16 octubre 2021

Refrito del sábado: ajedrez o ruleta


¿Ajedrez  o ruleta? (publicado originalmente el 19 de diciembre de 2005)
Conozco tipos que no creen en la mala suerte "la suerte no existe, yo mismo me la hago" dicen orgullosos. Y yo pienso "ya te quiero ver cuando te encuentren un cáncer". Generalmente se trata de gente a los que las cosas se les han dado fáciles en la vida y lo atribuyen -como no- a su habilidad y sabiduría. No señores, la cosa no es así, claro que existe la mala suerte.

Otros -peores- se sienten fracasados y le echan la culpa de todo lo que les pasa a la mala suerte, mi amigo el Pato dice "nací salado, si mañana pongo una fábrica de sombreros al otro día empieza a nacer gente sin cabeza".

Se me olvidaba mencionar que el Pato es uno de los tipos más estúpidamente arriesgados que conozco, es curioso como le encanta tentar a la suerte, creyendo que tiene mala suerte actúa como si fuera el regalón de los dioses. Quien lo entiende.

Los que no creen en la suerte piensan que la vida es como un juego de ajedrez, una cadena de causas y efectos predecibles y el que se sabe anticipar es el que gana. Cuando a alguien le va mal lo critícan por tonto, son expertos en autopsias, generales después de la guerra y pueden pasar horas analizando en qué se equivocaron los demás. Después de las elecciones voy a tener que soportar a un montón de estos pelmazos explicándome en que se equivocaron los que perdieron. Esos tipos si que son una plaga.

Cuando hacía mi curso para pequeños empresarios trataba de explicarles eso al montón de viejos que venían a la universidad a aprender la receta para hacerse rico con un capital de mil quinientos pesos. Cuando les decía que no hay receta y que incluso el que hace todo perfecto se puede ir a la ruina se ponían muy perplejos y algo irritados, por decirlo suavemente.

Pero esa es la verdad, no hay recetas en los negocios ni tampoco en la vida, eso es lo que explica que exista tanto idiota exitoso e inteligente fracasado. Más que un juego de ajedrez la cosa es como la ruleta.

Eso, la ruleta es un juego fascinante que modela muy bien la vida real: puedes aumentar tus probabilidades bajando el riesgo, pero ganas menos; no hay modo de ganar mucho apostando sobre seguro, en la ruleta de la vida siempre somos público y la ventaja está invariablemente del lado de la banca.

Yo que no juego jamás siento mucha simpatía por los enviciados con la ruleta, si algún día me permitiera un vicio que me cueste plata -cosa inconcebible incluso en la imaginación- tendría el vicio de la ruleta; apostaría fuerte y a plenos: negro el seis.

7 comentarios:

  1. Creo que es la "paradoja de San Petersburgo" al revés. En esa, pergeñada por Bernoulli, el pozo se acumula y las probabilidades mejoran cada vez más - pero el jugador elige cortar y retirarse. Empieza a ser avaro, a cuidar lo que tiene, y le importa menos la "gran oportunidad" del siguiente tiro.
    En la quiniela la gente suele apostar una cifra insignificante a una probabilidad remota. El valor de un atado de cigarrillos, algo que te gastarás en el día, por un premio enorme cuya posibilidad de ganar es casi nula. Sin embargo es lo màs lógico (salvo no jugar) Uls

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  2. La suerte es fundamental en la vida.
    Quien lo niegue, es tonto entero.
    Ocurre muchas veces, que vemos solo la parte exitosa de las personas, porque eso es lo que cuentan. Los mayoría de los dramas, se ocultan. Otros no se pueden esconder.
    Claro que en general, como es un juego de posibilidades, al final la cosa tiende a emparejarse. Como en una campana de Gauss hay pocos tipos en los dos extremos y un choclón en el medio.
    Yo tenía un amigo al que todos envidiabamos su suerte. Nació en cuna de oro, era piloto como nosotros y no tenía un cessna sino un super jet. Las mujeres lo buscaban como moscas y podía tener la que quisiera. Pa más recachas súper simpático. No como el pesado del hermano mayor.
    Hoy está six feet under. Lo pescó un cancer y no lo soltó hasta que lo mató. Ni todas las lucas del mundo pudieron salvarlo. Y tenía hartas. Se llamaba Guillermo Luksić Craig.
    La suerte. Solo la suerte.

