de entonces, Mario Vargas Cassab, AKA "el chango" , oriundo de La Paz, Bolivia a quien yo estimaba mucho. Durante varios años traté de ubicarlo en Facebook  pues no nos veíamos desde los ochentas y nunca lo encontré. Bueno, ya no tengo que buscarlo más, esto es como la canción "yo tenía diez perritos" que se van muriendo uno a uno, ya me tocará a mi.

Es el primer amigo -en verdad la primera persona que conozco- que muere de Covid, por lo tanto este Templo del Ocio hace un minuto de silencio y decreta duelo oficial en honor del amigo que partió para el otro lado. Siempre que muere un amigo aprovecho de recordar los buenos momentos que pasamos, el chango era muy divertido, nosotros lo trolleábamos porque hablaba muy rápido y con acento paceño cerrado "¿Qué dices? ¡Habla como hombre! ¡Aprende a hablar castellano llamo!"  le decían en broma para molestarlo y el seguía como si nada, hablando todavía más rápido. Al final decía algo ininteligible y cuando le pedíamos que lo repitiera, decía con voz pausada y perfectamente clara "decía que-todos-los-sordos-son-maricones".

Que manera de reírnos, parece que su familia era de plata porque fue el primero que llegó a clases con una enorme calculadora marca Elca, cuando recién estaban apareciendo y no las tenía nadie, por supuesto no le permitían usarla en las pruebas, tenía que usar regla de cálculo y Tabla Larsen como todos, pero era una sensación cuando mostraba sumas, divisiones y raíces cuadradas calculadas instantáneamente en su ladrillo electrónico. Este era el modelo, igualito

El chango fue muy buen amigo, en esos años yo ni soñaba con tomarle la mano a una mujer, pero hubo una chica que por alguna razón se encaprichó conmigo, era decidida y no andaba con rodeos: quería que fuéramos a un motel y se consiguió con el chango para que hiciera de intermediario. Cuento corto, salimos y no me atreví ni a tomarle la mano, la niña -que era bien linda- se lo tomó con humor, estaba muerta de la risa y me dijo que jamás había conocido alguien tan pavo como yo. Así fue como mi esperado debut se fue al agua y me quedé esa vez sin poder gritar ¡Viva Chile! Cuando le conté al chango mi traspié solo movió la cabeza y me dijo "mira: viejo, soltero y maduro ¡maricón seguro!". Pero en verdad no se rio ni me desprestigió en público pese al fiasco, era un buen amigo.

Cuando terminamos la carrera con todos los ramos aprobados quedábamos muy pocos, pero venía la peor parte porque venía la comisión examinadora de la Universidad Técnica Federico Santa María -que en esos años era la mejor universidad y la más selectiva de Chile- a tomarnos los exámenes finales, se jugaba todo por el todo en dos días seguidos de exámenes, primero escritos y después una interrogación oral, uno por uno y frente a todos. El jefe de la comisión examinadora era un doctor de apellido Yuz (su hijo es hoy profesor allá) y tenia fama de ser el verdugo, extremadamente exigente según nos contaban los de la generación anterior a la nuestra. 

Creo que de entonces viene mi pesadilla del examen, que me persiguió durante años. La cosa es que nos juntamos todos en la casa del chango, que vivía solo, decididos a prepararnos para que ni uno solo fallara. Todavía recuerdo la impresión cuando llegó el perrito Rivas, nuestro compañero de Quillota, con un gorro de cuero con orejeras, se fue al diablo nuestra determinación de estudiar y pasamos al menos la primera noche atorados de la risa dedicados a molestarlo. También apareció el trago por ahí y al otro día estábamos todos con resaca, durmiendo en colchones y mantas en el suelo, nadie se quería levantar. El chango entró entonces con una manguera y nos sacó con chorros de agua, empapados ¡No estudiamos nada pero nos reímos hasta quedar roncos!

