Así nos pasa en la vida, por nuestra historia corre mucha gente buena y de la otra, pero algunos se quedan atascados en el fondo. Esos son los amigos y -como las pepitas de oro- son los más pesados y valiosos.
Filosofía barata. Reflexiones de un ebrio después de un asado con los viejos amigos. Con un dolor de cabeza que ni les cuento.
No tomo más, pero tampoco menos.
Dos dipironas más un ibuprofeno. Es la nueva receta que he descubierto después de muchas resacas...
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