Es un tema que he escuchado mucho por estos días "Si estuviera aquí mi general no pasarían estas cosas" así es que aprovecho de repetir este refrito que resume más o menos lo que pienso yo sobre el asunto. Le tengo cada día menos aprecio a la democracia, pero tampoco creo que una dictadura sea la bala de plata que solucionaría mágicamente los problemas, dudo mucho que sea un plan B al menos por ahora. En fin, aquí va el refrito sin más comentarios
¿Un nuevo gobierno militar? (publicado originalmente el 25 de agosto de 2020)
Lo vengo escuchando y leyendo cada vez más seguido. Amigos y conocidos, muchos de mi edad, pero también otros mucho más jóvenes ven con un tremendo pesimismo y también con miedo las cosas que están pasando en el país. "Aquí lo que falta es un Pinochet" algo que escuchaba conversando con los taxistas cuando estuve en Lima hace un par de años y ahora escucho lo mismo -a cada rato- acá en Chile.
La gente común se acuerda que durante el Gobierno Militar había seguridad en las calles, existía la pena de muerte e incluso la aplicaron a funcionarios de los propios sistemas de seguridad del estado, como ocurrió con el crimen de Calama, eso jamás habría pasado con un gobierno de políticos..
La gente recuerda cuando la ley se aplicaba a la letra y el delito común era una fracción marginal de lo que es hoy, no es que no existieran los delitos, pero se podía andar con bastante seguridad por la calle y si éramos víctimas de un delincuente teníamos la seguridad que la policía lo iba a perseguir y los tribunales lo iban a castigar con la dureza que correspondía.
La política estaba prohibida, lo que significaba un ahorro enorme de recursos para el fisco. Por un lado no había el tremendo gasto que ha significado la explosión de empleos fiscales, casi todos pagados muy por encima de los sueldos de mercado a iguales funciones. Cuando asumieron los militares en 1973 hicieron una gran poda al estado hipertrofiado con empleos inútiles, pero a partir de 1990, cuando vuelven los políticos hemos llegado a más de un millón de empleados públicos. Ni hablemos de las coimas, robos, desfalcos fiscales, etc..
Leo que "En promedio en Chile, siete personas tienen que trabajar para mantener a cada empleado público con los impuestos que pagan". Lo peor es que la mayoría de esos empleados son -además de inútiles- perjudiciales y llegan a la administración como los antiguos barones ladrones, especialmente en los cargos directivos. Durante los militares no existía esa enorme mochila que ha significado que el presupuesto del estado, que ya anda sobre los setenta mil millones de dólares, eso ya es imposible de financiar con impuestos y muy pronto lo empezarán a financiar con inflación y miseria.
Ese enorme ahorro de recursos, unido a una administración del estado que muchas veces fue genial y adelantada a su época, por la visión y capacidad de los chicago boys donde se encontraba gente como Sergio de Castro, Álvaro Bardón, Sergio de la Cuadra, Miguel Kast, Juan Andrés Fontaine, entre otros y los dos mayores exponentes que fueron José Piñera y Hernán Buchi, quienes idearon e implementaron las reformas más importantes en nuestra historia económica.
Se dice, con razón, que solo en un gobierno donde la política estuviera prohibida se podían haber implementado esas reformas. Los que lo dicen como una crítica, no se dan cuenta que lo que están criticando es a los políticos y al sistema democrático, porque si en democracia es imposible mejorar al país como el nuestro, entonces al diablo con la democracia.
Y esto es lo que pensamos muchos, no solo gente con interés en la política sino personas normales. El año 2017, la encuesta COES mostraba un 68% de los encuestados manifestaban su insatisfacción con la democracia y un 30% afirmaban además que “a la gente como uno, nos da lo mismo un régimen democrático que uno autoritario”. A estas encuestas casi no se les da cobertura porque resultan muy incómodas para los políticos pero -por ejemplo- desde que se empezaron a hacer las encuestas CEP y CADEM siempre los mayores niveles de desprestigio han estado asociados a "los políticos", "el congreso" y "el poder judicial". Si eso no muestra que la gente no valora la democracia, no se que podría mostrarlo mejor.
