24 abril 2022

¡Aleluya! La vocación


¡Aleluya!
Las arcas de la Benemérita Fundación Mi Billetera rebosan de dinero gracias al generoso aporte de quien yo se. Esto siempre me alegra un montón y es independiente de la cantidad. El hecho de tomarse la molestia de abrir la app del banco o lo que sea y hacer todo el latoso trámite de transferencia es un gesto que aprecio mucho, no solo por las lucas sino sobre todo porque lo considero un gesto de amistad, simpatía o lo que sea muy valioso, al menos para mi. Chas gracias, malgastaré hasta el último centavo, lo prometo.

La vocación
Yo nunca tuve problemas vocacionales, a diferencia del Tomás Jr. desde chico, cuando mi primo Alejandro me regaló un paquete de componentes, me apasionó la electrónica. Aún antes, con mi primo Mario armábamos extensores, hacíamos cortocircuitos en la escuela y metíamos los dedos al enchufe para ver cual era el terminal "vivo", de entonces que quedamos medio tontos seguramente. La cosa es que mi sueño desde que tengo memoria fue ser ingeniero electrónico.

Con los años esa vocación desapareció, y cuando saqué el título ya no me interesaba, después me entusiasmé muchísimo con otras cosas como la programación de computadores, los negocios, estudiar economía y finalmente terminé escribiendo este roñoso blog que considero mi actual vocación y trabajo. Creo que es la vocación que más años me ha durado porque empecé en el año 2002 y, sigo en lo mismo después de 20 años. Mi vocación más improductiva es también la que más me ha durado.

Una amiga me comentaba sobre su hijo que le gusta escribir y quiere dejar los estudios porque la carrera no le interesa, el Tomás Jr. fue más o menos el mismo caso. Durante muchos años nunca encontró algo que realmente le entusiasmara, aparte que le gustaba dibujar. Pero en la casa jamás supo lo que era recibir una "mesada" y si bien tenía cama y comida, para casi todo lo demás tenía que ver de donde conseguía las lucas. Ese fue un gran incentivo para buscar trabajos como fuera y tratar de ver oportunidades: la necesidad crea el órgano. Estudió diesño multimedia y hoy es un maldito trabajador asalariado en la Universidad de Tarapacá, vamos a ver cuanto le dura.

Mi amiga me pregunta cómo podría ayudar a su hijo a encontrar su vocación, yo creo que no hay ninguna forma. Bueno, tal vez hay una: que deje la universidad donde estudia algo que no le interesa, pero que tenga que buscar un trabajo y llegar con lucas a la casa, creo que esa es la mejor forma de encontrar algo que nos guste. Existe el riesgo que se conforme con cualquier trabajo de porquería y sobreviva con un sueldo mínimo el resto de su vida, claro, pero ¿es malo eso? Yo creo que es una opción totalmente legítima.

En mi caso fue al revés. Como yo no quedé en la universidad la primera vez que postulé, estudié para técnico electrónico y cuando terminé de estudiar la industria electrónica en Chile desapareció, de un día para otro y yo tuve que salir a ofrecer mis servicios reparando teles y radios puerta a puerta. Después de un poco tiempo haciendo eso -que puede ser un muy buen trabajo para los que tengan talento- me convencí que no tenía dedos para el piano y tenía que conseguir algo más adecuado. 

Pasé dos años sin hacer nada -y sin comer nada- gracias a eso aprendí que nadie se muere de hambre en Chile, hasta que en 1978 volví a postular a la Universidad y empecé a buscar trabajos mientras estudiaba. Entre 1974 y 1984 fueron los años más duros y los más provechosos en experiencia de mi vida, después de eso ya no tenía ni un solo problema de "vocación". Por eso creo que la mejor manera de motivarse y encontrar la vocación es verse obligado a ganarse la vida.

Claro que no es una receta general, que funcione con todos. En algunas familias la profesión es fácil porque muchas veces se siguen los pasos de los padres. Cuando yo pituteaba en el Regimiento Dolores, un día miraba con la boca abierta el despliegue de toda la fuerza saliendo a la maniobra anual, estaba con un amigo, mayor de Ejército que me dijo "este es un trabajo de mierda por la cantidad de sacrificios, pero mi hijo chico ve esto y quiere ser milico, a mi me pasó lo mismo cuando niño, por eso en mi familia han sido militares desde mucho tiempo". También pasa mucho con otras profesiones como médicos, abogados y curas por ejemplo.

Los pobletes como yo, de alguna manera encontramos nuestra vocación, aunque sea a la fuerza, o bien encontramos un trabajo que nos de para vivir tranquilos, lo que es más que suficiente para cualquiera. Recuerdo un extraordinario arquitecto de Tacna que contaba que su familia era campesina y solo podían pagar los estudios a uno de los ocho hermanos. Él fue el mayor y pudo ir a la universidad, cuando terminó le financió los estudios al que lo seguía y así sucesivamente. No todos fueron profesionales pero todos tenían una buena vida, incluso los que siguieron como campesinos.