Pero al día siguiente venían los exámenes y nadie entre nosotros se sentía preparado. En el casino de Inacap se vendía cerveza -que tiempos aquellos- y para "relajar los nervios" nos tomamos varias antes de entrar al examen. Pésima idea. Ese examen escrito fue una horrible pesadilla hecha realidad, me estaba jugando todo y no conseguía concentrarme, las ideas de arrepentimiento por mi irresponsabilidad no me dejaban entender siquiera las preguntas, fue una tortura y después de horas, a duras penas pude contestar algo para tratar de pasar la valla del 60% que era la nota mínima de aprobación.

Al otro día nos presentamos -sobrios como un juez- a las interrogaciones orales y allí estaba el verdugo doctor Yuz, al centro de la comisión examinadora, flanqueado de otros dos ejecutores. Las preguntas fueron horribles y el doctor mortis implacable  y cuando me tocó salir a mi apenas me sostenía en pie de susto-

Pero entonces Tata Dios, Krishna, Buda o quien sea se acordaron de mi para echarme una manito. Me pusieron una enredada malla para que calculara los circuitos equivalentes Norton y Thevenin ¡Era algo que dominaba completamente! Lo habría podido hacer incluso borracho, entonces recurrí a un truco barato que siempre me servía para impresionar a los demás: hacerlo muy rápido. Tomé la tiza, tiré las flechas de la corriente, nombre a los componentes, polaridades y empecé a escribir el sistema de 3x3 ecuaciones, era algo trivial, mecánico pero el que no lo sabe hacer bien o se equivoca, le sale muy difícil. Yo sabía como hacerlo y lo saqué en tiempo record y con eso me subió el promedio.

Por alguna parte tengo el enorme diploma con escudo de las vacas y los castillos -que es de la familia Carrera- es el que adorna el principio de esta entrada y para ser francos el único diploma del que me enorgullezco, los demás son una especie de broma. El diploma de ingeniero de ejecución no es tan bueno como el de las vacas y el diploma del MBA nunca me molesté en sacarlo, solo tengo una picante "constancia" que dice que aprobé el programa.

Siempre me ha parecido un poco ridículo eso de enmarcar y colgar los títulos, pero creo que voy a buscar ese, me compraré un bonito marco en el mall chino y lo voy a colgar, no es por jactarme de nada sino para recordar a mis amigos de entonces: el chango Vargas, el gato Olivero, el Pepe Rojas. el perrito Rivas, pantera rosa Vasquez,  el Pato Salinas, el loco Barría, en fin, si los nombro a todos no terminaré nunca. Por ellos, mis amigos que nombro y los que no, los de los viejos tiempos "auld lang syne"  

8 comentarios:

  1. muy buena tu columna tomás. Recordar los viejos tiempos, los amigos que ya no están, los condoros de juventud, etc.

    No me trago eso del Viejo, soltero y maduro = maricon seguro. muchas veces pasa de que algunos no damos con la pareja correcta o simplemente nos sumergimos en nuestras actividades (mayoritariamente esa palabra que no se puede nombrar acá y que irrita a los progrezombies) o tambien dedicar tu vida al cuidado de otros que no pueden cuidarse solos. Es un sacrificio que hacemos algunos.

    Yo siendo soltero todavía, aun no pierdo la esperanza de que una bella chica se quede conmigo.

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  2. José, yo era un convencido que JAMÁS me iba a emparejar con nadie y sin duda que sería hoy un solterón de 66 años de no haberme cruzado con la Pilar, que mediante hábiles subterfugios me cazó como un pajarito.

    Cuando empecé a ganar plata, a partir de los ochentas, me di cuenta que prácticamente no conocía a las mujeres porque me había dedicado a cosas más importantes, y como tenía tiempo y plata decidí dedicarme a "hacer currículum", lo que significaba acostarme con todas las mujeres que pudiera (y me dieran la pasada) para recuperar el tiempo perdido, pero sin emparejarme nunca con nadie. Me jactaba mucho de eso con mis amigos, que hasta el día de hoy me lo sacan en cara.