Esto genera condiciones óptimas para un nuevo golpe de estado -militar- en Chile, porque estamos sumidos en una crisis profunda de desprestigio de la democracia y existe un recuerdo favorable a la idea de que la solución es "un nuevo Pinochet", los políticos están en su máximo nivel de desprestigio y casi nadie movería un dedo para salvarles el pellejo después de como actuaron, tal como casi nadie ayudó a los izquierdistas perseguidos en 1973.
Muchos dicen "eso es imposible", "los militares no se atreverían nunca", "esas cosas no pasan en Chile", bueno, yo escuchaba eso mismo y lo creía a pie juntillas hasta el 10 de septiembre de 1973, cuando tenía 18 años, no solo yo sino todos los que conocía pensaban los mismo. Si algo he aprendido en mis 65 añitos es que la opinión generalmente aceptada casi siempre se equivoca, nada es imposible y que nunca hay que decir "nunca".
Dicho todo esto, cualquiera podría pensar que yo estoy esperando un nuevo golpe militar y ando ansioso que vengan de los cuarteles a "salvarnos" de nuevo "de las garras del marxismo". Nada de eso, en ese punto estoy en desacuerdo con la mayoría de mis amigos que piensan que la solución a nuestros problemas sería un nuevo golpe militar y que "aquí hace falta un Pinochet". Mis razones son varias y solo diré las principales para no alargarme tanto.
La principal es la incertidumbre, porque dependemos completamente del tipo de persona que encabece el gobierno- Siendo necesariamente un gobierno autoritario, no será nada fácil deshacerse de él. Los altos mandos son humanos, como todos nosotros y nada impide que llegue al poder un idiota o un corrupto, que los hay. No olvidemos que los políticos en todos estos años se han encargado de incrustar a alguno de los suyos, Fuente-Alba, Villalobos, Rosas, no se olviden. No quiero ni pensar en un nuevo Perón para Chile.
Otra razón importante para estar contra un golpe es que habrá costos inevitables. La izquierda, el centro y buena parte de la derecha han sido -además de ladrones- estúpidos, bocones, insolentes. En un gobierno autoritario eso lo pagarían y probablemente los principales cobradores serán civiles que se vieron avasallados, no los militares, tal como ocurrió en 1973. Tampoco es agradable vivir bajo constante censura, créanme, y ese es un costo de todo gobierno autoritario.
Finalmente yo no veo necesario un golpe militar en la situación actual. Creo que estamos acumulando una indignación popular suficiente para lograr aplastar a la izquierda y a sus insidiosos compañeros de ruta social democratas, con los votos. Me extraña ver a tanta gente de derecha cobarde, asustados y hablando de irse de Chile, al mismo tiempo que son incapaces de mover el culo para firmar por el Partido Republicano que es, sin duda, por donde viene la verdadera solución.
Un gobierno fuerte y autoritario con el completo respaldo de las Fuerzas Armadas es nuestro destino obvio. La política y las armas deben ir de la mano, es imposible que estén confrontados, la izquierda fue tan estúpida que nunca se dio cuenta que en el momento en que se ponen contra las armas están firmando su sentencia, porque ahí es donde está el poder real, en 30 años no han podido atraerlas a su bando y ni en 100 años más podrán, es imposible, por más que traten de corromper a altos mandos, no entienden nada.
Somos muchos los que queremos volver a ser el país próspero y ordenado que fuimos en los ochentas con un presidente honesto y firme, ese es -a mi modo de ver- José Antonio Kast, con el que no concuerdo en muchas cosas pero no tengo duda que es la única figura pública capaz de sacarnos del hoyo en que hoy estamos metidos.
La gente común se acuerda que durante el Gobierno Militar había seguridad en las calles, existía la pena de muerte e incluso la aplicaron a funcionarios de los propios sistemas de seguridad del estado, como ocurrió con el crimen de Calama, eso jamás habría pasado con un gobierno de políticos..
La gente recuerda cuando la ley se aplicaba a la letra y el delito común era una fracción marginal de lo que es hoy, no es que no existieran los delitos, pero se podía andar con bastante seguridad por la calle y si éramos víctimas de un delincuente teníamos la seguridad que la policía lo iba a perseguir y los tribunales lo iban a castigar con la dureza que correspondía.