El problema es con las familias de clase media, que no son pobres pero tampoco tienen para financiar muchos años de caro estudio a sus hijos. Hoy existen muchos padres, profesionales relativamente pobres, que se sienten culpables si no le pueden pagar una profesión a sus hijos, pensando que no tener profesión sería como bajar de categoría. Yo no lo veo así, aunque todavía quedan unas pocas profesiones que son casi un seguro contra la pobreza, como las relacionadas con el área médica, estas cada día son menos, hoy vemos arquitectos, abogados, ingenieros que andamos al tres y al cuatro. Para que hablar de otras exoticas profesiones que inventaron las universidades en las últimas décadas.

Por eso pienso que lo mejor es trabajar primero, pasar un poco de frío y un poco de hambre, esa es una preparación para la vida que todos los que no venimos de una familia acomodada deberíamos pasar, esa es la verdadera universidad, y es un conocimiento que no le viene mal a nadie, con hambre se aprenden cosas muy interesantes, que después pueden servir mucho.

11 comentarios:

  1. Es bueno pasar frio, por eso a veces me dejo un chorros de agua helada en la ducha, para recordar que no siempre saldrá agua caliente, mi primer trabajo fue en un casino lavando ollas y de pioneta, me pasaba a buscar un camion cerrado y me tiraban atras , ahi a los dias ya tenia mi carton/cama y dormia todo el trayecto, hoy que voy en auto al trabajo recuerdo los dias de lluvia en micro, saltando posas para llegar a casa.... y preguntandome que podia hacer para mejorar mi vida, buscando mi vocacion, finalmente termine siendo "oficinista" pasando de junior a ayudante de compras, despues quede como encargado, despues Jefe, entremedio fui estudiando y especializandome en el area, ya llevo 20 años trabajando de corrido y la "universidad" fue todo ese trayecto hasta hoy, un Jefe me decia que la inteligencia emocional me abriria puertas siempres asi es que siempre estoy leyendo sobre eso y de mentalidad, pienso que mi pega con los años va a desaparecer por la tecnologia que existe hoy en los procesos de compra asi es que estoy preparando una nueva vocacion ojala de independiente.

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  2. Si Rodrigo, creo que en la Universidad de la Vida es donde más se aprende. Claro a veces uno tiene que estudiar y aprender cosas que no sabe, pero lo mejor es ir aprendiendo a medida que se necesita, tal como tu lo hiciste. cuando yo sea Presidente del Mundo voy a eliminar la educación formal obligatoria y los niños podrán empezar a trabajar cuando les de la gana. Creo que obligar a las personas a que sigan la educación formal ha sido un tremendo error, del que estamos viendo ahora las consecuencias.

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  3. Tenía la vaga idea de que me gustaban la física y algo menos la matemática así que quería estudiar una ingeniería. Pero como soy de pueblo quería estudiar algo que me mantuviera a campo abierto. Pero no agronomía. En esos años en mi región bullía un nuevo proyecto, Paraná Medio, iba a ser la presa hidráulica mas grande del mundo, etc.. y la universidad estatal de la provincia (región) creó una Ingeniería en Recursos Hídricos, con calco de carrera similar en España y Francia, para abastecer ese polo.
    Para cuando me iba recibiendo el proyecto era otro proyecto argentino abandonado, sin financiación, y además evidentes inconvenientes ambientales. Estabamos superpoblados de especialistas en el tema así tuve un periplo por la industria del azúcar y años luego la de enfriadores de leche. Siempre en fábricas y oficinas, nunca a campo abierto. Me hice programador "al uso nostro" y atendí algunas empresas también. Al final me incorporé a una empresa familiar de contabilidad y sigo en eso (más oficinas!)
    Hay que estudiar lo que a uno le gusta, porque después vas a trabajar de lo que puedas. Es un destino sudamericano. ULs

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  4. Muy buena tu columna, Tomás. Resume en parte mi vida, ya que empecé siendo junior en un taller mecánico donde aprendí algo de motores, para después emplearme en un holding como estafeta, en el trayecto, estudié programación de aplicaciones, cuando se pensaba que era "la pega del futuro" y me veía (y vestía) como un hacker grunge de los 90's. Me despidieron en plena crisis asiática y terminé como administrativo en el hospital un mes antes del cambio de milenio, así me pude costear el examen de título y tener mi cartón. Después de un tiempo me metí a estudiar redes computacionales, me costó sangre sudor y cervezas, pero me titulé también. Sigo trabajando en el hospital, pero ya a mis cuarenta y siempre, mi vocación terminará siendo la mecánica automotriz, aún a pesar de la aparicion de los autos eléctricos, pero para allá voy, si Dios mediante lo permite.

    Es bueno pasar algo de hambre y frio, te hace pensar y enfrentar las cosas con mas cojones y voluntad.

