02 octubre 2021

El arte de hacerse el leso

Al estilo Bachelet
La ex presidenta
Michelle Bachelet hizo escuela usando un recurso que hoy parece ser costumbre entre la gente de izquierda, lo más sorprendente es que se trata de algo sumamente burdo y todavía funciona. Lo descubrió durante una conferencia de prensa cuando era candidata, le hicieron una pregunta comprometedora y ella en lugar de enfrentarla, simplemente sonrió y dijo "paso".  Esto fue en el año 2013

Es así como fue consultada sobre la acusación constitucional que aprobó la Cámara de Diputados en contra del ministro de Educación, Harald Beyer, indicando, de manera escueta y sin ahondar en el asunto, que “lo que yo apoyo es el fin al lucro y que las instituciones funcionen normalmente”.

Posteriormente se le preguntó por el emplazamiento que le hizo el Presidente Sebastián Piñera, en cuanto a que en su calidad de postulante a La Moneda tendrá que responder algunas preguntas “incómodas” de la ciudadanía.

Ante ello, Bachelet sonrió, levantó las manos y sólo dijo “eeem... paso, paso”, antes de desaparecer detrás del escenario que se montó para la actividad y que exhibió el nuevo logo con una gran letra “M”.

La entonces candidata se negó a contestar y se fue, esa actitud se repetiría después durante casi todo su mandato que tuvo un escándalo tras otro y ella simplemente no contestó ningún emplazamiento, confiada en que su popularidad la protegería y podía darse el lujo de no contestar nada que la pusiera en apuros sin que su imagen se deteriorara. 

No ocurrió así, hoy la popularidad de Bachelet es un mal recuerdo, terminó su mandato muy desprestigiada y cuando hace poco quiso poner a su íntima amiga Sra. Narvaez de candidata a la presidencia resultó un completo fiasco. Demasiados "paso" le pasaron la cuenta.

Sin embargo el asunto de ignorar y no responder a las acusaciones se puso de moda entre los políticos de izquierda y derecha, ya son muy pocos los que defienden algo, simplemente se limitan a ignorar y no responder cuando les piden explicaciones y esto lo vemos en Boric, el contralor, el fiscal nacional, parlamentarios, Lavín, Jadue, Piñera y muchos otros que los han pillado con las manos en la masa y la pistola humeante: simplemente se esconden o no contestan, o dicen "paso"

Es una táctica que pudo funcionar al principio con políticos que atraen seguidores con recursos emotivos, básicos, donde no les importa que sea un ladrón, desleal o una mentirosa porque simplemente les cae bien o tienen odio y resentimiento por los contrarios que están dispuestos a apoyar a todo trance. Pero esos liderazgos emotivos son muy frágiles, la señora simpática, la mami de ayer, de un día para otro se puede convertir en la vieja ladrona, malvada e hipócrita. 

Uno de los políticos con más potencial para funcionar con esos liderazgos emotivos es Franco Parisi. Es el político con mejores capacidades de comunicar y fluidez de expresión que conozco, me cae muy bien y es de los pocos políticos con que feliz me tomaría unas cuantas cervezas. Sin embargo es un incompetente y sinvergüenza sin remedio y con todas sus capacidades de comunicación -que son muchas- no ha podido echarse a la espalda la serie de escándalos que lo han perseguido desde que empezó a tener figuración pública. Para mi, es el mejor ejemplo que decir "paso" ya no funciona en política.

Pero el arte de hacerse el leso ya está consolidado. Cuando a Jadue, Lavin y tantos otros los han pillado en actos de corrupción, o cuando a Sebastián Piñera le toca decir un discurso en los momentos más desastrosos y degradantes de su mandato, simplemente ignoran todo, desaparecen, o permanecen mudos, o hacen un discurso hilarante como si nada estuviera pasando. Es el equivalente a cuando los niños chicos cierran con fuerza los ojos, se tapan los oídos y dicen "no veo, no escucho, soy de palo, tengo orejas de pescado". Igualito.

6 comentarios:

  1. Creo que un columnista de El Mercurio, da hoy en el clavo cuando afirma: “Quizás lo más sorprendente es que las personas han perdido sensibilidad a las malas políticas, que no son castigadas or un electorado anestesiado”
    “ Mientras las malas políticas no sean percibidas como costosas, será difícil dalir de atolladero” Sebastian Claro.

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  2. Claro que en el fondo persiste el porqué.
    A mi modo de ver, el que cualquier patán pueda fácilmente hacerse con 20 o 30 palos al mes, los coloca muy cerca de cometer la fechoría que sea, legal o no, con tal de seguir mamando de esa teta gloriosa.
    Ese nivel de ingresos, en la “vida real”, sólo está reservado para muy pocos, con grandes capacidades y/o mucha suerte.
    Los políticos matan por eso, ya que de no estar allí pasarían de 30 a 0 sin escalas. Fuera del sistema, ellos no existen. Así que joder a un país, no es más que un pelito de la cola.