La política estaba prohibida, lo que significaba un ahorro enorme de recursos para el fisco. Por un lado no había el tremendo gasto que ha significado la explosión de empleos fiscales, casi todos pagados muy por encima de los sueldos de mercado a iguales funciones. Cuando asumieron los militares en 1973 hicieron una gran poda al estado hipertrofiado con empleos inútiles, pero a partir de 1990, cuando vuelven los políticos hemos llegado a más de un millón de empleados públicos. Ni hablemos de las coimas, robos, desfalcos fiscales, etc..
Leo que "En promedio en Chile, siete personas tienen que trabajar para mantener a cada empleado público con los impuestos que pagan". Lo peor es que la mayoría de esos empleados son -además de inútiles- perjudiciales y llegan a la administración como los antiguos barones ladrones, especialmente en los cargos directivos. Durante los militares no existía esa enorme mochila que ha significado que el presupuesto del estado, que ya anda sobre los setenta mil millones de dólares, eso ya es imposible de financiar con impuestos y muy pronto lo empezarán a financiar con inflación y miseria.
Ese enorme ahorro de recursos, unido a una administración del estado que muchas veces fue genial y adelantada a su época, por la visión y capacidad de los chicago boys donde se encontraba gente como Sergio de Castro, Álvaro Bardón, Sergio de la Cuadra, Miguel Kast, Juan Andrés Fontaine, entre otros y los dos mayores exponentes que fueron José Piñera y Hernán Buchi, quienes idearon e implementaron las reformas más importantes en nuestra historia económica.
Se dice, con razón, que solo en un gobierno donde la política estuviera prohibida se podían haber implementado esas reformas. Los que lo dicen como una crítica, no se dan cuenta que lo que están criticando es a los políticos y al sistema democrático, porque si en democracia es imposible mejorar al país como el nuestro, entonces al diablo con la democracia.
Y esto es lo que pensamos muchos, no solo gente con interés en la política sino personas normales. El año 2017, la encuesta COES mostraba un 68% de los encuestados manifestaban su insatisfacción con la democracia y un 30% afirmaban además que “a la gente como uno, nos da lo mismo un régimen democrático que uno autoritario”. A estas encuestas casi no se les da cobertura porque resultan muy incómodas para los políticos pero -por ejemplo- desde que se empezaron a hacer las encuestas CEP y CADEM siempre los mayores niveles de desprestigio han estado asociados a "los políticos", "el congreso" y "el poder judicial". Si eso no muestra que la gente no valora la democracia, no se que podría mostrarlo mejor.
Esto genera condiciones óptimas para un nuevo golpe de estado -militar- en Chile, porque estamos sumidos en una crisis profunda de desprestigio de la democracia y existe un recuerdo favorable a la idea de que la solución es "un nuevo Pinochet", los políticos están en su máximo nivel de desprestigio y casi nadie movería un dedo para salvarles el pellejo después de como actuaron, tal como casi nadie ayudó a los izquierdistas perseguidos en 1973.
Muchos dicen "eso es imposible", "los militares no se atreverían nunca", "esas cosas no pasan en Chile", bueno, yo escuchaba eso mismo y lo creía a pie juntillas hasta el 10 de septiembre de 1973, cuando tenía 18 años, no solo yo sino todos los que conocía pensaban los mismo. Si algo he aprendido en mis 65 añitos es que la opinión generalmente aceptada casi siempre se equivoca, nada es imposible y que nunca hay que decir "nunca".
Dicho todo esto, cualquiera podría pensar que yo estoy esperando un nuevo golpe militar y ando ansioso que vengan de los cuarteles a "salvarnos" de nuevo "de las garras del marxismo". Nada de eso, en ese punto estoy en desacuerdo con la mayoría de mis amigos que piensan que la solución a nuestros problemas sería un nuevo golpe militar y que "aquí hace falta un Pinochet". Mis razones son varias y solo diré las principales para no alargarme tanto.