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  5. Pasar hambre, sed, frio deliberadamente, en dosis hormeticas claro, es parte de las sugerencias estoicas para aprender a superar los tiempos malos y los miedos cuando se anticipan. Aparentemente el sr. Nietzsche acuño eso de lo que no me mata me hace mas fuerte; mas modernamengte el sr. Taleb diria. lo que no me mata me permite ser antifragil

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  6. Ulschmidt "Hay que estudiar lo que a uno le gusta, porque después vas a trabajar de lo que puedas" profético, yo creo que eso le está pasando a casi todos, antes era raro pero ahora parece que es cada vez más común. Yo estudié ingeniería porque suponía que así podría levantar minas. Nada resultó como había imaginado jaja. A mi me pasó exactamente lo mismo con la electrónica: apenas me titulé se terminó la industria en Chile. Como decía un amigo "si pongo una fábrica de sombreros empiezan a nacer sin cabeza".

    José, a partir de los 40 la mayoría tenemos historias así, es muy raro el caso de las personas que hacen carrera toda su vida en una misma empresa, la mayoría hemos ido recogiendo las oportunidades a medida que se presentan, creo que ahora es mucho más entretenida la cosa. A mi igual me apasiona la mecánica, pero tengo dos manos izquierdas con puros dedos gordos, lo otro es que para la mecánica se necesita una memoria fotográfica, para poder armar lo que hemos desarmado y yo tengo memoria de pez, apensas desarmo algo se me olvida donde iban las malditas piezas.

    Wilson, creo que nuestra tendencia natural (al menos la mía) es disfrutar y no hacer nada que nos desagrade. Claro que eso que puede ser fácil para los miembros de la realeza o (algunos) herederos millonarios está muy lejos de las posibilidades de nosotros, lo pobletes, que nos toca pasar hambre y frio de tanto en tanto.

    Pero si uno lo piensa bien, eso de pasar grandes problemas y salir vivo es una suerte a la larga porque fortalece el carácter y enseña mucho. También después de probar los lujos alguien se puede volver muy frugal, como es el notable caso de Paul McCartney, yo creo que la frugalidad sin sufrir incertidumbre ni necesidad extremas es el estado ideal para cualquiera. Seguir el lujo es como tomar agua salada para calmar la sed

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    1. La vocación. Es un tema para mi. De niño, lo único que quería hacer era volar. Ojalá sin avión. Como eso no era posible quedaba el ser piloto.
      Por otra parte era un alumno brillante y sin esfuerzo. O “tenía” que ser médico o ingeniero como mi padre. Pero yo quería volar. Mi padre al igual que el Padrino, me ofreció “un trato que no podía rechazar”. Aún así, años después tuve un conato de rebeldía y quise dejar todo botado para seguir el sueño. Ganó mi padre. Ahora hago las dos cosas y las hago bien, pero cuando van pasando los años, cada día me convenzo más que la cagué. Si me tengo que levantar para ir a atender un paciente me pesa el poto. Si me tengo que levantar a la hora que sea, para volar aunque sea a Pirque, me levanto cantando. Y eso que en un caso me pagan y en el otro, me cuesta.
      Al final, creo que cuando la vocación es pasión, lo único razonable es seguirla.

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    2. Soy Marcelo Jorquera quien hizo el anterior comentario.No sé porqué salió anónimo. Algo cambió en el formato.

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  7. Si Marcelo, a estas alturas como los regulares nos conocemos la historia y el estilo, casi no hace falta firmar jaja. Creo que hay que ver el lado bueno a las cosas que nos pasan, es imposible que siempre nos vaya bien o que siempre seamos felices, así es que los errores o las cosas que no salieron como queríamos también valen. Piensa que es bueno haber tenido dos profesiones tan diferentes, dedicarse a una sola cosa toda la vida debe tener su toque de aburrimiento, porque mucho de una cosa buena deja de ser bueno.

    Tal vez esa es la ventaja de los fracasos, derrotas y las insatisfacciones, porque nos permite valorar más los buenos momentos. Si nos fuera siempre bien viviríamos como anestesiados, un poco de frustración puede servir a veces jaja

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  8. Bueno, lo mío es más o menos la misma historia que el Tomás Jr. y el joven que mencionan. Entré a estudiar Ilustración en el Duoc, pero no di el ancho y duré tres semanas nomás. Anduve a la deriva por varios años (donde lo pasé súper mal) hasta que di con Comunicación Audiovisual y actualmente me toca hacer la práctica.

    El tema es que uno sí sabe qué quiere hacer, pero al no ser algo convencional que tenga una profesión y carreras directas, se complica la cosa. De todos modos, igual recomiendo mi carrera porque ahí no tuve que elegir entre el dibujo y la escritura.

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  9. Si, los jóvenes se demoran más en entrar al mundo del trabajo ahora y tal vez por eso se les hace más difícil encontrar su vocación, igual al final uno la encuentra y no es raro que con el tiempo tenga que cambiarla varias veces

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"Send me a postcard, drop me a line
Stating point of view
Indicate precisely what you mean to say
Yours sincerely, wasting away
Give me your answer, fill in a form
Mine for evermore
Will you still need me, will you still feed me
When I'm sixty-four"