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  3. Si, sin duda la suerte es suerte; pero tambien hay que ponerse a su alcance...para lo cual hay tener suerte de atinar por donde pasara. Y aprovecharla , recordemos eso de "la ocasion la pintan calva"

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  4. Don Tomas,
    Usted va muy rápido y cuando quiero participar en un debate con un comentario interesante ya usted ha publicado como cinco nuevos posteos y quedo huérfano....ja, ja, ja.
    Vea mi entrada del día de la raza o de China...

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  5. Sobre la suerte o no : Mayormente son los círculos, influencias, sectas que dan la prioridad...sobre otros. Un imbécil pero que pertenece a círculos, influencias o secta poderosa es privilegiado secretamente...Incluso esas sectas tienen acceso a los secretos bancarios... No hay nada que hacer ahí.Sobrevivir manteniéndose al margen y preservar la libertad espiritual y material.

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  6. Ulschmidt, claro, hacer apuestas chiquitas es lo lógico, pero no todo es lógica en este cochino mundo. Correr riesgos nos da ilusión y correr un gran riesgo obteniendo un premio enorme nos entrega una alegría que ni te cuento. Casi todo lo realmente bueno que uno obtiene de la vida pasa por haber corrido un gran riesgo y haber acertado con una decisión improbable, como por ejemplo cuando entré a estudiar a ala U sin tener ni para comer.

    Y no jugar es imposible, solo un muerto no juega.

    Marcelo, exactamente, todos mostramos y nos pavoneamos de lo que nos ha salido bien y escondemos nuestros fracasos o los disfrazamos, racionalizando. Pero al final somos juguetes de la Diosa Fortuna, nada más.

    Que impresionante eso que cuentas de Guillermo Luksic, es la parte que uno no ve de las personas que conoce solo de oídas. Claro, puedes tener todos los millones, las minas, el talento. Te llega un cáncer y fuiste... chao.

    Wilson, yo también pensaba estadísticamente en eso de "aumentar las probabilidades", en realidad tyodavía pienso un poco así pero para "evitar los desastres", creo que la prudencia no sirve para que a uno le vaya bien, pero si puede servir para que a uno no le pasen tantas cosas catastróficas. Aunque pensando en el caso de Guillermo Luksic parece que la prudencia tampoco sirve tanto.

    Centurio, es que tengo un problema con la notificación de los comentarios, lo revisaré.

    Eso de los "clubes" que se ayudan entre ellos, en mi opinión es un mito. Si, alguna vez algún amigo te puede ayudar, pero no es lo que pasa normalmente. Cosas como entrar a la masonería o cualquier club de esos, o mandar a los hijos a un colegio caro con la esperanza que "se relacionen" es, a mi modo de ver, la estupidez más grande. En los círculos de poder es mucho más común la competencia que la cooperación, yo he visto muchas veces como se cagan entre judíos, ex compañeros de colegio y todo lo demás. Y si alguien sabe un secreto bancario ten la seguridad que no se lo contará ni a sus más íntimos amigos, a menos que busque sacar algún provecho de eso.

    Yo he tenido muchos amigos con plata y jamás me han hecho un favor desinteresado, no tendrían por qué hacerlo tampoco porque los favores son gratis. Las confianzas no se establecen por haber ido al mismo club o la misma universidad, hay otros factores más importantes.

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  7. Don Marcelo,
    Creo que con Don Guillermo hubo influencia de su trabajo afanoso en las minas. Yo tenia una prima hermosa y llena de vida, se caso con un gallo de medio pelo y para subsistir ayudaba en surcir sacos de minerales. También murió de cáncer....Me toco muy de cerca. Hay un poco de prevención también.

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