La principal es la incertidumbre, porque dependemos completamente del tipo de persona que encabece el gobierno- Siendo necesariamente un gobierno autoritario, no será nada fácil deshacerse de él. Los altos mandos son humanos, como todos nosotros y nada impide que llegue al poder un idiota o un corrupto, que los hay. No olvidemos que los políticos en todos estos años se han encargado de incrustar a alguno de los suyos, Fuente-Alba, Villalobos, Rosas, no se olviden. No quiero ni pensar en un nuevo Perón para Chile.
Otra razón importante para estar contra un golpe es que habrá costos inevitables. La izquierda, el centro y buena parte de la derecha han sido -además de ladrones- estúpidos, bocones, insolentes. En un gobierno autoritario eso lo pagarían y probablemente los principales cobradores serán civiles que se vieron avasallados, no los militares, tal como ocurrió en 1973. Tampoco es agradable vivir bajo constante censura, créanme, y ese es un costo de todo gobierno autoritario.
Finalmente yo no veo necesario un golpe militar en la situación actual. Creo que estamos acumulando una indignación popular suficiente para lograr aplastar a la izquierda y a sus insidiosos compañeros de ruta social democratas, con los votos. Me extraña ver a tanta gente de derecha cobarde, asustados y hablando de irse de Chile, al mismo tiempo que son incapaces de mover el culo para firmar por el Partido Republicano que es, sin duda, por donde viene la verdadera solución.
Un gobierno fuerte y autoritario con el completo respaldo de las Fuerzas Armadas es nuestro destino obvio. La política y las armas deben ir de la mano, es imposible que estén confrontados, la izquierda fue tan estúpida que nunca se dio cuenta que en el momento en que se ponen contra las armas están firmando su sentencia, porque ahí es donde está el poder real, en 30 años no han podido atraerlas a su bando y ni en 100 años más podrán, es imposible, por más que traten de corromper a altos mandos, no entienden nada.
Somos muchos los que queremos volver a ser el país próspero y ordenado que fuimos en los ochentas con un presidente honesto y firme, ese es -a mi modo de ver- José Antonio Kast, con el que no concuerdo en muchas cosas pero no tengo duda que es la única figura pública capaz de sacarnos del hoyo en que hoy estamos metidos.
Exactamente Tomás. Históricamente ha sido parte de nuestro ciclo y gran parte de los logros que hemos tenido como país fue bajo gobiernos militares y los grandes desastres de la historia han sido precisamente bajo gobiernos civiles. El no entender eso, es ser simplemente un sacoweas o haber leido demasiado a ese chanta de Fucktardit.-
ResponderBorrarMuchos de mis cercanos dicen que "los militares esto, los militares esto otro, que no se van a tomar el poder por miedo a terminar en Punta Peuco, etc." pero se les olvidó que para 1973, las FFAA ninguna se estaba "carteleando" ni haciendo declaraciones. Simplemente estaban manteniendo su posición no deliberante nada mas y eso de las "pachotadas y bravatas" era más evidente en los zurdos ("Los momios al paredón, las momias al colchon", "hay que matar ...", "el pueblo armado debe alzarse", etc.) y eso ha sido siempre un error garrafal. Darselas de ganador amenazando, siempre termina pasandoles la cuenta.
Por otro lado, mejor que no hubiera salido JAK. Los niñatos la tendrán muy heavy al ver como es la cosa "del otro lado del mostrador".
Si Jose, por lo general hemos tenido buenos gobernantes militares como Prieto, Bulnes, Jorge Montt, Augusto Pinochet. También grandes gobernantes civiles como Portales, Montt o Pinto.
ResponderBorrarHay una especie de péndulo histórico entre el orden y el desastre, lo hemos visto muchas veces y la mayoría de los gobernantes civiles han terminado de manera mediocre o desastrosa. Son pocas las excepciones.