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  3. Hola Tomás, espero que te encuentres lo más bien. Hoy me desperté un poco cínico así que me disculpo de antemano por el comentario que voy a hacer, jajaja.
    Tu dice de Michelle Bachelet:
    -terminó su mandato muy desprestigiada
    -casi todo su mandato, que tuvo un escándalo tras otro, y ella simplemente no contestó ningún emplazamiento

    de Sebastián Piñera:
    - cuando le toca decir un discurso en los momentos más desastrosos y degradantes de su mandato, simplemente ignoran todo, desaparecen, o permanecen mudos, o hacen un discurso hilarante como si nada estuviera pasando.

    También planteas que los liderazgos emocionales son frágiles, yo digo cínicamente: ¿Y qué?
    -Michelle Bachelet dos veces presidenta de la república
    -Serbastián Piñera dos veces presidente de la república

    Eso es efectividad, el resto es música, la siempre necesaria música de acompañamiento.

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  4. La otra vieja confiable es evadir la pregunta con una verborrea que no lleva a ningún lado.

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  5. Marcelo, por eso no me desagradaría un próximo gobierno de izquierda, creo que sería la mejor -y única- manera que la gente empiece a percibir los costos del voto emocional. Sin duda el incentivo económico es enorme, y probablemente está detrás de la gran mayoría de los que se dedican a la política, puro beneficio personal. El caso de Atria colocando a su hija de asesora de una tipa que salió arrastrada por él es emblemático: Atria "el puro".

    Juan Luis, no le veo mucho hueso a tu argumento. Si vas a medir en términos de "éxito" veamos a Hitler por ejemplo, no tomemos a pajarracos de 4ª categoría. Sin duda que los discursos y toda la emotividad dan buenos resultados electorales ¿Quién podría dudarlo? Está repleto de ejemplos. Pero son resultados de corto plazo que en unos pocos años cubren de desprestigio.

    Creo que te equivocas en algo fundamental al suponer que ha sido un éxito para Piñera y Bachelet haber sido elegidos dos veces, por el contrario, la sensación de fracaso de BAchelet al terminar su 2º mandato y de Piñera ahora mismo debe ser gigantesca. Claro que no lo demuestran y pretenden que no ha pasado nada, lo racionalizan inventando explicaciones, pero al final son grandes fracasados.

    Yo no quisiera para mi ni para ningún amigo esa experiencia de ser aborrecido por tanta gente, al final ¿para qué diablos postularon a la presidencia si no es para ser reconocidos, admirados y queridos? Eso que tu consideras "efectividad" es como piensan los hinchas del fútbol, que lo que importa es ganar el partido como sea, pero la política no es así: lo único que importa tal vez es dejar una huella de admiración y cariño de la gente, como la que dejó Lincoln o la satisfacción del deber cumplido y un trabajo bien hecho, como dejó Portales y algunos portalianos.

    El éxito se mide por como se cumplieron los verdaderos objetivos y creo que ningún presidente en el mundo llega con el objetivo de dejar el país peor que como lo recibió. Si hay una definición de fracaso, para mi es esa.

    Frx, claro el cantinfleo es una opción viable, pero lo mismo que hacerse el leso aburre pronto, no es sostenible por mucho tiempo

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  6. Y antes que me digan que la respuesta a Marcelo contradice con lo que respondí a Juan Luis, les diré una cosa: hay una gran diferencia entre alguien que se dedica profesionalmente a la política y alguien que quiere ser presidente. El político profesional normalmente es un pobre diablo sinverguenza que busca forrarse por el camino fácil y puede hacerlo sin problemas. Pero cuando alguien postula a presidente y sale electo está FRITO porque su objetivo es otro. Si alguien solo quiere forrarse mejor que se mantenga por el lado como el "ruca" Vergara, como Garretón, Flores, Girardi, Letelier, etc. por el lado nomás, puede ganar mucha más plata y poder más duradero que siendo presidente. EL que se candidatea para presidente su única razón de ser es el ego y si deja la presidencia siendo aborrecido es un fracasado sin importar cuanta plata o privilegios tenga.

    Además que es bastante fácil medir a un presidente según como estaba el país cuando llegó y como lo entregó. Ese es un test muy ácido

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"Send me a postcard, drop me a line
Stating point of view
Indicate precisely what you mean to say
Yours sincerely, wasting away
Give me your answer, fill in a form
Mine for evermore
Will you still need me, will you still feed me
When I'm sixty-four"