    Vivía muy feliz haciendo currículum, hasta las empecé a anotar en una lista para que no se me olvidaran y pronto perdí la cuenta, pero como tengo buena memoria todavía me acuerdo de muchas, de todas con cariño, nunca terminé peleado con nadie, al contrario.

    Si uno tiene un poco de plata para gastar puede hacerlo y es la vida ideal, sin preocupaciones, obligaciones ni nada, pero a veces al pavo le llega su día de acción de gracias, después de pasar como 10 años en eso la Pilar finalmente consiguió domesticarme un poco.

    Ahora vivo contento lo que era mi peor pesadilla: la vida de familia: nos ayudamos entre todos y tratamos de convivir civilizadamente y sin mayores dramas, claro que a veces me viene la nostalgia por vivir solo de nuevo, pero me tomo unos tragos y se me pasa.

    De no haberme cruzado con la Pilar todavía viviría feliz y solterito, creo que no tiene ningún sentido buscar pareja, al contrario, cuando uno se pone a buscar el asunto termina siempre mal. No creo que estés haciendo un sacrificio, sino que hasta ahora has tenido suerte.

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  3. "...hasta ahora has tenido suerte." O Pilar es una santa o, o ademas , no lee tu blog... ;-)
    Viva la patria.. que volvera.

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  4. En mi casa nadie pesca al Templo del Ocio. Afortunadamente...

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  5. José, no sabes lo que dices. Busca a la “bella chica”. Hazla chupete y cuando se le ocurra dejar un miserable cepillo de dientes en tu casa, le das inmediatamente puerta como decimos en el rodeo, y vamos por la que sigue.
    Ese es el sueño mi guacho y se lo dice un ferretero. Los hijos, que uno quiere tanto, son un cacho desde el primer día, y la mujer desde el primer mes. Y ambos siguen siendo un cacho, para siempre.
    Nada hay mejor para el “espíritu” que el cambio frecuente de monta.
    A lo mejor, y solo a lo mejor, cuando el “viento de otoño acaricie tu sien”, encontrar a una solterona fea y buena gente para cuidarse mutuamente. Bueno, aprendí esto por el camino difícil y largo del error. Que no te pase. Pero claro que todos sabemos, que cuando aparecen las tetas adecuadas y el andar de diosa, nos vamos a la chucha y se nos olvidan todos los buenos y oportunos consejos de mi padre. Por la cresta!!! Pero al final llegamos a lo mismo pero mas caro quiridi.

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  6. Bueno, es una manera un poco prosaica de exponerlo pero a Marcelo no le falta razón, el atractivo físico de una cara bonita, un buen par de tetas o lo que sea, pueden enganchar en un primer momento pero son una de las peores razones para emparejarse a largo plazo. La razón es exactamente lo que dice: resulta que después de un mes más o menos eso se desvanece, deja de llamar la atención, el tiempo es muy cruel con la belleza física porque primero te acostumbras y te deja de llamar la atención, luego te empiezas a fijar en los defectos y a medida que pasa el tiempo esos defectos se hacen cada vez peores, por simple acción de la naturaleza- La monogamia es algo totalmente contra natura.

    Sin embargo la familia, que era algo que yo siempre despreciaba, con el tiempo ha ido adquiriendo un valor enorme, para mi al menos. Las satisfacciones para uno mismo son cortas, pero cuando uno busca las de la familia duran mucho más. En fin, creo que es también algo muy relacionado con la amistad, el apoyo y todo eso. Tendemos a juntarnos con alguien que tiene lo que a uno le falta, por eso las parejas a veces son tan opuestas, yo al menos no soportaría convivir con alguien igual que mi, ni pensarlo.

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  7. ¡Excelente Tomás! El verdugo nuestro era Don Franklin Espinoza

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    Respuestas
    1. jaja, ha pasado MÁS DE UN AÑO y recién veo tu comentario, Blogger no me avisó ¡saluti Alberto! :D

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