Los que piensan que a la gente de las FFAA los asusta las consecuencias no saben de lo que hablan, en septiembre de 1973 era infinitamente más peligroso que ahora y podrían haber terminado fusilados, igual tomaron la decisión y lo hicieron. El riesgo, la toma de decisiones arriesgadas es parte de su profesión
Es obvio que no van a andar haciendo "gestos" ni declaraciones que arruinen sus carreras prematuramente, las FFAA no hablan de política pero si actúan llegado el caso. La gente que se desespera porque los militares "no se pronuncian", se olvidan que el general Pinochet y Allende se sacaban fotos juntos muy tranquilos y sonrientes: golpe anunciado no bota a nadie
https://ep00.epimg.net/internacional/imagenes/2013/09/10/album/1378806768_402145_1378808958_album_normal.jpg
Hay mas diferencias entre 73 y 2022, el 73 las tropas del Mir y del PS eran, por decir lo menos, incipientes y llenas de loquitos, el PC guardo las suyas para su autoproteccion y ademas eran muy escasas; los "pronunciamientos" eran abiertamente, no solo aprobados por los gringos, sino promovidos activamente, y el apoyo DC fue clave, entendieron recien, que no eran favoritos, cuando le quitaron el auto oficial a Frei. La infiltracion era minma, a lo mas algunos de la Jota que hacian el servicio para aprender a usar armas.
ResponderBorrarHoy, puedo ponerle la firma, no habra golpe alguno. Mañana, no se.
Algunas diferencias: Burric contara con un saco de dolares, presupuesto de mas de 80 mil millones de dolares, una capacidad de endeudamiento aun amplia, una holgura segun el ministro Cerda de 30 mil millones,(por si alguien le cree), y en AFPs les quedan 150 mil millones, facil uno o dos años de fiesta, lo suficiente para aprobar la constitucion y cooptar milicos. La DC esta enloquecida por subirse al gobierno, le bastara con unos pocos pitutos, nunca estuvo tan barata. Las tropas hoy son del PC, dirigidas y financiadas por los narcocubanos, tienne entrenamiento y 4 guerrillas en la araucania, y una enorme masa de periferia reclutable (todas las basuras tipo Plaza Italia, soldados narcos, barras bravas, mapus tontorrones y grupos menores de odiadores de distintas causas). La infiltracion de los mandos ha desacreditado a carabineros, y algo al ejercito, y la ideologia de DDHH les impide reaccionar a las agresiones (varios miles de pacos heridos, eran 4 a 5 mil antes de la pandemia, cerca de 500 ataques a cuarteles, casi todos de carabineros) y no hubo ni un misero muerto, solo el cuento de miles de ojos que tapizaban la alameda. En cambio los chicos de PC quemaron vivas a muchas personas en sus saqueos, yo conte 15 y me abburri, The Economics conto el doble de muertos. Finalemente la gente esta abulica y lo seguira estando mientras haya pan y vino, a lo mas estallidos esporadicos por la delincuencia inmigratoria y las guerrillas en el sur.
Si yo fuese milico trazaria una linea roja a los agentes cubanos a cargo del ministerio de la defensa, los saludaria y les haria todas las zalemas que quieran mientras no la crucen, cuando la crucen y estaran obligados a hacerlo, espero que un sr. Almirante venga a Stgo con un papelito...
Hay muchas diferencias, pero la situación de fondo es la misma. La situación política hoy es análoga a 1920, 1970 o 1990 que fueron los puntos de quiebre del Siglo XX en Chile. En 1920 se resolvió con 50 años de social democracia. En 1970 con tres años de socialismo y 17 de Gobierno Militar. en 1990 con 30 años de socialdemocracia de nuevo.
ResponderBorrarHoy los partidos de izquierda tienen cero poder militar y las FFAA son de las mejor equipadas y preparadas de América Latina, no hay comparación. Una revuelta callejera como la de octubre de 2019 se aplasta por décadas con 100 muertos de un gobierno decidido -así se hizo con la "Revolución de la chaucha" y varios otros conatos de violencia callejera. El poder consiste en la fuerza efectiva pero sobre todo la decisión para usarlo, los socialdemócratas no tienen eso último y por eso no tienen nada.
Para mi el discurso del marxismo, los agentes cubanos y todo eso es algo muy ochentero, Diaz Canel o Maduro tienen otra preocupación mucho mayor que ambiciones imperialistas, no creo nada de eso.
Los militares van a hacer lo que siempre han hecho, tal como tu dices: obedecer, apretar las manos sonrientes y todo eso. JAmás le han dado acceso a políticos más allá de algunos generales que se han vendido y les ha ido bastante mal.
Yo creo que se han perdido muchos nombres importantes por culpa de gestos imprudentes, el peor -a mi modo de ver- fue la salida del coronel Villaroel, pero eso también ayuda a ensanchar la enorme brecha que existe hoy entre las FFAA y los políticos, creo que cada vez que los políticos hacen "gestos" pensando que van a amedrentar a las FFAA agregar un motivo más de repulsión y distanciamiento, ojalá sigan igual de brutos por el tiempo que sean autoridades.
La historia es tan, pero tan cíclica que sin duda tendremos dos años muy buenos y de crecimiento económico en 2022 y 2024, después de eso empezará la resaca- Por ahora hay que aprovechar, vienen muchas oportunidades
Otra cosa que pienso es que el gobierno de Boric será muy revolucionario enla retórica pero totalmente socialdemócrata en la práctica, de hecho no hay partido más socialdemocrata en Chile hoy que el Partido Comunista. Ese será uno de los peores o el peor problema que tendrá que enfrentar Boric, las demandas de los locos furiosos de la revolución empezarán desde el día 1 y Boric no se manda solo, sus padrinos (que no tienen nada que ver con los comunistas) lo van a tener super controlado
ResponderBorrareso de los 100 muertos lo dudo, en esos tiempos no existían cámaras de seguridad ni un teléfono en cada bolsillo y miles de ONGs de DDHH, que clamarían por tomar medidas contra la represión si piñera se hubiera atrevida a ordenar fuerza letal lo habrían acusado constitucionalmente y ahora se un paria mundial.
ResponderBorraryo creo que una revuelta como la del 2019 solo se pudo parar con violencia letal de parte de grupos de choque civiles que sean ayudados clandestinamente por ffaa y carabineros
además deberían hacer que los jueces activistas de izquierda que condenaron a militares pasen un viacrucis de miedo es la única forma de traumar a la judicatura.
ResponderBorrarDon tocayo, eso de "paria mundial" y "jueces activistas" también tiene una solución muy sencilla: a muchos gobiernos hoy les importa un comino ser paria mundial o todo ese cuento que tanto le gucta a los socialdemócratas. En Brasil se ha entrado a las favelas disparando a matar y muchos delincuentes han muerto en enfrentamientos, aparte de las usuales protestas de la prensa progre no ha pasado nada, misma cosa en casi todos los gobiernos autoritarios, que les importa un comino la opinión de otros países o de los organismos internacionales. Para qué hablamos de Cuba, Venezuela, muchísimos países árabes, centroamericanos, etc. Lo que pasa es que nos miramos mucho el ombligo y le hacemos demasiado caso a lo que nos machaca la prensa todo el día. Con un poco de decisión todas esas cosas dejan de ser problema. Es el miedo lo que nos paraliza
ResponderBorrarTal como no fueron gran problema durante los militares, a modo de ejemplo. Recuerdo que en esos años y frente a toda la prensa un tipo se arrojó a golpear a un carabinero en la calle, este sacó su revolver y le disparó a quemarropa como correspondía. Si la memoria no me falla fue en una protesta frente al Municipal
ResponderBorrarEs cierto como dice el nuevo Tomas que las organizaciones de DDHH han brotado como callampas despues de una lluvia, y el activsimo periodistico esta de moda.
ResponderBorrarPero tambien es cierto que que los gringos tiene Guantanamo y Abu Garib y cada pais de Europa alberga una carcel secreta de la CIA, y que ni Putin ni Xi Jinping son muy tiernos con sus opositores. Como dice Tomas el Viejo (solo para diferenciarlos), hay que pescar menos las campañas de prensa, mucho ladrido pero pocos dientes, su poder se basa solo en que les hagan caso como lo ha hecho Tatan.
Lo mismo pienso yo, creo que toda esa faramalla de la imagen internacional, de las sanciones de la ONU y t5onteras por el estilo tienen poco o ningún efecto práctico, solo opera sobre los cobardes y los engrupidos.
ResponderBorrarCuando la seguridad del estado está en peligro no existe ninguna ley ni ningún límite más que la conciencia del gobernante, en eso consiste al fin y al cabo la soberan-ia.